Enrique Careaga foto by Gloria Ferres |
Nacido en Asunción en 1944, Enrique Careaga, es uno de los artistas
paraguayos más importantes. Ya en sus primeros años como artista logró plasmar
tempranamente su huella en el arte en el campo nacional, siendo uno de los
fundadores del grupo “Los Novísimos” y también internacionalmente como segunda
generación de los artistas cinéticos.
Según el crítico de arte, Osvaldo González Real: “Los Novísimos (Enrique
Careaga, José Antonio Pratt Mayans, William Riquelme y Ángel Yegros) fueron un
grupo osado de artistas que, de un plumazo, renovaron las artes plásticas de
nuestro país, a la sazón en franco proceso de estagnación. Fueron aires nuevos,
nueva savia inyectada en las venas del “arte moderno” de aquella época. A
partir de 1964, estábamos, de pronto, conectados con las corrientes más
significativas de la vanguardia mundial, gracias a este grupo de jóvenes que se
rebelaban contra el establishment cultural
de la época, el cual después de los primeros logros contra el “academicismo”
quedó dormido sobre sus laureles, en un letargo. Este movimiento hizo que se
diera el golpe definitivo contra los que todavía se oponían a los cambios que
traían el informalismo, el op-art, el gestualismo, el expresionismo
abstracto”.
Tras sus estudios en la Universidad Nacional de Arquitectura y la Escuela
de Arte de Cira Moscarda, una beca del gobierno francés le permite viajar a
París, donde se establece desde 1966 hasta 1978. Allí entra en contacto con
todos los miembros del GRAV (Groupe de Recherche d’Art Visuel) y reafirma su
interés hacia el arte óptico – cinético, de los cuales es uno de los
principales exponentes tanto a nivel nacional como internacional. En sus más de
50 años de trayectoria, ha sabido valerse de las formas y colores más puros,
para realizar complejas obras e instalaciones que sondean la relación
espacio-tiempo, la luz y el movimiento. Careaga es un artista que logró
consagrarse a nivel internacional, exponiendo en todo el mundo y con mucha
regularidad en Europa.
Tuve la oportunidad de visitar una de sus últimas muestras en Europa, en
Art Verona, la más importante feria de galerías de arte moderno y contemporáneo
de Italia. Como paraguaya me llenó de orgullo ver con mis propios ojos el
espacio destacado que se le daba a un artista nuestro, un artista que en sus
inicios formó parte de la vanguardia, abriendo con sus peculiares espacios
geométricos, nuevos espacios para los artistas de su generación. Frente a su
instalación, una fila. Una instalación de 1968 que seguía siendo relevante y
atractiva para un público muy versado en arte, un público muy exigente que
consume y respira arte y que como lo ha ya visto todo, no es un público fácil.
Sin embargo se sentían cautivados por las obras de Careaga, un artista que con
su obra ha explorado el espacio y traspasado muchas fronteras, yendo mucho más
allá de lo puramente visual.
¿Qué fue lo que te
acercó al arte?
Desde que era niño me
sentí muy atraído por el dibujo y la pintura (aún sin tener mucho conocimiento
al respecto), a tal punto que cuando jugaba al fútbol con los amigos del
barrio, siempre me las ingeniaba para ser el arquero de mi equipo, pues eso me
daba la posibilidad de abocarme a lo que sentía como una necesidad: hacer, con
algún palito, garabatos en la arena del arco. Cuando estaba en el 1er. curso de
la secundaria, teníamos “dibujo” como materia y como yo no sabía dibujar ni
pintar bien, mi madre, para enseñarme, me sentaba a su lado para que observase
como dibujaba, pintaba y sombreaba con los lápices de color. Me emocionaba y
encantaba su destreza manejando los lápices para dibujar y pintar. De y con mi
madre aprendí los primeros pasos del dibujo. Durante mi
infancia, Asunción era muy pequeña y atrasada en todo sentido, con casi nula
comunicación con el mundo exterior – “Una Isla rodeada de tierra”, como
describió a Paraguay Augusto Roa Bastos-, situación que continuó prácticamente
hasta mi juventud. Debido a eso y a que mi familia era de muy escasos recursos,
tuve hasta mi adolescencia un total desconocimiento de lo que eran las Artes
Plásticas. Lo descubrí en el transcurso del año 1958 en la escuela de Cira
Moscarda cuando iniciamos las clases de Historia del Arte y pude acceder a sus
libros de arte y conocer las diferentes tendencias, los artistas, sus obras,
sus motivaciones y sus aportes al arte universal. Fue ahí que se produjo mi
encuentro y mi pasión por las Artes Plásticas, pues a medida que estudiaba, más
me atraía y me apasionaba el deseo de ser un artista y poder aportar alguito al
arte de mi país. Del arte óptico o cinético por supuesto que no se hablaba dado
que aún no figuraba en los libros de historia del arte de la época debido a que
era una de las vanguardias artísticas de ese momento.
¿Cómo descubriste el
Op Art?
Tras egresar en 1960 de la escuela de Arte de Cira Moscarda, para romper
con el esquema figurativo académico de mi formación, comencé a trabajar y
experimentar dentro de varios estilos, pasando muy rápidamente de uno a otro:
Rayonismo, Expresionismo Abstracto, Op-Art, Nueva Figuración. Después ejecuté
una serie de obras de construcción geométrica, muy efímeras pues las realicé con
embalajes blancos de isopor de electrodomésticos en su forma pura. En los
últimos meses de 1965 comencé a realizar una serie de obras pequeñas y algunas
de gran formato en blanco y negro (una de ellas sobre superficie cóncavo-convexa)
dentro del Op-Art, encontrándome a mí mismo e identificándome real y plenamente
con dicha tendencia artística. Descubrí al Op-Art cuando representando a
Paraguay con el grupo “Los Novísimos” fuimos a la 2ª Bienal de Córdoba en 1964
y vi las obras de Jesús Soto y Carlos Cruz Diez. Luego, de Córdoba fuimos a Buenos
Aires y por invitación de Laura Márquez fuimos a la inauguración del Premio Di
Tella donde conocí a Julio Le Parc y descubrí sus obras, ganadora de uno de los
premios. En 1965 fuimos a la 8ª Bienal de Sao Paulo y ahí quedé impactado por
las obras de Víctor Vasarely quien representaba a Francia y había ganado el
Gran Premio de la Bienal. A principios de 1966 realicé mi primera obra con
movimiento a través de la superposición de imágenes y con luces de color que
cambiaban de tono mediante un mecanismo cronometrado, la cual requería del
desplazamiento del espectador para que
se produjera el movimiento.
¿Cómo se dio tu vinculación
con este movimiento artístico?
Ya instalado en París hacia fines del ‘66 continúe con mi investigación
dentro del Op-Art (obras bidimensionales), del Arte Cinético (obras
tridimensionales) y en el desarrollo de obras cinéticas con propuestas a través
de los juegos para una participación más activa del espectador (“Proposition lumino-cinetique pour une partie
de ping-pong”, “Proposition lumino-cinetique pour une partie de críquet”,
sala con pelotas de boxeo, mesa de pool, etc). A principios de 1973 inicié una
serie de obras geométricas bidimensionales en las cuales además del movimiento
y la luz introduje mi interés por el espacio-tiempo. Analizando así la
totalidad de los elementos esenciales del universo: “el espacio-tiempo, el
movimiento y la luz”, gracias a los cuales todas las cosas deben su existencia.
A partir del 2003 comencé a rever, a replantear y realizar una serie de obras
bidimensionales y tridimensionales creadas durante mis años en París (1966-1973).
Con las bidimensionales buscaba en aquellos momentos plasmar la luz y por sobre
todo producir en la retina del espectador un movimiento virtual (objetivos
éstos del Op-Art), a través de la interacción de franjas o de cuadrículas de
colores en contraste o en armonía y la repetición de los elementos y con las
tridimensionales buscaba también plasmar y transmitir la luz y producir un mayor
efecto de movimiento pues además del movimiento virtual tenían también un
movimiento real de rotación o de traslación y rotación accionado por motores eléctricos.
En otras obras tridimensionales buscaba además de los elementos descritos arriba,
la participación activa del espectador y en algunas, como los juegos, una mayor
participación activa del mismo, pues realmente la obra se completaba o
concretaba con el espectador, llegando el mismo espectador/jugador, según como
estuviera vestido (vestimenta que podría reaccionar positiva o negativamente a
la luz negra, haciendo aparecer o desaparecer el cuerpo del mismo), a formar
parte integrante de la obra.
¿Qué significó para
vos formar parte de un movimiento que en su momento generó un vuelco en el
arte paraguayo, como lo fue el grupo de los Novísimos, y qué
significación tiene este hecho hoy en día?
Formar parte del grupo “Los Novísimos” significó para mí una gran
satisfacción porque con total libertad individual íbamos logrando las metas que
nos habíamos propuesto y porque con nuestras obras habíamos logrado crear una revuelta en el ámbito nacional del arte a
mediados del año 1964, habíamos desestabilizado al grupo que dominaba la escena
artística del país y pontificaba quienes podían exponer o no, gracias a eso
hemos facilitado el surgimiento continuo de otros nuevos jóvenes artistas y
hemos puesto a Paraguay al día con los movimientos artísticos de vanguardia. En
agosto del año 1966 realicé en Asunción, mi primera muestra personal y primera
exposición de Op-Art en Paraguay. Fue un gran orgullo por compartir
con creadores y pensadores como José Antonio Pratt Mayans, William Riquelme y
Ángel Yegros y porque todo lo que realizábamos lo hacíamos con muchísima
pasión. Hoy en día, tiene una significación muy importante dado que, quiérase o
no, eso ha influenciado enormemente el desarrollo del arte paraguayo y la
apertura del ambiente artístico paraguayo y gracias a ello está totalmente
actualizado con las tendencias de vanguardia actuales y estamos siendo mucho
más considerados a nivel internacional y en la mayoría de los libros sobre arte
latinoamericano hablan, en el capítulo Paraguay, del grupo “Los Novísimos” como
algo histórico muy importante.
¿Cómo es tu proceso
creativo?
Uno de los procesos más difíciles de explicar, quizá imposible, sea el acto
de la creación, el momento en el cual una idea es elaborada, reuniendo, inconscientemente,
todos los datos acumulados a través de una larga y compleja experiencia e
investigación. La idea puede surgir en cualquier momento: ya sea mientras
realizo la más natural actividad cotidiana, mientras hablo con una persona,
mientras viajo de un lado a otro, quizá en el transcurso de una
conversación telefónica, o mientras estoy realizando el trazado de alguna obra
u observando alguna otra ya realizada. Es en ese mismo momento que, en el papel
que tenga a mano, realizo un rápido bosquejo o boceto a lápiz o bolígrafo,
dejando establecidas las líneas principales de la idea. Luego los mismos se van
amontonando en una carpeta a partir de la cual pasarán un primer trabajo de
selección. Los bosquejos seleccionados son colocados en un panel donde los voy
observando, analizando y madurando la idea y pasan una segunda selección. A
partir de esa selección y según la obra realizo un segundo boceto pero esta vez
sobre cartulina, bien trazado y en colores o ya directamente lo diseño sobre
papel vegetal en el tamaño que ejecutaré la obra. En ambos casos, diseño a mano
y para trazarlos utilizo reglas, escuadras, compás, etc. Ahora bien a partir
del boceto sobre cartulina hago los cálculos necesarios para la ampliación del
mismo al tamaño en el cual decidí ejecutar esa obra, una vez terminada esa
etapa paso a trazar el dibujo sobre la tela. Y, cuando está concluido el
trazado sobre la tela, inicio la preparación, en diferentes frascos, de la gama
de colores que decidí utilizar en dicha obra. Tomo siempre un color de base que
forma parte del arco iris, desde el amarillo frío hasta el amarillo cálido,
pasando por el verde, el azul, el violeta, el rojo, el naranja, etc. Mezclo el
color elegido con el blanco y el negro hasta llegar al casi blanco y al casi
negro. Terminada la gama de colores comienzo a pintar la obra, luego vienen los
retoques que sean necesarios. Finalmente cuelgo la obra para una observación
crítica y cuando no hay nada que modificar en la misma y me satisface el resultado final, considero
terminada la obra y la firmo. Hasta hoy
no he utilizado los programas de gráfica para computadora, pero pienso hacerlo
en un futuro, tan pronto lo aprenda a utilizar, pues me haría ahorrar mucho
tiempo en la producción de las obras.
¿Tenés alguna obra que
sea especialmente significativa para vos?
La verdad es que todas mis obras son significativas para mí, pues cuando
una de ellas no me satisface plenamente la destruyo.
Viviste más de 12 años
en Francia trabajando como artista. ¿Qué recuerdos guardás de aquellos años?
Recuerdos muy gratos y maravillosos, quizás fueron los 12 mejores años de
mi vida, considerando que se me iba dando aquello con lo que siempre había
soñado: vivir mi juventud (de los 22 a los 34) en París, uno de los centros del
arte mundial, perfeccionarme con el creador del Op-Art, trabajando e
investigando a tiempo completo en la profesión (artista plástico o visual) que
había elegido con el corazón y formando parte activa de una de las vanguardias
artísticas de esas décadas. En permanente contacto con los artistas de la
tendencia op y cinética y con el arte contemporáneo mundial. Además de vivir de
ello confortablemente.
¿Qué significó para
vos trabajar tan de cerca con un Víctor Vasarely?
Como a fines del 1965 ya trabajando aquí en Asunción dentro de la tendencia
del arte óptico y cinético, cuando en 1966 el Gobierno Francés me otorgo la beca para realizar estudios de
perfeccionamiento en París, gracias a Laura Márquez y sus amigos pude entrar en
contacto con Víctor Vasarely (1906-1997) quién inmediatamente me respondió
aceptándome como alumno en su atelier y eso significó para mí lo máximo pues
Vasarely, padre y pionero del op-art, era en ese momento el artista más
renombrado de la vanguardia artística óptica y cinética y con justa razón lo
llamaron el “Piloto del Arte del siglo XXI”. Con él he aprendido muchísimo a
nivel artístico y también en lo personal dado que, a pesar de sus éxitos y de
ser uno de los monstruos sagrados del arte universal era una persona sumamente
sencilla, humilde, muy accesible y muy correcta.
¿Me gustaría saber qué
relación tenías con el GRAV cuando estabas en parís?
GRAV o “Grupo de Investigación de Arte Visual”, fue un grupo estético
fundado en París en el año 1960, por 6 artistas cuyo interés fue el de
investigar artísticamente los efectos ópticos y cinéticos de la luz, del color
y del movimiento. Mi primer contacto con los miembros del GRAV fue Julio Le
Parc, a quién conocí en 1964 en ocasión de la inauguración del Premio Di Tella y
fue él quien tuvo la gentileza de hacer llegar mi carta a Vasarely. Al llegar a
París, fue la primera persona a quien contacté. Luego conocí a Yvaral
(1934-2002), Horacio García Rossi (1929-2012), Francisco Sobrino y
posteriormente a Jöel Stein (1926-2012) y François Morellet. Mi relacionamiento
a nivel profesional, de charla y de intercambio de técnicas fue mucho más
estrecho y cercano con Julio, Yavaral, Horacio y Francisco. Los visitaba a
menudo en sus respectivos talleres y ellos también me visitaban en el mío. Con los otros dos
miembros del GRAV tuve muy poco contacto, sólo charlábamos cuando nos
encontrábamos en la inauguración de alguna exposición, cuando exponíamos en la misma
muestra o salón y cuando coincidíamos en algún evento o cena. Además de la
relación profesional, desde mi llegada a París, me fue uniendo a los 4 primeros
y sus respectivas familias una grata, linda y gran amistad, que perdura hasta
hoy en día.
¿Cómo fue tu regreso
al Paraguay tras tantos años viviendo en Francia y exponiendo en el mundo
entero?
Fue una gran felicidad reencontrarme de nuevo con mi familia y con los
amigos de antaño, a quienes uno extraña muchísimo cuando se está lejos. Además,
desde mi regreso surgieron muchos proyectos de exposiciones muy positivas,
tanto aquí en Asunción como en los países vecinos.
¿Cómo surgió tu
participación en la última edición de Art Verona?
A principios del año pasado comencé una relación
laboral con la galería “Valmore Studio d’Arte” de Vicenza y su propietaria la
señora Valmore Zordan después del éxito obtenido con mi muestra personal en Art
Fair Milán. Luego con mi participación en la exposición “Territorio de dialogo:
una mirada sobre el arte latinoamericano contemporáneo desde el año 1960
hasta hoy" organizada por dicha
galería en su local de la ciudad de Vicenza, me
propuso realizar otra muestra personal en su Stand de la última edición de Art
Verona.
¿Estuve en la muestra
y puedo dar fe que le dieron un espacio muy destacado a tu obra, me podrías
contar más sobre esta experiencia?
Al invitarme para exponer en su stand, la señora
Zordan también me manifestó su enorme interés en mostrar en dicha ocasión la
instalación de la mesa de ping-pong,
para cuyo efecto el director de la feria, también muy interesado en
exponer esta obra, le cedió gratuitamente un espacio de 24 m2 y ella asumió todos los gastos del montaje. Considerando
que se trataba de una muestra personal, le dieron a mis obras un espacio muy
destacado. Para su envío conté con el apoyo del Ministerio de Cultura, de la
Dirección de Cultura de Relaciones Exteriores y de la Embajada Paraguaya en
Roma.
¿Me podrías contar más sobre tu instalación "Proposition Lumino-Cinetique Pour une Partie de Ping Pong"?
Esta es una obra histórica y muy actual a la vez. Fue creada en París
en 1968 y fue expuesta en el pabellón de Paraguay en la X Bienal de Sao Paulo
en 1969 y también en París. Se trata de una verdadera mesa de ping-pong de
medidas reglamentarias en la cual partes del diseño óptico de la mesa como
así también las raquetas, la red y las pelotas están pintadas con
pintura fluorescente y otras con pintura acrílica negra sobre madera,
metal, plástico, tejido de algodón y caucho, instalada en una
cámara oscura e iluminada con luz negra, dando la mesa la sensación de
estar flotando en el vacío. Dicha obra requiere la participación
activa de los espectadores, quienes al jugar al ping-pong
completan la obra con los movimientos de las raquetas, el ir y venir
de la pelotita, la cual en su trayectoria deja estelas luminosas en
el espacio y muchas veces según las vestimentas de los jugadores, si
las mismas reaccionan a la luz negra, entran también a formar
parte de la obra con dichas vestimentas, con su cuerpos y sus
desplazamientos o si están vestidos con colores oscuros o negro
desaparecen de la vista, convirtiéndose de esta manera en coautores de la
obra. Como habrás constatado, esta instalación tuvo un enorme éxito, acordate que
el público formaba fila para poder ingresar a ver y jugar.
¿En lo tuyo hay
muchísima precisión, me gustaría saber si dejás algo librado al azar en tus
composiciones?
En realidad en mis obras no dejo nada librado al azar. Por eso también a
este tipo de arte se lo llama arte programado, porque todo está pensado y
decidido de antemano.
¿La relación espacio
tiempo es algo que está muy presente en tu obra, me podrías contar más sobre lo
que te motiva a explorar esta temática?
Las principales motivaciones de mi obra son la necesidad interna de
expresión, el deseo de seguir investigando y plasmando los 4 elementos
fundamentales del universo, sin los cuales no habría existencia: el espacio,
el tiempo, el movimiento y la luz, y
tratar de lograr nuevos planteamientos artísticos. El espacio, es el medio o
vacío cósmico en el cual estamos inmersos y habitamos, donde se producen todos
los acontecimientos físico-químicos universales, pero no lo comprendemos.
Es infinito, no lo podemos asir pero sí modular y al intelectualizar lo
representamos con las 3 coordenadas o dimensiones: alto, ancho y
profundidad. El tiempo es la cuarta
dimensión que nunca se detiene y que junto con el movimiento son los elementos
que hacen que "todo" en el universo cambie y se desarrolle
constantemente, tanto en el macro como en el micro cosmos. Nada en el espacio
universal está estático aunque así lo aparente. Todo está en un perpetuo
movimiento a diferentes velocidades, desde la más mínima hasta la máxima (hasta
hoy día la de la luz, que ya está en cuestionamiento aún no comprobado
fehacientemente por la velocidad de los Neutrinos). La luz, que es consecuencia
de la energía representa todo lo positivo, es la suma de todos los
colores. Es vida. En mis obras trato de plasmar esos elementos esenciales y
transmitir mi interés en ellos, justamente porque no los comprendemos. En
algunas obras doy mayor importancia a la luz y al movimiento, en otras solo al
movimiento, y en algunas otras al espacio-tiempo, a la luz y al movimiento.
¿Mirando atrás a
tantos años de carrera, y muy exitosa por supuesto, qué es lo que más
satisfacción te produce?
Después de 50 años de carrera son muchas las cosas que me producen una
enorme satisfacción: en primer lugar y la más grande es el hecho de ser artista.
El haber formado parte activa del grupo de París de uno de los movimientos de
vanguardia de las décadas del 60 y 70: el Op-Art y el arte Cinético, las
propuestas hechas durante mi permanencia en París y posteriormente en Asunción.
El haber introducido mi interés por el espacio-tiempo en la abstracción geométrica,
creando en las obras bidimensionales un espacio-tiempo virtual. Haber
formado parte de 1964 a 1966 del grupo “Los Novísimos”. Haber tenido la
oportunidad, gracias a la beca (1966/1967) que me fue otorgada por el Gobierno
Francés, de realizar estudios de
perfeccionamiento con el señor Víctor Vasarely, padre del arte óptico y uno de
los grandes maestros del arte internacional, con quién me he mantenido en
contacto hasta el año 1992. Haber vivido 12 años de mi juventud en París y
haber madurado como artista y como persona en esa ciudad. También me
producen una enorme satisfacción las amistades cultivadas durante mi carrera y
conservadas hasta hoy día.
Sos uno de los
artistas paraguayos con más trayectoria internacional. El estar exponiendo
constantemente en tu país, así como también en otras latitudes, me imagino que
te ha de llevar a reflexionar sobre nuestro contexto artístico. ¿Cómo ves al
arte visual en nuestro país?
Estoy convencido que muchos de nuestros artistas tanto los ya consagrados
como varios de los jóvenes tienen desde hace años una excelente calidad y de
nivel internacional. Ahora bien, el gran problema con el cual se encuentra el
artista en nuestro país es la falta de apoyo económico, tanto gubernamental como
empresarial, para un mejor desarrollo del arte nacional y su proyección a nivel
internacional, lo cual no es nada fácil. Hoy día tenemos algunos centros
culturales públicos de exposición, como por ej. El Cabildo y la Manzana de la
Rivera, pero no tienen rubros para financiar los costos de las exposiciones (Curaduría,
transporte de las obras, montaje, seguro de las obras, invitaciones y buenos
catálogos), para cubrirlos siempre deben recurrir a empresas privadas o pagarlos
el artista. En los países vecinos los organizadores obtienen para una
exposición sumas de 50.000 US$ para arriba, aquí cuando se solicita un apoyo dan
migajas, entre 200 y 2.000 US$. Carecemos de grandes salones de exposición con
suficiente espacio y altura para exponer obras monumentales. También carecemos
aún de verdaderos coleccionistas de arte y de una correcta cotización de las
obras de los artistas por una falta de profesionalización de las galerías de
Arte en cuanto a mercado del arte se refiere. Es cierto que en todos esos aspectos
hemos avanzado, pero con extremada lentitud.
El año pasado fue un
año con muchas gratificaciones. Sólo en el mes de octubre estuviste exponiendo
en dos muestras simultáneas en Europa. ¿Qué proyectos tenes para el 2013?
Efectivamente fue un año de muchas gratificaciones, en el mes de abril
expuse en forma personal con la galería Valmore en la feria de Arte de Milán,
después participé con unas 6 a 7 obras en la muestra de Arte Latinoamericano
que la misma galería organizó en su local en la ciudad de Vicenza (Italia) y
luego en el mes de octubre participé de la exposición colectiva “Chemins d’Art”
en la Orangerie de Cachan (Gran París) y en “Portes Ouvertes” en la misma ciudad,
y posteriormente tuve una muestra personal en el Stand de la galería Valmore en
Art Verona 2012. Y en todas ellas con mucho éxito. Mis proyectos son seguir
investigando, producir nuevas obras y seguir mostrándolas. Ahora bien, de
exposiciones no me agrada hablar hasta que se hayan concretado. Lo que puedo
adelantarte es que la Valmore Studio d’Arte tiene varios proyectos de
exposiciones para el 2013 a los cuales estoy invitado e igualmente está otro
proyecto en París al cual me invitaron.
¿Qué es el arte para
vos?
Hoy en día la definición de Arte es bastante compleja y muy subjetiva dada
la amplitud del Arte contemporáneo en sus diversas formas de manifestación y de
conceptos. Podríamos decir que es el producto de la creatividad del artista,
capaz de estimular en el espectador los sentidos y la mente, haciéndonos
reflexionar sobre las propuestas presentadas y transmitiéndonos sensaciones,
emociones, placer estético e ideas.
El artista frente a su obra en Verona Art by Gloria Ferres |
1 comentario:
muy buena y detallada la entrevista
Publicar un comentario