Las mujeres muchas veces nos sentimos victimas de un cruel complot tramado por mentes siniestras que se reúnen en un lugar secreto para decidir lo que ellos llaman "tendencias de moda". Cada temporada un nuevo dolor de cabeza, ¿no?
Quienes son y como lo hacen es un misterio. Tal vez llega John Galliano y dice: - "Veo, veo…. veo motas!” Y exclaman a dúo Dolce & Gabanna aplaudiendo al borde del éxtasis:- "Si, Si! Tengo una visión: faldas globos a motas!!!”. Y ese año llevamos más motas que un enfermo de sarampión; y si no nos gustan, tendremos que aprender a vivir con ellas, pues nuestra opinión es la única que las mentes perversas no tienen en cuenta.
Solo nos queda aprender a vivir con el enemigo, y para hacerlo con éxito, hay que seguir las directrices de Sun Tzu y tener en cuenta que el arte de la guerra se basa en el engaño.
A pesar de que esta temporada las nuevas tendencias anuncian jaquecas crónicas para muchas, existen soluciones para cada uno de los problemas que puedan surgir y muchas estrategias para emprender con victoria la marcha hacia un verano glamoroso.
PLISADOS
El problema: ¿Cómo usarlos sin doblar el tamaño de nuestra figura?
El engaño: Los plisados son un arma de doble filo. Mal puestos, pueden dejarnos como farolitos chinos, pero si los usamos estratégicamente, pasamos de farolitos a estilizadas estatuas griegas. La clave está en las proporciones. Si nuestra parte superior es ancha, podemos balancearla valiéndonos de una falda plisada y viceversa.
PANTALONES Y FALDAS DE CINTURA
El problema: ¿Les suena la película “La Revancha de los Nerds”? Las prendas de cintura pueden hacernos ver como actrices extras de este film.
El engaño: La respuesta está en el top. Piensen en Sofía Loren y en sus sensuales camisas ajustadas, éstas van de maravilla con las faldas de cintura. Para los pantalones o jeans de cinturas podemos valernos de camisas de plumetí metidas adentro o ceñidas con las fajas de cuero que están tan de moda.
COLORES VIBRANTES
El problema: ¿Cómo evitar vernos chillonas con los vibrantes colores de esta temporada?
El engaño: Los colores ayudan a levantar el ánimo y nos hacen sobresalir en una multitud. Con los colores correctos se pueden iluminar y resaltar el rostro. Pero ojo, no hay tendencia que valga, si el color no va con nuestra piel. Nunca se arriesguen a un color cuyo efecto no se haya probado de antemano. Una estrategia para acostumbrarse y testar la viabilidad de un nuevo color es probando primero con un detalle (lo ideal sería con un collar o un foulard).
TALLE IMPERIO
El problema: Esa mano atrevida que te frota la panza con simulada ternura preguntándote con falso entusiasmo: “De cuanto estás?!”
El engaño: Hay que resaltar que este corte es ideal para las que tienen figura de pera, pues los pliegues pueden camuflayar imperfecciones en la zona de vientre y caderas; sin embargo, un exceso de volumen puede producir que el look imperio se convierta en un look pre-mamá. Sobreponiendo un bolero entallado, chaleco o campera corta se controla el volumen y se crea una mejor figura. Un collar de cuentas bien largo puede también convertirse en un arma válida para dominar al imperio, pues ayuda a alargar el cuello y evita que la prenda flote demasiado.
CALZAS ANGOSTAS Y PANTALONES CIGARETTE
El problema: Los caños angostos en los pantalones así como las calzas ajustadas constituyen el enemigo número uno de las caderonas tan frecuentes en nuestras latitudes.
El engaño: Por algo Audrey Hepburn las amaba. Estas prendas dan curvas hasta a las que no las tienen, resaltando con flúor y purpurina a las caderas, por lo que conviene usarlas con cuidado. Si tus medidas son más que voluptuosas es mejor que directamente te abstengas, pues con este corte, no te ayuda ni el negro. Si tus caderas son pronunciadas pero aún califican como sexies, puedes atreverte con precaución, usando solo colores oscuros y sobreponiendo vestidos o caftanes, teniendo siempre en cuenta que el borde del vestido debe llegar a la parte más fina de tus piernas. Un buen par zapatos con tacos altos y plataformas puede darte esa ayudita extra para zafar con este look.
PLATAFORMAS
El problema: Este problema es solo una cuestión de estética: ¿Cómo acostumbrarse a estos zapatones después de las estilizadas líneas anteriores.
El engaño: Si bien los zapatos de punta fina son los mejores para ayudar a estilizar las piernas, las plataformas pueden hacer milagros a la hora de generar ilusiones ópticas beneficiosas. Con ellas no solo ganamos unos centímetros demás, sino también creamos la ilusión de piernas más largas y consecuentemente más finas. Las plataformas van bien con todo tipo de faldas y pantalones.
BOLEROS
El problema: Esta temporada presenta dos propuestas totalmente incompatibles: los pantalones de cintura y los boleros. Ambas son válidas por separado pero usarlas juntas solo pueden llevar al trágico error de parecer un torero.
El engaño: Los boleros quedan bien con tops de corte imperio pues ayudan a controlar el volumen de estas prendas tan sueltas y etéreas y dar contorno a la silueta. También son ideales para usar con vestidos (son el substituto ideal para la ya demodé pashmina).
CINTOS
El problema: En esta temporada, en la que tanto la silueta imperio como la de cintura son opciones válidas, se genera un poco de desorientación a la hora de ubicar a estos cinturones anchos tan de moda. ¿A qué altura hay que ponerse el cinto?
El engaño: los cinturones son ideales para controlar el volumen de camisas de corte imperio. Con las prendas que siguen la línea imperio, pueden usarse justo debajo del busto o en las caderas. La regla es sencilla: mientras más bajo el cinto, más casual el look. Los cinturones anchos también van de maravilla con faldas y pantalones de cintura. Pueden sobreponer a un pañuelo atado en la cintura o faja en tela, un cinto bien fino para lograr un look bien sofisticado.
BLANCO
El problema: El blanco es el color del verano y uno de los colores que más energía positiva atrae (por algo es el elegido de los que practican yoga) pero es también uno de los más difíciles de llevar. Hay que tener mucho cuidado para no parecer un queso o una enfermera o estudiante de odontología.
El engaño: Para evitar la comparación con un producto lácteo la mejor solución es el bronceado. Para evitar cualquier semejanza a un profesional o auxiliar médico, preferir telas con texturas, vainillas y encajes ligeros. Otra estrategia a la hora de llevar el color de la temporada con soltura es la de romper el mono color con un detalle o accesorio de color negro o rojo.
ENCAJES Y TEJIDOS ETÉREOS
El problema: La línea entre ser una musa etérea o una chabacana cabaretera se convierte en una muy delgada si no conocemos las reglas del juego.
El engaño: Elegir encajes en colores neutros (blanco, crema, negro). El encaje rojo está absolutamente prohibido. Solo imagínense una blusa roja corte imperio en gasa y con detalles en encaje al tono, nada más parecido a un baby doll reciclado. Toda tendencia que deja ver la ropa interior debe ser usada con cautela y solo logran llevarla con glamour y soltura las poseedoras de un gran sentido de la ubicación y de un gusto impecable. Estas prendas solo deben ser usadas con la ropa interior adecuada (una camiseta o visillo color piel o blanco). También se puede sobreponer a estos géneros boleros o camperas entalladas. Recuerden siempre que si exponemos demasiada piel corremos un alto riesgo de ser consideradas chabacanas.
SHORTS
El problema: Una pregunta que surge en todas las mujeres mayores de 30 años en esta temporada es si existe una manera adulta de usar shorts.
El engaño: La clave está en usar telas exquisitas como el lino o el algodón fino. Cuando las piernas no dan para los shorts se puede optar por los bermudas o pescadores. Hay que usarlos siempre con tacos o plataformas para alargar las piernas. Bajo ninguna circunstancia deben ser usados con zapatillas deportivas. Las ballerinas son una opción perfecta para usar con estas prendas, pero solo pueden hacer esta combinación aquellas con piernas impecables.
Quienes son y como lo hacen es un misterio. Tal vez llega John Galliano y dice: - "Veo, veo…. veo motas!” Y exclaman a dúo Dolce & Gabanna aplaudiendo al borde del éxtasis:- "Si, Si! Tengo una visión: faldas globos a motas!!!”. Y ese año llevamos más motas que un enfermo de sarampión; y si no nos gustan, tendremos que aprender a vivir con ellas, pues nuestra opinión es la única que las mentes perversas no tienen en cuenta.
Solo nos queda aprender a vivir con el enemigo, y para hacerlo con éxito, hay que seguir las directrices de Sun Tzu y tener en cuenta que el arte de la guerra se basa en el engaño.
A pesar de que esta temporada las nuevas tendencias anuncian jaquecas crónicas para muchas, existen soluciones para cada uno de los problemas que puedan surgir y muchas estrategias para emprender con victoria la marcha hacia un verano glamoroso.
PLISADOS
El problema: ¿Cómo usarlos sin doblar el tamaño de nuestra figura?
El engaño: Los plisados son un arma de doble filo. Mal puestos, pueden dejarnos como farolitos chinos, pero si los usamos estratégicamente, pasamos de farolitos a estilizadas estatuas griegas. La clave está en las proporciones. Si nuestra parte superior es ancha, podemos balancearla valiéndonos de una falda plisada y viceversa.
PANTALONES Y FALDAS DE CINTURA
El problema: ¿Les suena la película “La Revancha de los Nerds”? Las prendas de cintura pueden hacernos ver como actrices extras de este film.
El engaño: La respuesta está en el top. Piensen en Sofía Loren y en sus sensuales camisas ajustadas, éstas van de maravilla con las faldas de cintura. Para los pantalones o jeans de cinturas podemos valernos de camisas de plumetí metidas adentro o ceñidas con las fajas de cuero que están tan de moda.
COLORES VIBRANTES
El problema: ¿Cómo evitar vernos chillonas con los vibrantes colores de esta temporada?
El engaño: Los colores ayudan a levantar el ánimo y nos hacen sobresalir en una multitud. Con los colores correctos se pueden iluminar y resaltar el rostro. Pero ojo, no hay tendencia que valga, si el color no va con nuestra piel. Nunca se arriesguen a un color cuyo efecto no se haya probado de antemano. Una estrategia para acostumbrarse y testar la viabilidad de un nuevo color es probando primero con un detalle (lo ideal sería con un collar o un foulard).
TALLE IMPERIO
El problema: Esa mano atrevida que te frota la panza con simulada ternura preguntándote con falso entusiasmo: “De cuanto estás?!”
El engaño: Hay que resaltar que este corte es ideal para las que tienen figura de pera, pues los pliegues pueden camuflayar imperfecciones en la zona de vientre y caderas; sin embargo, un exceso de volumen puede producir que el look imperio se convierta en un look pre-mamá. Sobreponiendo un bolero entallado, chaleco o campera corta se controla el volumen y se crea una mejor figura. Un collar de cuentas bien largo puede también convertirse en un arma válida para dominar al imperio, pues ayuda a alargar el cuello y evita que la prenda flote demasiado.
CALZAS ANGOSTAS Y PANTALONES CIGARETTE
El problema: Los caños angostos en los pantalones así como las calzas ajustadas constituyen el enemigo número uno de las caderonas tan frecuentes en nuestras latitudes.
El engaño: Por algo Audrey Hepburn las amaba. Estas prendas dan curvas hasta a las que no las tienen, resaltando con flúor y purpurina a las caderas, por lo que conviene usarlas con cuidado. Si tus medidas son más que voluptuosas es mejor que directamente te abstengas, pues con este corte, no te ayuda ni el negro. Si tus caderas son pronunciadas pero aún califican como sexies, puedes atreverte con precaución, usando solo colores oscuros y sobreponiendo vestidos o caftanes, teniendo siempre en cuenta que el borde del vestido debe llegar a la parte más fina de tus piernas. Un buen par zapatos con tacos altos y plataformas puede darte esa ayudita extra para zafar con este look.
PLATAFORMAS
El problema: Este problema es solo una cuestión de estética: ¿Cómo acostumbrarse a estos zapatones después de las estilizadas líneas anteriores.
El engaño: Si bien los zapatos de punta fina son los mejores para ayudar a estilizar las piernas, las plataformas pueden hacer milagros a la hora de generar ilusiones ópticas beneficiosas. Con ellas no solo ganamos unos centímetros demás, sino también creamos la ilusión de piernas más largas y consecuentemente más finas. Las plataformas van bien con todo tipo de faldas y pantalones.
BOLEROS
El problema: Esta temporada presenta dos propuestas totalmente incompatibles: los pantalones de cintura y los boleros. Ambas son válidas por separado pero usarlas juntas solo pueden llevar al trágico error de parecer un torero.
El engaño: Los boleros quedan bien con tops de corte imperio pues ayudan a controlar el volumen de estas prendas tan sueltas y etéreas y dar contorno a la silueta. También son ideales para usar con vestidos (son el substituto ideal para la ya demodé pashmina).
CINTOS
El problema: En esta temporada, en la que tanto la silueta imperio como la de cintura son opciones válidas, se genera un poco de desorientación a la hora de ubicar a estos cinturones anchos tan de moda. ¿A qué altura hay que ponerse el cinto?
El engaño: los cinturones son ideales para controlar el volumen de camisas de corte imperio. Con las prendas que siguen la línea imperio, pueden usarse justo debajo del busto o en las caderas. La regla es sencilla: mientras más bajo el cinto, más casual el look. Los cinturones anchos también van de maravilla con faldas y pantalones de cintura. Pueden sobreponer a un pañuelo atado en la cintura o faja en tela, un cinto bien fino para lograr un look bien sofisticado.
BLANCO
El problema: El blanco es el color del verano y uno de los colores que más energía positiva atrae (por algo es el elegido de los que practican yoga) pero es también uno de los más difíciles de llevar. Hay que tener mucho cuidado para no parecer un queso o una enfermera o estudiante de odontología.
El engaño: Para evitar la comparación con un producto lácteo la mejor solución es el bronceado. Para evitar cualquier semejanza a un profesional o auxiliar médico, preferir telas con texturas, vainillas y encajes ligeros. Otra estrategia a la hora de llevar el color de la temporada con soltura es la de romper el mono color con un detalle o accesorio de color negro o rojo.
ENCAJES Y TEJIDOS ETÉREOS
El problema: La línea entre ser una musa etérea o una chabacana cabaretera se convierte en una muy delgada si no conocemos las reglas del juego.
El engaño: Elegir encajes en colores neutros (blanco, crema, negro). El encaje rojo está absolutamente prohibido. Solo imagínense una blusa roja corte imperio en gasa y con detalles en encaje al tono, nada más parecido a un baby doll reciclado. Toda tendencia que deja ver la ropa interior debe ser usada con cautela y solo logran llevarla con glamour y soltura las poseedoras de un gran sentido de la ubicación y de un gusto impecable. Estas prendas solo deben ser usadas con la ropa interior adecuada (una camiseta o visillo color piel o blanco). También se puede sobreponer a estos géneros boleros o camperas entalladas. Recuerden siempre que si exponemos demasiada piel corremos un alto riesgo de ser consideradas chabacanas.
SHORTS
El problema: Una pregunta que surge en todas las mujeres mayores de 30 años en esta temporada es si existe una manera adulta de usar shorts.
El engaño: La clave está en usar telas exquisitas como el lino o el algodón fino. Cuando las piernas no dan para los shorts se puede optar por los bermudas o pescadores. Hay que usarlos siempre con tacos o plataformas para alargar las piernas. Bajo ninguna circunstancia deben ser usados con zapatillas deportivas. Las ballerinas son una opción perfecta para usar con estas prendas, pero solo pueden hacer esta combinación aquellas con piernas impecables.
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