Ser famosa es lo más. No hay nada mejor que ser invitada a fiestas glamorosas, tener acceso VIP a todos los eventos, lucir ropas fabulosas, rodearse de lujo y codearse con los ricos y famosos. Si tu anonimato te estresa y si una vocecita interior te dice que sos especial y que el mundo entero debería saberlo, es hora que sigas esta guía a la fama para alcanzar el estrellato sin estrellarte en el intento.
1. AUTOESTIMA: Lo primero es quererse a una misma. Tener la autoestima alta es un requisito sine qua non para triunfar en tu lucha por la atención pública. La regla de oro es tener una autoestima tan alta que pueda dejar al Everest como a un patético petiso. Hacer crecer tu autoestima y treparte a ella esencial para llegar a ver al mundo desde arriba.
2. TENER UN SÉQUITO O ENTOURAGE: Para volverse famosa es indispensable contar con un séquito o entourage. Esto significa rodearse de un mundo de gente que te mime y te reafirme lo regia que sos. Una verdadera celebridad, no va a ningún lugar sin su séquito. Si no tenés a nadie que te acompañe, no dudes en llamarle a todos tus contactos del Facebook hasta dar con alguien que se prenda a la fiesta. No importa si es una amiga de infancia que te idolatre, la nerd del curso, o tu prima forifa de la campaña. Lo importante es que sea quien sea, crea que sos lo máximo. El rol de tu entourage consta de dos papeles básicos: a) levantarte la autoestima (Tu entourage tiene que apoyarte moralmente diciéndote que te ves despampanante, que todos los hombres de la fiesta te están mirando, y asegurarte que estás MUCHÍSIMO más flaca que la noche anterior); y b) cumplir pequeñas tareas como abrirte la puerta del auto, mantenerte informada de los movimientos de todos tus galanes, cebarte el tereré, etc.
3. TENER FULL ACCESS: Contar con un amplio séquito es fundamental para garantizarte la entrada a cualquier VIP. Si vas a una fiesta solita, con carita triste de desamparada, tu destino seguro será pasar desapercibida, o peor aún, que los porteros del VIP te cierren el cordoncito rojo en la cara. Cuando cualquier portero te vea llegar con un montón de gente siguiéndote, tenélo por hecho que él va a suponer inmediatamente que sos famosa. Si hay una lista y el encargado de la misma OSA preguntarte tu nombre (esto para toda famosa es un descaro ya que TODO EL MUNDO tiene que saber quien sos) jamás se te ocurra decirle tu nombre con cara de mosquita muerta. Dejále el asunto a tu séquito. Que uno de ellos lo mire con cara de ofuscado diciéndole con mezcla de asombro e indignación: “¿Acaso Vos no sabés QUIEN es ella?” Y luego dirigiéndose al resto del séquito agregue: “¡Dios mío que ignorante es la gente, acaso no leen la prensa, este vairo de cuarta seguro que NUNCA abrió una página de sociales!” Para luego volverse al portero y contestarle con arrogancia (enfatizando cada uno de tus apellidos compuestos): “ELLA es María Marta Mercedes González García de Pérez y Pérez”. Lo único que vos vas a tener que hacer es emitir un suspiro de indignación y atropellar regia la entrada, bien segura de que nadie te puede parar en tu subida al mundo VIP.
4. TENER UN AMIGO GAY: La persona más importante de tu entourage sin lugar a dudas es tu amigo gay. Toda celebridad que se repute tal, tiene que tener un amigo gay; y si es diseñador, modelo, actor, maquillador, fotógrafo, productor o cualquier profesión del ámbito de la moda y la farándula ¡MEJOR! Tu amigo gay es la única persona de tu entourage que no va a dudar en decirte que la ropa no te queda bien, o que tenés que hacer algo con tus ojeras de transnochada. Como tu amigo gay seguro entiende mucho más de moda que vos, nunca dudes en confiar en su asesoramiento.
5. APRENDER A POSAR: Porque crees que las celebridades siempre posan de la misma forma en todas las fotos. ¡Obviamente ensayaron mil veces sus poses seleccionando aquellas que les favorecen más! Han aprendido que poses las hacen verse más altas, flacas y bonitas. Saben muy bien cuál es su perfil (porque toda celebridad sabe que eso de la simetría del rostro que es una gran patraña). Fíjate en las poses de las fotografías de famosas y practícalas frente al espejo; ¡o aun mejor, frente a tu amigo gay! Jamás dejes que te saquen una foto comiendo para evitar salir con cara de Kiko. También evitá hablar mientras te sacan la foto para no salir con la boca abierta. Y jamás de los jamases poses riéndote como una tarada, ya que las risas son traicioneras y nunca sabés con qué mueca podés terminar saliendo en pleno HC Sociales. Hacé las poses más de shegua que se te ocurran y siempre pero siempre con cara de pocos amigos. Una verdadera celebridad siempre posa con cara de arisca.
6. APRENDER A SACARLE PROVECHO A LOS FLASHES: En cualquier fiesta llena de gente famosa, sin duda vas a encontrar un montón de fotógrafos socialeros. Si sos tan anónima que ni tu madre te conoce lo más probable es que estos fotógrafos te ignoren. El truco es incluir en tu séquito a su paparazzo personal. Buscáte un amigo que saque fotos de hobbie y confabúlate con él para que te acose toda la noche haciéndose pasar por notero y que se pase sacándote fotos gritándote: “¡¡María Marta… acá una foto para Gente!!” Lo fundamental es que (por más que ames los flashes, y que cada vez que relampaguea creas que Dios te está sacando fotos por lo linda que sons) tenés que negarte y RENEGARTE a las fotos. Hacete la regia diva low profile y decile: “No, no quiero fotos. Yo mantengo un perfil bajo porque tengo miedo de que me fiche el EPP” o la saturada gritándole: “¡POR FAVOOOOR, PARAÁAA DE SACARME FOOOTOS!”. Cuando finalmente te “convenza” tenés que posar con cara de pocos amigos. Al poco tiempo los otros medios van a empezar a notarte y te van a pedir fotos para toooodas las revistas y diarios del país.
7. SABER CON QUIEN FOTOGRAFIARSE: Una vez que hayas logrado llamar la atención de los fotógrafos, es fundamental que elijas muy bien con quien fotografiarte. A la hora de salir en sociales, si estás acompañada de OTRO famoso ¡MEJOR! Si no conocés a ningún famoso, no te preocupes que todo tiene solución. Olvidáte de toda timidez y ni bien se le acerque a Ruben Rodríguez o a Menchi un fotógrafo, aprovechá la técnica de Carna y coláte descaradamente a su lado como si fueras su REEE íntima. A la hora de colarte en la foto de un famoso, recuerda este tip: a mayor proximidad con la celebridad, mayor sensación de intimidad vas a generar en la foto. Osea que no te limites a estirar tu cuello o a ponerte hombro a hombro. ¡Acercate bieeen luego!
8. SER POLÉMICA: No hay camino más rápido a la celebridad que un ESCANDALO. Pero nada de andar por ahí buscando trifulcas con desconocidas. Buscá a la modelo cachaquera más polémica que encuentres en el evento y poné manos a la obra. Derramale “sin querer queriendo” el contenido de tu copa sobre su vestido. Cuando te mande a la Conchinchina (cosa que de seguro va a hacer, pues como es cachaquera SABE BIEN que con los escándalos no se escatima), respondele bien fuerte y con tono de regia indignada: “¡¡Dios míooo, pero que mujer agresiva!!” Hechale leña al fuego hasta que saques a la india que seguro duerme en el interior de aquella blonda oxigenada y antes de que ésta llegue a darte el sopapo que seguro va a querer darte, escabullite como una damisela en peligro exclamando bien fuerte para QUE TODOS puedan oírte: “¡Esta tipa está loca, está mal de la cabeeeza! ¡Me quiere pegar! ¡Le voy a demandar por agresión! ¡Que no me toque con sus garras esa vaaairaaaaaaa!!!” Asegurate de tener cerca a tu séquito para que te sirva de escudo en caso de que la cachaquera ceda a sus instintos primitivos y por supuesto también para que te sirvan de testigos, haciendo correr TU versión de los hechos por toda la fiesta. Tu amigo gay tiene que decir: “Yo ví todo lo que pasó, te juuuro que María Marta no hizo nadaaa! ¡Esa tarada de la nada se le echó en cima como un toro de San Fermín! ¡Está mal de la cabeza esa tipa, si cree que le va a agredir así a mi amiga!” Si bien, desde el escándalo de la noche anterior, todo el mundo comentará el incidente por las calles, bares, cafeterías, tiendas y peluquerías del país, es esencial que la noticia trascienda más aún. Ni bien te despiertes (cerca del medio día como toda digna diva) llamá al equipo de producción del programa de chismento de turno y decile que querés hacer unas declaraciones porque fuiste agredida por la modelo cachaquera Zutanita. A medida que pasen los días, seguí estirando la noticia como chicle hasta que ya no le interese ni a la más chusma de las chusmas.
9. HEGEMONIZAR LOS TITULARES: Lo difícil no solo es alcanzar la fama, sino también MANTENERSE FAMOSA. Esto es FUN-DA-MEN-TAL. Mientras estés en boca de todos, asegurate de generar otra noticia impactante. Ponete de novia con algún famoso (¡si es futbolista o hijo de político mejor aún!) y anuncialo en la portada de una revista con un titular que diga: “Gracias al amor de Fulanito pude reponerme de la agresión de Zutanita”. Ni bien el publico pierda interés en tu historia de amor, rompé con él, asegurándote de anunciarlo públicamente en todos los medios chismosos: “Fulanito me rompió el corazón”. ¡Luego lanzá otra bomba, revelá el motivo de tu ruptura, inventando lo más dramático que se te ocurra, como por ejemplo que Zutanita te robó a Fulanito! En las próximas notas que dés tenés que sacarle el jugo a todas las frases de mosquita muerta tipo: “Estoy muy bien solita y conmigo misma” o “Ahora voy a elegir mejor a quien entregar mi corazón”. Una vez que ya seas famosa es importante que siempre busques un titular impactante que acompañe a tus portadas, como: “Le tengo miedo a los secuestros”, “Con mis nuevas lolas me siento más mujer”, “El Sexo con Amor no existe”, “Todos los senadores son mis fans en el Facebook”, “En la cama soy la mejor”, o el infalible: “Tinelli me quiere llevar a Bailando”.
10. TENER ACTITUD: Para ser famosa es esencial tener actitud de diva. Lleváte al mundo por delante y aduéñate de tu diva interior. La vida entera tiene que ser tu pasarela, cuando entres o salgas de un evento, hacelo siempre como en cámara lenta, mantenete regia, salí arreglada hasta cuando vas al súper y nunca te olvides de tu glamur. Y recordá siempre la regla de oro: jamás de los jamases y nunca de los nuncases tenés que achicarte frente a nadie.