miércoles, 30 de junio de 2010

VICTOR CANDIA: POESÍA CON LA CÁMARA

Víctor Candia, 37, es un fotógrafo paraguayo que reside desde hace algunos años en Buenos Aires. Trabaja desde hace poco más de 21 años en lo visual. Empezó como dibujante del suplemento escolar de un diario asunceno, para ser pronto trasladado al departamento creativo de publicidad del mismo. A partir de ahí recorrió una sucesión de agencias de publicidad, editoriales, productoras, etc., en las que se desempeño como diseñador, director de arte, creativo, ilustrador e incluso editor.

Como diseñador gráfico acumulo muchos años de experiencia en publicidad y diseño editorial, su trabajo fue seleccionado para el libro “Latin American Graphic Design” de la editorial Taschen, publicado recientemente como un compendio de la mejor gráfica realizada en la región.

Hace 5 años dio un giro a su carrera al convertirse en fotógrafo, actividad que hoy abarca la mayor parte de su tiempo productivo, realizando editoriales de moda y retratos para diferentes revistas de Argentina, Paraguay y Brasil, además de campañas publicitarias para España, Argentina y Paraguay, y dedicando siempre tiempo a sus proyectos personales en fotografía e ilustración.

Al ver sus retratos, se hace palpable su talento para desnudar a sus sujetos, dejando traslucir su alma y permitiéndole impregnar a la fotografía con su esencia. Tal vez sea este el motivo de que sus fotografías tengan esa magia tan particular, que configura la conjugación perfecta entre lo extremadamente real y lo etéreo. Sus fotografías de moda carecen de la frivolidad de ese mundo, siguiendo una estética intimista y sin artificios, centrada en revelarnos mucho desde lo mínimo.

Observando cada imagen, uno se hace partícipe de la complicidad que nace entre su lente y sus sujetos. Una complicidad que revela mucho más de lo aparente. Cada toma está extremadamente cuidada no solo en cuanto a aspectos técnicos, sino también artísticos, hasta lograr hacer poesía con la cámara. En esta sutileza que permite, a través de un simple gesto o una mirada capturada en un instante, imaginarnos un mundo interior, privado e íntimo, se encuentra la sensibilidad de un artista, a quien en esta edición invitamos a conocer.

¿Cómo se dio el salto de la ilustración a la fotografía?

Más que un salto, creo que todo fue una progresión paulatina, desde el diseño editorial y la dirección de arte en sesiones fotográficas. Ya faltaba muy poco para que tome la cámara en propias manos. Cuando supe que podía hacer fotos lo suficientemente bien, empecé y las cosas se dieron naturalmente. Al final, sea diseño gráfico, ilustración o fotografía, lo que hago es comunicación visual. Te estoy diciendo algo, te estoy hablando, solo que en lugar de palabras, uso imágenes. Es todo parte de lo mismo, de lo visuales que somos los humanos.

¿Qué medio te permite mayor expresión, la ilustración o la fotografía?

Un ilustrador tiene absoluta libertad para crear su mundo y sus seres, solo su imaginación lo limita, así que te respondería que la ilustración. En cambio la fotografía, que es un registro de lo que existe, es más bien una manera de señalar, de llamar tu atención hacia algo en particular, hacia cierta situación de luz o una mirada particular de la persona que retratas y lo que eso te sugiere a vos, y que probablemente le sugerirá también a las personas que vean esa foto. Esto no implica en absoluto que la fotografía te limite, vos decidís qué mostrar, como mostrarlo, que matices usar. Tenes toda la libertad que estés dispuesto a permitirte.

¿Tiene cabida el arte dentro de un editorial de moda?

Es cierto que la moda es algo mayormente frívolo, pero una editorial de moda en una revista también es un formato de expresión ampliamente abierto. Esas 6 o 10 páginas que tenés para mostrar algo, establecen un canal muy directo de comunicación entre el autor y el receptor, así que no es ninguna sorpresa encontrarse con gente con mucho talento y mucho que decir usando el formato para hacer cosas con contenido muy consistente. Si nos ponemos a citar a genios como Ryan McGinley o Hedi Slimane, nos quedamos sin espacio suficiente. Son editoriales de moda, si, pero también son algo más. Además, creo que está suficientemente visto que cualquier oficio, cuando se ejerce con inteligencia y pasión, puede alcanzar el nivel de arte, ¿o nunca comiste algo que te dio ganas de decirle al cocinero que es un artista y agradecerle su talento?

¿Qué elementos debe reunir una buena fotografía?

Eso es a gusto de cada fotógrafo. Para mi priman la naturalidad, la honestidad, el realismo... y por supuesto la belleza, que ya es consecuencia de la armonía entre esos diferentes factores.

¿Qué te atrajo al mundo de la fotografía de moda y que es lo que más te gusta del mismo?

Vengo de la publicidad y del diseño, así que ante todo, control creativo. No hay jefes de marketing que se las saben todas, ni ejecutivos de cuenta ídem, y casi nunca un editor o un estilista que te corte las alas, máximo te las rompe un poco. En una sesión de moda el responsable primero y principal es el fotógrafo, así que él guía el barco, y los demás deben confiar en que los llevará a destino. Suena muy control freak, pero se que muchos colegas del diseño y la creatividad están sonriendo al leer esto. Con frecuencia el raciocinio excesivo (o el miedo) se interpone entre una buena idea y su concreción, y las cosas quedan a medias, que es lo más triste que puede pasar, porque así no logran su cometido.

¿Qué opinás sobre la manipulación digital de la fotografía actual?

Bueno. Directamente NO EXISTE fotografía no manipulada digitalmente, al menos no en los medios de comunicación masivos. Ahora, esto no implica que todo sea una mentira. Así como todo el mundo es consiente del uso del photoshop, ya va la gente avispándose y distinguiendo lo que está extremadamente retocado de lo que sigue siendo aun fiel a la realidad que representa. Todos sabemos que Susana Giménez no se ve como sale en las revistas, simplemente porque la gente tiene poros en la piel y ella no, así que creo que el engaño es para el que subestima al público y se pasa con el photoshop, poniéndose en evidencia. Nadie tiene la piel de un juguete de vinilo, todos somos imperfectos y eso es parte del encanto. El que no entiende que la gente está harta de que la tomen por idiota, está pecando de tal.

¿Cómo describirías a tu estilo fotográfico?

¿Honesto? ¿Humano? imperfecto, directo, sin pretensiones... que se yo. No lo describiría, te pondría una foto y te dejaría describirlo a vos o al que vea la foto, sería mejor. Te muestro lo que veo, como lo veo y lo lindo o turbio o triste o poderoso o lo que sea que es. Eso cuando la foto sale bien, claro.

¿Qué tenés en cuenta a la hora de disparar?

Como trabajo casi siempre con gente, que la persona se suelte. Esto es: que abandone cuanto pueda todas esas impostaciones y máscaras que adoptamos las personas cuando nos apuntan con una cámara (sobre todo los tímidos, incluyéndome), y que sea la persona que siempre es. Esto es válido para un retrato para una entrevista tanto como para una modelo en una producción de moda, porque al final lo que logra la magia, es esa conexión humano a humano. Y obvio, la luz, la composición, los colores, la narrativa, etc., pero ya estamos hablando de algo más allá que eso, ¿o no?

¿Que te inspira?

Suena trillado, pero la verdad a veces es trillada: la vida. Si uno no vive, difícilmente pueda encontrar vida y ponerla en una foto. Hay emociones (o su absoluta ausencia), situaciones, regresiones, visiones, etc., cosas que tocan ciertas teclas y usando eso uno consigue tocar al otro con una simple imagen.

¿Que influencias tiene tu imaginario artístico y visual?

Mmm…Hay muchas Soy un junkie visual, veo muchísimas imágenes todo el tiempo, fotos de todo tipo, ilustraciones, etc. Creo que no hubiera empezado a interesarme en la fotografía de moda si no hubiera conocido y amado la imaginería de las revistas Nylon y i-D. Admiro a fotógrafos como Juergen Teller, Ryan McGinley, Jason Nocito, Camilla Akrans, Hedi Slimane, por citar solo a algunos vivos, porque luego están y estuvieron los dioses del Olimpo, desde Nadar y Lewis Carroll, pasando por Avedon y Penn hasta el mismísimo Helmut. Hoy me atrae más hacer fotos que remitan a los cuadros de Audrey Kawasaki que a las fotos de ningún fotógrafo. Mañana, no sabemos.

Al ver tu portafolio me impresionó la manera en la que en tus retratos captás el espíritu de cada uno de los sujetos. Se podría decir que revelás el alma de cada uno en las fotografías que tomás. ¿Cómo se logra esto? ¿Necesitás conocer a tus sujetos de antemano para captar su esencia o es algo que surge espontáneamente frente a la cámara?

Eso pasa durante un silencio que eventualmente llega, cuando el sujeto baja la guardia y se deja ver. Hay que saber esperar o llamar ese silencio, y luego saber cual de las fotos es la que capturo el momento. Generalmente no conozco mucho a quien voy a retratar, así que es una búsqueda un poco al azar, no se bien como, pero se llegar ahí.

A la hora de fotografiar, ¿qué tenés más en cuenta, lo subjetivo o lo objetivo, la poética o la estética?

A la hora de fotografiar pongo mi cerebro en automático y disparo sin pensar, puro instinto. Pienso después, cuando edito, y ahí si tengo todo lo demás en cuenta.

Tenés un estilo muy definido. Me imagino que es muy difícil mantener la estética personal y el estilo propio cuando se trabaja en una editorial de moda en las que muchas veces se debe seguir las pautas indicadas por la dirección de arte de la revista. ¿Cómo lográs mantener esta línea estética?

No me cuesta nada, simplemente me mantengo fiel a mi intención de hacer las cosas como creo que debo hacerlas, y generalmente salen bien. Cuando no hay nada muy tremendo interponiéndose, la foto sale. Cualquier idea con la que se arranque se puede trabajar de distintas formas, la cosa es encontrar las formas en las que todos los involucrados coincidan.

¿Con qué cámara preferís trabajar?

No soy fanático pero prefiero Nikon. Formato digital por una cuestión práctica. Y si bien es importante, llega un punto donde uno entiende que la cámara, con que sea más o menos buena, es lo menos importante de todo.

Observando tu trabajo noté la ausencia de fotos en blanco y negro. ¿A qué se debe tu preferencia por el color?

Es simple. Siento que casi todas las fotos en blanco y negro se ven al menos interesantes. Es más fácil. En color sin embargo es mucho más raro lograr que alguien se detenga a mirar mucho tiempo la foto. Es un desafío más divertido.

¿Que preferencias tenés en cuanto a temática?

Retratos, cuando trabajo en moda, porque siempre siento que lo realmente importante es la persona que está ahí en la foto. Y cuando hago retratos, ni hablar, intentar capturar a la persona, o pensándolo mejor, a la impresión que yo tengo de esa persona en el momento en que la conozco. Pero a veces voy por otros caminos, en la variación está la diversión.

¿Preferís trabajar en estudio o en locaciones y porqué?

En locaciones. En un estudio se pueden armar diferentes situaciones, pero sucede con frecuencia que muchos fotógrafos, sin darse cuenta, terminan aplicando formulas, ciertos settings de luz, ángulos, etc., y terminan repitiéndose mucho. En locaciones las variantes son la norma, cada lugar tiene su luz y condiciones climáticas y a mi me gusta mucho trabajar con eso, lidiar con las circunstancias y los imprevistos, encontrarle el lado, improvisar e intentar registrar la atmosfera del lugar y del instante. Me parece más fresco. Pero claro, hay cosas que se hacen en estudio y son buenísimas, así que es solo una preferencia, cuando tengo que hacerlo en estudio también me divierto.

Como es tu proceso artístico. ¿Planeas cuidadosamente cada detalle de la sesión fotográfica de antemano o preferís un acercamiento más espontáneo a la toma?

Tengo ciertas puntas creativas y referencias, existe una hoja de ruta, pero es solo para tener un seguro, a partir de ahí, cuando las cosas empiezan a fluir, improviso y el camino se va trazando solo.

Hace ya unos años que estás trabajando en Buenos Aires. ¿A qué se debió este cambio de ambiente y cómo fue tu proceso de inserción en el mundo de la moda porteña?

Fue en parte por una cuestión personal pero también porque quería aprender a moverme en un medio más grande y sobre todo más competitivo. Acá hay muchos más postulantes para cada puesto, hasta para cada laburo, así que hay que espabilarse. Lo bueno es que hay gente muy pro en los puestos clave, editores, directores creativos, productores, que distinguen inmediatamente la calidad y profundidad de cada pieza, así que el buen trabajo suele venderse solo.

¿Qué diferencias encontrás en el campo de la moda Argentino y el local?

Menos de las que me esperaba. La mayor parte del ámbito se mueve también por contactos, RR.PP., amiguismo, como quieras llamarle; pero el segmento que trabaja con la mayor calidad y creatividad, por suerte, se maneja más como una meritocracia. Aunque el grueso de lo que se hace aquí no sea demasiado bueno, lo que es bueno bueno, es de calidad mundial. Hay jugadores mundiales en todos los rubros, viviendo y produciendo en Buenos Aires. Se está más en el mapa.

¿Algún trabajo del cual te sentís especialmente orgulloso? ¿Tenés alguna fotografía favorita?

Siempre son algunas de las más recientes, la verdad es que miro siempre más hacia adelante que hacia atrás. Sería una perdida de tiempo, al menos por ahora, que tengo tanto por hacer aún.

¿Que proyectos tenés para el futuro?

Hacer cosas, sin parar.

EXCUSAS BARATAS: EL PROZAC DEL AUTOENGAÑO


Las mujeres tendemos a mentimos a nosotras mismas. El autoengaño, hemos comprobado, es mucho más efectivo que el Prozac. Valiéndonos de algunas de las excusas de nuestro inagotable repertorio encontramos la mejor manera para liberarnos inmediatamente de la culpa. La mayoría de las mentiras piadosas que nos dirigimos a nosotras mismas, se centran en cuestiones de peso.


Como muchas ya habrán adivinado, estamos a punto de embarcarnos en el mágico mundo del autoengaño. Pero ojo, como Nicoletta no discrimina, no solo hablaremos sobre las excusas empleadas por las gorditas para excusar su sobrepeso, también incluiremos aquellas que emplean las anoréxicas para justificar su flacura.


Todas las mujeres, desde las peso pesado como Queen Latifah hasta las peso moscas como Kate Moss, alguna vez hemos echado la culpa a algún factor ajeno a nuestro control para justificar nuestro peso. ¡Que tire la primera piedra la que esté libre de pecado….!


EXCUSAS GORDAS:


Mi problema es la retención de líquido: Si hubiera un ranking de excusas esta sería la excusa número uno del mismo. Lo peor es que ni siquiera es una mentira, aunque este hecho no la libra del título de excusa. ¡Más vale que vamos a tener retención de líquidos si no caminamos ni a la esquina y tenemos 140 kilos de sobrepeso! Pero la próxima vez que intenten valerse de esta artera excusa, recuerden que la retención de líquidos es más bien una consecuencia del sobrepeso, no una causa del mismo.


Mi problema es genético: Para creer en esta excusa, ANTES hay que conocer en persona a TODA la familia. Podemos creerla si sus padres son Don Redondito de Ricota y Doña Mozzarella, HAAASTA que conocemos a su perfecta hermana gemela, que en realidad más bien parece la hermana gemela de Dolores Barreiro antes que la suya. Si bien no somos genetistas, todas sabemos que en algún oscuro y lúgubre lugar del ADN, se encuentran los desgraciados y abominables genes gorditos o chubby genes. Pero por más de que en algunas familias la madre naturaleza se esmere en jugarnos una mala pasada, todas sabemos que la gordura no es irreversible. Sería más fácil culpar al karma, arguyendo que en nuestra vida anterior éramos flacas y malas y por esto nos tocó ser gordas y buenas en esta vida, antes que echarle la culpa a la genética por tu sobrepeso.


Tengo un mal metabolismo: Como la excusa genética no nos sirve a todas, como ocurre en el caso de que nuestra madre sea Sofía Loren o seamos la hermana gorda de las Atias, le pasamos la culpa a nuestras hormonas. Las mujeres AMAMOS echarle la culpa de TODO a las hormonas. Éstas son culpables de todas nuestras fallas de carácter, de nuestro malhumor y hasta de nuestras faltas de ortografía.


No tengo fuerza de voluntad: Todas las mujeres tenemos clarísimo que no es fácil bajar de peso. El único método 100% efectivo es sudar sangre en el gimnasio, cosernos la boca con hilo de pescar y por supuesto dejar de mentirnos a nosotras mismas. No creas que a las regias les gusta menos que a vos comer y más que a vos sudarse la vida en la clase de spinning. Para ellas también es un sacrificio. Ellas no AMAN hacer dieta y gimnasia….pero lo que sí aman, a diferencia de nosotros, es el resultado. Como nos cuesta tanto hacer todo lo anteriormente citado, nos refugiamos en un eufemismo disfrazando a nuestra haraganería de falta de voluntad.


Engordé muchísimo con el embarazo: Probablemente sea cierto y hasta totalmente perdonable. Esta es la mejor excusa para captar la simpatía del público. Todas las mujeres que alguna vez hemos estado embarazadas sabemos lo desesperante que puede llegar a ser pasar de sirena a ballena en un lapso de 9 meses y lo difícil que es revertir el proceso tras el parto. Pero hay que tener cuidado, ya que esta excusa tiene fecha de vencimiento. Podés usarla hasta máximo 3 años, pero no pretendas que la gente te siga creyendo cuando te pregunten: ¿cuanto tiempo tiene tu bebé? y vos no contestes 15 meses, sino 15 AÑOS. ¡Tuviste ya mucho tiempo para bajar de peso guacha!


Yo no se porqué soy gorda porque te juro que como poquísimo: Para empezar, jurar en vano es pecado, pero más pecado es usar la peor de las excusas… no hay más alto nivel de autoengaño que excusar el problema declarándolo un enigma. Hasta podríamos incluirla en un capítulo de la vieja serie: “Aunque Ud. No lo crea”, en la cual el segmento empezará con el presentador diciendo: “Ella come solo una comida al día y sin embargo pesa 325 kilos…”. ¡Suena tan dudoso como afirmar que te raptaron los extraterrestres!


No soy gorda, soy robusta: Cambiándole la denominación al problema no lo solucionamos. Si bien existen varios niveles de gordura y varios nombres más benévolos que la palabra OBESA, la triste realidad es que todos ellos son sinónimos de gorda. No creas que porque te autodenomines rellenita la gente te va a ver más flaca. Esto no solo es auto engaño sino un intento patético de engañar a los demás, diciéndole que simplemente NO ESTÁN VIENDO BIEN.


Lo que pasa es que picoteo entre comidas: La próxima vez que estés a punto de “picotearte” una sopa paraguaya entera, andá a contarle este cuento a tu abuelita! Nadie engorda verdaderamente por picotear, pero sí por llamar “picotear” a esos panzazos que amamos pegarnos cuando nadie nos ve.


EXCUSAS FLACAS:


Bajo sin querer: Liberarse de la culpa por falta de dolo solo funciona en el asesinato. No hay mentira más grande que esta. Si bajás “sin querer queriendo”, empezá ya nomás a preocuparte porque seguramente tenés alguna enfermedad…. Todas sabemos que la madre naturaleza es una bastarda que nunca nos hace adelgazar “de onda” y es de las que si te manda un regalito, luego te pasa la factura. Consultá con tu médico.


Yo siempre fui flaca: Más vale que si empezaste a vomitar todas tus comidas desde los 12 nunca te diste oportunidad de engordar….por lo que puede ser cierto que siempre hayas sido flaca…. Aunque esta excusa no explica COMO te mantenés flaca.


Mi metabolismo es demasiado acelerado: Lo más probable, es que agregues que tu metabolismo es taaan acelerado que hasta tenés que hacer dieta para engordar. Obviamente la culpa siempre es las hormonas. Echale nomás la culpa a tus hormonas, que todas sabemos es nuestra excusa favorita. Las hormonas excusan tanto a las gorditas como a las anoréxicas de todos sus problemas alimenticios.


Yo no se porque soy flaca porque te juro que como de todo y ni siquiera hago gimnasia: Nuevamente la excusa enigmática. Probablemente esta excusa te sirva para explicar tu inexplicable flacura, pero no te va a salvar de todas las miradas de odio que te van a dirigir las otras mujeres al escucharte, quienes seguramente ya estarán preparando sus picotas y machetes para lincharte.


Lo que pasa es que soy muy nerviosa: Claro que son tus nervios y no las mil pastillas que te tomas al día, que te aceleran como si estuvieras corriendo el Grand Prix de Mónaco. Con las 12 calorías que ingerís por día no es de extrañar que las quemes solo con la respiración agitada que te producen “tus nervios”. Yo también estaría nerviosa si me estuviera pasando hambre todo el día, contando calorías y preocupándome por el tamaño de mi cintura.


Pero vos estás delirando… ¡si estoy gordísima!: No hay cosa más odiosa que la flaca que se ve obesa. De tanto mentirse a sí misma, hasta sus ojos le mandan mentiras a su cerebro y termina distorsionando hasta el reflejo que le devuelve el espejo. Lo peor es que a estas chicas nunca se les puede hacer un cumplido, porque te salen con este delirio de su gordura imaginaria y acto seguido querés que engorde EN SERIO para que aprenda!

sábado, 5 de junio de 2010

MADRES DE ACOGIDA: AMOR CON MAYÚSCULAS

Ellos te necesitan
Las madres y familias acogedoras o de acogida, son personas que abren sus hogares a un niño, cuidando de él hasta que pueda volver a su familia biológica o hasta que sea adoptado. Gracias a estas familias infinitamente generosas, se evita que los niños o niñas sean institucionalizados en orfanatos durante el tiempo que dura el proceso de adopción, por lo general un promedio de seis a doce meses. Si bien no pueden adoptar a los niños dejados a su cuidado, les dan todo su amor, entregándose a ellos por entero, sabiendo que tarde o temprano deberán separarse de ellos.

Estas familias han cambiado la suerte de numerosos niños y niñas, dedicándoles tiempo, cuidado y haciéndolos sentirse queridos y protegidos mientras aguardan a sus futuros padres. Estas madres asumen una enorme responsabilidad con un gesto de amor absolutamente desinteresado, la clase de amor que se escribe con mayúsculas. Ellas se convierten temporalmente en las mamás de bebitos abandonados a quienes las circunstancias de la vida les privó de la suerte de conocer la calidez del abrazo de sus propias madres. Ellas los abrazan mil veces hasta depositarlos en los brazos de sus madres del corazón, quienes los seguirán abrazando tan fuerte como ellas.

Cuando conocí el Programa de Familias de Acogida quedé asombrada ante la increíble generosidad de estas mujeres, indudablemente madres de vocación, quienes reciben a estos bebitos tan indefensos involucrando a toda su familia en su cuidado. Su vida cambia con cada niño que llega a sus hogares. Entran a la familia como un miembro más, convirtiéndose en hijos, en hermanos… en personitas inmensamente queridas y felices. Estos niños también devuelven mucho a las familias que los reciben. En sus sonrisas y miradas ellos ven el resultado de todo el amor que le entregaron. Estas madres y sus familias son un ejemplo de vida y de amor al prójimo, un ejemplo que merece ser contado e imitado.

MARÍA TERESA RIVAROLA DE SANTIVIAGO
María Teresa tiene una familia numerosa. Ella y su marido, Ignacio Santiviago, tienen siete hijos: Jazmín, María Belén, María Gabriela, José Ignacio, Teresita, Joaquín y Augusto y cuatro nietitas: Mariana, Paloma, María del Mar y Rosarito. Es catequista, madre y abuela. María Teresa no solo tiene una familia grande, también tiene un corazón gigante, en el cual hizo un lugar para recibir a cuatro hijitos más. Mujeres como ellas nos demuestran que el amor no se divide, se multiplica.
Me costó mucho convencerle a María Teresa en acceder a esta entrevista. Como toda persona de fe y de mucha integridad mantiene un perfil muy bajo con sus actos altruistas. Solo logré convencerla argumentando que su experiencia podría inspirar a otros. Ya con este hecho podrán hacerse una idea sobre la maravillosa persona que están a punto de conocer.
¿Cuando y bajo que circunstancias te convertiste en madre de acogida?
En los años ochenta un pediatra me pidió que cuidara de un bebé que había sido abandonado en el hospital de clínicas mientras le buscaban padres adoptivos. Aún no existía el programa de Acogimiento Familiar. Fui mamá sustituta y mi familia fue familia substituta por 5 meses. Mi hija mayor estaba en el Colegio Las Teresas y sus compañeras vivieron esta experiencia con ella. En el 2000, una de sus compañeras, que trabajaba en el Centro de Adopciones y que sabía que yo ya había acogido a un bebé, me llamó a preguntar si quería ser mamá acogedora. Mis siete hijos ya estaban grandes, pero consulté con ellos si estaban de acuerdo. Todos aceptaron y recibimos a un varón hermoso de 1 mes a quien cuidamos por 7 meses. El tercer niño vino al año siguiente, un varoncito de 7 meses a quien cuidamos por 7 meses nuevamente. Este año recibimos a una nena de 7 días que está ahora con nosotros. Esta niña fue encontrada abandonada en la vía pública, el mismo día que nació y en menos de una semana ya estaba en nuestra casa.
¿Cuando te llamaron en el 2000, qué te llevó a aceptar?
Mi familia, mi casa y la catequesis (yo soy catequista junto con uno de mis hijos) son mis tres pasiones. Siempre fui ama de casa y siempre me ocupé de mi familia y lo hice todo por verdadera vocación. A pesar de tener estudios, pues soy comunicadora social, tomé la decisión de quedarme en casa a criar a mis hijos. Cuando mis hijos crecieron y empezó el éxodo en casa, sentía que me faltaban los niños. Yo me sentía todavía fuerte para atender niños y extrañaba tener un niño en el hogar. Al recibir esa llamada, hablé con mi marido y le conté mi inquietud y decidimos postularnos como familia acogedora.
¿Como es el proceso para convertirse en familia acogedora?
La gente debe acercarse al Centro de Adopciones de la Secretaría Nacional de la Niñez y Adolescencia o a la Fundación Corazones por la Infancia y postularse como voluntario. Ahí se les hace una pequeña evaluación a uno y a toda la familia. Visitan la casa y piden la aprobación de cada uno de los miembros de la familia. Todos deben estar de acuerdo en aceptar este voluntariado. Una vez que reciben la aprobación de la familia, se espera que el centro de adopción apruebe la postulación. El Centro siempre está buscando familias acogedoras ya que hay más niños que familias acogedoras y muchas veces las familias acogedoras por motivos familiares o personales se retiran temporalmente.
¿Solo pueden acoger las familias?
No hace falta estar casados para ser familia acogedora. Hay también muchas mujeres solas que deciden ser madres acogedoras. Nada más se requiere tener el anhelo de cuidar a un niño y darle todo el cariño
¿Cómo vive esta experiencia toda la familia?
Este voluntariado une muchísimo a la familia. Toda la familia se involucra. Nuestros hijos y ahora mis nietas se alegran muchísimo con cada niño que recibimos. Los ven como sus hermanitos y les dan el mismo cariño que yo. Ahora cuando llegan a casa lo primero hacen es preguntar por la beba que está con nosotros. La llevan de paseo, la cuidan, se pelean por darle la leche, por tenerla upa, y hasta hacen una competencia para ver a quien le sonríe primero. Mi empleada Teodolina, que trabaja con nosotros hace más de 30 años y es ya prácticamente de la familia, como ama a los niños tanto como yo también me ayuda muchísimo.
¿Que ayuda reciben las familias de acogida?
El centro de adopción te provee de pañales, leche y asistencia médica para el niño. El resto corre por cuenta de la familia. Pero que lo que es el resto, es solo dar amor y ternura.
¿Genera alguna dificultad convertirse en familia de acogida?
Las dificultades son las propias de toda mamá. Los tenés que cuidar y atender como tus hijos. Nada en la vida es fácil. Todo requiere esfuerzo. Cuando nos llamaron para recibir a la beba que está con nosotros ahora, yo estaba con algunos problemas de salud, pero pensamos que el señor nos estaba pidiendo algo y la recibimos por más de que no era el mejor momento del mundo. Si uno espera estar sin problemas para hacer algo, nunca lo va a hacer.
¿Cuál fue la experiencia más emotiva que les tocó vivir como familia de acogida?
Cada una de las despedidas fueron momentos muy fuertes y emotivos. También cuando te llaman a avisar que ya salió la adopción. Ahí te entra una tristeza, pero es solo una ráfaga ya que uno está preparado, uno es consciente que estos hijos no son de uno.
¿Cómo es el proceso de entrega de los niños acogidos a sus padres adoptivos?
El proceso de separación es gradual, no es abrupto. El centro de adopciones nos llama cuando sale la adopción. Nos hablan sobre la familia adoptiva o la madre adoptiva, porque hay muchas madres solas que postulan. Al día siguiente les llaman a los papás y lo primero que ellos hacen es venir a conocer al bebé. Yo le preparo a los niños, los dejo todos chusquitos y perfumados para que vayan a encontrar a sus padres. Este encuentro es muy emocionante. Les abro la puerta con el bebé en brazos y le digo a la mamá: “hola mamita”. Por supuesto hay muchas lágrimas de emoción. A partir de ese momento, los padres van viniendo todos los días durante 1 mes a jugar y vincularse con el bebé. Yo me alejo, desaparezco para que ellos estén con su bebé y puedan conocerse y crear vínculos. Al mes cuando la tenencia se aprueba ya le llevan al niño. El vínculo no se corta como muchos creen, siempre queda un afecto y una amistad profunda y los seguimos viendo.
En nuestro caso, tenemos dos rituales familiares. Nosotros somos muy católicos y tenemos una capillita en el fondo de la casa. Cuando nacen nuestros hijos, lo primero que hacemos con mi marido Ignacio, es entregarlos a la Virgen y lo mismo hacemos con nuestros hijitos acogidos. Cuando mis hijos se casan o se independizan y salen de la casa, también les despedimos en la capilla en un pequeño acto familiar en el cual le entregamos un cuadro de la Virgen para que armen su nuevo hogar alrededor de él. Lo mismo hacemos con nuestros hijos de acogida. Vamos con sus padres adoptivos le agradecemos a Dios por haberlo tenido con nosotros tanto tiempo y todos lloramos mucho.
¿Cómo manejás la separación de estos niños a quienes dedicás tanto tiempo y cariño?
Ahí está lo grande, en saber que se van a ir. Son vidas que Dios te pone para que los eduques, pero para otros. Yo les hablo a los bebés. Les digo que son el regalito que Dios me dio para cuidar y que son míos solo hasta que sus mamita les vengan a buscar. Por mi edad le digo a los bebes que soy su abuelita, porque también quiero que reservan la palabra mamá para su madre adoptiva.
¿Seguís viendo a los niños que estuvieron bajo tu cuidado?
Queda establecido para siempre un pacto de amor entre ellos, sus papás y nosotros. Les solemos ver en las festividades y algunos fines de semana. Los niños ya no me reconocen más porque yo los tuve de muy bebitos, pero yo gozo en verlos porque crecieron divinos y están rodeados de sus papas que los adoran. El primero, el niño que tuve en los 80s ya es un adulto y es experto en computación. Después de mucho tiempo vino a conocerme. No sabés lo que fue para mí verlo hecho un caballerito.
¿Qué satisfacciones te dio ser madre de acogida?
Nuestra labor da una gran satisfacción interior. Sabemos que a estos niños se los entregamos completitos y sanitos a la mamá. En el caso del niño de 7 meses que recibimos, cuando llegó no nos miraba a los ojos. Mi hija Gabriela, que es maestra parvularia, me explicó que no nos miraba porque no tenía vínculo y me dijo que me pegara a él, y que jugara y lo acariciara hasta que fijara la mirada en mi rostro. Yo me propuse conquistarlo y resolví no separarme de él hasta que me identifique como su cuidadora y en 24 horas el niño me miró y sonrió. ¡Sentí una alegría inmensa! También la nena que está ahora con nosotros cuando llegó estaba desnutrida. Pero en un solo mes pasó de la desnutrición a ser una niña no solo nutrida, sino bien nutrida. Al mes ya sobrepasó el promedio de crecimiento, y eso no es solo por la leche, sino por los cuidados, por abrazarle y hacerla sentirse querida.
¿Qué intentás dejarles a los niños que acogés?
Antes que nada buscamos darles mucho amor. Nosotros que somos adultos, tenemos nuestras historias maravillosas y dolorosas a la vez. En el camino vamos teniendo también nuestras cruces. Pero estos niños ya al nacer tuvieron una historia dolorosa. Yo al pensar en esto los amo el doble y los abrazo más fuerte. También buscamos estimularlos para que sean niños normales y sanos, porque los niños que se crían en orfanatos son retraídos, tímidos y con un rendimiento académico muy bajo. Nosotros sabemos que ellos necesitan de nosotros, pero lo que ellos nos dan a cambio es más grande de lo que nosotros les damos a ellos. Pero uno hace las cosas no por retribución sino porque las tiene que hacer. Nosotros hacemos esto no para figurar, sino porque sentimos una vocación. Yo sé que estos niños nunca van a saber que yo me desvelé por ellos, que los cuidé, que les estimulé. Pero ese no es objetivo. No buscamos reconocimiento. Buscamos dar amor y sabemos que dejamos una marca positiva en ellos.
¿Que consejos podés dar a las mujeres que lean esta nota y que deseen postularse como madres de acogida?
Que se animen porque es una experiencia maravillosa. Es una aventura de amar al niño. Como te dije, el bebé nos da muchísimas cosas. Une a la familia, nos enseña a trabajar en conjunto y a ser responsable por una vida que no es tuya. Estos bebés dependen enteramente de nosotros. Cuando un niño de pecho te abraza se entrega totalmente a uno. No hay nada más hermoso.

TERESITA BENEGAS O’HARA
Teresita es una mujer que no para. Es Licenciada en Educación, experta en Arte culinario, maestra panadera confitera, Directora de “O´Hara” Escuela Integral Gastronómica. Enseña todo lo referente a gastronomía en su escuela de Asunción y en 8 localidades diferentes del interior del país. Además es docente en la Universidad Nacional de Asunción en la Carrera de Hotelería y Turismo. Pero por sobre todas estas cosas, es mamá. Ella y su esposo, el Ing. Antonio Cabrera, tienen 4 hijos de sangre, Arami de 20 años, Joaquín de 19, Juan José de 17 y María Fernanda de 14; y 4 hijos del corazón (hasta ahora).
Seguramente se están preguntando, al igual que yo: ¿Cómo lo hace? Solo puedo decirles que mujeres como Teresita son mujeres que mueven montañas, para quienes nada es imposible. Se darán cuenta de la fuerza que la mueve, de la bondad que irradia y de la fe que la inspira a medida que lean estas líneas.
¿A cuántos niños recibieron?
Hemos recibido hasta ahora 4 niñitos hermosos en nuestra casa, muy pequeñitos, entre los 2 y 6 meses de edad. En este momento estamos esperando al quinto, ya nos han avisado y llegará en cualquier momento, muy chiquito según me ha dicho la fundación. Estamos preparando todo.
¿Cuando y bajo que circunstancias te convertiste en madre de acogida?
Lo vi en un programa de TV, hace 4 años. Estuvo presente una familia acogedora, contando su experiencia. Me cautivó la vivencia y me comprometí ahí mismo, llamé de inmediato a la fundación y concertamos un encuentro. Al llegar a casa lo hable con mi esposo y mis hijos. Ellos dudaron un momento y la primera pregunta fue: ¿en qué tiempo mami? Yo les dije: “siempre hay tiempo cuando querés ayudar. Probemos, y si no podemos, nos salimos de vuelta del programa”. Tenía que tranquilizarlos, yo sabia que Dios no permitiría que sea una mala experiencia.
¿Que te motivó para convertirte en madre de acogida?
Yo creo que la formación que he recibido en mi casa desde pequeña, hizo posible esta maravillosa experiencia. Al presentarse la oportunidad y conocer de esta necesidad me dije, esto también puedo hacerlo.
¿Cómo es ser madre de acogida?
Ser madre de acogida es una sensación hermosa. Es maravilloso darse cuenta de todo lo que hace el amor en un niño. Como mamá de estos niñitos, he visto cambios increíbles en ellos, es maravilloso ver lo que han producido mis abrazos, mis besos, los momentos que comparto al bañarlos, vestirlos, darles de comer. Solo viviéndolo se puede entender. Llegan a casa en diferentes circunstancias, algunos desnutridos, con la piel opaca y rugosa, los ojitos tristes, sin cabellitos y sin esbozar sonrisa alguna. Con el corazón les digo que al mes son otras personitas. Brillan sus ojos, su piel se vuelve suave, incluso surgen cabellitos y dientes. Sus sonrisas nos alegran la casa. Al llegar a casa se lanzan a mis brazos. Es increíble como se dan cuenta quien es la mama de la casa. -Humm, llegaste y ahora se pondrá insoportable- me dicen mis hijos. Buscan mimarse al máximo y a mi me encanta mimarlos, para eso vinieron a mi, ¿verdad?
¿Cómo fue esa primera experiencia?
La primera experiencia fue hermosa. Como todo lo nuevo, costo la adaptación tanto para el bebe como para nosotros. Nos miraba extrañado y no podía conciliar el sueño. Nos pasamos unas cuantas noches paseándolo con mi esposo y al final se dormía sobre mi pecho. El abrazo lo tranquilizaba, realmente tenía a un angelito en mis brazos. El bebé tiene una cuna en nuestra habitación, yo lo atiendo durante la noche, pero debo decir que Dios ha sido tan bondadoso con nosotros, que incluso nos envió niños que dormían de corrido sin molestar. El primero, creo que fue el que más se mimó. Durmió un tiempo en medio nuestro, se despertaba de repente miraba si estábamos, nos daba una caricia en el rostro y se volvía a dormir. Era un milagro ese momento, era como que nos decía: “gracias, los amo.”
¿Como es esta experiencia para toda la familia?
La experiencia para la familia es grandiosa. Nos une, nos alegra, nos sensibiliza. Mis hijos van aprendiendo que siempre se puede hacer algo mas por los demás, desde el lugar donde nos toque estar. Creo que es una misión que tenemos en familia, todos nos sacrificamos, todos damos nuestro tiempo y para mi es un placer ver como mis hijos se dedican al bebé, lo saben bañar, cambiar y preparar la leche. Es muy importante que no altere mucho las costumbres y actividades de cada miembro, así que yo me organizo en base a ello. Los domingos, que normalmente ya no está la persona que me ayuda en casa, me levanto temprano con el bebé, y al despertarse, cualquiera de mis hijos o mi esposo, me reemplaza para que yo descanse. Realmente una sola palabra describe esta vivencia como familia: maravillosa. Confío en que estamos formando 4 futuras familias acogedoras.
¿Qué satisfacciones te dio ser madre de acogida?
Muchísimas, entre las mas importantes, darme cuenta del gran corazón que tienen mis hijos. Son maravillosos. Se dan por entero a los niñitos. Han llegado a hacer un análisis muy importante al poco tiempo de ser parte de este programa. Han notado que en la mayoría de las personas, el egoísmo esta muy presente, ponen siempre su bienestar en primer lugar y muy pocas analizan el bien que recibe el bebé. Muchos de los que nos veían con un bebé preguntaban quién era y nosotros explicábamos todo y la reacción común era: “¡Yo ni loca! ¿Y después cuando se va me quedo sufriendo?”
Por otro lado, mediante este programa, he conocido a mujeres maravillosas, otras mamas de acogida, que con mi mismo espíritu y ganas de ayudar, dan sus horas de descanso para fortalecer a estos niñitos. Lo que mas recibo de los niños es amor, es cierto que yo como mamá les he dado todo lo que pude, pero al hacer mi evaluación concluyo que los bebés me han dado igual o más. Y esto es algo divino, das amor y recibís amor.
¿Cuál fue la experiencia más emotiva que les tocó vivir como familia de acogida?
Hay tantas, muchísimas, todo es un milagro desde que llegan a casa. Una muy especial ha sido la vivida hace unos años. Un día de diciembre, día de entrega de títulos de la Escuela de Gastronomía de la cual soy Directora, había tanto por hacer, que estábamos a toda marcha. Debíamos adornar el salón donde seria la colación, terminar de armar la torta, que había sufrido un accidente, ordenar los últimos sobres con los certificados, chequear la vajilla, enfriar bebidas, y muchas cosas más para recibir a los invitados y auspiciantes. Cerca del medio día suena el teléfono y era la querida Alicia Ayala de la Fundación, quien me dijo: “Profe, hay un bebe que necesita un hogar.” Yo le conteste: “Genial. ¿Para cuando?” y ella me respondió: “¡Ahora mismo!” Les cuento que me eché a llorar y me pregunté ¿cómo hago? Llamé a mi esposo y a mi hija mayor y me dieron fuerza. Ahí mismo, entregue toda mi actividad del día al Señor y le dije que si esto era lo que quería que haga ahora, no había problema, que yo me encargaría de lo que él me enviara y yo le entregaría lo mío. Suspendí la decoración del salón y dije a mi equipo que se concentraran en lo básico ya que debía salir. Fuimos a recoger a nuestro nuevo bebé, una niñita pequeñita y hermosa, a quien acurruque en mis brazos y la llevamos a casa, la bañamos con mi hija de 14 años, la alimentamos y ella la hizo dormir. Luego de unas horas regresé a mi escuela y me encontré con el salón todo decorado y me recibió mi hija mayor contándome que el dueño del salón de eventos me regaló toda esa hermosa decoración. Ahí mismo me puse a llorar de emoción. Es que en menos de dos horas Dios me estaba mostrando que Él se encarga de todo, y siempre te devuelve el ciento por uno. Para toda mi familia se quedó más confirmado aún, que estos bebitos que llegan a nuestra casa son Ángeles de Dios.
¿Te tocó vivir alguna experiencia dolorosa o difícil?
No, la verdad que ninguna muy desagradable o tan difícil de sobrellevar. Siempre la partida de los bebes cuesta bastante, aunque lo vamos hablando de a poco y tenemos mucha contención de parte de la Fundación. Nos quedamos siempre muy tristes, lloramos todos juntos un rato, pero sabemos que nuestra función era esa, contener, fortalecer y preparar a un niñito para que con su llegada haga feliz a algún hogar. Lo cuidamos y sobre todo lo amamos, para entregar un niño feliz a alguien a quien no conocemos. Siempre pienso que esa realmente es nuestra misión como papás: preparar a nuestros hijos para que puedan hacer felices a otros, futuros esposos/as, hijos/as o donde les toque estar, y si lo hacemos bien, veremos familias felices.
¿Como se viven esas separaciones?
Yo siento que en le momento de la separación el Señor nos contiene y nos da fuerza y enseguida mis hijos preguntan: “¿y cuando viene otro?” El momento de la separación no se puede armar ni prever, se vive. Dejamos que vaya sucediendo, y siempre rezamos mucho por nuestros bebitos, por las familias a donde van, por sus futuros padres, abuelitos y hermanos, pedimos y rogamos por su futuro, para que Dios no los desampare nunca. Creo que desde el momento en que estos chiquitos han tenido la oportunidad de vivir con el amor que le brindamos, dentro de una familia acogedora, algo especial ya hay para su futuro. Ojalá seamos más las familias que hagamos esto, NECESITAMOS ser mas.
¿Seguís viendo a los niños que estuvieron bajo tu cuidado?
Seguimos en contacto con algunos de los niños, sus padres, abuelitos, tíos nos tienen un cariño muy especial. Nuestros encuentros son extraordinarios. Con otros nos mantenemos en contacto telefónico, por que se han ido lejos, al interior del país y algunos ya han pasado alguna fiesta de fin de año nuevamente con nosotros.
¿Que ayuda reciben las familias de acogida de la Fundación Corazones por la Infancia?
La Fundación es fundamental en lo que hacemos, nosotros somos apoyados, acompañados y contenidos por esta fundación y los profesionales maravillosos que tiene. Ellos son el nexo con el Centro de Adopciones, jueces y abogados. A ellos se les avisa de algún caso de niños abandonados o rescatados de alguna situación de peligro y a la vez la fundación nos llama a nosotros. Se consulta si la familia en ese momento esta dispuesta a recibir a ese niño y se le da el tiempo de organizarse. Es importante recalcar que existe total libertad para la toma de decisiones. La fundación ayuda si la familia lo desea o precisa con los pañales, la leche y toda la atención médica y medicamentos del bebé. Los bebés entran inmediatamente, al llegar a nuestras casas, a una red de seguro privado. La principal función de las familias acogedoras se entiende entonces que es dar a esos bebitos nuestro tiempo, nuestro abrazo, nuestros besos y nuestro calor de hogar. Esto es lo que les hará crecer sanos y fuertes.
¿Qué requisitos se debe reunir para ser familia acogedora?
No existe ningún nivel económico ideal para ser familia acogedora, absolutamente todos podemos llegar a serlo. Para ser aceptados como familia acogedora, nos realizan una serie de entrevistas y evalúen el perfil, y repito no tiene nada que ver lo económico.
¿Genera alguna dificultad convertirse en familia de acogida?
No genera absolutamente ninguna dificultad ser familia acogedora, en base a mi experiencia yo les puedo decir, que lo único que ha generado en mi vida y la de mi familia son bendiciones.
¿Que consejos podés dar a las mujeres que lean esta nota y que deseen postularse como madres de acogida?
Invito a todas las mujeres a que se animen a ser madres de acogida, es un experiencia maravillosa, que solamente viviéndola la podemos entender. Para mi estos niños han sido un regalo de Dios y cada uno que llega a mi casa viene con una nueva bendición. Aunque creamos que estamos demasiado ocupadas, yo les aseguro que todo va armándose como para poder tenerlos y hacer de un niñito mas, una persona feliz y por que no decirlo, hacemos que un niñito menos llegue a las calles, por donde lo miremos es hermoso lo que hacemos. Piensen, si otras lo pueden hacer, ¿Por qué yo no? ¡Anímense mujeres! Valemos demasiado y nuestra función como mujeres, mamas, hermanas, amigas es lo que nos hará salir adelante. Pongamos el CORAZON que a veces falta en tantos lugares y nos hace ver cosas que duelen tanto.
Si está interesado en colaborar con la Fundación Corazones por la Infancia, o en postularse como familia de acogida, descargue las solicitudes del sitio: www.corazonesporlainfancia.org.py, complételas y envíelas por fax al + 595 21 621-526, 601-262 o envíe un correo al E-mail fundacion@corazonesporlainfancia.org.py.

MUSEO DE ARTE SACRO DE LA FUNDACIÓN NICOLÁS LATOURRETTE BO


Hace poco más de un año entrevisté al Sr. Nicolás Latourrette Bo, quien me habló de un proyecto muy especial que estaba iniciando: la creación del Museo de Arte Sacro de la Fundación Nicolás Darío Latourrette Bo. Hoy este museo es un sueño hecho realidad, una meta cumplida que constituye un importantísimo legado para todos los paraguayos. El museo fue inaugurado el pasado 24 de marzo y fue habilitado al público el 27 de marzo del corriente.

El Museo de Arte Sacro exhibe la colección de arte sacro del la Fundación Nicolás Darío Latourrette Bo. Cabe recalcar que esta colección está compuesta por más de 700 piezas y está considerada como una de las colecciones privadas de Arte Sacro Barroco Guaraní más grandes e importantes del mundo.

Debido a la gran cantidad de piezas, en el Museo se exhibirán de manera permanente solo parte de la colección, compuesta de casi un centenar de imágenes religiosas paraguayas de los siglos XVII y XVIII, seleccionadas por ser consideradas las más didácticas e ilustrativas de la misma. Estas esculturas, que sobresalen por su incalculable valor artístico e histórico, se encuentran perfectamente clasificadas y catalogadas, permitiendo una lectura comprensiva de las distintas temáticas del Arte Sacro Paraguayo y de su evolución a partir del Barroco europeo importado por jesuitas y franciscanos, hasta la apropiación e reinterpretación de estos conceptos por los artistas indígenas, que dio por resultado la original expresión de nuestro barroco hispano-guaraní.

Las demás piezas de la colección podrán ser apreciadas en exposiciones temporales, que serán complementadas eventualmente con otras obras de arte pertenecientes a la colección privada del mismo mecenas. El Sr. Nicolás Latourrette, comentó que tienen proyectado ir sacando las demás piezas para muestras especiales de carácter temático. Todo esto hace suponer, que el Museo de Arte Sacro nos tendrá preparadas muchas gratas sorpresas para los años venideros.

El Museo tiene su sede en la Villa Lina, ubicada en la esquina de las calles Manuel Domínguez y Paraguarí, en las alturas del Cerrito de Antequera, una de las siete colinas de Asunción. Esta imponente villa situada en uno de los puntos más altos y hermosos de Asunción, a solo unos pasos de la Escalinata, fue propiedad de la familia Zuccolillo hasta el 2008, año en que fue adquirida por el Sr. Nicolás Latourrette para albergar su Colección de Arte Sacro.

Esta preciosa villa de estilo italiano, que es además un inmueble protegido por su valor arquitectónico, fue totalmente restaurada hasta recuperar su antigua gloria. El Sr. Latourrette comentó al respecto muy emocionado: “Estoy muy contento de haber recuperado un espacio que no estaba siendo aprovechado para el disfrute de la ciudadanía. Fue un trabajo arduo del cual me quedó la satisfacción de ver día a día como se iba recuperando esa hermosa casa, que nadie cree que haya podido quedar así.”

El Museo cuenta con seis salas, un salón auditorio, cafetería, una librería y tienda de regalos y una hermosa terraza para eventos al aire libre. Nicolás Latourrette comentó que están preparando una agenda variada que promete va a ser entretenida y diferente. La misma incluirá conciertos, pequeñas obras de teatro y otras manifestaciones culturales.

El Museo de Arte Sacro será de libre acceso para todos los paraguayos y estará abierto de martes a domingo de 9:00 a 18:00 horas. Si bien esta semana santa aún no hubo muestras especiales- ya que el evento en sí fue la concurrida inauguración del museo- para la próxima semana santa tienen previstos eventos alusivos a estas fiestas.

Nicolás Latourrette aseguró sentirse muy emocionado por la receptividad que está teniendo el Museo en la gente y en los medios de prensa. Pero tal vez su mayor satisfacción se encuentra en haber logrado su objetivo: un museo que asegura “será el primer museo del siglo XXI en el Paraguay.”

El Museo de Arte Sacro ya fue declarado “De Interés Cultural” por la Secretaría Nacional de Cultura, así como “De Interés Turístico” por la Secretaría Nacional de Turismo y “De Interés Municipal por la Junta Municipal de la Municipalidad de Asunción.

Para Nicolás Latourrette, el Museo de Arte Sacro “tiene como misión educar, especialmente a aquellas personas que no tienen fácil acceso a las obras de arte, y sobre todo a los niños. Porque es una forma de que ellos cuiden nuestro patrimonio, conociéndolo y valorándolo como forma de expresión artística.”

El Museo de Arte Sacro de la Fundación Nicolás Darío Latourrette Bo nos dará la posibilidad a todos los paraguayos de acceder a maravillosos testimonios de nuestro patrimonio artístico y cultural. En un país como el nuestro, donde la mayoría de las obras de arte se encuentran en colecciones privadas, la apertura al público de esta importantísima colección, constituye un gesto magnánimo por parte de este mecenas para el beneficio de nuestra sociedad.

La Cápsula del Tiempo de la Fundación “Nicolás Darío Latourrette Bo”

Conmemorando el Bicentenario de Nuestra Independencia, se depositará el 14 de mayo de 2011 una cápsula del tiempo en la sede del Museo de Arte Sacro de la Fundación “Nicolás Darío Latourrette Bo”.

La “Cápsula del tiempo del Bicentenario de la Independencia Nacional” contendrá todo lo referente al Paraguay contemporáneo, con miras de que sea abierta en un acto público a celebrarse el 14 de mayo de 2111, cuando se celebre el Tricentenario de la Independencia Nacional.

El objetivo de esta cápsula es precisamente transmitir todas las tradiciones, costumbres, cultura, hechos históricos y peculiaridades del Paraguay contemporáneo a la generación del siglo venidero.

Distintas personalidades de diversos ámbitos del quehacer nacional serán convocadas a participar. Actualmente se está confeccionando una lista de las personalidades de los distintos medios que serán entrevistadas para éste proyecto, así mismo, el Sr. Nicolás Latourrette Bo asegura que si alguien quiere unirse al proyecto, puede acercarse para proponer ideas, participar y colaborar.

La cápsula del tiempo no solo tendrá testimonios, sino también guardará objetos, dando especial relevancia a la artesanía que con el paso del tiempo podría desaparecer. Se documentarán en videos los procesos de elaboración de orfebrería en plata, filigrana, cerámica y distintos tejidos como el ñandutí, el ao po’í y también se incluirán muestras de los mismos.

Así mismo se guardarán todos los textos lanzados en ocasión del Bicentenario, así como otros de relevancia cultural e histórica. Se incluirá información digitalizada sobre el arte, la política, la economía, la cultura , la música y las tradiciones paraguayas. Teniendo en cuenta que no se sabe cual será el soporte que se utilizará en 100 años, la cápsula probablemente incluirá un reproductor con un manual de instrucciones para poder reproducir toda la información contenida en el material digitalizado.

También serán depositadas semillas de los árboles típicos de nuestro país como el lapacho (rosado, blanco y amarillo), naranja hái, jacarandá, etc. En cuanto a las tradiciones se incluirán las comidas típicas, la etiqueta y las costumbres de nuestra época.

El objetivo final es presentar un panorama completo de la realidad del país y dejar un importante registro histórico para las generaciones futuras. El Sr. Nicolás Latourrete sostiene que “la gente que abra este cofre encontrará testimonios de lo que vivió y vive el Paraguay”.

Si querés conocer más acerca del museo, podés ingresar a http://www.museodeartesacro.com

miércoles, 2 de junio de 2010

PAPAS ALHAJAS


Hay un término que me encanta de nuestro léxico paraguayo: el sustantivo “alhaja”, que en nuestro país se emplea como adjetivo para describir a aquellas personas que son auténticas “joyitas”… irónicamente, por supuesto. En el día del padre nos toca homenajear a las joyitas de nuestra coronilla doméstica: nuestros maridos alhajas en su rol de padres. Si bien ellos nos producen 30 mil jaquecas diarias, no podemos negar que son la adoración de nuestros hijos.

En este día tan especial para ellos, es un placer para mí hacerles un pequeño boicot en su fecha conmemorativa, recordando todas las características paternales que nos sacan de quicio a las madres.

AMAN DELEGAR: A la hora de tener que lidiar con las tareas domésticas y con nuestros hijos, lo primero que hacen es remitirnos inmediatamente la cuestión a nosotras. La mayoría de las veces se produce una delegación tácita. Ellos ya asumen que la cuestión nos corresponde a nosotras. Por ejemplo, si hay que llevar a los niños al médico o cambiar las sábanas cuando nuestros hijos se hacen pipí en la cama, directamente dan por asumido que nos corresponde a nosotras encargarnos del asunto. Otras veces, lo solucionan todo con la odiosa frase: “pedile a tu mamá” (porque por supuesto ellos están muy ocupados viendo el partido de fútbol en la tele).

INVENTARON LA LEY DEL ÑEMBOTAVY: Otra de sus estrategias para evitar hacer cosas que no tienen interés en hacer es alegar ignorancia. Pueden ser Neurocirujanos o Físico nucleares, pero a la hora de vestir a sus hijos o cambiar un pañal, declaran que no saben hacerlo y obviamente nos pasan NUEVAMENTE la tarea a nosotras. También sacan el mayor provecho de su “oído selectivo”, mediante el cual filtran solo lo que QUIEREN escuchar. Por lo que cuando le recordamos que a la tarde le tiene que buscar a los niños del cole ya que nosotras tenemos un compromiso, lo más probable es que a las 5:00 de la tarde recibamos una llamada del cole preguntándonos si tenemos planeado buscarle a los chicos del cole o planeamos dejarlos allí de camping.

SON LOS PEORES NIÑEROS DEL UNIVERSO: Cuando nos toca delegar a nosotras las madres, sabemos que dejar a nuestros hijos solos con el padre no siempre es la opción más conveniente. Lo más probable es que acepten a regañadientes, algo que no nos sorprende ya que están más acostumbrados a delegantes que a ser delegatarios. Cuando aceptan sin manifestar ningún tipo de oposición a la idea, recuerden que no hay que cantar victoria antes de tiempo. Lo más probable es que aplicaron su oído selectivo y respondieron sí mecánicamente sin escucharnos en realidad, por lo que no es de extrañar que al volver a casa encontremos a nuestro marido plácidamente dormido y toda la casa revuelta, las paredes pintadas, los niños embardunados de pintura o jugando a los espadachines con el machete del jardinero.

SON ADICTOS A LA ADRENALINA: Adoran probar sus limites… y por supuesto también los nuestros. A los pocos meses de ser padres ya intentan transmitir su pasión por la adrenalina a sus hijos. Empiezan tirándolos al aire de bebés y poniéndolos boca abajo, matándose de risa mientras nosotras observamos con cara de espanto. Ni bien nuestros hijos crecen lo suficiente como para utilizar un triciclo ya empiezan a fantasear con carreras de karting, motocross y todas esas cosas que las madres odiamos. Cuando nuestros hijos se vuelven adolescentes son los primeros en apoyar su intención de inscribirse al curso de paracaidismo. Cuando nos oponemos, nos tachan de locas o de exageradas a lo que no nos queda más alternativa que contestar: “¡Espero estar equivocada… porque si se llega a hacer puré, a vos te hago PICADILLO con mis estiletos!”

SON TECNO ADICTOS: Llenan la casa con inútiles aparatejos espaciales que nosotras no entendemos ni tras leer el manual. Esta adicción hace que cuando nacen sus hijos se surtan de una variedad de cámaras y filmadoras en las que registrarán cada uno de los innumerables momentos kodaks domésticos. Hasta ahí todo bien… hasta que estos padres empiezan a rememorar su adolescencia (de la que nunca se recuperaron totalmente) y empiezan a sacarle fotos jocosas a sus pobres e inocentes bebés. Por lo que no es de extrañar, que al observar el álbum familiar, entre la foto del tierno bebé comiendo su papilla y la emocionante imagen del bebito dando sus primeros pasos aparezca una foto del inocente bebé tomando (aparentemente… aunque nunca podemos estar seguras) una cerveza, o desmayado en su sillita alta mientras sostiene con sus pequeñas manitos un ñoño gigante.

SUFREN DEL SÍNDROME DEL GUARDABOSQUES: Para ellos la frase “menos es más” es la regla a la hora de admirar la indumentaria femenina. Resulta patente que los hombres aaaaman los escotes y las minis…. SALVO en sus hijas. Cuando sus adoradas hijitas crecen y empiezan a mostrar sus atributos ellos, que conocen muy bien todos los ratoneos mentales que se generan en la mente masculina, son los primeros en pegar el grito al cielo. Inmediatamente el puritanismo de Benedicto XVI invade su cuerpo y arman un escándalo que merece un Óscar, al caradurismo obviamente. Pero lo que más disfrutan hacer es atormentar a los primeros noviecitos. Cuando visitan la casa por primera vez, ellos los reciben con su mejor cara de “pocos amigos”. Luego lo invitan a la sala mientras “la nena” (quien para ellos sigue teniendo 10 años menos de lo que en realidad tiene) se prepara. Mientras esperan en la sala a que venga la nena, hacen todo tipo de sutiles artimañas para hacerle entender al personaje en cuestión de que “la nena no se toca”. No sería de extrañar que se pongan a limpiar un rifle frente a las narices del espantado adolescente para intimidarlo aún más de lo que ya está, mientras le dice con tono de autoritario: “a la nena, la traes de vuelta a las 12”.

SU MACHO STYLE NO ACEPTA DIFERENCIAS: Si bien nosotras estamos siempre actualizadas en cuanto a moda, ellos se quedaron atrapados en el tiempo de las camisas a cuadros, los mocasines y los pantalones kakis, por lo que tienen un muy limitado código de indumentaria. Ellos crecieron con una sencilla regla en la cual creen con fervor: Pelo largo + arito = GAY (en realidad emplean otra palabra menos glamorosa y absolutamente impublicable que seguramente ya imaginan). ¡Guay que su hijo se deje crecer el pelo y que un día le aparezca con un arito en la oreja! No entrarán en razón por más de que intentemos razonar con ellos y le expliquemos que ahora se llaman “piercings” y que la mayoría de los gays son demasiado regios como para ponerse algo tan poco glamoroso en la oreja. Y si el hijo le sale emo, gótico o flogger…. Lo más probable es que el padre entre en shock ya que la sola idea de que un hombre se vista así, y que EN CIMA se maquille es tan descabellada que ni se le ocurrió agregarla a su lista de restricciones! Ahí directamente tendremos que llamar a una ambulancia para internarlo de urgencia del soponcio que le va a agarrar!

SON MONOSILÁBICOS: si bien las madres tendemos a ser verborrágicas, los padres son la antítesis total. Su vocabulario está compuesto principalmente de monosílabas. El resto lo expresan con sus expresiones faciales y con “la mirada del padre”: aquella mirada autoritaria que no necesita ninguna explicación verbal para transmitir claramente el mensaje. Cuando aplican “la mirada” nuestros hijos empiezan a temblar porque con “la mirada” ya les dio la advertencia, el reto y el castigo. No hay nada más frustrante para las madres que ver como nuestros maridos alinean a nuestros hijos sin desperdiciar palabras… generalmente, nosotras ya empleamos antes todas las palabras del Diccionario de la Real Academia Española, comentado y ampliado y todas aquellas palabrotas que no fueron incluidas al mismo por obvios motivos, sin lograr éxito alguno y ellos solo dijeron NO acompañado de “la mirada” y problema solucionado.