jueves, 26 de mayo de 2016

FIORELLA Y CRISTINA ENCISO SOSA DE GALLI – CON LA FILIGRANA EN LA SANGRE






Fiorella y Cristina, madre e hija, crecieron en el mundo de la joyería. Además de los lazos de sangre que las unen, también se ven unidas por lazos de filigrana, la pasión que ambas comparten y que siempre estuvo presente en la actividad familiar. Ambas son descendientes del gran Cirilo Sosa, uno de los grandes artesanos joyeros de la filigrana. El apellido Sosa está por ende entrelazado con la filigrana y la joyería tradicional paraguaya.

Cristina, junto a su marido Guido Galli, encabezan la joyería Luxor, una de las joyerías más tradicionales y conocidas de nuestro país. No es de extrañar, que su única hija, Fiorella, decidiera seguir la tradición familiar. Pero Fiorella hizo mucho más que meramente seguir una huella. Ella labró su propio camino, innovando en cuanto a diseño y concepto, con una de las técnicas más antiguas de la joyería: la filigrana. Fiorella logró darle un giro de tuerca a lo que se venía haciendo desde hacía siglos con la filigrana en Paraguay, incorporando motivos más modernos y nuevos materiales (desde zircones hasta fibra de caraguatá y palo santo), y transformando completamente este rubro, generando una renovación y resurgimiento del mismo.

Conozco a ambas desde hace mucho tiempo y sé que el lazo que las une es más fuerte y precioso que el oro. Las une el amor y  la pasión, trabajando siempre codo a codo con una complicidad total. Cristina rara vez logra ocultar lo orgullosa que Fiorella le hace sentir, así como Fiorella no puede contener la admiración por estos padres que le inculcaron tantos valores como la pasión en el trabajo y el amor por la familia y la tradición.


CRISTINA ENCISO SOSA DE GALLI
A vos, a la par que a tu hija, te tocó crecer en el mundo de la joyería. ¿Cómo fue esta experiencia para vos?
Empecé a ayudar desde muy chica, ya a los 7 años hacia los inventarios, me ocupaba de hacer los regalos y  paquetes, participaba del negocio familiar  y aprendía del quehacer de joyería en el día a día con mis padres. Cuando fui más grande y ellos viajaban, yo me quedaba a cargo, pero era todo mucho más tranquilo que ahora, estamos hablando de 1958 cuando se abre Luxor. Y cuando me recibí me metí a trabajar a full y me ocupaba de lo que hoy seria la imagen de la joyería,  con las vidrieras y empecé a viajar con mis padres para comprar joyas y piedras a Argentina.
A los 21 viaje a Suiza a seguir lo q me apasiona también que es la sociología, allá estudie 8 años. El último tiempo también me vinculé al mundo de la relojería Suiza. Mi papá ya había llevado a Paraguay la representación de la marca de relojes Longines, entonces me dieron la oportunidad de trabajar en la fábrica de relojes Longines en Suiza. Luego trabajé en otra que se llamaba Fortis, donde me encargué del mercado latinoamericano, y ahí me nacieron de nuevo las ganas de volver a mi país a trabajar en el negocio familiar  

También te dedicás al diseño. ¿Esto es algo que aprendiste de tus padres?
En esa época se fabricaba muchas joyas de filigrana en oro y pude aprender de mi mamá a administrar una joyería que es muy diferente, a una empresa común, los clientes eran muy sencillos en esa época, porque no existía o no se conocía el concepto de diseño de joyas. El diseño de despertó en mi cuando trabajando en Fortis, veía que cada dos meses sacaban una nueva colección. Ahí nos pedían que demos nuestra mirada a los diseños de acuerdo al mercado con el cual trabajamos, y ahí me di cuenta que me gustaba diseñar. Es así que cuando llegué de Suiza, venía de estar en muchas ferias de joyería y buscando lo que había visto allá, y como por aquí no había, empezamos a diseñar con mamá. Ella me guiaba sobre el gusto de los clientes de acá, y así íbamos haciendo las joyas . 

Fio siempre me habla de su abuelita, ¿me podrías contar más sobre ella?
Mi abuelo Cirilo Sosa, fue uno de los primeros joyeros en Luque. Hacia filigrana y joyas en oro, ya que en esa época el producto principal era la filigrana en oro. Vivieron allá hasta después de la guerra, y luego vinieron y se establecieron en Asunción, frente a lo que era el cine Granados. Inauguraron la Joyería Sosa, sobre Estrella en el centro y ahí mi mamá, que era la mayor, desde muy chica, atendió en el mostrador. Ella atendía a los clientes y se empezó a formar en el manejo de la joyería. Mi abuelo trabajó siempre como maestro joyero, y mi mama era la que estaba en contacto con el cliente. Trabajó con su familia hasta que tuvo la idea de formar su propia joyería con su hermana. Fueron muy modernas para su época, al abrir su joyería juntas y empezar a traer relojes. Era una mujer muy emprendedora y empresaria , en una época que no era común , como ahora. 

Cuando Fio era chiquita, ¿te imaginabas que seguiría tus pasos y que encima se destacaría tanto nacional e internacionalmente?
Nunca se me pasó por la mente, porque ella no se quería luego poner joyas y no le gustaba dibujar, no se podía quedar quieta, entonces era muy difícil imaginarla quieta, dibujando una joya con tanta paciencia. Fio quería ser independiente, cuando estaba en el colegio no quería trabajar con nosotros, ella trabaja desde los 16 años, porque quería, porque no se podía quedar sin hacer nada en las vacaciones, entonces fue una hermosa sorpresa cuando decidió dedicarse a esto. No me esperaba pasar por esto, en realidad me la imaginaba en las artes, pero como bailarina o actriz, ya que de chica se destacó en eso, y después cuando empezó a estudiar comunicación, me la imaginaba como periodista y en programas de televisión.  

¿Cuáles crees que fueron los factores que desencadenaron que Fio decida dedicarse al diseño? ¿En algún momento lo proyectaste para ella o fue una sorpresa?
 Ella comenzó sola. Un día vino  y nos empezó a preguntar nuestra opinión sobre lo que estaba haciendo. A mí me gustó, y le animé a seguir. Pienso que el haber tenido éxito en sus primeros diseños, hizo que ella se animara a continuar junto con nuestro apoyo, el mío y el de su papa, como parte de la joyería. 

Me imagino que como toda madre estarás muy orgullosa de tu hija. ¿Qué es lo que más te enorgullece de su trabajo como diseñadora de joyas?

Su enorme creatividad e imaginación para hacer joyas, y que haya elegido la filigrana como medio de expresión, porque creo que le vino en la sangre por mi abuelo, y eso me emociona mucho. Ya a su abuela le emocionaba porque decía que su abuelo hizo que ella se dedicara a la filigrana, porque ninguno de nosotros le había contado la historia antes para que ella pensara en eso, surgió de ella solita nomas. También  me llena de orgullo el hecho de que haya hecho evolucionar a esta técnica como lo hizo.  

¿Qué te gustaría que diseñe Fio para homenajearte en tu día?
Una linda pulsera que me recuerde a ella todos los días, porque me encantan las pulseras. 


FIORELLA GALLI
¿Qué se sintió crecer en el mundo de la joyería?
En realidad, ahora de grande recién me doy cuenta del mundo en el cual crecí, para mí era el trabajo de mi familia, y me gustaban las joyas, inconscientemente iba asimilando todo lo que me rodeaba. Viajar a las ferias de joyas de Milán, eran las vacaciones con la familia. Cuando visitábamos a mi abuela en Suiza, también visitábamos la fábrica de relojes, lo que para mí era súper divertido. Yo jugaba en un rincón y me perdía por la fábrica, mientras mis papas miraban la colección de relojes. Soñaba ser parte de ese mundo algún día, pero no sabía todavía cómo iba a ser parte, pero algo me decía que ahí iba a ser feliz. 

¿Cuáles son las cosas que te inspiraron de tu madre y de tu padre para decidir seguir sus pasos?
De ellos aprendo todos los días sobre cómo trabajar en una empresa joyera, porque mi mama lo lleva en la sangre, y conoce de procesos, piedras y tiene muy buen gusto, es mi auditora ultima, si a ella no le gusta, no pasa el filtro el diseño. En cuanto a mi papa, él se enamoró de la joyería, del quehacer joyero y se volvió experto. De él aprendo el trato con el cliente  y su devoción al trabajo bien hecho como un reloj suizo. Me inspiran a seguir aprendiendo de ellos todo el tiempo posible. 

¿Alguna vez te sentiste presionada por seguir la tradición familiar?
Digamos que al principio no, pero cuando empecé con la marca Fió, es como que me comprometí mucho más, y ya no pude dar un paso al costado. Es difícil sostener 58 años de trabajo de tres generaciones, pero hago el intento y con mi toque, que era lo que más me preocupaba. Yo no quería seguir la tradición por seguir nomas, sino que realmente quería que fuera el trabajo que haría aunque no me pagaran, mi pasión realmente. Y lo siento así.
  
¿Cómo te alentaron tus padres al inicio de tu carrera?
Mis papas creyeron en mi proyecto y me alentaron con todo lo que yo les presenté. Ese apoyo lo valoro muchísimo, porque se q a veces, muchas personas no cuentan con eso para lanzarse, y también estuvieron presentes en todo momento, no es que me dieron las herramientas y ya, sino que me ayudaron a q todo suceda con el ejemplo.  

¿Para vos que es lo más valioso de seguir la tradición familiar?
¡Qué buena pregunta porque nunca me había planteado! Ahora que pienso, creo que es el pertenecer a una historia familiar, que si lo pienso bien, es como que espontáneamente se repite una historia, de tres mujeres, de distintas generaciones, en tiempos distintos, y creo que cada una en su momento le supo dar un toque particular  a esta tradición. Es como que cada una tuvo su misión, dentro de esta historia y espero estar cumpliendo con la mía.  

¿Existe alguna característica de tu diseño o algún conocimiento que estás segura que te vino por herencia materna?
Creo que el amor por las piedras y la idea de combinarlas. A las dos nos encantan las piedras, y podemos estar horas inventando combinaciones. Cuando vamos a las ferias, podemos estar todo un día en un proveedor de piedras sin darnos cuenta, es fascinante ese mundo, y la verdad que eso lo aprendí de ver a mi mamá trabajar con ellas. 

¿Qué le diseñarías hoy a tu mamá para celebrar su día?
Y le voy a cumplir el deseo, una pulsera de filigrana para ella exclusiva.  


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