José María Cicala es un joven y talentosísimo
fotógrafo argentino. Junto a los renombrados fotógrafos Gabriel Machado
y Fabian Morassut crearon en 1993 el prestigioso “Estudio MCM Machado Cicala
Morassut “ de Buenos Aires.
Su formación publicitaria y su pasión por el cine lo
guiaron al mundo de la fotografía y la creación de sets. No se puede separar
sus imágenes de sus locaciones. Cada toma es vista como un gran lienzo donde
cada elemento tiene un porqué y una importancia vital, logrando que cada toma,
pensada de antemano con sumo detalle, tenga la precisión de un story board y
una calidad cinematográfica.
Oscilando entre lo teatral, lo cinematográfico y lo
pictórico, la fotografía de Cicala son verdaderas obras maestras de dirección
de arte. Su especialidad son las mega producciones publicitarias, tanto
fotográficas como audiovisuales. Su creatividad combinada con la minuciosa
dedicación que le presta a todos los procesos pre y post producción, componen
imágenes que narran historias y crean personajes asombrosos. Les invitamos a
conocer a este fotógrafo y verdadero artista visual.
Para tus
fotografías, diseñas tus propios sets. ¿Qué es lo que te lleva a prestarle tanta
atención al diseño del set como a la toma?
Sí. A mí en realidad lo que más me gusta es la
dirección de fotografía y todo lo que es la dirección artística y la puesta en
escena. Me súper interesa eso: crear el clima, el ambiente, el lugar; que la
persona que sea fotografiada interactúe con los elementos, que sepa de la
historia, que sepa a dónde va, qué le pasó; me gusta crearles todo un mundo.
¿Cómo vas
armando cada toma? ¿Te guiás por un boceto previo?
Por cómo desarrollo el trabajo es totalmente necesario
tener un boceto pre-armado. De hecho es como fundamental para mí, ya que eso me
da después la libertad absoluta de poder hacer lo que quiera, seguir el guión o
irme hacia otro lado totalmente diferente, pero siempre con una base y una
estructura bien preparada. Me encanta pensar en las alternativas, las
posibilidades de cómo puede fluir el trabajo. En cuanto a la jornada me lo
imagino días antes, voy pensando qué me puede pasar, y si pasa esto, ocurre lo
otro. Y bueno, también me parece súper interesante eso que te contaba, de
generarles a las personas algo impensado. Eso me súper divierte, porque pasan
montones de cosas y me gusta ver las reacciones
y lo disfrutan mucho ¿no? y es como que después uno a otro se van
contando las cosas y es que como que, el que viene “¡uy! A mi amigo le hiciste
esto”. Bueno, ya se va creando todo ese clima y es muy divertido, muy
interesante.
Te nutrís mucho
del cine por lo que veo. ¿De dónde surge esta fascinación?
Sí, amo el cine, me encanta ver películas todo el tiempo,
series también. Gabriel Machado y yo
cuando empezamos teníamos videoclub. Entonces veíamos cientos de películas y
muchas que no nos interesaban pero para nada. Estábamos obligados a ver, por lo
menos ocho películas por fin de semana. Y por ahí el veía una y me contaba y yo
veía otra, e íbamos sacando montones de cosas, nutriéndonos, conversando y
encontrando referencias a otras películas.
¿Y cuando ves
una película en qué te fijas? La historia, la dirección, el ambiente…
Claro, a veces me pasa que quizás estoy viendo el set
y no estoy prestando atención a los diálogos, y bueno, vuelvo y la vuelvo a
ver. Otras veces me quedo pensando en algún elemento que me llamó la
atención. Puedo llegar a volver a ver
tres o cuatro veces la misma película. Y después, más que utilizarlo es
inspirarme, o es generar toda una cosa de crear ese clima en base a eso que vi,
pero no con un motivo de copia, sino como una cosa de homenaje al creador
quizás.
Me contaron que
la fotografía, a la par que a Machado, se dio por una improvisación muy bien lograda.
Estábamos en una muestra, una exposición de una marca
de calzados y teníamos que decorar un ambiente, como un local y dijimos “¿qué
hacemos con esto? ¿y cómo lo completamos?”. Y se nos ocurrió hacer fotos. No
nos detuvo el no tener una buena cámara,
o buenas luces”. Siempre nos guió la pasión, fundamentalmente creo que lo que
caracteriza a esto es eso, la pasión de hacer lo que te gusta. Y más allá de
que haya proyectos que te gusten más que otros, uno tiene que tratar de
focalizar y quizá buscarle una vuelta, una patada y decir “esto me encanta,
vamos por ahí” y resignificarlo y aprovecharlo de la mejor forma.
¿Y qué
elementos para vos son vitales en una buena toma?
Aquellos que te cuenten un poquito de la historia de
lo que es esa persona ¿no? Todo…trato de contarlo de esa forma, con elementos
que para mí forman parte de la historia.
Y contame sobre este enorme estudio Machado Cicala Morassut y lo que se puede hacer acá.
La ventaja de este estudio, a diferencia de los
estudios en donde estábamos antes, es que es enorme, con lo cual tenemos tres
lugares para fotografiar, como tres estudios. Eso nos permite estar haciendo ésta producción que hizo
Gabriel con Valeria re tranqui y al mismo tiempo estar abajo construyendo todo
un set para una producción que se va a hacer la semana que viene; eso es una
gran ventaja. Contamos con un depósito enorme de elementos. Todo lo que vos
ves: sillas, sillones, lo que se te ocurra; yo como que lo tengo todo por
categoría, hasta organizado por década. Nosotros tenemos todo in the house, o la mayor cantidad de
cosas. Además todos los escenógrafos trabajan acá fijo, con lo cual yo en
cuarenta y ocho horas puedo armarte un set complejo. Esto es una ventaja a la
hora de trabajar con los tiempos requeridos por las agencias de publicidad, en
los cuales tras seis meses de presupuestar, te dan dos días de producción con
suerte. Entonces por eso se nos facilita también tener todo listo a tiempo. A
veces es más rápido construir que ir a empezar a mandar a un locacionista a
buscar los lugares. Armamos el set ya está. Ya
tenés la idea, tenés los bocetos, empezás a hacerla. Bueno, este estudio
nos permite todo eso, y un montón de cosas más, de hecho en el estudio de
planta baja podemos hacer lluvia, o en la terraza podemos armar un parador de
playa o lo que se te ocurra y usarlo como locación al aire libre, sin necesidad
de ir a la playa. Este estudio nos da una infinidad de posibilidades.
V: ¿Alguna vez
te propusieron algo que dijiste “no, es imposible” o “no lo puedo hacer”?
Me gusta eso, me encanta que me digan eso. La realidad
es esa. Hemos hecho cantidad de cosas. De hecho para la banda ‘La Beriso’
hicimos un hospital psiquiátrico de época ambientado en 1940, con todas las
habitaciones y todos los elementos.
Armamos una sala de lobotomías, duchas y bueno, todo ese tipo de cosas que uno
asocia con un psiquiátrico.
¿Además de
fotografías, también hacen videos?
Sí, también hacemos videos para marcas como L’oreal y
Pantene. También videos musicales y
grabamos spots publicitarios. Me encanta hacer videos para bandas porque tenés
otras libertades y permite más a nivel creativo.
¿Qué conocés de
Paraguay?
Nada. (risas)
No fui nunca, tengo que ir. ¡De hecho me encantaría ir!
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