Los grandes íconos de la moda de la historia siempre se han
caracterizado por tener algún detalle algo excéntrico o peculiar que los
distinguía de los demás y les imponía una suerte de “sello personal” a cada uno
de sus estilismos diarios.
Uno de los más recordados actores/bailarines de la era
dorada de Hollywood, el legendario Fred Astaire, también es recordado hoy en
día como uno de los hombres más elegantes de la historia. Muchos recordamos su
impecable apariencia en frac y sombrero de copa mientras bailaba casi como
flotando mientras llevaba en sus brazos a la grácil Ginger Rogers. Pero el
legendario estilo de Fred Astaire trasciende sus clásicos atuendos en la gran
pantalla, extendiéndose al día a día. Fred era muy conocido por un detalle muy
peculiar, prefería usar pañuelos y corbates de seda en vez de cintos.
A muchas indómitas estrellas de la era dorada de Hollywood
le debemos la popularidad de prendas que antes de que ellas las llevaran eran
de pertenencia exclusiva del público masculino. Tal es el caso de Marlene
Dietrich, la precursora del smoking femenino, Greta Garbo la primera en hacer
gala del look andrógino que hoy damos
por hecho y por supuesto la moderna e independiente Katharine Hepburn, quien
fuera de la pantalla se reusaba a usar vestidos, prefiriendo holgados y cómodos
pantalones antes de que estos fueran considerados apropiados para las mujeres.
Por su parte, antes de que la firma Hermés bautizara a su
cartera más cara con su nombre en 1981, Jane Birkin tenía la costumbre de usar
una canasta en vez de cartera. Incluso a eventos de la alfombra roja, Jane
acudía con su enorme canasto. Durante un vuelo se encontró con el CEO de
Hermés, Jean Louis Dumas, quien intrigado por la canasta de la actriz le
preguntó el motivo por el cual viajaba con una canasta. El problema era que
acostumbraba llevar tantas cosas consigo que una cartera jamás le era
suficiente. Dumas hizo diseñar una cartera amplia y de gran formato para Jane y
así nació la famosa Birkin de Hermés.
La elegantísima Grace Kelly también tenía un detalle muy
propio. Acostumbraba atar un pequeño pañuelo de seda al asa de sus carteras
como al descuido. Grace Kelly le sacaba el jugo a sus pañuelos de seda,
llevándolos constantemente, ya sea anudados al cuello o en la cabeza para dar
un toque de color a sus atuendos.
Otra mujer menos clásica que Gracia de Mónaco, pero con un
estilo igual de fascinante y que conoce
a la perfección la importancia de los accesorios, es la decoradora Iris Apfel.
Ella usa unos enormes marcos de lentes de sol redondos como lentes de vista y
acostumbra llenar ambos brazos con exclavas y pulseras étnicas y vintage. Los
collares encimados también forman parte de su estilo característico.
Diana Vreeland, la legendaria editora de Harper’s Bazaar,
tenía la costumbre de usar esclavas idénticas en ambos puños. Este detalle y el
color rojo (su color favorito) eran parte de su firma personal.
La imitadísima Jackie O nunca salía de su casa sin sus
lentes de sol. Adoraba los lentes de marcos enormes ya sea redondos o
cuadrados. Cuentan que al lado de la puerta tenía un bol enorme lleno de
diferentes pares de gafas para tenerlas siempre a mano antes de salir de casa.
La sensual Marilyn Monroe tenía una característica personal
muy acorde a su papel de bomba sexual. Aseguraba que dormía desnuda y lo único
que llevaba puestas eran unas gotas de Chanel Nº5.
La diseñadora Coco Chanel, por su parte amaba las perlas y
la bijouterie. A la par de Diana Vreeland, también acostumbraba usar esclavas
idénticas. Siempre se llenaba de esclavas y varios collares y cadenas, pero
también tenía la costumbre de antes de salir, mirarse al espejo y sacarse un
accesorio para no ir sobrecargada.
Dita von Teese también tiene un estilo muy singular. Las
prendas vintage, y un estilo de vestir y de peinarse inspirado en los años 40
la hacen verse única en cada lugar a donde va. Ella viste como si viviera en el
pasado y el no seguir las tendencias, ajustándose a un estilo retro, la hacen
destacarse enormemente en un mar de estrellas “a la moda” y con muy poca
personalidad.
De todas estos fabulosos íconos de estilo podemos aprender,
que es muy importante mantenerse fiel a los gustos personales y que los
accesorios pueden ser nuestros mejores aliados a la hora de vernos estilosas y
únicas.
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