Toda digna diva tiene que tener un
léxico propio. Debe ser propietaria de un acervo de refranes ingeniosos y
frases de cabecera; así como también un glosario completo de insultos e
improperios que estén a su altura. Porque no hay diva que se respete que no coleccione-
junto con joyas, zapatos y exmaridos- palabras de diva.
En esta entrega de la columna de
Nicoletta, les presentaré con un pequeño glosario que les ayudará a crear su
propio repertorio ya que una digna diva sabe darle su toque personal a todo. Como
este glosario tiene un contenido extenso he decidido dividirlo en dos entregas.
En la primera abordaremos los insultos y piropos de diva y en la segunda los
piropos de diva y el arte de cosechar frases de cabecera.
INSULTOS DE DIVA: Antes mencionábamos
como toda diva debe poseer un glosario de insultos que estén a su altura. Esto
quiere decir que los mismos tienen que evadir toda chabacanería y grosería
obligando al interpelado a comprender claramente que se le está insultando,
pero teniendo que consultar al diccionario para entender el significado.
Vintage: todas las divas somos
memoriosas y además amamos todo lo vintage. Por lo tanto no podemos evitar
desempolvar ciertos insultos de nuestras abuelitas por considerarlos absolutamente
adorables. Por ejemplo seguro que conocen el término Descuajeringado gracias al
Chavo. Pero esta palabra no es un invento de Chespirito, sino un término muy
real que quiere decir desaseado o desaliñado. Ideal para referirse a los ex
novios de nuestra juventud que envejecieron menos dignamente que nosotras. Y
qué les parece la palabra “Zaparrastroso”, sinónimo de Harapiento. Curiosamente
también está bien dicho zarrapastroso. Por lo que pueden usarlo juntos para
tener mayor efecto. Ejemplo: “Esa zaparrastrosa zarrapastrosa”. Muestren su
buena dicción con este trabalenguas e insulten como toda una villana de
telenovela mexicana. “Mequetrefe” era el insulto de cabecera de nuestras
abuelitas para referirse a los meteretes o cuchareteras, esas personas a las que les encanta “meter la
cuchara.”
La próxima vez que estén a punto
de referirse a alguien como “tonto” o “bobo”, sean inteligentes y enriquezcan
su vocabulario empleando alguno de estos sinónimos: necio, pánfila, mendruga,
mentecato, zopenco, alcornoque, gurripato, majadero, otario, sandio, papanatas,
lelo, chorlito, atolondrado, bólido, zorrocloco, estólido o pazguato. Y la
próxima vez que quieran decir “valle”, implementen un palurdo, bruto, basto o
rústico. Y para dirigirse a un “poca cosa” que mejor que llamarlo zoquete, cachafaz,
mercachifle, mamarracho, pedorriento, desfachatado, badulaque o fantoche. En
vez de chismosa aplíquenle el término alcahueta o el fantástico adjetivo
correveidile que tiene ya la definición incorporada en la palabra misma. ¿Y qué
les parece emplear “cogotuda” o “copetuda” “engreída”, “petulante”, “altanera”,
“empingorotada” o “petulante” para referirse a la creída de turno?
Ahh y recuerden que nuestras
abuelitas no mandaban a la China, ellas mandaban a la “Cochinchina” y mejor aún
mandarle a territorios inexistentes en la geografía actual como a “Tanganika”. Y
por qué ensuciar nuestras lenguas con la palabra de la pe u te a, pudiendo
emplear perfectamente golfa, meretriz, fulana, furcia o pelandusca.
De Diccionario: Este breve glosario de
insultos cultos está garantizado que dejará a sus oponentes necesitando urgentemente
un diccionario para comprender sus ingeniosos insultos de diva leída.
Advenediza: golddigger. Si lo dicen con la expresión facial impávida y la
proyección de voz de susurro enojado (a lo Lupita Ferrer) dejarán MUDA a la
chiruza.
Aranera: si alguna vez completaron un crucigrama sabrán que esta palabra es
sinónimo de mentirosa o embustera.
Cenutrio; lerdo. Ideal para aplicar a las personas que no sacan de quicio por
su falta de agilidad mental.
Chupóptero: sinónimo de planillero, aunque él o la interpelada probablemente
crea que se trata de algún tipo de transporte aéreo.
Coprófago: que ingiere excrementos. ¡Como buen bruto lo más probable es que
piense que es donde se les mete a las momias!
Coprolito: Excremento fósil…. Ideal para describir a una vieja insufrible.
Deleznable: depreciable. Término re de diva e ideal para incorporar al léxico
cotidiano.
Disoluto: vicioso. Termino absolutamente aplicable a todos los ex hombres de
nuestras vidas. Manga de disolutos.
Energúmeno: endemoniado. Esta palabra también se presta de maravilla a una
infinidad de combinaciones de una fuerza tremenda: “badulaque energúmeno” o
“chiquilina energúmena” o “tarado energúmeno” o “zoquete energúmeno”.
¡Infinitas combinaciones!
Filibustero: Que cosa más digna emplear un insulto del siglo XVII que encima
viene del francés filibustier, un
tipo de corsario o pirata. Ideal para referirse a políticos, ladrones y
embaucadores.
Melifluo o Melindroso: La próxima vez que estén frente a un baboso, cursi o meloso empleen
uno de estos adjetivo para sacárselo de encima.
Pusilánime: Sinónimo de cobarde o gallina. Esta palabra se presta divinamente
a las combinaciones. Ej,. Mequetrefe Pusilánime
Remilgada: Empléenlo la próxima vez que se refieran a una persona rebuscada y
falsa. Este término es absolutamente aplicable a la popular mosquita muerta o
mojigata.
Superferolítico: empléenlo en vez de cursi o rebuscado. Esta palabra es fantástica
para la ironía ya que según la inflexión y el tono puede pasar perfectamente
como un piropo, aunque definitivamente NO lo es. La próxima vez que aparezca
una chiruza vestida de seda, no dudes en decirle con cara de entusiasmo lo
“Súper” Ferolítico que es su vestido. ¡Va a creer que te fascinó!
Prestados de otras lenguas: Además de la
lengua vernácula las divas acostumbran tomar prestadas muchas palabras de otras
lenguas, y entre ellas más de un insulto. La única regla es que pronuncies
regiamente tus palabras prestadas porque un WTF pronunciado como wadafa es
absolutamente patético. Quién sabe por qué pero las groserías en francés suenan
más finas. Un merde de cuando en
cuando no ofenderá a nadie.
Tratamiento de Silencio: Toda diva sabe
ser una digna ice princess, pues
tiene clarísimo que no es necesario responder a todas las afrentas con
palabras. Muchas veces es mejor ignorar a los ofensores como si fuesen
trasparentes como el hielo y cubrirlo todo con una gélida capa de silencio. En
estas ocasiones el silencio vale ORO.
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