La boina es uno de los sombreros
más difundidos del mundo. Es un gorro sin ala, que cubre solamente el cuero
cabelludo y que es habitualmente confeccionado en lana o fieltro. Su uso es tan
antiguo que su origen se pierde en los tiempos, pero paralelamente se mantiene
vigente a lo largo de la historia y su diseño es tan práctico que prácticamente
se mantiene inalterado desde que fuera creada.
Su antepasado más remoto es tal
vez el gorro frigio, una especie de caperuza con la punta curvada que se
originó en la región de Frigia (actual Turquía) y que aparece en el arte griego
como un atuendo característicos de los orientales y que en tiempo de los
romanos, conocido como pileus, era usado por los libertos, o esclavos que se
habían ganado la libertad, motivo por el cual durante la Independencia de
Estados Unidos y la Revolución Francesa fue adoptado como símbolo de la
libertad y del republicanismo del siglo XIX. Incluso Eugene Delacroix pintó en
1830 a su Marianne de la “Libertad Guiando al Pueblo” llevando un gorro frigio
rojo. Debido a esto, muchos países latinoamericanos, como el nuestro, lo
incluyeron en sus escudos y banderas como símbolo de su Independencia.
El pileus romano se fue acortando y difundiendo tomando la forma más
circular y chata de la boina que conocemos hoy en día. Los arqueólogos han
encontrado trazos de berretas en fieltro similares a la boina a lo largo de
todo el territorio europeo desde Italia a Dinamarca desde tiempos tan remotos
como la era de bronce, hasta el siglo XII. Los modelos variaban ligeramente,
pero siempre se mantenía el mismo material: el fieltro.
De hecho el fieltro es uno de los
géneros no tejidos más antiguos y simples empleados por el hombre, que se hace
simplemente prensando lana húmeda. Se cree que lo descubrieron accidentalmente
los pastores quienes llenaban sus zapatos con la lana de sus ovejas para protegerse
del frío y gracias al sudor y la presión al caminar, al regresar de sus faenas,
se encontraban con un pedazo de tela en
sus zapatos. Y como todos sabemos que para no perder calor corporal es vital
abrigarse los pies y las cabezas, es natural que se empleara el fieltro para
proteger la cabeza del frío.
En el códice “Speculum Virginum”,
obra de siglo XII que se conserva en el Rheinisches Landes Museum de Bonn,
Alemania, se ve el dibujo de un campesino provisto de una pala y tocado con
una boina como las actuales. En varias miniaturas que adornan textos de la alta
edad media, así como en las figuras esculpidas en varias catedrales góticas se
ven a hombres portando boinas. Rembrandt acostumbraba llevarlas, como
atestiguan varios de sus autorretratos. En retratos pintados por Holbein en la
primera mitad del siglo XVI, como el del conde de Surrey y el del poeta
Nicholas Bourbon de Vandoeuvre, estos personajes lucen boinas de un modelo sencillo,
sin adornos, muy semejante al actual, aunque de un diámetro algo mayor.
El uso tradicional de la boina se
mantiene fuerte en tres países europeos, que la llevan como símbolo de
identidad y tradición: Escocia, Francia y España. En Escocia la boina forma
parte de la indumentaria tradicional, en particular el capo escocés o
Bluebonnet, cuya escarapela y las plumas de la cinta identificar el clan de
usuarios y el rango), y es un símbolo de patriotismo escocés. Otros tipos incluyen
la boina Shanter y la Kilmarnock, las cuales cuentan con un gran pompón en el
centro.
La boina se lleva
tradicionalmente desde tiempos inmemoriales en los valles pirenaicos septentrionales
vasco franceses. La boina o txapela (chapela)
como se la llama en vasco, era ya en el siglo XVII la prenda más característica
de la zona. El pequeño trozo en el centro de una boina se le conoce por su
nombre en euskera, txortena significa
"tallo". Se encuentran también personajes de boina en algunos
grabados de Goya como en “La Tauromaquia”. Durante la guerra de la
Independencia, no pocos guerrilleros vascos partieron a la contienda con esta
prenda tan distintiva.
Más tarde, en el curso de las guerras carlistas, la
boina formó parte del uniforme de los combatientes.
Desde la ladera francesa de los Pirineos se dio también un gran impulso a
la proyección internacional de la boina, pues, además de los pelotaris vascos,
el gran tenista vascofrancés Jean Borotra, que junto con René Lacoste formaba
el equipo francés de Copa Davis, la popularizó en Europa y en los Estados
Unidos, junto con sus alpargatas de esparto en los años 20. Por lo que en los
años veinte y treinta, la boina conoció una gran difusión en Hollywood y la
usaron no pocos directores de cine, así como estrellas de la gran pantalla.
También la difundieron mucho los pintores franceses Monet y más adelante
Picasso. Y pasó a ser parte de la visión estereotipada del hombre francés, así
como también de los intelectuales, poetas, artistas, bohemios y beatniks.
La practicidad de la boina la llevó a ser incorporada como uniforme
militar de varias naciones. Entre algunos ejemplos históricos bien conocidos
son los soldados escoceses, que llevaban el gorro azul en los siglos XVII y
XVIII, el Volontaires Cantabres, una fuerza francesa creció en el País Vasco en
los años 1740 a la década de 1760, que también llevaba una boina azul, y los
rebeldes carlistas, con sus boinas rojas, en 1830 España. Durante la Segunda
Guerra Mundial, el primer ejército que utilizó la boina fue el alemán, pero
únicamente en el cuerpo acorazado para sustituir la calurosa caperuza de cuero
de los tanquistas. Pero fue el ejército inglés que combatía en el norte de
África el que dio a la boina el definitivo uso marcial a esta prenda. Los soldados,
que ante el caluroso clima habían comenzado por cortar las piernas de sus
uniformes para transformarlos en bermudas, desecharon el sombrero de alas
anchas modelo sudafricano-australiano, que, aunque protegía muy bien del sol,
debido a sus anchas alas proyectaba demasiada sombra sobre los hombros del
soldado, facilitando la puntería de los tiradores alemanes, por lo que lo
cambiaron por boinas. El Mariscal Montgomery también la llevaba y la popularizó
enormemente.
En los años 60, los revolucionarios la incorporan a su indumentaria tras
popularizarse en la cabeza del heroico revolucionario Che Guevara. Desde
entonces varios grupos activistas y revolucionarios adoptaron la boina negra
como símbolo. Entre ellos Las Black Panthers o Panteras Negras de los Estados
Unidos, formada en 1966, el "Cadre Brown Berets" o Boinas Cafés, el
Ejército Republicano Irlandés Provisional y las guerrillas de ETA.También los
rastafaris llevan una boina de punto tricolor.
Grande o chica, de muy diversos colores, aunque con gran predominio de
los oscuros, más sufridos, ha sido usada modernamente por personajes históricos
como Francis Ford Coppola, Samuel L. Jackson, el mariscal Montgomery, Pablo
Neruda, el Che Guevara, Picasso entre muchos otros. Su carácter utilitario y su
gran personalidad han hecho que esta prenda fuera llevada indistintamente por
grupos tan opuestos como artistas bohemios, y tradicionalistas, militares y
revolucionarios. O sea que a pesar de todas las diferencias ideológicas, la
boina ha sido un punto de convergencia en común que ha unido cabezas de
distintas ideologías.
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