Mucho se habla hoy de moda vintage. Se trata de una palabra francesa empleada en las vendimias
para referirse a los vinos producto de sus mejores cosechas. El término por lo
tanto adquirió la acepción de calidad y antiguo o añejo, que más bien es algo
que el tiempo ha mejorado. Resulta natural que este término se extendiera para
aplicarse a las prendas y accesorios que han sobrevivido la prueba del tiempo,
ganando encanto con el transcurrir de los años y en tan buenas condiciones como
para ser empleada hoy en día por mujeres apasionadas por la moda y la historia.
Muchos se preguntarán ¿en qué momento se puso de
moda usar prendas pasadas de moda? Pero como todos los apasionados por la moda
sabemos, ésta tiende a repetirse, y las prendas vintage justamente tienen a su
favor el hecho de que pueden mantenerse vigentes sin dar a quien las lleva el
aspecto de alguien pasado de moda, sino todo lo contrario.
A la moda vintage a veces se la asocia con las ropas
usadas, con las ropas antiguas y con las ropas retro. Por lo que antes de
proseguir es necesario aclarar bien las diferencias entre cada uno de ellos.
Las prendas vintage, sin bien en muchos casos fueron usadas con anterioridad,
no necesariamente son usadas. A veces se encuentran en tiendas vintage, prendas
que tienen aún las etiquetas puestas, ya sea porque su dueño nunca llegó a
estrenarla o porque se tratan de muestras o stock antiguo de tiendas. El ser
usada por lo tanto no es un prerrequisito para que la prenda sea considerada
vintage. Tampoco todas las ropas usadas pueden considerarse vintage. Las ropas
deben tener al menos 20 años para ser consideradas vintage (osea que deben ser
al menos del 1993). Esta regla no se aplica a las prendas de diseñador, que
pasan automáticamente a ser consideradas vintage al pasar la temporada.
Ahora pasemos a la diferenciación entre vintage y
antiguo. Si bien muchas veces uno puede encontrar vestidos muy viejos en las
boutiques vintage, de los años 50 o 60, los expertos en la materia hacen una
distinción entre lo vintage y lo antiguo. Todas las prendas producidas antes de
1920 son referidas como ropas antiguas por lo que no entran en la categoría del
vintage. Esta diferenciación tiene una razón muy práctica. La ropa anterior a
los años 20 es muy difícil de poder llevarse hoy en día debido al estado de
conservación de las prendas, y como la idea de la moda vintage es vestir la
prenda, las prendas muy antiguas y frágiles no pueden comercializarse como
vintage.
El último término con el que debemos hacer una
distinción es el término “retro”. Las prendas retro están inspiradas en una
determinada época de la moda, ya sea años 50 o años 40, pero no son de esa
época, sino que fueron confeccionadas contemporáneamente por diseñadores que se
inspiraron e imitaron estilos llevados en tiempos anteriores. Una prenda retro
puede estar hecha hace solo unos meses, sin embargo para que una prenda sea
vintage, es necesario que hayan pasado al menos 20 años.
Si bien las modas de tiempos anteriores siempre han
generado un sentimiento de fascinación y de nostalgia en los fashionistas del
mundo, la moda de llevar prendas vintage surgió en los años 90. Las prendas
vintage tuvieron un auge de popularidad en años recientes. Esto se debió
indiscutidamente al hecho de que muchas estrellas de Hollywood optaran por
llevar prendas vintage a los eventos de alfombra roja. Uno de los momentos más
memorables de la moda vintage ocurrió en el 2001 cuando Julia Roberts deslumbró
a todos llevando un espectacular modelo vintage de Valentino a la entrega de
los Oscars, y no sólo se llevó la estatuilla a mejor actriz sino también se
ganó el primer puesto en todos los rankings de mejor vestida. Desde entonces
empezó el ascenso de la popularidad de la moda vintage en el mundo.
Por lo general las prendas vintage no son muy
costosas, pero obviamente hay excepciones. Cuando las prendas son de alta
costura y sobre todo de diseñadores famosos, los precios pueden escalar
vertiginosamente. Un vestido de Christian Dior de la época del New Look de
Dior, es un preciado tesoro que puede valer varios miles de dólares, así como
un vestido de gala diseñado por la Schiaparelli. Las prendas que están sin uso
y que conservan aún las etiquetas originales también tienden a tener un precio
considerablemente mayor a aquellas que fueron previamente usadas. Hoy en día
muchas personas coleccionan prendas vintage, ya sea vestidos de alta costura,
carteras de diseñador, sombreros o pañuelos de seda firmados. Las prendas
coleccionables también tienden a tener un mayor valor. Los coleccionistas ven a
las prendas vintage como verdaderas inversiones, ya que con el tiempo, lo más probable
es que su valor aumente.
Los rasgos más apreciables de la moda vintage
son su historia, su hechura, su estilo, género y diseños. Son prendas que
reflejan una era y vienen cargadas de una historia y una energía muy especial. También
son prendas únicas, irrepetibles y es virtualmente imposible de encontrarse con
otra persona con el mismo estampado o el mismo modelo. Generalmente traen
ligada la historia de quien las llevó, del momento para el cual fueron creadas,
del diseñador o la modista que la idearon y confeccionaron y de la estética de
una época determinada en la moda. Por este motivo, así como ocurre
con las antigüedades, el origen de las prendas vintage suele ser muy importante
para los coleccionistas y expertos en la materia.
Los fanáticos de la conservación
del medio ambiente también aprueban el empleo de prendas vintage ya que sin
lugar a dudas es una manera de reciclar, instalar en la mente de la gente el
valor de lo usado y antiguo y la idea de reparar en vez de desechar. De hecho
muchas veces las boutiques vintage reparan las prendas antes de ponerlas a la
venta y también hacen pequeños cambios para darles un aire más contemporáneo o
formas más favorecedoras. Si las prendas están en muy mal estado, los
encargados de las tiendas muchas veces encuentran objetos para rescatar, ya sea
un trozo de género, un cuello de encaje o los botones.
Los amantes de la moda vintage,
muchas veces se enamoran de la historia de la prenda, tanto como de la prenda
misma. Como que tienen un encanto especial que las hace distintas. La moda
vintage nos narra una historia, muchas de las veces más ornamentada e
interesante de la que nos narran los productos producidos en masa de hoy en
día. Al verlas no se puede evitar imaginarse lo que sintió su dueña original al
comprarla o al lucirla para algún acontecimiento especial. ¡De seguro sus
dueñas las amaron tanto que no se quisieron desprender de ellas, y este es el
motivo por el cual llegan a las boutiques vintage tantos décadas después!
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