El séptimo arte siempre ha influenciado las tendencias de la moda, tanto a la hora de imponerlas como a la hora de inspirarlas; muchas veces proponiendo directamente nuevos estilos y otras veces sirviendo de base de datos para la revisión y readaptación de estilos de décadas anteriores.
Las estrellas de Hollywood vivían de su fama. La popularidad siempre fue directamente proporcional a sus cachés. Mientras más seguidores y admiradores tenía una actriz, más ceros se le iban sumando a sus remuneraciones contractuales. Desde que el rostro de estas míticas mujeres empezó a ser reproducido en pantallas de cine y tabloides ellas adquirieron la noción de la importancia que la imagen tenía en su popularidad.
La elegantísima Coco Chanel
En los años 20 Cocó Chanel fue la figura más paradigmática de la moda, rompiendo con todas las nociones estilísticas de la época y gestando nuevas directrices que acarrearon una autentica revolución de estilo. Sus propuestas se centraban en una mujer independiente que necesitaba moverse con comodidad y apropiarse de nuevos espacios antes reservados a los hombres. Propuso el uso de pantalones y jerséis (ropa antes reservada a la práctica de deportes como el tenis) para el día a día. Fue también una de las primeras diseñadoras en dar destaque a la bijouterie. Pero quienes verdaderamente masificaron las tendencias de Chanel fueron las actrices de la época. Clara Bow, la “it girl” del cine mudo inspiró a innumerables mujeres de clase media y alta a animarse a las boinas, los jerséis y las faldas tableadas a la rodilla (propuestas por Chanel). Pero definitivamente la mayor influencia cinemática en la moda de los “años locos” fue el corte carré impuesto por míticas actrices como Louise Brooks y Colleen Moore.
Clara Bow, un ícono de los años 20´s
Louise Brooks y el corte que la llevó a la fama Colleen Moore
Otras actrices como Greta Garbo, Katharine Hepburn y Marlene Dietrich (que fue una de las primeras mujeres en usar trajes masculinos) hicieron del estilo masculino un must en la década del 30. Ellas demostraron a las mujeres que podían continuar viéndose sexy y chic con pantalones, faldas tableadas y sacos sastres de tweed que ocultaban sus cinturas y sus senos.
Antes que YSL lo propusiera, Marlene imponía el smoking femenino
Katharine Hepburn vistiendo su look preferido, pantalones anchos y camisa.
Los años 30 fueron unas de las épocas más glamorosas y celebradas de la historia de la moda. Las estrellas del cine habían alcanzado y consolidado una posición destacada en la sociedad y disponían de excelentes diseñadores que creaban sus looks. Uno de ellos fue Adrian, el encargado del vestuario profesional y personal de las mayores estrellas cinematográficas de la época. La imagen de las actrices, manejadas por los estudios, no solo era cuidada en el set, sino también en cada momento del día y de la noche. El estilismo estaba presente en cada una de sus apariciones públicas.
Greta Garbo fue el ícono de esta era. Su figura femenina y rasgos masculinos le daban un aire misterioso y distintivo. La Garbo supo sacar ventaja su lado más masculino, acostumbrando usar trenchs de corte masculino de una talla más grande que la suya, boinas y pantalones combinados con camisas clásicas con hombreras. El look masculino de la Garbo se convirtió en una de las principales tendencias de la época.
La misteriosa Greta Garbo
A la par que el estilo masculino, causaba furor el estilo más glamoroso y ultra femenino de la sex symbol de esta era: Jean Harlow. Ella fue una de las primeras mujeres en platinarse el pelo (que de tan platinado era casi blanco) y pronto miles de mujeres empezaron a imitarla. La Harlow, que nunca salía a la calle sin sus pestañas postizas, puso de moda los vestidos de satén cortados al bies que se deslizaban por la figura femenina realzando sus curvas y poniendo énfasis en los pronunciados escotes en la espalda.
Jean Harlow, la famosa rubia platino de los años 30's
La década de oro de Hollywood (de los años 20s a los 50s) se caracterizó por el glamour de las estrellas, que siempre estaban impecables y a la última. La elegancia de las actrices de la época no se limitaba a sus apariciones en el celuloide, sino que se incorporaba a su día a día. Asediadas por fotógrafos, curiosos y reporteros, debían estar perfectas las 24 horas del día. Actrices como Ava Gardner, Elizabeth Taylor y Joan Crawford no salían de sus casas sin guantes, usaban sombreros, bellísimas joyas, pieles y vestidos de ensueño para reafirmar su imagen de estrellas inalcanzables.
La siempre impecable Joan Crawford
Elizabeth Taylor
Con los años 40 llegó el color a las pantallas y a la moda. Vivien Leigh, la indomable Scarlett O’ Hara de “Lo Que el Viento se llevó” impuso tendencia con el vestido floreado y romántico de inspiración sureña con el cual recibió el Oscar por este papel.
Vivien Leigh como Scarlett O'Hara
En los años 40, la Segunda Guerra Mundial marcó dos tendencias muy opuestas y bien definidas. Durante la contienda brilló la sobriedad. Las actrices, conscientes de la situación mundial, se dieron cuenta de que no era el momento para hacer gala de los excesos a los que estaban acostumbradas. Aún así lograron verse elegantes en su sencillez con trajes sastres con hombreras y faldas rectas. En la Post Guerra, Christian Dior propone su New Look, que se caracterizó por faldas anchas e híper femeninas y la erradicación total de las hombreras y el destaque de la cintura de avispa. El mundo ya había sufrido demasiado y era momento de volver a empezar. Lana Turner y Rita Hayworth fueron las primeras en adoptar este look.
Lana Turner
Rita Hayworth
El New Look marcó el camino de la moda durante los años 50. La exuberancia y la elegancia recibían particular énfasis con este ultra femenino y pulido. Actrices como Ava Gardner y Grace Kelly hicieron del new look su firma. En las frecuentes fiestas de gala de Hollywood brillaban los amplios vestidos de satén o de lamé con escotes rectos acompañados de delicadas perlas. El maquillaje teatral y exagerado de las décadas anteriores se suavizó, dando paso a bases que se fundían con la piel y que ponían énfasis en los labios pintados con rouge.
Grace Kelly en "High Society"
La naturalmente bella y elegante Grace Kelly era la inspiración de miles de mujeres. Luciendo siempre pulcra e impecable sabía sacarle partido a su elegancia natural y a sus accesorios favoritos: las perlas y los brillantes. El vestido de Edith Head de gasa blanca con el torso drapeado que lució en el celebre film de Hitchcock “Atrapa a un Ladrón” fue uno de los más imitados de esta década.
Grace Kelly con el famoso vestido blanco de To Catch a Thief
La diosa entre las diosas, Marilyn Monroe se convirtió en la mujer más sexy de esta década (y tal vez de la historia). Ella lucía como nadie los vestidos escotados de noche y los llevaba con una soltura increíble. También supo sacar provecho de la falda lápiz típica de esta época que hacía milagros con sus curvas. De la mano de esta actriz, la voluptuosidad volvió a estar de moda.
Marilyn Monroe con su inolvidabel vestido blanco de "The Seven Year Itch"
Marilyn Monroe
Luego llegó la magnífica Audrey Hepburn dándole un nuevo significado a la palabra elegante. Para la filmación de “Sabrina” Audrey fue vestida por Hubert de Givenchy, quien al comienzo pensó que se trataba de Katharine Hepburn y al enterarse de que era otra actriz en un primer momento no quiso vestirla, hasta que la conoció y quedó cautivado convirtiéndola en su musa absoluta. Audrey causó una revolución en la moda, no solo por su figura delgada y nada voluptuosa, sino también por su sencillez. Audrey enseñó a las mujeres a verse elegantes con una camisa masculina, unos pantalones capri y unas ballerinas. La moda pasó a ser más cómoda y las ballerinas hicieron por fin un hueco en los roperos femeninos.
Audrey Hepburn en Sabrina
Audrey Hepburn nuevamente vestida por Givenchy en "Breakfast at Tiffany´s"
Audrey no perdía su elegancia ni al andar en bicicleta
En la época de transición de los 50 a los 60, Doris Day, Natalie Wood y Brigitte Bardot también impusieron la comodidad en la moda. En sus roperos se encontraban jerséis y pantalones de todo tipo y en todos los colores.
El cómodo y relajado look de Doris Day
Natalie Wood
El estilo de los años 60 puede definirse a la perfección con dos grandes actrices: Brigitte Bardot y Mia Farrow. Ambas lucían peinados muy femeninos o a lo garçon, maquillaje de muñeca de porcelana con las pestañas superiores e inferiores bien resaltadas, atuendos juveniles, modernos y llenos de color que seguían las tendencias más populares de inicios de los 60s: los colores y estampados Pucci, el bicolor y las ballerinas.
BB
Mia Farrow
En los 60 Londres desplaza a Paris y Roma como centro de la moda. Este fenómeno tuvo un nombre y un apellido: Mary Quant, la creadora de la minifalda y el vestido baby doll. A ella se le sumaron Biba y Ossie Clark, imponiendo el estilo mod y swing, ambos híper coloridos y modernos, de inicios de los 60s. Romy Schneider sorprendió al mundo al pasar de la imagen de la romántica y virginal Sissi de los 50s a ser una de las actrices más interesadas por el cambio de la moda de los 60s.
Romy Schneider
Catherine Deneuve supo mantener su sofisticación parisina incorporando toques ingleses bien mod, creando un estilo personal e híper sofisticado que la convirtió en una de las musas de esta década y de su inseparable amigo Yves Saint Laurent.
La hermosísima Catherine Deneuve
Catherine Deneuve con su amigo Yves Saint Laurent
A finales de los 60s, en las costas de California se produce otra revolución en el mundo de la moda: el estilo hippie. La excentricidad, la naturalidad y los detalles étnicos dieron lugar a un estilo bohemio que hasta hoy en día sigue marcando tendencias. Sharon Tate definió a la perfección a la chica californiana de los 60s con su melena rubia, maquillaje en tonos naturales y túnicas bien hippies.
Sharon Tate
La actriz y cantante inglesa Jane Birkin también fue un ícono de esta década que incorporó la cómoda moda hippie a su soltura y desinhibición. Birkin dio su nombre a una cartera icónica de Hermés: la cartera Birkin. Al parecer viajaba en un avión junto con el presidente de la compañía Hermes, Jean Louis Dumás, éste extrañado al ver que Jane llevaba una cesta de paja como bolso de mano le preguntó porqué lo hacía a lo que ella contestó que no encontraba ningún bolso cómodo donde pudiera meter todas sus cosas y que además fuera fácil de abrir. Juntos diseñaron una cartera que se convirtió en la más deseada del mundo. Sigue siendo producida hasta hoy en día, cuesta arriba de los 6000 US$ y como la demanda supera el ritmo de producción hay una lista de espera de casi 2 años para convertirse en la orgullosa propietaria de una Birkin.
Jane Birkin
Jane Birkin con la cartera que lleva su nombre
El estilo de las actrices de Hollywood siempre ha tenido que mantenerse actual por motivo de sus carreras. Este hecho las llevó a seguir la moda y proponerla. La pantalla de cine se convirtió en el medio ideal en donde plasmar las nuevas tendencias. Las actrices se valieron de la moda para verse aún más hermosas y los diseñadores se valieron de las actrices para difundir sus creaciones a todo el mundo. Las mujeres siempre han querido verse como las estrellas de la gran pantalla y han hecho todo lo posible para imitarlas. De la mano de las musas clásicas del cine se impusieron tendencias que hasta hoy en día siguen siendo imitadas por estilistas y diseñadores del mundo entero. Hablar de las musas del cine es hablar de belleza, elegancia y sofisticación.