Hay
centenares de páginas dedicadas a dar consejos a las mujeres sobre cómo llevar
tal y cual prenda, cuales son las tendencias, que prendas se recomiendan
archivar o evitar como la sarna, qué lucir para vernos más atractivas, etc.,
etc. Sin embargo, los hombres por lo visto no reciben toda la información
necesaria, o muchos simplemente la ignoran, porque los errores que muchos de
ellos cometen son estrepitosos.
En esta
edición hemos decidido ayudarlos para que a la hora de vestir, ¡solo metan la
pata para ponerse los pantalones!
1. LLEVAR ROPA DE VERANO TODO EL
AÑO: Si bien en
nuestro país se goza de calorcito la mayor parte del año, la ropa de verano no
es idónea para llevarla el año entero. Poniéndote unas medias con tus sandalias
no las convertís en prendas de abrigo, simplemente logras verte como un gringo
ridículo. Cuando refresca no se pueden echar una bermuda con un buzo, ni
tampoco ponerse el pantalón blanco de hilo con un sweater de lana. ¡No, no y NO! Cuando se
producen cambios de temperatura, es elemental que también cambien de vestuario.
Empiecen a incorporar prendas de abrigo con el fresquete, porque no hay nada
más patético que te confundan con un linyera por andar tiritando por todas las
esquinas, simplemente por no haber superado la rebeldía adolescente de ir
contra las estaciones.
2. LLEVAR ROPA DE LA MEDIDA
EQUIVOCADA: Así como
muchos hombres deciden ignorar adrede los cambios climáticos, otros tantos
están empedernidos en crear su propia escala de medidas. Así como un zapato de
un calce más chico aprieta y uno más grande sale del pie, lo mismo ocurre con
los pantalones, con los sacos y con todas las prendas. Por lo que es
fundamental que se compren la talla adecuada. Por algún extraño motivo, los
hombres parecen ser muy poco quisquillosos a la hora de prestar atención en
cómo les queda una ropa. La compran simplemente porque les gustó, incluso si es
de un tamaño más grande, sin importarles que no les favorezca para nada.
3. ANDAR ARRUGADOS POR LA VIDA: Muchos hombres parece que le tienen
alergia a la plancha por la manera que lucen sus ropas todas arrugadas. Algunos
pareciera que usaran la ropa sacada directamente del tendedero, o del
secarropa. La ropa debe ir siempre bien planchada ya que las arrugas pueden hacer que el look
más canchero se vea desprolijo. ¡No pequen por flojos chicos!
4. MANCHADO PERO LIMPIO: “Si, la mancha no sale luego, pero
no importa, lo que importa es que la ropa está limpia.” ¡Mentira! Más vale que importa, y mucho. La gente que les ve inmediatamente va a
asociar la mancha con mugre, por más de que su ropa esté recién lavada, van a parecer
unos puercos. Si la mancha no sale, donen la prenda en cuestión o déjenla para
entrecasa.
5. INHABILIDAD PARA DISTINGUIR NOCHE Y DÍA: Si bien la
mayoría de la indumentaria masculina puede ser llevada indistintamente de noche
y de día hay algunas prendas que no pasan esta prueba. Los géneros brillosos de
día deben evitarse a toda costa. Si el casamiento es al medio día, no pueden
aparecer con un smoking negro, o con el traje brilloso que usaron para la boda
anterior (que fue de noche… hello!)
6. DALTONISMO DE INDUMENTARIA: Algunos
chicos no zafan ni de acertar la antigua regla de que “el negro y el marrón no
se mezclan”. Ya sea para combinar sus accesorios entre sí como también a la
hora de combinar sus accesorios con el color de sus trajes la mayoría mete la
pata. Es muy fácil chicos: zapatos marrones, cinto marrón; zapatos negros,
cinto negro. ¿Cuesta pió tanto? ¡Qué sería de los hombres, si como nosotras
tuvieran que combinar zapatos turquesa o amarillos a su atuendo!
7. LOGOMANÍA: Un hombre vestido con un
traje a medida, con la camisa bien planchada y unos zapatos bien lustrados es
sin lugar a dudas un regalo a los ojos. Pero uno que parece un cartel
publicitario con patas deja mucho que desear. Chicos tengan cuidado a la hora
de elegir sus prendas casuales y no abusen de los logos. Opten por prendas con
monogramas discretos y eviten a toda costa aquellas que tienen logos por todas
partes o logos en materiales brillantes o en letras enormes. Por más de marca
que sea, no deja de ser valle.
8. CREERSE INDIFERENTES A LA MODA: Algunos
hombres son tan pretenciosos de creer que como a ellos la moda no les importa,
pueden darse el lujo de usar lo mismo que usaban 10 años atrás sin verse
ridículos. Si tu náutico ya anda solo porque no te lo sacás de encima desde
mediados de los noventa, ¡ya es hora de que aggiornes tus
calzados!
para reirse más: The bold italic
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