sábado, 3 de septiembre de 2011

MARIO VARGAS LLOSA: “Del libro al Plato”


El escritor y premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, como peruano de buena cepa, siempre ha sido un gran admirador de la gastronomía peruana, en especial de la comida típica arequipeña. La gastronomía de su Arequipa natal, siempre ha despertado recuerdos de infancia y como buen cocinero de letras, ha sabido incluirla en su libro de memorias “El pez en el agua”. Al narrar su regreso al Perú tras vivir los primeros 10 años de su vida en Cochabamba, el autor dice: “Mis primeros recuerdos personales de Arequipa son de ese viaje, que tuvo lugar en 1940. Había un Congreso Eucarístico y mi mamá y mi abuela me trajeron consigo. Nos alojamos donde el tío Eduardo García(…). Vivía solo, cuidado por su ama de llaves, la señora Inocencia, que puso bajo mis ojos, por primera vez, un chupe de camarones rojizo y candente, manjar supremo de la cocina arequipeña, que luego sería mi plato preferido. Pero esa primera vez, no. Me asustaron las retorcidas pinzas de esos crustáceos del río Majes y hasta parece que lloré.”

Además de disfrutar enormemente de la gastronomía arequipeña, Vargas Llosa se declara un admirador del afamado chef peruano Gastón Acurio, a quien le dedicó en marzo del 2009 un hermoso artículo para el diario “El Comercio”, titulado: “El Sueño del Chef”. En este delicioso relato, condimentado con lo mejor de la prosa de este gran autor, Vargas Llosa narra la historia del chef y el gran impulso que ha tenido en años recientes la gastronomía peruana.
En este narra como el joven Acurio sorprendió a su familia al abandonar la carrera de derecho en la Complutense para seguir su pasión por la cocina, abriendo su primer restaurante en Perú, “Astrid y Gastón”, junto a su esposa Astrid en 1994, al cual le siguieron varios restaurantes y cadenas tanto en Perú como en el extranjero. Según el autor, “En estos restaurantes la tradicional comida peruana es el punto de partida pero no de llegada: ha sido depurada y enriquecida con toques personales que la sutilizan y adaptan a las exigencias de la vida moderna, a las circunstancias y oportunidades de la actualidad, sin traicionar sus orígenes pero, también, sin renunciar por ello a la invención y a la renovación.”

El autor destaca no sólo lo exitosa que fue su apuesta por los sabores genuinos de la cocina popular peruana, sino también como supieron dignificar y promoverla local e internacionalmente, afirmando: “Su hazaña es social y cultural. Nadie ha hecho tanto como él para que el mundo vaya descubriendo que el Perú, un país que tiene tantas carencias y limitaciones, goza de una de las cocinas más variadas, inventivas y refinadas del mundo, que puede competir sin complejos con las más afamadas, como la china y la francesa. (¿A qué se debe este fenómeno? Yo creo que a la larga tradición autoritaria del Perú: la cocina era uno de los pocos quehaceres en que los peruanos podían dar rienda suelta a su creatividad y libertad sin riesgo alguno).”

Vargas Llosa también destaca el asombroso despegue que tuvo la gastronomía peruana y el papel que jugó Acurio en este fenómeno: “Si alguien me hubiera dicho hace algunos años que un día iba a ver organizarse en el extranjero “viajes turísticos gastronómicos” al Perú, no lo hubiera creído. Pero ha ocurrido y sospecho que los chupes de camarones, los piqueos, la causa, las pachamancas, los cebiches, el lomito saltado, el ají de gallina, los picarones, el suspiro a la limeña, etcétera, traen ahora al país tantos turistas como los palacios coloniales y prehispánicos del Cusco y las piedras de Machu Picchu. La casa-laboratorio que tiene Gastón Acurio en Barranco, donde explora, investiga, fantasea y discute nuevos proyectos con sus colaboradores, ha adquirido un renombre mítico y la vienen a visitar chefs y críticos de medio mundo. (…) Gracias a Gastón Acurio los peruanos han aprendido a apreciar en todo lo que vale la riqueza gastronómica de su tierra.” 

Ante semejante halago, evidentemente el chef Acurio no podía quedarse atrás y decidió devolver las gentiles palabras del Nobel de la manera en la que acostumbran hacerlo los grandes cocineros: bautizando un plato en su honor. “Huevos de Don Mario al Jugo”, fue el nombre que eligió el chef para el suculento plato que ideó su amigo Mario Vargas Llosa y que ya figura en el Menú de su restaurante Tanta.

En una entrevista, el Nobel expuso entusiasmado: “Todos los sábados después de caminar voy al Tanta  y pido un plato que he inventado yo. Son unos huevos que parecen a la ranchera pero no los son. Son los huevos sobre pan campesino con la salsa del lomito saltado. Es un manjar”. 

Mario Vargas Llosa ha sido capaz de emocionarnos con sus palabras y crear mundos maravillosos y personajes entrañables. Y desde que recibió el Premio Nobel de Literatura 2010, ha inspirado a todo el Perú, y por supuesto también ¡hasta a los cocineros!

No sólo Acurio le ha rendido homenaje. El dueño de la cebichería peruana “Mi Barrunto”, César Augusto Sánchez, bautizó a nuevos platos de su menú con el título de obras y personajes de este gran escritor peruano. Así, “Pantaleón y las visitadoras” se convirtió en un arroz a la chiclayana con mariscos, a base de culantro, zapallo loche y cerveza negra, los colores del uniforme militar del capitán Pantaleón Pantoja, acompañado de conchas negras que representan a las visitadoras. El plato “La casa verde” consiste en un seco de congrio en salsa de culantro y “La fiesta del chivo”, en un pez espada a la parrilla. Otras dos obras del Nobel, “Travesuras de la niña mala” y “Los cuadernos de don Rigoberto”, sirvieron para inspirar cocteles.

No es de extrañar, que las obras de Mario Vargas Llosa, un clásico vivo de la literatura hispanoamericana y todo un ícono del Perú, tan arraigadas ya en la cultura peruana, se integren también a su deliciosa gastronomía.

ZAPATOS DE NOVIA: Cómo elegir el zapato perfecto



Toda novia sabe que en el día más especial de su vida, nada puede fallar. Por este motivo, las novias atienden cada detalle de la ceremonia, de la fiesta, y por supuesto, de su imagen. Muchas ya tienen elegido el vestido de novia con mucho tiempo de antelación, algunas incluso mucho antes de recibir el anillo de compromiso. Una vez que se tiene elegido el modelo hay que atender todos los complementos que lo realzarán: el tocado, el velo, el ramo, las joyas, y por supuesto los zapatos.

Elegir adecuadamente el zapato que se llevará en el día de su boda es fundamental. Por más de que en muchos casos al zapato de novia se lo ve muy poco debido a las largas faldas, no hay que descuidar este detalle. El zapato equivocado no sólo puede estropear la armonía de vestido de novia, sino también puede hacerte sentir incómoda toda la noche.

Para elegir un buen zapato de novia hay que tener en cuenta tanto el lado estético como el lado práctico. Si quieren divertirse y disfrutar al máximo del día de su boda, tienen que pensar muy bien en el zapato que lucirán en su gran día y prestar atención a todos los detalles necesarios para elegir el zapato perfecto.

DETALLES A TENER EN CUENTA:
Color: El color del calzado debe estar en armonía con el del vestido. No es necesario que sea del tono exacto, pero es ideal que sea lo más cercano posible. Si su vestido es crema, eviten los zapatos blancos, optando por tonos como el marfil, el champagne, el crema, y beige nacarado. Para los vestidos blancos pueden optar por calzados de color blanco, o blanco nacarado. A la hora de ir a comprar su zapato, lo ideal es llevar una muestra del género de su vestido para asegurarse de que el tono del calzado no desentone. Si quieren darle un toque diferente a su atuendo nupcial, no duden en animarse a  otros tonos como el dorado opaco o el plateado. Si lo que buscan es una combinación perfecta, lo ideal es forrar el zapato con la misma tela del vestido.
Material: Pueden elegir tanto zapatos de cuero como forrados en tela. Tengan en cuenta que un zapato en tela blanca probablemente no sobreviva a la fiesta tan inmaculado como cuando esta empezó, pues estos se manchan con mucha facilidad. Si lo que buscan es un zapato más duradero opten por el cuero. A la hora de elegir el cuero asegúrense de que no sea excesivamente duro. Si optan por hacerse un zapato de tela, deben llevar aproximadamente 30 cms. del género de su vestido. Si su vestido está realizado en géneros muy delicados como encaje, muselina, organza o gasa, lo ideal es llevar la tela del forro o un género al tono. Los materiales muy delicados no son apropiados para confeccionar calzados, pero pueden emplearse en detalles y apliques del zapato. Una opción más audaz es la de optar por géneros como el brocato al tono. Las mejores telas para forrar zapatos son aquellas más resistentes como el shantung, crepe reversible, raso, satén, moiré y brocato.
Estilo: El día de la boda, no es el momento adecuado para disfrazarse de una persona distinta. Piensen en su estilo personal para elegir sus zapatos de novia. Estos deben ser acordes a sus gustos y también acordes a la línea del vestido. Hay estilos de calzados de novia para todos los gustos, desde los más clásicos, pasando por modelos románticos y retro, hasta los ultra modernos y vanguardistas. Lo importante es que una se sienta cómoda llevándolos.
Detalles: Los zapatos de novia pueden contar con detalles que los vuelvan especiales. Pueden incorporarles bordados, apliques metálicos, hebillas de strass, nudos, drapeados, flores de tela, moños, cintas. Las opciones son infinitas. Un detalle discreto y elegante es jugar con los brillos de la tela. Si su vestido está confeccionado en un tono opaco, pueden forrar sus zapatos en un tono brilloso, y viceversa. Si no están muy convencidas con algún detalle importante, como lo son los moños y flores de tela, pueden optar por hacerlos quita y pone, de manera de que puedan obviarlos con facilidad si así lo deciden. A la hora de elegir los detalles de su zapato, siempre tengan en cuenta su vestido. Pueden incorporarle al zapato pequeños detalles de su vestido. Lo importante es no exagerar. Si su vestido es muy elaborado, opten por un zapato más discreto. Si su vestido es sencillo, pueden optar por darle un toque de originalidad a sus zapatos.
Taco: Para la ceremonia no duden en llevar unos zapatos de taco alto, estos estilizarán tu figura y realzarán tu vestido. Para estar cómodas con sus tacos pueden optar por zapatos con pequeñas plataformas. Eviten los tacos excesivamente altos. La altura ideal es entre 8 y 10 cm. Si no están acostumbradas a llevar tacos altos o se sienten incómodas con ellos, opten por tacos bajos de entre 5 y 6 cms. También es importante que tengan en cuenta la altura de su novio, para no pasarlo con los tacos. El ancho del taco también es muy importante. Evite los tacones aguja y opten por tacos con bases cuadradas o redondas.
Terreno: El lugar donde se celebrará la boda y la recepción, también influye en el momento de elegir los zapatos. Si van a casarse en un jardín tengan cuidado con los zapatos con tacos excesivamente fino. También eviten los forrados en tela. Los primeros pueden resultar muy incómodos para caminar pues se hunden en el pasto y los otros se mancharán inmediatamente.
Tamaño: Asegúrense de que el calce de su zapato sea perfecto. El zapato debe calzar perfectamente. Pruébenselo y caminen para asegurarse que no le apriete o no se le salga del pie. Si sienten que el zapato es demasiado apretado, no esperen ablandarlos con el uso y opten por otro modelo que les sea más cómodo. Recuerden que los pies pueden hincharse tras pasar horas parada y bailando. Lo ideal es probarse los zapatos de tarde, ya que a esta hora del día los pies suelen estar un poco más hinchados. Así podrán asegurarse de que si se les hinchan los pies, sus zapatos seguirán resultando cómodos. Para encontrar el tamaño perfecto, lo ideal es hacerse unos zapatos a medida.
Comodidad: Lo más importante del calzado de una novia es la comodidad. Tengan en cuenta que pasarán muchas horas con ellos y que no deben molestarles, para que puedan disfrutar completamente de ese día. No crean que por buscar comodidad tendrán que sacrificar el diseño y la elegancia de su zapato. Aún los zapatos con tacos más altos pueden ser cómodos. Los zapatos fabricados sobre medida son la mejor opción para estar absolutamente cómodas, pues éstos se fabrican según el tamaño exacto de su pie y no con medidas estandarizadas como los que se compran en una tienda. Es fundamental que usen sus zapatos un buen tiempo antes de la boda para verificar que les son cómodos y que con el tiempo de llevarlos no les hacen doler los pies. Una buena opción es llevarlos a las pruebas de sus vestidos. De esta manera no sólo podrán ir ablandándolos, sino también se asegurarán de que el ruedo de su vestido sea del largo perfecto. Si no están 100% seguras de la comodidad de su zapato de novia, siempre pueden llevar un par de zapatos de reserva más cómodos para usarlos en la fiesta. Traten de que estos sean de una altura similar o ligeramente inferior al zapato de novia, para evitar estropear el ruedo de su vestido.