miércoles, 17 de junio de 2009

Diccionario Fashion


Cada profesión tiene una jerga propia, y si uno está fuera de ese ámbito al escuchar sus términos pensarían que están hablando en arameo. La moda también tiene sus propias palabras para describir diseños, tendencias, prendas, etc. El mundo de la moda tiene la particularidad de tomar prestadas palabras de diversos países. En ella abundan los anglicismos y galicismos. Las palabras que aparecen leyendo una revista de moda pueden dejar en la nebulosa a más de una. Seguro que a las más despistadas de ustedes le habrá sucedido que cuando una de sus amigas les comentó que en Nueva York encontró unos “manolos” fabulosos, creyó que estaba hablando de unos gallegos divertidos.

Cómo la moda es una temática que a toda mujer nos interesa, no podemos estar ajenas a ciertos términos. A continuación incluimos una breve lista de las palabras y expresiones que hay que manejar para estar a la última, con una breve explicación de los mismos. Ojalá que gracias a mi humilde aporte, la próxima vez que lean una revista de moda no sientan desactualizadas y añejas. Familiarícense con estas palabras y verán como estarán agregando inmediatamente un toque de glamour a sus vidas.

Accesorizarse: Accesorizar sería el infinitivo de este nuevo verbo que señala la acción de ponerse accesorios y es comúnmente empleado en la literatura fashionista.

Boho chic: Se trata del apócope de “Bohemian Chic” y también se puede decir simplemente Boho. Se trata de un look aparentemente desaliñado y pseudo grunge, con mucha ropa superpuesta (vestido sobre pantalones), colores y texturas mezclados y muchos accesorios. Las hermnanas Olsen, Mischa Barton y Sienna Miller son los íconos de este estilo.

Bling: Viene del término jamaiquino Bling Bling, la supuesta onomatopeya del sonido de las joyas al dar destellos de luz al brillar. Es una moda estética utilizada en la cultura hip hop, principalmente en los raperos quienes llevan joyas grandes, lujosas y brillantes. Sus principales exponentes son Jay Z, P-Diddy y Fergie.

Casual Chic: Hace referencia a un look informal pero prolijo. No significa que se va vestido con lo primero que encontró por casualidad, sino que lleva algún elemento informal en su atuendo, como cuando Carolina de Mónaco va al Súper o cuando Victoria Beckham se viste cómoda. Es un estilo típico de las grandes ciudades por lo que también se conoce como city chic.

Chic: Esta expresión parisina se refiere a algo elegante y sofisticado. Recuerden que es un término francés y nada de pronunciarlo como lo hacen nuestras vecinas brasileñas. No se pronuncia “shiki” se pronuncia “shik”.

Colección cápsula: Pequeña colección elaborada en torno a una temática concreta. Generalmente se trata de una colección distinta que va incluida dentro de otra.

Concept Store: Una tienda en la cual se agrupan varias marcas modernas y que siguen una línea similar. También se incluyen libros, cosméticos, y objetos de design. Generalmente están dirigidas a un grupo determinado de consumidores. La idea es que en estas tiendas, este grupo de personas con intereses y gustos similares puedan encontrar todo lo que necesitan y desean.

Cool: Esta palabra inglesa significa literalmente fresco. Se refiere a una apariencia fresca y canchera. También describe a una prenda o un estilo desenfadado o alguien que viste con soltura.
Cool hunter: Es un cazador de tendencias, especialistas en moda que se encargan de observar en la calle, los gustos de la gente. Esto va más allá de la vestimenta e incluye música, cine, arte, etc.; todo un conjunto de cosas que servirán para dictar las tendencias que luego los diseñadores llevarán a las pasarelas. Estos afortunados son pagados para viajar por el mundo en busca de nuevas tendencias.

Crucero o resort: En moda, se refiere principalmente a las colecciones de verano que las firmas ponen a disposición de sus clientes durante los meses de invierno para sus clientes espléndidos que pueden permitirse viajar a otras latitudes para perseguir el calorcito. Una de las líneas crucero más reconocidas es la de Gucci, que cada invierno lanza una colección entera llamada Crociera.

Customizar: Viene del inglés customize. Técnica que consiste en personalizar una prenda con un toque personal, ya sea añadiéndole o quitándole algo, cortando, pegando y arreglando. Todo el mundo ha customizado alguna prenda en algún momento de su vida, por ejemplo cortar un jeans para transformarlo en short, o agregar algún detalle para adaptarlo al gusto personal.

Estilo étnico: Combinar influencias de las distintas etnias del mundo, mezclar metales, piedras, cueros, plumas, corales y maderas, sin vértigo ni pudor. Más es más para quienes adoran el estilo de las culturas no-dominantes.

Fashion: Este es uno de los términos más utilizados en el mundo de la moda. Alude a algo o alguien que está de moda.

Fashion emergency: Término que viene de un programa televisivo norteamericano en el cual expertos de moda asesoraban a las personas peor vestidas del planeta. Se refiere tanto a un problemita con alguna prenda del guardarropa, como a una persona que de tan mal vestida parece estar disfrazada.

Fashionista: Persona involucrada con la moda, ya sea por motivos laborales o simplemente porque le gusta seguirla. Se trata de alguien que lo sabe todo de Gucci y comprende las extravagancias de Galliano y hasta sigue la dieta de Karl Lagerfeld. Su lema de vida no es alguna frase de Krishnamurti, sino la sencilla frase: ¡Si no sos fashion, no existís!

Fashion victim: Se dice que es un término creado por Oscar de la Renta. Es el concepto utilizado para las personas que se han transformado en víctimas de la moda, no sabiendo encajar en las tendencias actuales. Es una persona obsesionada con la moda y que llega al punto de hacer el ridículo por ponerse absolutamente todo lo que está de moda sin tener en cuenta como le queda. Son adictos de la moda que compra todo lo que se usa cada temporada, sin poder equilibrar los límites de la moda y del estilo. Son víctimas del materialismo y del capricho, y aunque puedan hacerse de las mejores vestimentas, seguramente no las lucirán o no sabrán combinarlas! Un buen ejemplo de ello es Victoria Beckham. Dentro de los fashion victims existen tres subtipos:
1.- Fashion Slander: las personas que no saben combinar colores y que andan por la vida como catálogo de pinturas con patas.
2.- Style Cramper: las personas que crean se echan en cima todo lo que proponen las revistas de moda, a veces al mismo tiempo.
3.- Fashionites: son las mujeres con alto nivel adquisitivo que compran compulsivamente.Geek: No lo confundan con nerd. El nerd es inteligente! El Geek es más torpe pero tiene el mismo sentido del glamour que un nerd.

Hip: Así dicen los ingleses de aquello que es moderno y actual, aquello que está a la última, como cualquier estilista que se precie. Otra palabra relacionada con este término es Hipster, que se refiere a personas bohemias y modernas al mismo tiempo. Están siempre bien vestidos y tienen un estilo muy personal. Camina con las masas pero no es parte de ellas ya que saben darle a todo un toque personal. Un ejemplo es Rachel Bilson.

Hippie Chic: Para algunos el estilo Hippie chic es lo mismo que el Boho, sin embargo, los expertos de la moda establecen diferencias: el Boho se refiere a un estilo bohemio urbano, mientras que el Hippie Chic se refiere a un look neo hippie que recoge la herencia de los primeros “hijos de las flores”, pero con un poco más de onda y por supuesto con un presupuesto mucho más elevado.

Hot: Palabra preferida de Paris Hilton, quien la utiliza absolutamente en referencia a todo. Significa sexy y con onda.

Indie: Apócope de Independent Rock pero ahora puede utilizarse no solo para referirse a grupo como los Artic Monkeys, The Killers, The Kooks, King of Leon y Franz Ferdinand, sino también para cualquier cosa independiente como películas, música, pequeños comercios, etc.

In/out: In significa que ciertas prendas o accesorios se llevan esta temporada, mientras que out, hace hincapié en lo que no se usa más, en aquello que ya fue.

It: No es la película de terror. Se refiere al accesorio o la prenda de moda en este momento. Generalmente se lo antepone a prendas como el It bag (el bolso del moda), o It jeans (el jeans del momento). También se refiere a las personas del momento: it girl (chica de moda) o It Model (la modelo del momento).

Look: Es el aspecto, la pinta que uno tiene y al estilo que uno tiene.

Manolos: No se trata del personaje de un chiste gallego sino de los zapatos diseñados por Manolo Blahnik e inmortalizados definitivamente en la serie "Sexo en NY".

Maxi: Hay maxi-carteras, maxi-bolsos, maxi sweaters, etc. La tendencia a incorporar el prefijo maxi- no alude más que al tamaño, "grande", obviamente. Un sinónimo que puede utilizarse indistintamente sería oversize. Las prenda maxi son de corte amplio, talla extra grande y estructura maximalista.

Minimalismo: Es una corriente estética de la moda en la cual predominan los colores suaves y tenues, conceptos simples, adornos muy ligeros a lo estilo minimal-zen japonés siguiendo el precepto minimalista que dice “todos los elementos deben combinar y formar una unidad”.

Must: este término en inglés denota obligación, por lo que español es traducido como lo que se debe llevar, sí o sí, esta temporada. Otra palabra derivada es el Must Have que es algo que es imprescindible tener para estar a la moda. Es lo que en castellano denominaríamos “artículo de compra obligada”.

Mule: Si traducimos esta palabra literalmente significaría mula. Pero en el contexto de la moda no tiene nada que ver con este cuadrúpedo. Mule se refiere al calzado abierto por detrás, que antes llamábamos zuecos.

Neo: nuevo, novedoso. En la jerga fashionista se usa para referirse a los estilos revival. Se lo antepone a un estilo anterior para indicar una nueva versión de aquel estilo. Por ejemplo neo punk o neo grundge.

Nude look: Se refiere a un look de segunda piel, que se crea con prendas beiges o e color carne. En el maquillaje se refiere a un maquillaje sutil y en tonos claros que apenas se nota.

Print: Palabra inglesa que significa estampado. Se refiere a todos los motivos impresos en distintos materiales. La versión más conocida es la del Animal Print que se refiere a los estampados que simulan la piel de leopardos, tigres, etc.

Pailletes: Galicismo para pequeñas y decorativas láminas brillantes que van cosidas a diversos materiales. Familiarmente conocidas por nuestras latitudes como lentejuelas.

Personal shopper: es una especialista de moda que elige qué comprar para una persona. Generalmente las celebridades tienen poco tiempo para hacer sus compras y contratan a un personal shopper para que se encargue de seleccionar las prendas de su guardarropa o los regalos que tiene que comprar.

Pre-colección: Es el primer avance de la temporada, y ve la luz con al menos un mes de anticipación respecto a la colección principal.

Preppy: Estilo que tuvo su auge enorme a fines de los '70 y principio de los 80 y que nunca dejó de estar vigente desde entonces. Este look se define por los pantalones de vestir sueltos o beige, camisas a cuadros en tonos pasteles, sweaters con rombos, zapatos de punta redonda, etc. Es un estilo que transmite una imagen de niña buena.

Retro: Se trata de un estilo inspirado en modas de décadas anteriores pero adaptadas a un contexto moderno. La moda retro se refiere al uso de prendas que hicieron furor en décadas pasadas y que vuelven con todo en la actualidad. Minifalda, plataformas, anteojos con marcos puntiagudos, pantalones oxford, son algunos de los looks que pueden ir dentro de un vestuario retro.

Revival: Implica el dicho “todo vuelve”. Es una reinterpretación o revisión de algún estilo que estuvo de moda. Significa el resurgir de una tendencia.

Savoir faire: Galicismo que se refiere a ese “no sé que” que, sin duda, hay que tener para no pasar inadvertidos en la jungla urbana.

Shopping: La representación máxima del shopping es la fabulosa escena de Pretty Woman en que Julia Roberts se contonea por Rodeo Drive con Richard Gere y entran en una tienda donde él, con esa sonrisa que derrite, le compra la tienda entera. Eso es shopping, lo demás son cuentos.
Sporty: La palabra lo dice todo. Este look se compone con prendas deportivas: zapatillas, pantalones, shorts, buzos, remeras de algodón, etc.

Stilettos: En nuestro país esta palabra se usa erróneamente para referirse a los zapatos clásicos cerrados de punta fina. La palabra stilettto no tiene nada que ver con la punta de los zapatos. Para el manejo de las burdas pseudo fashionistas que no lo emplean correctamente, los stilettos son los tacos aguja de un mínimo de diez centímetros. Al hablar de un stiletto estamos hablando de un zapato de taco alto y fino, no de un zapato de punta fina.

Stylist: Se trata de un profesional de la moda que elige los atuendos a utilizarse en una sesión de fotos para revistas o comerciales, apariciones televisivas, conciertos y apariciones públicas de celebridades, modelos y otras personalidades. Los fashion stylists pueden elegir las prendas del ropero de sus clientes o comprarlas o pedirlas prestadas en nombre de sus clientes de marcas reconocidas. También se encargan de asesorar a sus clientes sobre el maquillaje y el peinado que complementan el look. Una de las stylists más famosas de Hollywood es Rachel Zoe. Otra fashion stylist mundialmente reconocida es Patricia Field, la stylist de “Sex and the City” y de “The Devil wears Prada”.

Tartán: No es una tarta rara y grande. Es nada más y nada menos que el popular estampado escocés que todas conocemos.

Tomboy Look: Consiste en usar ropa típica de hombre dándole toques bien femeninos. Boyfriend jeans (jeans grandes y de corte masculino), sacos de hombre, y camisas a rayas y calzados deportivos son algunos de los ítems que pueden integrar este look. Los accesorios masculinos como gorros, corbatas y pañuelos también son parte de este look.

Trench: Es un abrigo de gabardina que se ajusta a la cintura con un cinturón de tela que suele usarse en días lluviosos. El trench más icónico es el de Burberrys.

Trendy: Significa que está la moda y sigue las tendencias de la temporada pero sin ser victima de ella. Viene del inglés "trend" o "tendencia". Últimamente esta palabra ha desplazado cada vez más al término cool dentro del circuito de la moda. Una palabra derivada es trendsetter, que es alguien que marca tendencia. La máxima trendsetter del mundo de la moda es la divina Kate Moss. Lo que ella se pone se vende la próxima temporada seguro, aunque sea una palangana en la cabeza. Se aplica a personas unicamente, no digas que los zapatos que te compraste están muy trendy. No, no, no. VOS estas trendy con esos zapatos, no ellos.

Über: Palabra prestada del alemán que significa lo mejor de todo, lo superior, aquello que está sobre todo. Es una manera más chic de decir súper. Lo ideal es anteponerlo a la palabra cool. Algo übercool es mucho más que cool.

Vintage: Ropa y complementos originales y únicos rescatados de épocas pretéritas. Se trata de ese bolso Chanel de los años 50 o esos zapatos de Dior de los 60. Es algo que a pesar de sus años nunca es viejo. La ropa vintage es ropa usada, pero no cualquier tipo de ropa usada. Se trata de piezas exclusivas, únicas y muy difíciles de encontrar. No se trata de cualquier vestido de la abuelita, tiene que ser una pieza icónica, aunque no necesariamente de marca, pero sí con mucha onda.

EL BRILLO DE UNA DIVA: MARÍA CALLAS Y SWAROSKI

María Callas en Turandot

La diva María Callas significó un antes y un después en la historia de la ópera del siglo XX. De voz privilegiada, temperamento dramático y cualidades únicas para el arte lírico más perfecto, "La Callas” brilló con luz propia sobre los más prestigiosos escenarios del mundo.

La cantante greco-noreamericana, bautizada con el nombre de María Kalogeropoulou, nació en Nueva York el 2 de diciembre de 1923 y murió en París el 16 de septiembre de 1977. La gran soprano -que también asumió en ocasiones roles de mezzosoprano, gracias a su maravillosa ductilidad y amplitud de registro- llevó su singular e imponente voz a los más grandes centros internacionales de la Opera. Su talento y su irresistible carisma, así como su agitada vida amorosa atraparon la atención del público que la inmortalizó para siempre como “la Divina”.

María Callas en los inicios de su carrera

Pese a ser una de las más grandes sopranos de la historia de la ópera contemporánea, a María Callas se la recordará siempre por su gran y trágico amor por Aristóteles Onassis, que la abandonó por Jackie Kennedy. Su matrimonio por sorpresa fue un golpe de efecto operístico que María Callas nunca pudo superar. Con el dolor del amor truncado y la devastación sentimental de la traición hizo catarsis en el escenario, compenetrándose increíblemente en los trágicos roles de las heroínas de la Ópera. María Callas no era solo voz, era presencia, pero era sobretodo era expresión. Sus interpretaciones conmovían al público hasta las lágrimas. Eugenio Gara, un renombrado musicólogo y crítico de la época, sostenía que el secreto de su fama se debía a su habilidad para transferir al plano musical el sufrimiento del personaje que interpretaba. Sobre la Callas escribió: “cuando una intérprete puede hacer estos milagros, cuando regala la fe a quienes aun no creen, ella ha de ser considerada más que una gran artista: ¡un apóstol!”
El expresivo rostro de la gran diva de la ópera

El año pasado se cumplieron 30 años de su muerte. En su recuerdo, se originaron un sinnúmero de muestras y exposiciones que recorrieron ciudades como Berlín, Barcelona, Milán, Nueva York, Tokio, Londres y Buenos Aires donde fueron visitadas por más de cuatro millones de personas. Entre los homenajes, la exposición itinerante “Maria Callas y Swarovski, joyas en escena” fue una de las más concurridas y cautivantes. Esta muestra refleja el glamour de esta Diva de una notoria pasión por las joyas Ella supo valerse del destello de los cristales para brillar incandescentemente en sus actuaciones. La muestra reúne algunas de sus joyas más espectaculares, entre las que se encuentran piezas auténticas así como reproducciones hechas por los especialistas de Swarsoski. La exposición pone de manifiesto la importancia que la soprano otorgaba a su imagen escénica, así como su gusto por la suntuosidad de sus atuendos sobre el escenario.
María Callas luciendo las joyas de Swarovski diseñadas para Tosca

Uno de los ejemplares más llamativos de la colección es una brillante corona de coloridos cristales, elaborado por el diseñador ruso Nicola Benois para la ópera “Fedora”. Otras de las joyas que se presentan en la muestra son las que la gran soprano escogió para sus puestas en escena de “Norma”, “La Sonnambula”, “La Traviata”, “Tosca” y “Anna Bolena”.
Collar que lució en Fedora
Collar que lució en Ana Bolena

La relación de Callas y los cristales de Swaroski inicia en el mismo debut artístico de la Diva, el 2 de agoto de 1947 en Verona, con la ópera “La Gioconda” que fue un éxito rotundo. La joven y supersticiosa Maria Callas preguntó insistentemente quien había sido el creador de la bella tiara que había lucido en su actuación, pues ella estaba convencida de que le había traído suerte. El autor de aquella joya, el milanés Ennio Marino Marangoni, se encargó desde entonces en elaborar todas las joyas que luciría la diva de la ópera en sus actuaciones, creando para ella más de seiscientas alhajas con cristales Swaroski que ella usaba casi como amuletos de buena suerte.

Para María Callas, las joyas que lucía en escena eran mucha más que un accesorio del vestuario. Eran parte esencial de su trabajo, debían ser hermosas, prácticas para su uso y capaces de enriquecer el personaje que interpretaba. Esta es la razón por la cual Callas pedía a su proveedor personal, el Atelier Marangoni, que siempre usara las mejores piedras: las producidas por Swarovski, empresa líder en el mercado mundial de joyas de cristal.

Tosca

El Atelier Marangoni, fundado en 1940, se había hecho muy popular gracias a sus exquisitas creaciones para los escenarios y para la gran pantalla. Su fundador, el joyero Ennio Marangoni, insistía siempre en usar los cristales y piedras falsas más refinados en sus creaciones, prefiriendo siempre las piezas suministradas por Swaroski. Marangoni no solo produjo piezas para la Callas, también adornó a figuras como Rudolf Nureyev, Marilyn Monroe, Audrey Hepburn, Giulietta Masina y Madonna.

La Bella Callas

En 1999 Swarovski compró el Atelier Marangoni y preservó la colección única, de joyas de escena de María Callas, previniendo así, que se dispersaran alrededor del mundo. Entre las joyas de esta colección, además del célebre collar de “La Traviata” se encuentra el collar y el precioso bonete de Lucia di Lammermoor, adornados con delicadas perlas de cristal de Swarovski que formaron parte de una presentación dirigida y producida por Herbert von Karajan. También la corona de “Norma”, lucida en Chicago en 1956 en el exitoso debut de Callas en EEUU, que fue diseñada para lucir como una corona de laureles.

Para "La Traviata" que interpretó en 1955 en La Scala de Milán, el productor Luchino Visconti insistió en utilizar joyas genuinas de ese periodo o alcanzar una reproducción utilizando las mismas técnicas de manufactura. Con un diseño de Lila de Nobili, el joyero Ennio Marangoni creó un sorprendente collar bustier cristalino con rubíes y bellas perlas barrocas de Swarovski. La Divina Callas, en su rol de Violetta brilló con magia sobre el escenario. La bisutería, con magníficos cristales Swarovski engastados, capturaba y reflejaba la luz del mismo del mismo modo que las miles de facetas que María reflejaba en La Traviata, un personaje con el que se identificaba profundamente.

Cuentan que la primera vez que se probó la pieza, lo hizo bajo la temerosa mirada de los diseñadores Lila De Nobili y Ennio Marino Marangoni. La Callas, una artista excelente y muy exigente, era famosa tanto por su deslumbrante talento artístico como por su perfeccionismo y duras críticas entre bastidores. María se puso la pieza, se miró en el espejo, respiró profundamente, dio unos pasos de prueba y tarareó algunas arias. En esta ocasión no realizó ninguna sugerencia de modificación; la pieza era absolutamente perfecta. Hasta Luchino Visconti, bien conocido por su atención al más diminuto detalle teatral, estaba fascinado. María Callas lució con elegancia y gracia esta joya de gran tamaño, algo que pocas artistas habrían sido capaces de hacer con tanto aplomo. Los afortunados integrantes del público en ese 1955 todavía recuerdan maravillados y sorprendidos el momento en el que María Callas apareció luciendo una de las piezas de bisutería más espectaculares jamás creadas.


El espectacular collar de La Traviata

Otra pieza con historia propia es el conjunto que llevó en la ópera “Norma” con la que la Callas hizo su gran debut en Estados Unidos. El juego estaba compuesto por un collar, unos colgantes y una tiara de cristales Swaroski. Los cristales eran tan brillantes que al ser entrevistada para la TV, solo pudo usar los colgantes, pues su imagen resultaba demasiado encandiladora para las cámaras.

La Callas en Norma

La adoración de María Callas por las joyas era descomunal, para ella eran auténticos talismanes. Como la Callas era muy supersticiosa, las joyas que usaba eran sus amuletos de la suerte. Siempre llevaba consigo una maleta que tenía dentro su gran tesoro. Aristóteles Onassis, para complacerla le obsequiaba una joya de gran valor cada vez que interpretaba un nuevo papel. Callas llegó a tener una colección fabulosa de piezas de alta joyería. Sin embargo, todas las joyas que lucía en público eran réplicas, pues tenía miedo de que le robaran sus valiosos tesoros. Estas reproducciones con cristales Swaroski eran tan reales, que una vez fue detenida en uno de sus viajes por inspectores de aduanas que se rehusaban a creer que eran imitaciones.

María Callas luciendo un collar de perlas


La cocina y el arte Contemporáneo: ¿Hay arte en la cocina?


La perfección de un plato puede fascinar tanto como cualquier obra de arte. La cocina, como el arte, despierta a los sentidos. Ambos involucran a la vista, al tacto y al oído. La cocina estimula además al gusto y al olfato. En un contexto informal siempre se ha considerado a la cocina como un arte, expresiones como “arte culinario”, o “artista de la cocina” son muy frecuentes. ¿Pero, podríamos considerar a la creación de un cocinero como un objeto artístico? ¿Puede la alta cocina compararse con otras altas artes?

En la historia del arte siempre ha existido una conexión íntima entre la pintura y la gastronomía. Los alimentos, como elementos simbólicos y estéticos, han sido incorporados reiteradas veces en la producción artística a lo largo de la historia. Basta ver un bodegón del holandés Willem Claesz para comprobarlo. Otro artista, Giusseppe Arcimboldo, fue más allá de la mera representación de los alimentos, valiéndose de frutas y vegetales para componer sus retratos. Incluso el gran Leonardo Da Vinci, utilizaba una técnica repostera, la del mazapán, para construir sus maquetas.

Picasso y sus colegas de las vanguardias de inicios del siglo XX, organizaron un banquete con platos cubistas, orfistas y futuristas en celebración del regreso de Guillaume Apollinaire de la guerra. Dentro del movimiento dadaísta, su creador, Triztán Tzara en “Siete manifiestos dadá: Dadá manifiesto sobre el amor débil y el amor amargo", VIII” de 1924 da, a modo de una receta culinaria, las indicaciones “Para hacer un poema dadaísta”. En muchas obras de Dalí aparecen alimentos tanto como recurso simbólico así como también para hacer referencia al consumo de masas, donde la comida devora a los hombres. Dentro del Pop Art, es muy conocida la obra “Latas de sopa Campbell” de Andy Warhol, en la cual el artista se vale de estas populares sopas enlatadas como elemento de crítica a la cultura popular.

A mediados del siglo XX, surgen las corrientes de arte conceptual, y dentro del arte de acción, o happenings, aparece el movimiento “Eat Art”, o arte comestible. Artistas como Daniel Spoerri y Joseph Beuys crearon restaurantes temporales donde servían banquetes en los cuales se celebraba al arte con ironía y humor. Las propuestas del Eat Art intentaban vincular activamente al espectador con la obra de arte y, al hacerlas comestibles, los espectadores consumían directa y simbólicamente al arte.

En los años 70, el español Antoni Miralda construyó el “Food Culture Museum” de Barcelona, junto a la francesa Dorotheé Selz, y desde entonces, han creado distintos proyectos que exploran la relación gastro-cultural, ubicando a la comida como un contenedor de la memoria colectiva de los distintos pueblos del mundo y reflexionando en torno a cuestiones que rodean a la cultura de la comida, como el fast food, la dieta, el metabolismo, el hambre, etc.

Dentro del contexto latinoamericano, varios artistas han trabajado con alimentos en sus obras, como los argentinos Víctor Grippo y Marta Minujín. En México, el artista César Martínez viene desarrollando desde 1993 esculturas comestibles con forma de cuerpo humano en gelatina, chocolate y otros ingredientes, que son consumidas en perforMAN-cenas simulando un banquete antropofágico. Así este artista propone digerir literalmente una obra, hacerla suya e incorporarla a su propio cuerpo.
Ferrán Adriá

En el 2007 se celebró en Kasssel, Alemania, la Documenta 12, un evento muy importante en del arte contemporáneo realizado cada 5 años. El curador de la Documenta 12 de Kassel, Roger Buergel, decidió en esa oportunidad introducir elementos y expresiones no relacionados directamente con el arte tradicional, dando cabida y preferencia a propuestas distintas que recuperen las experiencias más elementales del espectador frente a la obra de arte, invitando a expresiones como la danza, el teatro y la moda. Pero definitivamente la invitación más novedosa correspondió a quién hoy en día es considerado como el mejor cocinero del mundo: Ferrán Adrià. Esta invitación significó un momento paradigmático en la relación del arte con la cocina. La cocina y los alimentos, antes vinculados al arte como recursos representativos o simbólicos incorporados a la obra artística, pasaron a convertirse en obras de arte en sí.

Entrada de "El Bulli"

Ferrán Adrià es chef y propietario del renombrado restaurante español El Bulli, ubicado en la Cala de Montjoi, Girona. Éste restaurante cuenta con 3 estrellas Michelin y ha sido nombrado el mejor del mundo por la prestigiosa revista gastronómica “The Restaurant Magazine” ininterrumpidamente desde el 2006 hasta 2009.

Convencido de que la creatividad es no copiar, Adrià y sus compañeros abandonaron los libros de cocina como referencia y desarrollan sus propios platos. Cada año se cierra el restaurante por 6 meses, exclusivamente para desarrollar, ensayar y probar sus nuevos platos creados y diseñados por Adrià y su brigada de colaboradores. Adrià desarrolló la cocina técnico conceptual, orientada no tanto a la mezcla de productos o variaciones de conceptos existentes, sino a crear nuevos conceptos y técnicas.

Margarita Frozen servida en un cubo de hielo


A pesar de la fama internacional de este gran chef, esta invitación generó una gran polémica: ¿Qué tiene que ver un chef en un encuentro de artistas? Se gestó un auténtico revuelo tanto en el mundo artístico como en el gastronómico. Muchos artistas y críticos se mostraron reacios a categorizar a la cocina como arte; en cuanto a los cocineros, les resultó incómoda la categorización de los comensales como espectadores. El curador, Buergel, fundamentó su decisión diciendo que Adrià: “es el tipo más inteligente de su generación, capaz de hacer de la comida un fetiche. Una suerte de operación conceptual a la Duchamp".

Caviar Esférico de Melón y semillas de Maracujá presentados irónicamente en una lata de Caviar Iraní


Sin embargo, otros se mostraron de acuerdo con esta inclusión de la cocina como categoría al arte, reivindicando su lenguaje complejo, su significación cultural y su cualidad de ser una experiencia que interviene los cinco sentidos.

Según el propio Adrià, cada uno de los platos que se sirven en El Bulli es una obra de arte efímero, su creatividad y presentación visual impactan los sentidos del comensal, y la degustación se convierte en una experiencia gastronómica inolvidable. Sin embargo, Adrià aclaró: "No soy Picasso ni lo pretendo; comprendo que haya gente que se moleste. Sé que es duro que inviten a un cocinero. Pero, ¿qué es arte? No lo sé. Si a esto quieren llamarlo arte, muy bien.

Corales de chocolate bañados con polvo de Frambuesa

Marta Arzak, historiadora de arte del Museo Guggenheim de Bilbao, e hija de Juan Mari Arzak, patriarca de la cocina vasca y gran amigo de Adrià, afirmó que "Ferrán Adrià fue electo por su inteligencia creativa y por la emoción y sensibilidad estética que genera su cocina”. Marta explicó que su colaboración con Adrià consistió en generar una crónica de los distintos géneros artísticos a lo largo de la historia del arte, desde la antigüedad hasta la actualidad. "Se trataba de explicar cómo fueron surgiendo las distintas disciplinas a lo largo del tiempo, cuales fueron las consecuencias de la interacción de unas sobre otras, para contextualizar porqué ahora la cocina es arte".

Para evitar que Adrià se convirtiera en el cocinero de la Documenta y evitar que su participación se redujera a un mero servicio de catering; los organizadores decidieron relocalizar un pabellón de la Documenta, convirtiendo al restaurante El Bulli, situado en España, en el pabellón G de una de las más importantes citas del arte contemporáneo alemán. Aquí los comensales se encontraron con un menú diseñado especialmente con motivo de la participación de Ferrán Adrià en la Documenta 12. Esta decisión sirvió también para levantar una reflexión sobre las disciplinas no museables, como es el caso de la cocina, cuyo espacio son los restaurantes, no los museos.

Terraza de "El Bulli"

A pesar de toda la polémica suscitada, a pesar de los detractores y los defensores de esta inclusión, el hecho es que Ferrán Adrià fue invitado a la Documenta 12 de Kassel. Que un cocinero sea invitado a participar en la Documenta hace que los elementos del discurso gastronómico presentes en su obra cambien de sentido. En este contexto, su creación obtiene una especie de legitimidad artística. El plato se convierte en una obra ahora legitimada por el discurso de un curador, reconociéndole al cocinero su calidad de artista creativo e innovador en este que tal vez se convierta en un nuevo medio de expresión artística: la cocina.

El Tic Tac del tiempo


Para muchos de nosotros nuestros relojes son solo pequeños y útiles artefactos que compramos en una tienda. Olvidamos que esas maravillosas máquinas cuyas manecillas nos indican rítmicamente el pasar del tiempo encierran en su interior toda la información que el hombre aprendió observando al universo.

La historia del reloj inicia cuando nuestros ancestros, al inventar el concepto del tiempo, necesitaron algo para medirlo. Al comienzo miraban a los astros para definir el horario. El sol cumplía la función de un gran reloj en el cielo cuya altura indicaba el momento del día y las horas de luz restantes. Al caer la noche, las estrellas y la luna lo suplían.

Hacia el 4000 a.C. los sacerdotes babilonios, que eran también hábiles astrónomos, decidieron dividir al día y a la noche en 12 horas respectivamente, y cada hora en 60 minutos y éstos a su vez en 60 segundos. Este sistema fue más tarde adoptado por los romanos y fue tan práctico y preciso que perduró hasta nuestros tiempos.

A medida que el hombre fue desarrollándose fue utilizando su ingenio para crear distintos artefactos para medir el tiempo. Los primeros relojes, los solares, surgen en Mesopotamia hacia 1500 a.C. Una vara en el centro de un círculo de piedra llamado dial (que en latín significa día) indicaba el tiempo según la dirección de su sombra. Se cree que el Obelisco de Cleopatra y otros obeliscos egipcios además de ser monumentos dedicados al sol, cumplían la función de gigantescos relojes solares.

Antiguo reloj solar Egipcio

Obelisco de Tutmosis I - Karnak

Los relojes solares eran muy útiles durante el día pero no servían de nada en la noche ni en días nublados o lluviosos. Para hacer frente a este problema los ingeniosos egipcios inventaron el reloj de agua o clepsidra, una especie de reloj de arena acuático, que medía el tiempo por medio de gotas de agua que caían de un vaso a otro. Su ventaja era que podía ser usado dentro de la casa y no requería del sol; sin embargo no indicaba que hora era sino cuantas horas habían transcurrido desde el inicio del goteo. Se los usaba en las cortes romanas para limitar la longitud de los tediosos discursos de los letrados romanos; pero éstos aprendieron a burlar el sistema enturbiando el agua de la clepsidra con arena para que corriese más lenta. Hacia el siglo III a.C. surge en Alejandría el reloj de arena. Su ventaja sobre la clepsidra era que su contenido no se congelaba durante el invierno, ni se volcaba ni debía recargarse. Como eran pequeños los atenienses adoptaron la costumbre de llevarlos consigo.

Clepsidra


Reloj de Arena

Los primeros relojes mecánicos surgen en Europa en el siglo XIII. No tenían ni diales ni manecillas y la hora era indicada por campanadas. Los relojes medievales se fueron volviendo más complejos, como el reloj de la catedral de Estrasburgo colocado en 1352. Éste cuenta con un globo celeste que muestra la posición del sol, de la luna y las estrellas, un calendario perpetuo y una procesión de figuritas que van apareciendo a distintas horas del día. Esta maravilla de la mecánica sigue funcionando hasta hoy y muestra el ingenio y la precisión que alcanzaron los relojeros medievales.

Reloj Astronómico de la Catedral de Estrasburgo

En 1665, el matemático y astrónomo holandés Christian Huyghens, quien descubrió los anillos de Saturno, inventó el reloj a péndola. El londinense George Graham lo perfeccionó en 1690.

Diseño de un reloj a péndulo

Reloj a Péndulo

El primer reloj de bolsillo fue creado en 1524 por Peter Henlein en Núremberg, Alemania. Como eran gorditos y ovalados los llamaban “huevos de Núremberg”. Los primeros relojes de bolsillo eran muy pesados y eran notoriamente inexactos pues sus mecanismos internos eran bastante toscos. Indicaban solo la hora, no tenían minuteros, segunderos ni cristal.


Huevo de Nuremberg - Siglo XVI

En el renacimiento, los artesanos especializados sustituyeron a los científicos en la fabricación de relojes. Éstos pasaron a ser auténticas joyas finamente ornamentadas con joyas y retratos en miniatura. Como eran tan poco precisos, se los consideraba adornos curiosos y costosos más que artefactos verdaderamente útiles. La reina Isabel I y sus damas acostumbraban combinar sus relojes con sus atuendos, llevándolos en cadenas o cintas alrededor del cuello. Algunos miembros de la nobleza tenían un atuendo distinto para cada día del año y también un reloj diferente para combinar con cada uno de ellos. En 1675, Carlos II de Inglaterra puso de moda los chalecos largos y los hombres empezaron a llevar sus relojes en sus pequeños bolsillos sujetándolos con cadenillas.

Detalle de una pintura del Siglo XVII que muestra un reloj decorativo que cuelga de una cinta a juego con el vestido

Reloj decorativo del Siglo XVII

Reloj de bolsillo del siglo XVII


Desarrollos en sus mecanismos permitieron a los relojes de bolsillo dar una hora más exacta. Se introdujeron el minutero y el segundero para hacer compañía a la solitaria manecilla de la hora que por mucho tiempo anduvo sola en las esferas. En 1705, el relojero suizo Nicolás Facio empezó a incluir diminutas joyas dentro del mecanismo de los relojes, que gracias a su dureza y lisura eran usadas como clavijas en los engranajes giratorios para proteger las piezas del metal contra el desgaste.

Antiguo reloj de bolsillo

Para fines del siglo XVIII los relojes eran exquisitos por fuera y precisos por dentro, dando sin dificultad la hora exacta. Los relojes británicos eran considerados los mejores en cuanto a su exactitud y perfección mecánica. Un famoso relojero apellidado Arnold había logrado hacer un reloj para el rey Jorge III, tan diminuto que podía ser llevado en un anillo. Esta era toda una proeza para la época y demostraba el desarrollo que había alcanzado la relojería británica.

Curioso reloj inglés montado en un bastón


Los franceses sabiendo que no podían competir con los británicos en su perfección técnica optaron por hacer relojes más hermosos. Sus relojes eran mucho más elaborados y artísticos que los británicos. Tenían diversas formas y estaban pintados y grabados a mano. Uno de los principales relojeros parisinos de esta época fue Breguet.

Relojes Franceses Esmaltados del Siglo XVIII

Antiguo reloj Frances de repisa

Reloj de bolsillo Frances del Siglo XVII


Reloj de Breguet

Interior del Reloj Breguet

A fines del siglo XVI los suizos empezaron a producir relojes, desplazando en poco tiempo, gracias a la perfección técnica y estética de sus relojes, a sus competidores franceses y británicos. Para 1700 los relojes suizos tenían la reputación de ser los mejores de Europa. Ginebra se convirtió en el centro de la industria relojera, atrayendo tanto a compradores como a fabricantes que se trasladaron allí a instalar sus talleres.

Antiguos relojes de bolsillo suizos

Con la revolución industrial del siglo XIX la vida se hizo más complicada y los trabajadores necesitaban relojes económicos y fiables. Las compañías americanas Hamilton y Waltham fueron las primeras en producir masivamente relojes buenos y accesibles.

En 1868 el relojero suizo Patek Philippe creó el primer reloj pulsera. Los usaban las mujeres. Los hombres seguían prefiriendo los relojes de bolsillo. En la Primera Guerra Mundial los relojes de pulsera ganaron popularidad entre los hombres. Allí los soldados se percataron que éstos eran más prácticos que los relojes de bolsillo, pues uno no necesitaba perder tiempo buscándolos en los bolsillos de sus sacos. Pronto los ejércitos empezaron a dar relojes de pulsera a sus soldados. Terminada la guerra, los hombres siguieron llevándolos. Los relojes de bolsillo continuaron usándose hasta fines de la Segunda Guerra Mundial; pero como para 1945, los relojes de pulsera ya contaban con todas las funciones que antes solo tenían los de bolsillo la demanda y la producción de estos últimos decreció dramáticamente.

Primer Reloj Pulsera para damas de Patek Phillippe

Patek Phillippe Pilot - 1936

En el siglo XIX aparecen las grandes empresas relojeras. En 1832 Auguste Agassiz funda Longines. Su logotipo, un reloj de arena alado, registrado en 1890 es el más antiguo de una marca relojera. Longines es famosa por sus relojes de aviador, como el modelo Lindbergh, diseñado por Charles Lindbergh tras su vuelo trasatlántico. En 1848, Louis Brandt abrió un taller que más tarde se convirtió en la empresa Omega. Esta empresa produjo el Moon Watch, primer reloj llevado a la luna en 1969 y desde entonces todos los astronautas de la NASA lo llevan.

Longines Lindbergh

Omega Moon Watch

En 1875, Joseph Bulova se muda de Bohemia a Nueva York y crea Bulova, una de las relojerías más importantes de Estados Unidos. En 1888 el joyero francés Louis-François Cartier produce el primer reloj pulsera Cartier, un reloj de dama en oro cubierto con diamantes. En 1904, Cartier lanza el icónico reloj Santos, primer reloj pulsera masculino, para ser usado por el aviador Santos-Dumont. En 1933 crean para el Pasha de Marrakech el famoso modelo a prueba de agua Pasha.

Antiguo Reloj Pulsera de Cartier en oro
Cartier Santos de 1904

Cartier Pasha

La Compañía Rolex fue creada por Hans Wilsdorf en 1905. En 1926 crean el Oyster, el primer reloj pulsera impermeable. En 1953 lanzan el primer reloj sumergible, el Submariner. En 1956 Rolex introduce el modelo Day-Date, reloj pulsera que muestra el día y la fecha.


Rolex Oyster de 1926

Rolex Submariner de 1953


Rolex Day Date de 1956

La marca japonesa Seiko se inició en Tokio en 1924. En 1983 SMH de Suiza lanza los populares y coloridos relojes Swatch. En 1980 se funda Hublot, relojes famosos por sus pulseras en caucho natural. En 1985, la famosa relojería Heuer se une al grupo Tag, creando la prestigiosa marca Tag-Heuer.

Relojes Swatch

Reloj Hublot con malla de caucho

El reloj pulsera más caro del mundo fue el World Time, realizado en 1939 por Patek Philippe para celebrar los 150 años de su fundación. De puro platino, llevó 9 años perfeccionarlo y tiene 33 funciones diferentes. Fue vendido por 4,8 millones de euros en una subasta en Ginebra. El reloj joya más caro es el Kallania de Vacheron Constantin. Hecho enteramente en oro blanco, cuenta con 186 diamantes de 170 quilates. Su precio de venta es de 5 millones de euros.

Reloj Patek Phillippe World Time en Platino de 1939

Kallania de Vacheron Constantine

Los siglos XX y XXI introdujeron grandes avances en la relojería. En 1928 los Laboratorios Bell desarrollan el primer reloj de cuarzo. En 1952, se introdujeron las pilas a los relojes pulseras, avance significativo en la relojería que nos liberó de la tediosa tarea de tener que darles cuerda. En 1967 se inventa el reloj más preciso de la historia: el atómico. En los 70’s surgen los relojes electrónicos con pantallas LCD y LED. En años recientes Tissot lanzó sus relojes T-Touch, con pantalla touch; Citizen lanzó su Eco-Drive, un reloj a energía solar y Seiko lanzó sus relojes de Titanio. A medida que pasan los años, solo podemos especular sobre las sorpresas que nos depararán los relojes del futuro.

Tissot T-Touch

La próxima vez que miren sus relojes recuerden toda la tecnología, inventos y grandes pensamientos que tuvieron que desarrollarse para que puedan conocer la hora exacta; aunque, a pesar de la exactitud de nuestros relojes, sigamos siendo impuntuales.