sábado, 13 de febrero de 2010
Síndrome de Cupido
miércoles, 10 de febrero de 2010
LA MESA PROVENZAL DE RENOIR
LOS BARES DE HEMINGWAY
Este hombrón enamorado del mundo y de la vida, había tomado la costumbre durante sus recorridos por el globo, de pasar sus horas muertas en bares a los que asistía regularmente y que le servían para conocer mejor a los locales y buscar inspiración para sus ya clásicos libros, como “Adiós a las armas”, “Por quién doblan las campanas” y “El viejo y el mar”. Supo dejar profundas huellas en su paso por distintos rincones en Estados Unidos, Francia, España, Italia y Cuba, sitios que formaron parte de su vida de trotamundos. Muchos de estos lugares aún existen, y principalmente los bares, han sabido sacar provecho de uno de sus clientes más célebres y queridos.
Nuestro recorrido inicia en Paris, ciudad magníficamente retratada en su libro de memorias “París era una fiesta”, que nos presenta al París de Hemingway, aquella ciudad luz de los años 20 que testimoniaba las pasiones y tribulaciones de la Generación Perdida. En 1950 Hemingway dijo a un amigo: “Si tienes la suerte de haber vivido en París cuando joven, luego París te acompañará, vayas a donde vayas por el resto de tu vida, ya que París es una fiesta que nos sigue”. En París, disfrutó de largas charlas con Scott Fitzgerald, Ezra Pound, Gertrude Stein y decidió dejar su carrera de periodista para dejarse envolver por el estilo de vida de la bohemia parisina y perseguir su sueño de escritor.
lunes, 8 de febrero de 2010
MÓNICA GONZALEZ: Mujer, Artista, Pilar, Malabarista
Las instalaciones de Mónica González, de contextura minimalista, se caracterizan por su frescura visual, sus siempre presentes tintes irónicos y principalmente por la lucidez de pensamiento que las envuelven. A través de un proceso, que según la artista, es primordialmente intuitivo, genera obras que instan a reflexionar sobre temas vitales y actuales. El tiempo ha demostrado, que muchas de ellas llegan incluso a penetrar el umbral de lo visionario. Estas no son meras casualidades. Todo artista conceptual debe trascender lo obvio; parafraseando a Kandinsky: debe ser el primero en observar los fenómenos que ocurren más allá de los lindes de su sección, generando nuevas perspectivas y convirtiéndose en un profeta para los que lo rodean. No en vano el arte moderno se origina con las llamadas “vanguardias artísticas”. Los artistas son “la primera línea de avanzada en la exploración y el combate.”
La propia artista afirma que con sus obras intenta proyectarse a futuro. En 1997, cuando el tema del agua aún no atraía la atención que goza actualmente en el mundo del arte, donde en años recientes se ha convertido en tema de importantes bienales internacionales, ella ya lo estaba explorando en su obra “El Arroyo”. Esta obra ilustra a la perfección la intuición que imbuyen sus planteamientos, ya que más de 12 años después, la misma sigue recorriendo el mundo participando en las más importantes bienales del mundo.
Te formaste con prestigiosos artistas locales e internacionales. ¿Cómo te influenciaron como artista?
Yo creo que todos ellos me inspiraron. De chica iba todos los sábados a la casa de Edith Jiménez. Ella era muy ceremonial a la hora de trabajar. Lo hacía gozando y era un placer verla. De verla creando yo saqué ese placer de hacer arte. Livio Abramo, en cuyos talleres de grabado participé, era un maestro silencioso. Él era una gran presencia en el taller, pero nunca nos dio una instrucción. Era un ser maravilloso que me marcó como un ejemplo de vida y enseñanza. Con Olga Blinder yo ya estudié de grande. Hice con ella todos los talleres del IDAP. Cuando ella me preguntó si había asistido a Bellas Artes yo le contesté que nunca había tenido una formación académica. Ella me respondió a su más puro estilo diciéndome: “Que suerte.” Olga me hizo sentir segura en mi vocación de dedicarme al arte.
¿En tus inicios que fue lo que te llevó al arte?
Mi padrino es Michael Burt, que es el primo de mi madre. Como se criaron juntos, mi madre siempre lo acompañó mucho en su carrera artística. Conservo miles de recuerdos de su presencia en mi vida cuando yo aún era muy chiquita. Una vez me invitó a uno de sus happenings, pero como mi madre consideraba que yo era aún muy chica no me dejó ir y hasta ahora recuerdo lo mucho que lloré. Por suerte mi madre me llevaba a todas sus exposiciones, así como también a todas las muestras del grupo de artistas que eran amigos de mi tío. El mundo del arte siempre estuvo muy presente en mi vida.
¿Cómo empezaste a valerte de la instalación como medio expresivo?
Todo surgió con una obra que llamé “Puntos de Vista” para la cual pinté 19 paraguas con aerógrafo, armando una especie de nube con ellos que luego colgué del techo. Luego dibujé la obra desde varios puntos de vista distintos y así en cada dibujo se veía algo diferente. Ahí me di cuenta de que lo que me encantaba era el espacio y todo lo tridimensional. Esta fue mi primera obra conceptual, pero surgió como algo muy espontáneo y natural.
¿Cuál fue tu obra más visceral?
Definitivamente la obra “Mujer Pilar del Desarrollo Economista Malabarista”. Considero que soy un pilar malabarista como la mayoría de las mujeres. Esta obra la hice el mismo año en que nació mi hija Camila. A mí me impresionaba mucho el peso que caía sobre todas las madres y los elementos en común que teníamos en todas las latitudes. Desde una princesa como Lady Di, que tenía dolor de espalda por alzarle upa a su hijo, así como yo que también tenía dolor de espalda por el mismo motivo, así como también una madre del campo. A esta obra le di un valor claro. El trabajo doméstico, aburrido, pesado y reiterativo está a cargo de la mujer, junto con muchas otras tareas más fundamentales y tal vez menos visibles y apreciadas. Éste trabajo doméstico está unido al rol administrativo y de mediación que tiene la mujer en la familia. La mujer es el pilar de la familia y a la vez de la sociedad. Mi sueño es que esta obra se reconozca y se difunda más, porque sé que muchas mujeres se identifican y relacionan con ella.
Los Guardaespaldas, obra de 1999 es una obra con una significación actual muy importante, al punto que hasta podría llamarse profética. ¿Qué me podés decir al respecto?
Yo soy muy intuitiva y tiendo a proyectarme a futuro en mi obra. En ese momento en Asunción se estaba empezando a ver la situación de que se tuvieran que contratar guardias privados por motivos de seguridad. Gustavo Beckelmann siempre me dice que los artistas somos los canarios de la sociedad. En los submarinos y en las minas siempre se llevaban canarios, ya que cuando decrecía el nivel de oxígeno eran los primeros en morir. Servían de alerta. Los artistas también cuando falta oxígeno somos los primeros en darnos cuenta.
¿Qué características considerás que tiene que reunir una buena instalación?
Como cualquier obra debe emocionar a un buen número de personas; además debe contener un juego de elementos que permita que la obra sea abierta, de manera que el espectador complete la obra con su propia experiencia.
¿Cómo definirías a tus instalaciones?
Tal vez como minimalista. Yo soy muy minimalista, me gusta decir mucho con poco.
Fuiste invitada a participar en numerosas Bienales alrededor del mundo. ¿Cómo fueron estas experiencias?
La primera vez que fui invitada a la Bienal de Venecia fue la primera vez en mi vida que me sentí del tercer mundo. Nuestro predio era como un ómnibus al medio día. En las Bienales siguientes aprendí a no compararme con artistas que provienen de países donde hay un inmenso apoyo a las artes, países como Brasil que hasta tienen pabellones propios construidos por el Estado en las principales bienales del mundo. En las bienales el artista es una especie de embajador de su país. En los últimos tres años fui a tres bienales con “El Arroyo”, una obra mía que últimamente viaja más que yo! Con ella participé en el Festival de Medellín de 1997, la Bienal del Mercosur de 1997 en Porto Alegre, la Bienal de Venecia del 2005, la Bienal del Fin del Mundo del 2007 en Ushuaia y en la Bienal de Curitiba y la Trienal de Chile de este año.
Contame más sobre “El Arroyo”.
“El arroyo” es una obra muy poética que siempre produce un encantamiento en las personas. En 1997, cuando la creé, el problema del agua aún no se sentía tanto como ahora. No era un tema tan acuciante como hoy en día. Actualmente, el tema del clima, del medio ambiente y del agua es un tema considerado muy importante en la vida de las personas y por supuesto también en la obra de los artistas. Para hacerla, me inspiró el libro “Ycuá”. Este libro me trasladó a mi infancia. Un tío mío tenía una quinta donde había un hermoso Ycuá. De niños tomábamos esa agua con las manos, el lugar era precioso y me encantaba el hecho de tomar el agua directamente de la tierra. El agua era también un bien colectivo y totalmente gratuito que no se vendía como ahora. Cualquier vecino podía venir a pedir un vaso de agua o llevar agua del Ycuá. En la última Trienal de Chile utilicé 3000 vasos de agua para armar esta instalación que simula un arroyo.
¿Qué buscas decir o transmitir con tus instalaciones?
Yo solo expreso una situación de algo que está ocurriendo en mi entorno. No intento hacer propaganda ni ser dogmática con mi obra. No intento enseñar nada a nadie; nada más reflexiono sobre algo haciendo un comentario sobre lo que observo y siento alrededor mío.
GUSTAVO BECKELMANN: Haciendo hablar a la materia
¿Cómo se dio tu acercamiento al arte?
Desde siempre me gustó la forma en el espacio. Recuerdo perfectamente cuando de niño me regalaron mi primera caja de plastilina. Luego, gastaba casi toda la plata que me daban para la merienda en comprar plastilina. Primero el arte fue un juguete, pero luego vi en un libro “La Catedral” de Rodin y lo relacioné con lo que yo hacía con la plastilina.
¿Cómo te formaste?
Estudié arquitectura y trabajé mucho tiempo en la construcción y esto me permitió financiar la escultura. Volcarme a la escultura fue un proceso gradual. Yo soy autodidacta, salvo por un pequeño curso de escultura en bronce que hice con Herman Guggiari. Para mí el arte es informarse, se aprende mirando. Al comienzo me negaba a mostrar lo que hacía. Luego un amigo me alentó y así expuse por primera vez en una muestra colectiva en el 85 y luego en el 89 tuve mi primera muestra individual.
¿Con qué materiales trabajás?
Trabajé mucho tiempo solo con bronce, que es uno de los más nobles materiales para la escultura. Hace unos años por accidente empecé a trabajar con otros materiales. Fui invitado a la Bienal de Resistencia del 2002 donde trabajé con madera y metal. En el 2004 me volvieron a invitar y acepté con gusto. Lo que no sabía es que en cada Bienal se trabajaba con un material diferente. Cuando me enteré que me tenían preparado para esculpir un bloque de mármol traventino de 40 x 40 x 1 metro ¡casi me desmayo! Jamás había trabajado con piedra. Por suerte el grupo de escultores es muy solidario. Aldo Shiroma, un escultor peruano amigo mío, me dio algunos consejos y me prestó unas herramientas que obviamente yo no tenía. Por suerte tengo mucha afinidad con los materiales y las herramientas, así como también mucho entrenamiento. Esto me ayudó a que me fuera bien. En esa bienal esculpí mi primera semilla, una obra que luego se convirtió en una serie. A partir de ahí empecé a trabajar muchos nuevos materiales como vidrio, papel y acero inoxidable.
Semilla - Club Francés
¿Cómo es tu proceso creativo?
Es un proceso continuo. Yo estoy 24 horas al día, 7 días a la semana pensando en esto. Las ideas van evolucionando continuamente. Como decía Picasso: “la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando.” Yo estoy constantemente estudiando, investigando, experimentando y sobretodo trabajando en mi taller. Una cosa lleva a la otra. Las ideas van surgiendo y se van encadenando hasta que encontrás la forma de resolverlas.
¿Qué te inspira?
Me expreso con mis principios. A mí no me gusta como está el mundo y emito una opinión al respecto. Me encantaría proponer una solución, pero lo que hago es proponer una alternativa.
Contame sobre tu última exposición “12 (NO) Santos de Vestir”.
Se trata de una serie de esculturas que llamo (No) Santos de Vestir que estará en exposición todo el mes de noviembre en la Galería Martha Manchini. Tomé una parte de la santería tradicional, específicamente en los santos de vestir de la imaginería popular. Tomé esa forma de trabajar y utilicé sujetos laicos, con cabezas y manos talladas y cuerpos vestidos. Es una investigación de materiales cuyo proceso me llevó tres años. Me costó cerrar la idea ya que no sabía como resolver los cuerpos ya que trabajé en una proporción totalmente diferente para mí.
12 (NO) Santos para Vestir
¿Tenés alguna obra favorita?
La que más me gusta es la que todavía está en mi cabeza; pero siempre hay obras muy queridas. Me gusta mucho la escultura con la que gané el Concurso “Monumento a la Defensa Nacional” organizada por el Ministerio de Defensa en el 2002. Me inspiré en un verso de “Patria Querida” que dice “Serán allá nuestros pechos las murallas”. Tuve momentos muy lindos haciendo esta obra. Utilicé moldes sacados de varias personas. Quería incluir el torso de una mujer embarazada. Como me asombró que una embarazada se animara, le pregunté qué le había hecho decidir permitirme sacar su molde y me contestó algo muy lindo: “lo primero que pensé es que cuando mi hijo crezca le voy a decir: mirá vos estabas ahí adentro.” Otra obra muy especial fue “Babel”, ya que me obsesionó durante 10 meses en los que trabajé de 8 a 8 y de lunes a lunes.
Monumento a la Defensa Nacional
¿Qué lugar ocupa el concepto en tu obra?
Yo trabajo con las tripas no con la cabeza. Mi trabajo es muy visceral.
¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Estoy haciendo moldes reales de cuerpos femeninos con papel de seda recubierto en laca, los cuales luego intervengo. Además estoy con un proyecto muy grande en China que espero se concrete pero por cábala no sigo y lo dejamos ahí.
¿Qué es el arte para vos?
Para mí el arte es libertad. Es una expresión límite de la libertad. No hay ninguna regla y te permite hacer absolutamente lo que quieras. Es la expresión más grande de la voluntad.
ENEIDE BONEU: MUJER DE ARTE
Su obra, de gran dinamismo y tintes claramente expresionistas, está poblada por misteriosas mujeres con rostros omitidos. Con esta supresión, la artista insta al espectador a llenarlos con sus propios rostros; generando así, un diálogo entre el lienzo y el observador, en el cual se sobreponen un sinfín de discursos, historias e interpretaciones. Las mujeres de Eneide no son anónimas, son universales: ellas son nadie y todas a la vez. Sus rostros velados se pueblan por aquellos de todas las mujeres.
La autora de estos lienzos es una mujer tan dinámica como aquellas que los habitan. A su prolífica carrera artística, ha sumado la actividad de gestora de arte, desempeñándose, junto con Osvaldo Salerno y Celso Figueredo, como Presidente del grupo “Gente de Arte”, poniendo toda su energía en la generación de proyectos con miras a promover y difundir la obra de los artistas paraguayos.
¿Cómo te iniciaste en el mundo de la pintura?
Creo que desde muy chiquita, cuando empecé a pintar en los libros que mi hermana me prestaba para que no la molestara mientras ella hacia sus tareas del colegio.
¿De qué te nutrís como artista?
De la gente, de los viajes, del día a día, que siempre es diferente, de las comidas, aunque parezca raro, porque me encanta experimentar en la cocina, con los sabores y aromas, lo veo un acto muy creativo y una cosa me lleva a la otra.
¿Qué te inspira?
No sé si hay un momento especial de inspiración para mí, en cualquier momento puede aparecer una idea, que no siempre se transforma en realidad, pero me ayuda a empezar algo nuevo. Lamentablemente no me sobra mucho tiempo para encarar nuevas técnicas, entonces termino haciendo lo que mejor sé hacer, o quizás lo que me resulta más fácil…que es pintar.
¿Cómo es tu proceso creativo?
Mi proceso creativo consta de varias horas de “diversión” y un encuentro total conmigo misma o fuera de mí, porque es cuando más alejada del mundo estoy, para eso necesito estar sola, sin nadie que dé vueltas alrededor mío. Generalmente los fines de semana son mis elegidos para empezar a desparramar telas y pinturas.
Hablame sobre las mujeres que pueblan tu obra. ¿Cómo son estas mujeres?
Esas mujeres…. Somos todas, las de siempre, las de ahora, las que quisieron ser, las románticas, las malvadas, las sumisas, las misteriosas, las sensibles, las alegres, las confiadas, las espontáneas, las luchadoras, las creativas, las confiadas, las soñadoras y jamás, las negativas y de mala onda.
¿Que hay detrás de los rostros omitidos de tus mujeres?
Justamente todo lo que decía anteriormente, no puedo ponerles rostros, las mujeres tenemos mil rostros en uno, sería como identificar a uno de ellos, podemos ser blanco y negro al mismo tiempo, llorar y reír, cambiar la máscara y tener otra debajo, o ser simplemente lo que somos, mujeres en todo el sentido de la palabra.
¿Cómo es la mujer que pinta a estas mujeres?
Creo que después de todo lo que dije, sería fácil poder descifrarme, o quizás no….Depende como me quieran ver. Mejor un poco de misterio, ¿no te parece?
¿Qué intentas transmitir con tu obra?
Nada en especial, mi pintura es espontánea, dejo al gusto del espectador lo que quiera sentir. Me dicen que es perturbadora, sensual, inquietante… todos esos adjetivos me gustan y me complacen, mientras haya una emoción, todo es valedero.
Estuviste en la última Trienal de Chile. Contame más sobre esta experiencia.
Fui de visitante y quedé impactada con la representación paraguaya, un orgullo para el país. Con trabajo y dedicación se pueden lograr grandes cosas, es hora que la gente aprenda eso.
A parte de destacarte con tu obra pictórica, también te destacás en la promoción y gestión de arte. ¿Como surgió esta faceta tuya?
Gracias por ese comentario. Nunca fui egoísta y me encanta ayudar en lo que puedo. Se me dio la oportunidad de poder acercarme más a los artistas desde que estoy en la presidencia de la Asociación “Gente de Arte” junto con Osvaldo Salerno y Celso Figueredo. Siempre aparecen invitaciones, exposiciones, becas, etc., que las comparto con todos los asociados, además de las actividades en conjunto que organizamos y las cuales las difundo, apoyo y trabajo a full hasta que terminamos el proyecto. Todo esto me convirtió un poco en promotora y gestora de arte pero único que hago es perseguirlos a todos para poder lograr nuestro objetivo, insistiéndoles y poniéndoles fechas topes para las entregas de los trabajos, cosa que me divierte y me hace sentir un poco como una madre que al final se siente orgullosa del logro de sus hijos y terminan todos contentos y agradecidos.
Actualmente estás en la Presidencia de Gente de Arte. Contame más sobre esta asociación.
La Asociación se formó hace 11 años, y actualmente cuenta con mas de 100 socios, casi todos artistas, aunque también hay galeristas, críticos de arte, profesores. Ticio Escobar, nuestro Ministro de Cultura, es uno de los socios fundadores, un honor para nosotros. Somos los organizadores, junto con la embajada de Francia y la Alianza Francesa, del premio anual más importante que tiene actualmente el Paraguay, que es el Premio Henri Matisse, que ha descubierto a muy buenos artistas , beneficiándolos con becas a Francia y viajes a países del Mercosur para visitar exposiciones o bienales , según lo que el elija el ganador.
Me imagino que ha de ser una labor titánica promover el arte en un país donde la cultura está siempre relegada al último puesto en el orden de prioridades del Estado. ¿Que proyectos está promoviendo "Gente de Arte"?
Realmente es difícil no contar con un apoyo importante del gobierno que ayude a los artistas a mantenerse de esto sin que tengan que salir a trabajar en otra cosa. Nosotros somos una Fundación sin fines de lucro y actualmente estamos en el proyecto de nuestro 2º Libro Catalogo, que se realizará gracias al apoyo del FONDEC, como la primera vez y con los fondos de una gran subasta de obras que realizamos hace unos meses auspiciada por la Bodega Navarro Correas para su campaña “El Arte por Dentro y por Fuera”, que confió en nosotros como artistas y como Asociación para realizar un trabajo de promoción y difusión durante casi un año. Fue una experiencia muy gratificante, de mucha camaradería y beneficios económicos para Gente de Arte.
Con muchísimo esfuerzo, dedicación y suerte, el artista puede salir adelante, y quizás hacerse conocido en el exterior, en donde el arte es más apreciado que aquí. Este libro que saldrá a la luz en los primeros meses del 2010 busca reunir las mejores obras de los últimos años y ser un documento importante para dar a conocer al mundo lo que produce el Paraguay a nivel de artes visuales, ya que se distribuirá entre todas las embajadas en donde tenemos representaciones, así como también en colegios, universidades y centros culturales del país.
¿Que proyectos tenés para el 2010?
Más exposiciones, algún viaje y traspasar mi presidencia de Gente de Arte a alguien que tenga muchas ganas de trabajar y seguir adelante con la Asociación, como es lo que corresponde, aunque seguiré ayudando en todo lo que esté a mi alcance.
Para finalizar, me gustaría hacer una pregunta que siempre hago a los artistas: ¿Qué es el arte para vos?
Es una bocanada de aire fresco en éste mundo que se empeña día a día en destruirse a si mismo, sin un fin ni un por qué, en donde el respeto por el prójimo se va perdiendo y la paz y la libertad son solo utopías. No quiero terminar así mi entrevista, con una pincelada de pesimismo, entonces quiero expresar mis deseos por un cambio radical en la conducta de la gente, en donde seamos más complacientes, trabajadores, rectos, decididos y tengamos la fuerza suficiente para poder discernir, entre lo bueno y lo malo.
miércoles, 3 de febrero de 2010
Guapa: La Servihá Paraguaya
levantándote mujer quiero verte trajinar.
Movimiento sin cesar que engalane tu existir
una escoba danzarina que anteceda al cocinar.
Luego continúa haciendo un elenco de las múltiples labores de la kuña guapa y hacia el final de la polka remata con estos versos:
de tus manos beberé delicioso “tereré”
Hacendosa como eres mis tesoros cuidaras,
y mañana frente a Dios nuestras vidas se unirán.
No se a que mujer le habrá querido homenajear con esta polka, pero en definitiva fue una Susanita y no una Mafalda. Mafalda jamás le cebaría el tereré a su marido, lo sacudiría de la hamaca hasta echarlo al piso gritándole: “¡No soy una mujer a tu disposición!”
Por suerte hay muchas mujeres “no-guapas”, muchas Mafaldas que trabajan a la par que sus parejas y que no tienen inculcado en su interior esa actitud servil hacia ellos. Hay muchas Mafaldas que si bien no reciben el cumplido de “guapa” saben que son mucho más que guapas.
Pesadillas de una Noche de Verano
Llega el verano y con él el calorcito, el solcito, las deliciosas tardes en la pileta y las tan esperadas fiestas. Si bien todas estas cosas nos producen una innegable ilusión, tendemos a olvidar que el verano húmedo de nuestro querido Paraguay tiene el mismo efecto devastador en nuestro glamour que un tsunami en el sudeste asiático.
En primer lugar está la transpiración. No hay nada tan poco glamoroso como la sudoración veraniega. Por más de que te compres el stock entero de antisudorales del súper, la naturaleza vencerá y terminarás tan transpirada como Rocky Balboa tras su último round contra Apollo Creed. Nuestro país no tiene clima subtropical, esto es solo un eufemismo que inventó la Secretaría de Turismo para no espantar a los turistas, la triste realidad es que aquí en el verano tenemos clima de sauna y basta.
La transpiración tiene cuatro efectos catastróficos en nuestro glamour. El primero de ellos son las manchas de sudoración. No hay nada más espantoso que encontrarse en el medio de una fiesta veraniega en la cual los anfitriones no tuvieron la decencia de proveer un ambiente climatizado, con un babero de sudor sobre el pecho y dos repulsivas manchas húmedas bajo las axilas. Sin aire acondicionado en nuestro verano no hay elegancia que aguante.
El segundo efecto sudorífico es el del efecto del pegoteado textil. Un típico ejemplo de esto es el caso de aquel vestido de seda que te conquistó desde la vidriera como si el mismo George Clooney te estuviera mirando a los ojos diciéndote con ellos: “tengo que ser tuyo”….y que ni bien lo estrenas en una de las tantas fiestas veraniegas, se adhiere como chicle a tu piel gracias al sudor que te produce el insoportable calor, la humedad y el hacinamiento.
El tercer efecto es el atentado a nuestro Make-up. Estoy segura que Faby Rojas y Sabry Ayala las mega regias ultra glamorosas artistas del maquillaje tiemblan cada vez que sus impecables clientas van a una fiesta hacinada y terminan con uno de estos efectos producidos por nuestro inclemente verano: las ojeras panda y la base pasada por agua. El primero ocurre cuando el sudor de nuestras frentes tras horas de baile al aire libre empieza a chorrear arrastrando con él una espesa masa de delineador y máscara que nos dejan dos tétricas ojeras negras bajo los ojos. El segundo ocurre cuando bailar al ritmo de la noche te dejó chorreando como si estuvieras en una clase de spinning y la base empieza a flotar por en cima de las gotitas de transpiración que salen de tu rostro. Lo más patético de esto es que la más probable es que tu mirada de panda junto con tu base cuarteada terminará estampada en las doscientas fotos que cargarán todas tus amistades en el Facebook.
El cuarto efecto sudorífico es el último y el peor de todos. Como nosotras somos regias y en el verano nos bañamos 4 veces al día generalmente este efecto proviene de terceros pero nos afecta directamente. Estoy hablando del efecto koatí producido por bailar ininterrumpidamente en discotecas hacinadas cuando los efluvios corporales colectivos empiezan a unirse dramáticamente en un punzante y absolutamente desagradable aroma que por nuestras latitudes llamamos katinga.
Nuestro look capilar tampoco se salva. Por más de que hayas empeñado tus joyas y vendido tus riñones para hacerte el alisado asiático que te garantizó tu peluquero de confianza que aniquilaría para siempre a tus rebeldes rulos; la humedad terminará indudablemente revolucionando a cada uno de tus rulos sometidos por el alisado generando una sublevación frizz bolchevique en tu cabellera.
Lo más irónico de todo esto, que en el país de Itaipú los veranos se caracterizan no solo por el calor, sino también por los infaltables apagones y bajas tenciones que terminan dejándonos sin el único alivio que hace sostenible las noches paraguayas: el aire acondicionado. A pesar de haber hipotecado la casa para comprar la última tecnología en lo que respecta a climatización, el Split fantástico que te hace dormir con frazadas en pleno verano, y pagar las subsecuentes elevadísimas cuentas de Ande, terminamos recurriendo al viejo ventilador de la abuelita que es el único que resiste a todos los cortes y apagones.
Si el apagón nos sorprende en una fiesta no nos quedará otra que implementar el antiguo y siempre fiel abanico system. Tengo una amiga que es una auténtica girl scout siempre lista a la hora de sacar el abanico. A pesar de estar a años luz de ser una abuelita, lo lleva siempre en la cartera y no duda en sacarlo cada vez que el calor empieza a amenazar a su glamour, generando envidia en todas sus amigas menos precavidas que ya están empezando a mostrar los primeros síntomas de deterioro subtropical. Ella fue mi inspiración y mi salvación ya que desde que la vi aireándose regiamente con su abanico español decidí implementarlo hasta en la pista de baile al más puro estilo Locomía.