Cara Delevinge es una de esas modelos que se imponen
desde el minuto en que ponen por primera vez el pie en el mundo de la moda.
Como si fueran astronautas llegando a la luna, ellas dejan bien en claro que
vienen a conquistar y dejar su marca entre las estrellas. Este es el caso de
Cara Delevigne, la última hija dilecta del mundo fashion, una chica
predestinada a ser una it girl.
Cara nació el 12 de agosto de 1992 en Londres en el
seno de una familia vinculada con la aristocracia y la moda. Su madre, Pandora,
es directora de compras de los almacenes londinenses Selfridges, su abuela era
la dama de honor de la princesa Margarita y su padre, Charles, un adinerado promotor
inmobiliario. Es la nieta de Sir Jocelyn Stevens, empresario, editor de medios
de comunicación y director del English Heritage (un organismo público del
Gobierno del Reino Unido que protege y promueve el patrimonio histórico de
Inglaterra). Y para completar el cuadro, su madrina es nada más que la actriz
Joan Collins. Dentro de su familia, Cara no es la única modelo. Su hermana
Poppy de 26 años es toda una it girl,
por cuenta propia, personaje fijo en todas las fiestas y una de las chicas más
cool del Reino Unido. La mayor, Chloé es mucho más low profile. Sin embargo las
tres hermanitas Delevigne parecen conocer a todo el mundo, desde estrellas de
rock hasta la realeza. Fue precisamente a través de sus relaciones como Poppy y
Cara empezaron en el mundo de la moda. Sarah Doukas, la directora de la agencia
Storm, era compañera de colegio de Cara y representa a ambas hermanas.
Cara se crió en Belgravia, uno de los barrios más
chic de Londres y asistió al famoso y exclusivo Francis Holland School for
girls y luego fue a otra exclusivísima escuela, Bedales donde cursó la
secundaria y era compañera de pupitre de nada más y nada menos que Georgia May
Jagger, la también modelo e hija de Mick Jagger y Jerry Hall. Sin embargo, no
todo en la vida de Cara ha sido siempre color de rosas. Su madre, Pandora,
siempre tuvo una tortuosa relación con las drogas. Ella cayó en la adicción en
los años 70, su padre, sir Jocelyn, puso toda su energía en salvar a su hija,
la hospitalizó en Nueva York cuando estuvo en la antesala de la sobredosis y en
Suiza la internó en un psiquiátrico. Hasta logró que encarcelaran a su dealer.
La lucha de su padre y su relación con Charles Delevingne, a quien conoció en
los 80, la salvaron. Sin embargo, sus hijas fueron testigos de varias de sus
recaídas e incluso fueron criadas a cierto punto sólo por su padre ya que su
madre era incapaz de hacerlo por su frecuentes recaídas con las drogas. Cara nunca
toca este tema.
A pesar de los sinsabores que vivió en su infancia
Cara supo ser siempre el alma de la fiesta, caracterizándose por su buen humor
y su enorme personalidad. Cara es una chica que sabe divertirse y a pesar de
ser preciosa no se da aires de diva, muy por el contrario, es un encanto con
sus fans, a quienes deleita con sus muecas y siendo absolutamente espontánea
con ellos. Cara es una especie de clown de la moda, posando bizca, haciendo
muecas, disfrazadas, se muestra sencilla, divertida, espontánea y accesible. Ya
desde chiquita era un personaje, siendo la típica marimacha que en vez de
disfrazarse de princesa con un vestido rosa con volados prefería vestirse de
superhéroe.
Cara Delevingne es dueña de una
mirada cautivante y felina, un background aristocrático, y unas cejas que
enmarcan a la perfección su personalidad efusiva. Para completar todo es
simplemente adorable. Cara se hace querer por todos. Es heredera del magnetismo
de su abuelo, sir Jocelyn Stevens –todo un personaje de la alta sociedad
británica–, y de la belleza frágil de su madre, Pandora, a sus 20 años la
modelo tiene un bagaje que transmite en las fotografías con extraña serenidad. Pero
lo que la hace más querible es su inquebrantable sentido del humor. Ella es tan
alegre que contagia su alegría a todos los que entran en contacto con ella. Y
así ha conquistado a Burberry, con cuya campaña se empapeló Nueva
York. Como a su natal Inglaterra ya la tenía en el bolsillo, proclamándose como
la nueva Kate Moss, con esta campaña literalmente colonizó a los Estados Unidos
convirtiéndose en una sensación de manera inmediata. Al poco tiempo ya estaba
siendo contratada por Victoria´s Secret para ser uno de sus ángeles (el puesto
mejor remunerado del modelaje).
Además de haber sido elegida
Modelo del Año en los últimos British Fashion Awards, Cara es una chica de
muchos talentos que irradia personalidad, energía y actitud, toca la batería y domina el beat boxing,
y además canta estupendamente y como actriz en su primer papel ya actuó al lado
de Kiera Knightley en la reciente versión de Anna Karenina. Como si esto fuera
poco, es todo un fenómeno de las redes sociales, con más de 2.112.000
seguidores en el Instagram y casi un millón de seguidores en el twitter. Es que
es tan traviesa, divertida y fresca que es imposible no volverse adicto a sus
posts. Por más de que uno quiera odiarla por mediática, su magnética
personalidad termina venciendo y uno termina enganchado con todo lo que Cara
Delevigne hace. Sin lugar a dudas estamos ante una chica que dejará profundas
huellas tanto en el modelaje como en la cultura pop.
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