La mayoría de las mujeres sabemos muy poco de geología y menos aún de mineralogía. Sin embargo, al tratarse de diamantes, podemos dejar boquiabiertos a nuestros interlocutores con nuestros conocimientos técnicos sobre quilates, claridad, pureza, dureza, color y cortes. Lo que sucede es que amamos los diamantes con todo nuestro corazón. Su brillo nos hipnotiza y nos hace delirar de deseo. Si bien los diamantes en bruto nos impresionan por su grandeza, como aún no están cortados y tallados no tienen el brillo suficiente como para hacernos entrar en ese trance que nos producen sus versiones más pequeñas pero más llamativas. Por más de que un diamante en bruto tiene un potencial enorme para resplandecer en un sinfín de posibilidades, no llegan a llamar nuestra atención como sus versiones menores de la alta joyería.
Los diamantes, piedras protagonistas de los anillos de compromiso soñados por toda las novias, son la analogía perfecta para referirnos a quienes los colocan en sus deditos anulares: los novios.
NOVIOS ZIRCONES: Antes que nada, creo conveniente empezar esta guía con una advertencia: NO OS DEJEIS EMBAUCAR CON VULGARES ZIRCONES. Los diamantes, como todas las cosas regias de la vida, tienen sus burdas imitaciones. No dejen que les vendan gato por liebre, o mejor dicho zircón por diamante. Recuerden que las apariencias engañan y si bien los novios zircones te pueden encandilar tanto como un auténtico diamante, en el fondo son tan truchos como las carteras Louis Trouchón que venden en el mercado. ¡Por favor no caigas en el error de confundir un Trucci por un Gucci!
Los novios zircones son pura pinta, son maestros en el arte del engaño y magísteres embaucadores. Parecen buenos, inteligentes, comprensivos, fieles, serios, trabajadores, de buena familia, eré eréa y pueden llegar a mantenerte engañada por años sobre sus nobles cualidades. Su brillante apariencia esconde bajezas e impurezas de oculto mamarracho. Este tipo de novios pasa por nuestra vida causando estragos. Decir que rompen nuestros corazones es un eufemismo, ya que lo acribillan, lo mutilan, y hacen picadillo con lo que queda para luego tirarlo de comida a los perros. Obviamente este tipo de novios pueden dejar a una seriamente traumatizada, haciéndola dudar hasta de a bondad de Lassie. Mi consejo: ¡Rezá para que aparezca un tasador experto que te rompa la burbuja o que tus propios ojitos se den cuenta del fraude antes de que sea demasiado tarde!
NOVIOS STRASS: El novio strass es peor que el zircón, ya que al menos el zircón tiene buena pinta. Como no pueden engañar ni aun ojo inexperto, ni siquiera hacen el esfuerzo de aparentar. Como toda baratija, se les nota el Petirossi por donde se los mire. Su amplia lista de defectos afecta a cada aspecto de su persona, desde su apariencia, carácter y hasta personalidad. Estos mamarrachos suelen venir con combo defectivo en combinaciones: feo/maleducado; farrista/ haragán; mujeriego/ caradura; farrista/ mujeriego; haragán/ maleducado; feo/ caradura, etc. En el peor de los casos presentan un potpurrí de defectos que los hacen francamente impresentables. Son los novios que queremos borrar de nuestro pasado ya que representan el peor faux pas de nuestra existencia.
Como son odiados por nuestros familiares y amigos, generalmente llegan a nuestra vida por algún acto de rebeldía que podemos llegar a lamentar. Conocemos muy bien sus defectos ya que éstos saltan a la vista al minuto de conocerlo. Sabemos que son valles desde el momento que nos dicen: “¡me encanta Versassshe!”, salpicándonos con su saliva a través de su diente de oro; pero aún así terminamos vinculadas a ellos por alguna misteriosa razón que resulta inexplicable hasta para nosotras mismas. Los novios strass suelen suplir a los novios zircones, que nos dejan con la autoestima tan baja, que preferimos seguir la máxima de: “peor mal conocido que mal por conocer”. Afortunadamente este tipo de novios suele ser transitorio y el único estrago que dejan tras su breve paso por nuestros corazones es la burla anecdótica repetida por tus amigos hasta el hartazgo. Mi consejo: No dejes que la roncha alérgica de su mala calidad se extienda demasiado, ya que puede afectar tremendamente a tu reputación. Un novio strass solo debe durar un par de meses y jamás debe adquirir un status superior a un fling pasajero. Cuando lo deseches, negalo a muerte hasta a tu propia madre y asegurate de que su paso por tu vida no deje evidencias: ¡nada de cometer el terrible error de dejarte fotografiar con el mamarracho strass para una página de sociales! Big No-No!!!
NOVIOS DIAMANTES EN BRUTO: Los diamantes en bruto son esos chicos a quienes ignoraste en tus épocas de colegio o facultad porque no eran lo suficientemente churros o cool como para asomarse a tu regitud. Evidentemente algún defecto estúpido afectó tu claridad visual o simplemente te fallaron tus instintos. Son los novios o pretendientes que una lamenta haber dejado partir. El diamante en bruto puede ser algo nerd, algo feíto, algo vairito o el popular “demasiado bueno ya” (porque la mayoría de las mujeres tenemos un gen masoquista que hace que nos repelan los chicos demasiado buenos), pero indudablemente todos ellos tienen un potencial tremendo que generalmente aflora cuando ya es demasiado tarde. Imagínense a un Bill Gates adolescente, con gafas y menos onda que flequillo chino, perdidamente enamorado de alguna regia de la secundaria que no le daba ni la hora pues ignoraba que aquel chico nerd pero brillante era el diamante en bruto que se arrepentiría de por vida de haber rechazado. ¡Seguramente se habrá querido hacer el harakiri de la rabia!
Los mayores atractivos del diamante en bruto son su nobleza y maleabilidad. Como son diamantes en su estado más puro, tienen un enorme potencial para brillar. El hecho de que aún se los puede pulir a voluntad, permite que le des la forma que mejor se adapte a tu gusto. Puede tener algún micro defecto que te haga dudar, pero una chica entendida debería saber el enorme potencial que tiene un diamante en bruto. Por ejemplo, si es ceceoso y te dice “zoz mi corazonzito”, pero en el fondo tiene un corazón de oro que le da un excelente potencial para ser un súper papá, un compañero fiel y una pareja dulce y comprensiva, ¡trágate el seseo mi reina! Mi consejo: Tampoco es el caso de que te pongas a pulir una piedra con carbono, convencida de que tiene el potencial de convertirse en diamante. Hay límites para saber hasta cuan en bruto puede estar tu diamante. Pero si tiene un corazón noble, te da seguridad, tiene buenos valores, es una persona que siempre hace lo correcto (por lo que no tenés que preocuparte que te convierta en venado por los cuernos), es trabajador, emprendedor y te hace sentir como la persona más importante del universo…. ¡No lo dejes escapar por más nerd que sea!
NOVIOS DIAMANTES: Los novios diamantes son casi perfectos. Digo casi, porque todas las mujeres inteligentes sabemos que el hombre perfecto es tan irreal como el jasy jateré; pero digamos que estos chicos están cerca, muy cerca de la perfección. Si bien pueden tener alguna mínima impureza, ésta es tan diminuta que ni se les nota, y estamos más que dispuestas a pasarla por alto. Sus atributos varían según lo que cada mujer espera de su novio ideal. Todas sabemos que cada mujer tiene su preferencia en lo que a hombres se refieren. El novio diamante es aquel hombre que llena casi todas tus expectativas.
Una mujer puede buscar un novio que tenga sentido del humor, sea dulce y buen compañero, otra puede buscar un hombre que sea churro, millonario y romántico, y otra puede buscar uno que sea inteligente, emprendedor, familiero y fiel. Cuando una mujer conoce a un hombre que reúne todos sus requisitos, sabe muy bien que encontró a su media naranja, al novio diamante con el que quiere compartir el resto de su vida. Pero ojo, si su lista de requisitos es más larga que lamento de zurdo inconformista, lo más probable es que NUNCA encuentren a su novio diamante. Mi consejo: Esta bien que tengas expectativas altas, pero no abuses. Si estás buscando un novio churro, alto, varonil, con buen lomo, clon de George Clooney, millonario, regalón, generoso, noble, inteligente, con sentido del humor, de buena familia, conversador, honesto, emprendedor, fiel, familiero, dulce, compañero, religioso, cariñoso, romántico, sensible, comprensivo, justo, atlético, fino, creativo, alegre, optimista, solidario, y que encima escriba poesía, toque la guitarra, ame bailar y cocinar, se vista bien, ame la literatura, tenga buen gusto y hable con acento francés y sea un potro en la cama, preparate para buscarlo sin éxito por el resto de tu vida, porque lo que estás buscando simplemente ¡NO EXISTE!