El
26 de julio se inaugura la exposición “La Elocuencia” en las salas de la
Fundación Migliorisi. Esta será la primera muestra individual de la artista Claudia
Casarino en nuestro país en tres años. La misma fue trabajada en conjunto con Lía
Colombino, como curadora de la exposición. Esta muestra plantea una revisión
del trabajo de Casarino que incluye fotografía, instalaciones y objetos. Entre
las obras seleccionadas se encuentran algunas nunca antes expuestas en nuestro
país, como es el caso de una de las grandes instalaciones que se verán, la cual
fue exhibida en la Bienal de Argelia y en el Museo de la Ilustración de
Valencia, España.
Cabe destacar
que Claudia Casarino es una de las artistas más internacionales del arte local.
Ha expuesto en importantes museos y galerías de Europa y Sudamérica. Su obra integra
las renombradas colecciones del Museo del Barro, Spencer Museum de Kansas,
Victoria & Albert Museum de Londres y la Casa de América de La Habana.
Además ha expuesto en diversas bienales alrededor del mundo, como en cinco
ediciones de la Bienal de Mercosur, dos de la Bienal de Cuenca en Ecuador, en
la Bienal de la Habana de 2008, en la Trienal de Chile de 2009, la Bienal de
Busan de 2004 en Corea, la Bienal de Estandartes en Tijuana, la Bienal de
Argelia de 2011 así como la Bienal de Venecia de 2011. Claudia Casarino es
representada internacionalmente por la Paralelo Gallery de Sao Paulo y ha
participado en diversas ferias de arte internacionales, como arte BA, Parte Sao
Paulo y Pinta New York.
Como
artista, Claudia siempre se ha interesado por la mujer, empleando la vestimenta
como sustituto del cuerpo, articulando elocuentemente no solo como metáfora,
sino también como disparadora de otros temas que atañen a la mujer y a su
cuerpo: las imposiciones sociales y culturales, la trata de personas, la identidad,
la migración laboral, el machismo.
Según
las palabras de Damián Cabreara, coordinador general de la Fundación
Migliorisi, “En los últimos años, ella ha estado trabajando sobre el vestido. El
cuerpo está ausente, y la imagen casi fantasmal de sus instalaciones con
vestidos dan cuenta de la ausencia del cuerpo de las mujeres: la mujer
diaspórica que migra para imaginar un futuro otro abandonando su lugar; la
mujer que es sujeto histórico de una nación; o la mujer que reconoce la
decadencia de las condiciones que coartan su libertad.”
En
este punto y en muchos otros, la obra de Claudia Casarino, coincide con las
investigaciones de Lia Colombino, quien se encarga de la curatoría de esta
muestra y quien también ha abordado desde el ámbito Literario el tema de la
migración.
CLAUDIA CASARINO
¿Qué te acercó
al arte?
Algún
tipo de pulsión, supongo. Tenía una necesidad visual/objetual, que devino en
apremio. Empecé con talleres de fotografía y escultura, y cuando se creó el ISA
de la Universidad Nacional de Asunción, supe a donde ir.
A través de tu
obra de alguna u otra manera, siempre te has preocupado de los temas que atañen
a la mujer en la sociedad contemporánea, desde la migración laboral femenina,
el machismo, la trata de personas, los roles a las expectativas que se imprimen
de manera vertical en las mujeres. ¿A qué se debe este interés?
Cuestiones
de historia familiar me hicieron poner atención en ciertas cosas. Patrones que
se repiten en entornos familiares en nuestro país; sistemas y estructuras que
se fijan, se asumen como norma. Alejándome y entrecerrando los ojos, entendí
que las historias personales son en realidad historias colectivas, historias de
un país. Alejándome un poco más, veo como esos sistemas se reproducen pasando
la frontera y pueden en realidad, conformar una historia de las mujeres.
¿Cómo se va
incorporando la indumentaria a tu obra?
El
uso del lenguaje del vestido es en realidad una práctica frecuente en las
artistas que trabajan cuestiones de género. La historia de la moda revela mucho
sobre la historia de las mujeres. El vestido es metáfora y metonimia del
cuerpo. El cuerpo de la mujer es cuerpo y espacio a su vez. De ahí que ocupar
espacios con vestidos me resulta tan elocuente.
Entre las obras
expuestas, ¿existe alguna que sea especialmente significativa para vos?
Más
que buscar una pieza particular, me gusta la forma en que Lia las articuló
entre sí. El rompecabezas que armó.
LIA COLOMBINO
¿Cuál es el eje
curatorial que has elegido para la muestra “La Elocuencia”?
La
obra de Claudia ha transitado siempre ciertos ejes de investigación visual,
entre ellos el cuerpo y el vestido. Estos ejes se entrecruzan también con una
cuestión de género. En nuestras conversaciones para la muestra hablamos también
de la elocuencia que pueden tener algunos materiales puestos de una particular
manera, desde una mirada crítica que nos impulsa a pensar la imagen. Entonces,
desde la idea de la elocuencia hemos trabajado algunas obras de Claudia, que
trabajan esos ejes descritos anteriormente.
¿Qué diálogos
fueron surgiendo entre las distintas obras de Claudia que seleccionaste para
esta muestra?
Hay
una preocupación común que tiene que ver con el tema migratorio. No de manera
lineal, pero sí tangencial. Al mismo tiempo me interesa mucho la cuestión de
esa imagen tan clausurante de mujer y de sus roles supuestos. La obra de
Claudia cruza estas cuestiones todo el tiempo y es imposible no dialogar con
ellas, desde la propia reflexión.
Esta muestra es
muy femenina por así decirlo. Tanto la artista como la curadora son mujeres y
la muestra aborda además una temática femenina. ¿Crees que existe una mirada
especial marcada por el género?
No
me parece que la muestra sea femenina. Me parece justamente que intenta apartar
esa concepción de lo femenino que no deja entrar otras maneras de habitar un
cuerpo de mujer. Tampoco me parece que se deba tomar como equivalencias lo
femenino (en su usual acepción y lo que usualmente engloba este término) y la
mujer, pueden ser universos muy distintos. Creo que el género es un devenir, y
la mirada está marcada por ese devenir, no creo que el género sea algo estanco,
inmóvil.
¿Crees que el
arte tiene una responsabilidad social?
El
arte que a mí me interesa suele tener una preocupación social o política,
tomando estos términos de manera bastante abarcativa. Casi siempre tienen una
lectura en esa línea.
Una vez leí un
texto que me encantó que explicaba el trabajo del curador desde un punto de
vista literario. Comparando la exposición con una novela, en la cual los
personajes eran las obras de arte; el argumento era el marco teórico y el
curador era el escritor que hacía dialogar las obras entre sí. Vos que además
de estar íntimamente ligada al mundo de las artes, también sos una mujer de
letras, ¿cómo guionaste esta muestra?
Tomamos
los ejes que nos interesaron. Particularmente ya habíamos trabajado con una
gran instalación de Claudia, para la cual ya había trabajado un texto. Eso fue
el disparador. Fuimos haciendo luego un recuento de toda la trayectoria de
Claudia y viendo qué obras podrían seguir con el mismo relato o aportar
algo para el mismo. También hizo obra nueva que encastró muy bien, tanto en el
espacio como en el guión. No sé si se puede hacer esa analogía con una novela.
Jamás escribí una.
¿La obra de
Claudia aborda distintas situaciones y problemáticas sociales que aquejan a
nuestra sociedad contemporánea, muchas de las cuales afectan específicamente a
la mujer. ¿Entre ellas, hay alguna que se vincula especialmente con tus
investigaciones propias?
Sí,
particularmente las que se vinculan con la migración. He realizado algunas
investigaciones y ensayos a partir cuestiones de identidad y nación en el
Paraguay, y además en el ámbito literario me encuentro trabajando hace tiempo
en textos cuyo eje principal es el tema de la migración, ese estar en tránsito.
¿Qué es el arte
para vos?
"(...) esa
manipulación de formas sensibles que perturba la producción de sentido."
Es una cita de Ticio Escobar en El mito del arte y el mito del pueblo. Me
parece no solo hermosa sino precisa.
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