“Entre la moda y el Estilo?
Absolutamente la Moda… es menos pretenciosa, es auténtica. La moda es una
declaración de la propia libertad.”
-
Anna Dello Russo
Anna Dellos Russo, la maniaca de la moda de 52 años,
de larga cabellera rubia y piernas de gacela, se ha convertido en una verdadera
leyenda del streestyle por su completa irreverencia a los cánones de estilo y
por su manera divertida y alegre de encarar a la moda. Sorprende en cada una de
sus apariciones públicas, superando siempre el nivel de excentricidad de sus
looks. Si un año aparece en el fashion week de París con unas cerezas doradas
gigantes sobre la cabeza para completar su look, al año siguiente aparece con
un casco con orejas de Mickey. Lo cierto es que la Editora en Jefe de Vogue
Japón, a pesar de su excentricidad, tiene tanta seguridad y tanta buena onda,
que jamás parece disfrazada.
Su personalidad no acepta límites de ningún tipo. No
hay fotógrafo ni amante de la moda que no aguarde con ansia su llegada a los
desfiles para ver con qué atuendo aparecerá. No en vano el legendario fotógrafo
Helmut Newton la llamó la “fashion maniac”. De hecho, Dello Russo ha logrado
convertir su ecléctica manera de vestir prácticamente en una segunda profesión.
De hecho esta mujer de mil looks por día se ha convertido en una marca, en una
súper estrella y en la adorada ADR del ciberespacio.
El estilo de la genial Anna se caracteriza por ser
vanguardista, recargado y valiente. Lleva con total comodidad las piezas más
radicales de la pasarela y no hay accesorio extravagante que no termine en su
cabeza. Uno de sus sellos es la de llevar ropas de noche en pleno día, algo que
siempre recomienda hacer ya que es inesperado. O sea que no es nada extraño
encontrarla caminando por las calles de Paris con un tutú de Worth Couture o
con un vestido color plata de alta costura íntegramente bordado de Armani
Privé. También se caracteriza por llevar el look completo tal y como es
presentado en las pasarelas. Al respecto afirma que lo hace porque no los looks
ya son fantásticos y no hay necesidad de cambiarlos.
En su blog tiene una divertida serie de reglas, como
sus “Front Row Rules” entre las que enfatiza: sólo usar un vestido una vez,
siempre llevar buenos zapatos, no usar lentes de solo si no eres un VIP, y la
más importante máxima de “nada sobresale como el exceso.” Y este exceso emana
en cada uno de sus looks, color, estampados de alto impacto, pieles, joyas en
contraste, piezas neón, brillos, bordados, transparencias, flecos, encajes,
plumas. Anna se anima a todo e incluso logra combinar todos estos excesos en un
solo look.
Anna siempre se ha manifestado como una entusiasta de
los bloggers y las redes sociales, teniendo su propio blog, twiteando y alzando
sus propias fotos al instagram, y apoyando a muchos bloggers como Bryan Boy,
Elin Kling y Mr. Blasberg. De hecho fue Scott Shuman quien la convirtió en un
ícono al fotografiarla siempre para su blog, The Sartorialist, aprovechando sus
divertidos conjuntos. Así Anna pasó de ser un personaje conocido dentro del
mundillo cerrado de la moda, para convertirse en un referente de estilo
personal.
Anna nació en Bari, al sur de Italia en 1962, algo que
probablemente explica su afección por la estética tradicional del sur de Italia
y de diseñadores como Versace y Domenico Dolce. Estudio Literatura Italiana e
Historia del Arte en la Universidad de Bari y luego asistió a la prestigiosa
Domus Academy de Milán.
Dello ruso empezó su carrera en Vogue Italia a los
inicios de los noventas, donde trabajó durante 18 años bajo la gran Franca
Sozzani. Durante esta época, curiosamente Anna curtía un look minimalista,
llevando muchas veces prendas masculinas y ropas de Yohji Yamamoto y Comme des
Garcons, que la hacían prácticamente una persona invisible en los eventos y
desfiles. Imaginarnos a una Anna invisible resulta poco plausible. Pero ella
recuerda esa época diciendo: “era como Cenicienta, trabajando duro en la
cocina. Ahora he sido invitada al baile.”
Del 2000 al 2006 fue la editora de “L’Uomo Vogue”, hasta
que fue nombrada editora en jefe de la Vogue Nipón. Hoy en día es más que una
editora, es toda una estrella, es retratada en tapas de revista y en extensas
entrevistas y ha participado en distintas colaboraciones. Entre ellas
destacamos las 10 remeras que diseñó para celebrar los 10 años de yoox.com que
se agotaron al lanzarse. En 2010 lanzó su propia fragancia, “Beyond”, con una
botella en forma de zapato. En 2012 lanzó una línea de accesorios en
colaboración con el gigante de la moda sueca H&M. También colaboró con la
tradicional y exclusiva marca de cerveza Peroni para hacer unas charlas en
Londres sobre los valores de la cultura y la moda italiana.
Anna asegura estar obsesionada con el dorado, con
logos, con cosas llamativas. Colecciona joyas antiguas y zapatos. Cuando no se
encuentra en un avión de fashion week a fashion week, se refugia en su
departamento de Milán, que comparte con su perro Cucciolina. Tiene otro
apartamento continuo al suyo, solo para albergar a su inmenso vestuario.
¡Obviamente necesita mucho espacio extra para guardar más de 4000 pares de
zapatos! Los guarda en una vieja y enorme biblioteca.
Anna parece ser la excepción a eso de que las
apariencias engañan. Si es sólo la mitad de lo divertida que los atuendos que
elige, entonces es la clase de persona que uno desea tener al lado:
inspiradora, alegre, contagiantemente optimista, apasionada y viviendo la vida
como una fiesta.
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