Nuestras amigas
son nuestras hermanas por elección. Por eso hay que elegirlas muuuuuy bien. Ya
que a veces, creyéndolas hermanas del alma, traemos a nuestras vidas a malvadas
hermanitas gemelas extraviadas dignas de una película de terror.
Lo dramático de
meter en nuestro círculo íntimo a una amiga tóxica es que su traición (que
créanme llegará inevitablemente tarde o temprano) duele más que la del novio,
marido y tooodos nuestros familiares juntos. No sé por qué la traición de una
amiga duele tanto. Pero es innegable que duele como un parto natural sin
anestesia, ¡no podríamos luego esperar menos de una mal nacida!
Para esta
edición les preparé una breve guía de las amigas tóxicas que conviene evitar
como si estuvieran hechas de una aleación de mercurio y uranio. Ellas son
absolutamente tóxicas y esa frase de que “no hay mal que por bien no venga” no
se aplica bajo ningún motivo a esta ecuación, pues con ellas el mal está a la orden
del día y lo peor está solo a la vuelta de la esquina.
LA SERRUCHERA: Ella es la
reina imbatible de la traición. Tiene trauma de segundo plato y le encanta
recoger tus sobras, muchas veces antes de que siquiera hayas terminado de servirte.
No sólo pondrá en su maquiavélica mira a todos tus novios y ex novios, sino
también codiciará tu trabajo y tus otras amistades. Ella tendrá su serruchito
bien afilado y siempre listo para cortarte las tablas del piso como en los
dibujitos animados, y así sacarte de la escena. Crichi crichi crichi con su
serrucho y ¡PUF! ¡Desapareciste!
LA REINA DE LA MIMICA: A
la hora de imitarte, ni el mismísimo mimo Marcel Marceau lo hubiera hecho mejor
que ella. Este tipo de amigas tóxicas se caracteriza por su absoluta falta de personalidad,
que compensa intentando apropiarse de la tuya. Ella te copia en cada centímetro
de tu regitud. Todo bien ya que al comienzo te sentiste alagada, y no te
molestó que se comprara el mismo jeans Levi’s al día siguiente de que vos lo
hicieras y tampoco te estresó cuando corrió al shopping a comprarse la misma
camisa de HC que vos te compraste. Pero todo cambió cuando te copió
asquerosamente el corte de pelo que te hizo Luján Halley en tu último cambio de
look y cada uno de los recogidos fantabulosos que te hace Alexis de Dino. Cada vez que tiene un casamiento la HDP no sólo se maquilla ¡sino que parece
que le pide a Faby Rojas que le haga una caracterización mostrándole tu foto! En
cima la tenés que bancar en tu clase de pilates, de yoga y en todos y cada uno de tus
eventos sociales. Lo peor es que te va a perseguir haciéndote de espejito hasta
que le zarandees y le digas ¡Baaaaastaaaaaa!
LA CIZAÑERA: Ella siempre
tiene la brasita encendida para tirar leña al fuego. No desperdicia oportunidad
para hablar mal de todo tu círculo de amigas, contándote todos los chismes del
vecindario, y todas las cosas que fulanita y menganita dicen de vos a tus
espaldas. Lo peor de todo es que sus revelaciones no las hace por buena tipa,
sino por perra maquiavélica que es. La muy descarada está jugando astutamente
sus cartas para ganarse puntos extra contigo, al mismo tiempo que le saca del
mapa a todas tus más queridas amigas. Si le prestás la oreja, en poco tiempo te
quedarás solita y ella se convertirá en tu única BFF gracias a todas las
mentiras y patrañas y citas fuera de contexto que muy astutamente usó a su
favor. Frente a este tipo de amigas tóxicas, no olvides nunca que a palabras
necias, no hay nada mejor que prestar oídos sordos.
LA DOBLE CARA: Esta es
otro de los especímenes traicioneros que suelen rondar serpenteantemente entre
las amistades. Ellas no desperdician oportunidad para sacar toooodos tus
trapitos sucios al sol, revelar todas las intimidades que le confiaste,
sicoanalizar tu vida y obra y darte palos y cañearte hasta que se le paralice
la lengua viperina por tanta ponzoña. Por supuesto frente a vos será un SOL,
pero ni bien cruces el umbral de la puerta, ella empezará a hablar mal de vos. Si
tus orejas están rojas, ponele la firma que la doble cara te está bajando la
caña agazapada en algún rincón.
LA
USURPADORA: Estas amigas tóxicas por lo general son
añadiduras tardías a nuestro grupo de amigas. Neciamente las presentamos a
todas nuestras amigas creyéndola una divina, pero antes de que nos demos cuenta,
la muy mosquita muerta divinamente ya le puso a todas tus amigas en tu contra y
se encuentra ocupando tu lugar en el que fuera tu grupo íntimo. También tienden
a querer usurpara nuestros lugares con nuestros padres, hermanas y familiares
cercanos. Cada vez que te peleás con tu mamá, ella con la excusa de “mediar”
termina aliándose con tu madre para ganarse su favor. Al poco tiempo será más
íntima de tu mamá que de vos, hasta el punto que más que amiga parecerá tu nueva hermana
adoptiva.
LA DENSA: Ella es más
pesada que caldo avá de criptonita. Ella está enojada con Dios, con el mundo,
con el gobierno, con la vida y con ella misma. Todo le cae mal, ella es doctora
suma cum laudae en todología y se cree la última brownie de la confitería. La
adoptaste por lástima pero ninguno de tus amigos te secundó en la adopción, por
lo que cada vez que salen juntas todos tus demás amigos se evaporan al verla y
terminás teniendo que bancarte su densedad solita y sola. ¡La solidaridad tiene
sus límites honey!
LA CALAMITOSA: Esta amiga
tóxica lleva el meter la pata a toda una nueva dimensión. A las mete patas se
las perdona porque una sabe que no lo hacen apropósito, además por lo general
sus errores son pequeños y con el tiempo se vuelven anecdóticos. Las
calamitosas por su lado, causan estragos. Son imanes para el caos y donde sea
que ellas estén siempre habrá problemas, bochinches e interminables dolores de
cabeza. Lo peor de todo es que siempre terminan arrastrando a sus amigas al
centro del huracán. ¡Háganse un favor y evítenlas para que haya paz en sus
vidas!
LA REINA DEL DRAMA: Estas
amigas tóxicas son desastres emocionales con patas. Ellas siempre tienen algún
drama que solucionar o que llorar. Lo peor es que una termina siendo el pañuelo
de estas eternas reinas del melodrama, adictas a los dolores, quebrantos y
angustias. Son ominosas. En su vida siempre hay algún problema, todo les sale
mal, y el elemento telenovelero siempre está presente. Tienen tanta mala suerte que pareciera luego
que al nacer sus madres pasaron bajo una escalera, derramaron la sal, rompieron
un espejo y se cruzaron con un gato negro de ida a la sala de parto. No es de
extrañar que vengan con historias que superan ampliamente a la ficción. Tampoco es sorprendente que te venga con una historia del tipo que un ómnibus le chocó a su
novio, y que justo en el ómnibus viajaba su prima hermana y que luego la
ambulancia que transportaba al atropellado chocó contra una moto y el chico
terminó en terapia intensiva. La prójima lo terminó cuidando abnegadamente como
novia ejemplar y el muy hdp ni bien se despertó de su coma tras 47 días, se enamoró
perdidamente de la enfermera que venía a cambiarle el suero dos veces al día y
que era luego la hija del chofer del ómnibus que lo atropelló. Si tenés una amiga para quien historias como
estas están a la orden del día, mejor que no te prestes para escuchar sus
llantos o vas a terminar conviviendo una vida que parece guionada
a la semejanza de una mala telenovela matutina.