No sé si se dieron cuenta de que los
vegetarianos están invadiendo el planeta. ¡En serio! Nunca en mi vida he visto
a tantas personas volverse vegetarianas. Creo que desde 1974 de la era Hippie
no ha habido tantos vegetarianos como hoy en día.
Por lo general,
a mi me chupa un brócoli, lo que coma la gente. Si Fulanita hace la dieta detox,
si Zutana se morfa la vida, si Altana tiene carné vitalicio en Burger King y si
Mengano abandona la carne jamás me ha importado en lo más mínimo. Mi filosofía
es que cada quien coma lo que quiera y que sea muy feliz. Fin. Sin embargo, me
he dado cuenta de que estos vegetarianos hipsters que hoy plagan el planeta,
son un tanto más densos de los que fui conociendo a lo largo de mi vida.
Siempre he tenido amigas y amigos que optaron por dejar de comer carne, pero
últimamente ya no se puede hacer un asado sin que al menos 10 personas te pidan
que tires un locote y unas papas a la parrilla porque se han vuelto “veganos”.
Como que de repente se puso de moda y lo que antes era una decisión personal
hoy se ha convertido en una medalla hecha para lucirse…. Y salvar al mundo. Si,
así mismo. El vegetarianismo de hoy en día engloba mucho más que meramente
dejar de comer carne. Lo que era antes un tipo de alimentación, hoy es todo un
estilo de vida.
Jamás me imaginé que dejar de comer carne,
fuera algo taaan metafísico. Había sido que desde el momento que uno deja de
comer carne uno automáticamente se convierte en mejor persona. Yo no sé qué
piensan ustedes, pero yo estoy firmemente convencida de que la anemia tiene a
todos estos vegechorros alucinando.
No sé si será el exceso de clorofila en el cerebro, pero me pregunto
en qué están pensando cuando empiezan a creer que su estilo de vida es tan
relevante como para monopolizar toda la conversación. Resulta que últimamente
conversar con muchos de estos vegetarianos hipsters subidos a la ola de la moda
de dejar de comer “productos con patas”
es un bodrio absoluto. Métale horas y horas de conversación sobre
nutrientes, sobre las propiedades de la zanahoria y los beneficios del
betacaroteno, las mil maravillas del jugo verde y la toxicidad de la carne y
sus derivados. De repente, hablar de fútbol se me hace más divertido. Ahhh, y
luego sólo esperen a que llegue el menú. Les interrogan a los pobres mozos como
si fueran agentes de la CIA recabando información de terroristas de Al-Qaeda.
¿Las lechugas son orgánicas? ¿Este soufflé
tiene huevos? ¿Con qué lavan los tomates? ¿Hay carne en esta tarta DE VERDURAS?
Hay muchos tipos
de vegetarianos. Están los pescetarianos que incluyen pescado en su dieta, los
ovo vegetarianos que consumen huevos, los lacto vegetarianos que incluyen productos
lácteos, los lacto ovo vegetarianos que incluyen huevos y productos lácteos,
los veganos que sólo comen frutas y verduras y excluyen también productos
procesados que contienen derivados de animales como la gelatina y los crudi
veganos que solo comen frutas y verduras crudas y que no han sido calentadas a
más de 46ºC. Yo he descubierto unos cuantos tipos más a los que clasifico en:
Cool Hipster Vegano: Este vegano se subió a la ola de puro hipster que
es. No es de extrañar viéndole comer un lomitón a la madrugada, ya que se
permite pequeñas concesiones, como si ser vegetarianos se redujera a una dieta
de moda. Lo hace más porque es cool que por convicción. Como buen hipster le encanta ir contracorriente,
lo que hace que el hecho de ordenar una ensalada en una parrillada le hace
sentir secretamente muy especial. Además de ser vegetariano de seguro también
se preocupa por el medio ambiente, tiene su propia huerta orgánica y siempre
anda con el bigote o la barba sudada y los lentes empañados porque andar en
bici es más ecológico. Por supuesto son los que proclaman a todo pulmón y como
si estuvieran en éxtasis lo bien que se siente tener clorofila corriendo por las venas y pueden hablar horas
ininterrumpidamente sobre su fabuloso estilo de vida vegetariano.
Ovo lacto denso vegano:
Estos son los vegetarianos más densos del universo. No solo decidieron dejar de
comer carne, sino también se determinaron en convertir a todos los carnívoros
del universo. Para ellos el comer carne es asqueroso. Son de los que hacen
muecas y te miran mal cuando llega tu bife koyguá.
No dudan en sermonearte por el daño que le producís a tu cuerpo ingiriendo esa
basura tóxica que ellos llaman cadáver y recordarte una y otra vez la crueldad innecesaria
a la que fue sometida la pobre vaca para que llegue a tu plato. Por supuesto no
solo están en contra de que se coma carne, sino también de que se críe ganado
ya que aseguran que el pedo de las vacas en cautiverio es la principal causa
del agujero del ozono.
Crudi Verdi vegano: Ellos
llevan al vegetarianismo a todo otro nivel. Son los extremistas del
vegetarianismo. Su dieta no se limita a comer frutas y verduras crudas,
sino también tienen absurdas especificaciones.
Por ejemplo sólo comen las frutas que caen de los arboles por su cuenta, no
comen miel porque es un producto de la explotación de las abejas, no comen nada
que haga sombra, no comen nada que tenga gluten, no comen productos
transgénicos y sólo se abastecen de productos orgánicos, no comen semillas
porque son embriones como los huevos. Nambré, su alternativa gastronómica se
vuelve tan reducida que terminan alimentándose de agua y luz solar y el color
verdoso de la piel nos hace abrazar las proteínas cárnicas con devoción.
Verggie Yogis: A parte de
volverse apóstoles del vegetarianismo, empiezan a volverse metafísicos y curtir
a full la onda new age. Y no me
refiero al producto con burbujas. No, me refiero a empezar a seguirle al gurú
Sutnam putram siri Salbaba y citarlo en cada ocasión posible. Sus posts del
facebook se llenan de mensajes inspiradores que parecen sacados de una tarjeta
comprada con citas de todos los grandes humanistas de la historia, desde
Confucio hasta Tagoré. Obviamente empiezan a hacer yoga y luego la clase de
yoga diaria se torna en una clase de yoga al amanecer, otra clase de sweat yoga
a la tarde y una sesión de kundalini a la noche para meditar sobre el día. Para
entonces ya no salen a la calle sin un turbante y empiezan a dejarse crecer el
pelo de las axilas porque es más natural.
Nutri veganos: No solo se
vuelven vegetarianos, ellos también se vuelven en expertos en nutrición y están
todo el santo día haciendo alarde de su dieta, lo sanos que son, lo orgánica
que es su vida, y haaablan continuadamente sobre vitaminas, minerales,
proteínas vegetales, alcalinidad y todas esas cosas que a los carnívoros honestamente
no nos interesan. Son los que están convencidos que se puede curar al cáncer
comiendo brócoli y que tomar jugo de limón tibio en ayunas previene el Alzheimer.
Saben todas las vitaminas que tiene la manzana verde, la roja y la amarilla y
por supuesto saben todas las maneras posibles en las que se pueden emplear
frutas como el chuchú. Están informadísimo de todo lo que consumen y son
capaces hasta de enumerarte la cantidad de nutrientes que encontras en las
distintas marcas de hamburguesa de soja.