Como
hijo de coleccionistas, creciste rodeado
de arte. ¿Cómo
te relacionabas con estas obras maestras del arte paraguayo?
La relación
se da sin que uno sea consciente ya que uno la vive en el día a día e incorpora esas ideas sin darse cuenta. Al momento de
dibujar, yo me siento a dialogar con el papel con el papel, dejo que el dibujo surja espontáneamente de todas las memorias
que viví.
¿Cuál es tu primera memoria con el
arte?
En cuarto
grado empecé a ilustrar los cuentos que
redactaba en el colegio. ¡Luego pasé a dibujar
cosas de películas que me gustaban (tipo Jurassic Park, o James Bonds viejos),
zapatos(championes)y figuras humanas!
¿Cómo se dio tu acercamiento al
arte?
Surgió
gracias a varios viajes que realicé durante mi adolescencia. Estuve expuesto a
museos impresionantes donde vi las obras de los grandes maestros.
Inmediatamente al salir de los museos y al volver a casa lo único que quería hacer era dibujar hojas y hojas con
pasteles con marcadores, con lo que sea. Era lo único que me salía y no tenía ganas de hacer nada más que eso, no tenía ganas de hablar, ni de ver la
tele, ni de irme al cine. Solamente quería sentarme frente al papel a dibujar.
Sos
abogado, como varios miembros de tu familia. Sin embargo a cierto punto
decidiste perseguir esta pasión. ¿Cómo fue este proceso?
El derecho
me permitió desarrollar otro aspecto de la mente: el aspecto más racional y sistemático y me alimentó mucho. Pero
llegó un momento – estando en Nueva York- en que
las paredes de un estudio jurídico, de una oficina se volvieron demasiado grises y monocromáticas para mi día a día. A veces estando sentado en mi
oficina, me imaginaba pintando las paredes.
Todos los fines de semana me iba a un muelle sobre el Hudson y pasaba horas pintando hasta que finalmente decidí estudiar tecnología y arte en el Interactive Telecommunications
Program de NYU.
¿Cómo fue tu formación académica?
Yo estudié dibujo a los 16 años estando en París, pero fueron solo un par de
semanas. Más
adelante, al terminar la carrera de derecho realicé un máster en Nueva York en Diseño Arte y Tecnología donde me dediqué a los nuevos medios de expresión artística.
¿A quién retratas?
Muy pocas
veces me gusta pintar a alguien en concreto.
Me gusta dibujar lo que yo entiendo de las personas en general o de una
persona en particular y sobretodo me gusta inventar humanos o personajes de apariencia humana como alienígenas o androides. Me interesa
mucho esa proyección de la humanidad hacia lo que podría ser sin el lado humano y es
esto lo que trato de capturar de alguna forma. Son personajes imaginarios,
alimentados por la realidad y convertidos por el subconsciente de un
acervo humano de gran diversidad. A mí
me encanta conocer gente
distinta todo el rato. Creo que la diversidad es lo que lleva al mundo adelante y esto es lo que más me inspira.
¿Cómo es tu proceso creativo?
Mi proceso
creativo está alimentado principalmente por la música. Por lo general si pongo música, tengo un papel o un lienzo
y mis implementos de dibujo y ya tengo todo lo que necesito. Con esto yo me
siento humano, me siento en casa, me siento real.
¿Que
otros medios estás empleando en este momento además del dibujo?
En mis
tiempos libres me gusta componer música. Tengo un teclado y un software de producción digital y me
encanta la música
desde siempre.
Hoy en día, con el auge del video arte y
las experiencias audiovisuales, sería fácil de integrar tus dos pasiones como una única expresión artística. ¿Está en tus planes experimentar con algo así?
Esto sería el siguiente paso en mi
producción artística:
el tratar de incorporar lo algorítmico con lo humano y ver que sale de ese viaje. Por ejemplo, ahora
estoy trabajando en Telefónica en
Investigación y Desarrollo y creé un logo para una conferencia que tuvimos usando algoritmos y jugando con el movimiento
de la interfaz que era en este caso un mouse. En base a un algoritmo
relativamente sencillo que yo programé, movía el
mouse y grababa distintas versiones del logo hasta encontrar una que me
gustó. En este proceso se
produce un dialogo entre unas recetas que son los algoritmos y la intuición humana.
¿Cuál es tu postura al respecto del
relegamiento del arte pictórico dentro del mundo del arte contemporáneo?
Si hacés arte programando, si esa es tu forma de
hacer arte, hacelo. Pero este no es mi caso. Mi cuerpo literalmente me pide
sentarme a escuchar música
y pintar y hacer figuras, trazos. Yo necesito ese aspecto físico del arte dentro de mi
creación. Siento que tengo muchísimo guardado. Al final del día, mi postura es: por favor que todos se pongan a hacer el arte
en la forma que les salga,
porque este mundo, y sobre todo nuestra cultura paraguaya necesita esto.
¿Qué es el arte para vos?
El arte es
algo crudo y visceral que todos los seres humanos tenemos. La carrera artística ya es otra cosa, es más bien atreverse a comprometerse
a la expresión artística.
Creo que toda persona que logra quitar
algo de su interior –que
puede ser hermoso u horrible- en cualquier medio, y que logre reflejar un
pensamiento o una reflexión está haciendo arte.
¿O sea
que para vos todos somos artistas?
Mucha gente
toma muy en serio al arte, que es algo que está bien, porque el arte es algo que hay que
respetar muchísimo,
pero no tanto que limite a la gente a no hacerlo. Mucha gente tiene miedo a expresarse con un papel y dice frases como “pero yo no sé dibujar”.
Si tienen ganas y
tienen los
elementos no tienen
que limitarse. Eso es arte, esa sensación visceral de salir de lo rutinario
para hacer un espejo con lo nuevo, con lo que no existe todavía.
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