Fiorella y Cristina, madre e hija, crecieron en el
mundo de la joyería. Además de los lazos de sangre que las unen, también se ven
unidas por lazos de filigrana, la pasión que ambas comparten y que siempre
estuvo presente en la actividad familiar. Ambas son descendientes del gran
Cirilo Sosa, uno de los grandes artesanos joyeros de la filigrana. El apellido
Sosa está por ende entrelazado con la filigrana y la joyería tradicional
paraguaya.
Cristina, junto a su marido Guido Galli, encabezan la
joyería Luxor, una de las joyerías más tradicionales y conocidas de nuestro
país. No es de extrañar, que su única hija, Fiorella, decidiera seguir la
tradición familiar. Pero Fiorella hizo mucho más que meramente seguir una
huella. Ella labró su propio camino, innovando en cuanto a diseño y concepto,
con una de las técnicas más antiguas de la joyería: la filigrana. Fiorella
logró darle un giro de tuerca a lo que se venía haciendo desde hacía siglos con
la filigrana en Paraguay, incorporando motivos más modernos y nuevos materiales
(desde zircones hasta fibra de caraguatá y palo santo), y transformando
completamente este rubro, generando una renovación y resurgimiento del mismo.
Conozco a ambas desde hace mucho tiempo y sé que el
lazo que las une es más fuerte y precioso que el oro. Las une el amor y la pasión, trabajando siempre codo a codo con
una complicidad total. Cristina rara vez logra ocultar lo orgullosa que
Fiorella le hace sentir, así como Fiorella no puede contener la admiración por
estos padres que le inculcaron tantos valores como la pasión en el trabajo y el
amor por la familia y la tradición.
CRISTINA ENCISO SOSA DE GALLI
A vos, a la par que a tu hija, te tocó crecer en el
mundo de la joyería. ¿Cómo fue esta experiencia para vos?
Empecé a ayudar desde muy chica, ya a los 7 años hacia
los inventarios, me ocupaba de hacer los regalos y paquetes, participaba
del negocio familiar y aprendía del quehacer de joyería en el día a día
con mis padres. Cuando fui más grande y ellos viajaban, yo me quedaba a cargo,
pero era todo mucho más tranquilo que ahora, estamos hablando de 1958 cuando se
abre Luxor. Y cuando me recibí me metí a trabajar a full y me ocupaba de lo que
hoy seria la imagen de la joyería, con las vidrieras y empecé a viajar
con mis padres para comprar joyas y piedras a Argentina.
A los 21 viaje a Suiza a seguir lo q me apasiona
también que es la sociología, allá estudie 8 años. El último tiempo también me
vinculé al mundo de la relojería Suiza. Mi papá ya había llevado a Paraguay la
representación de la marca de relojes Longines, entonces me dieron la
oportunidad de trabajar en la fábrica de relojes Longines en Suiza. Luego
trabajé en otra que se llamaba Fortis, donde me encargué del mercado
latinoamericano, y ahí me nacieron de nuevo las ganas de volver a mi país a trabajar
en el negocio familiar
También te dedicás al diseño. ¿Esto es algo que
aprendiste de tus padres?
En esa época se fabricaba muchas joyas de filigrana en
oro y pude aprender de mi mamá a administrar una joyería que es muy diferente,
a una empresa común, los clientes eran muy sencillos en esa época, porque no
existía o no se conocía el concepto de diseño de joyas. El diseño de
despertó en mi cuando trabajando en Fortis, veía que cada dos meses sacaban una
nueva colección. Ahí nos pedían que demos nuestra mirada a los diseños de
acuerdo al mercado con el cual trabajamos, y ahí me di cuenta que me gustaba
diseñar. Es así que cuando llegué de Suiza, venía de estar en muchas ferias de
joyería y buscando lo que había visto allá, y como por aquí no había, empezamos
a diseñar con mamá. Ella me guiaba sobre el gusto de los clientes de acá, y así
íbamos haciendo las joyas .
Fio siempre me habla de su abuelita, ¿me podrías
contar más sobre ella?
Mi abuelo Cirilo Sosa, fue uno de los primeros joyeros
en Luque. Hacia filigrana y joyas en oro, ya que en esa época el producto principal
era la filigrana en oro. Vivieron allá hasta después de la guerra, y luego
vinieron y se establecieron en Asunción, frente a lo que era el cine Granados.
Inauguraron la Joyería Sosa, sobre Estrella en el centro y ahí mi mamá,
que era la mayor, desde muy chica, atendió en el mostrador. Ella atendía a los
clientes y se empezó a formar en el manejo de la joyería. Mi abuelo trabajó
siempre como maestro joyero, y mi mama era la que estaba en contacto con el
cliente. Trabajó con su familia hasta que tuvo la idea de formar su propia
joyería con su hermana. Fueron muy modernas para su época, al abrir su joyería
juntas y empezar a traer relojes. Era una mujer muy emprendedora y empresaria ,
en una época que no era común , como ahora.
Cuando Fio era chiquita, ¿te imaginabas que seguiría
tus pasos y que encima se destacaría tanto nacional e internacionalmente?
Nunca se me pasó por la mente, porque ella no se
quería luego poner joyas y no le gustaba dibujar, no se podía quedar quieta,
entonces era muy difícil imaginarla quieta, dibujando una joya con tanta
paciencia. Fio quería ser independiente, cuando estaba en el colegio no quería
trabajar con nosotros, ella trabaja desde los 16 años, porque quería, porque no
se podía quedar sin hacer nada en las vacaciones, entonces fue una hermosa
sorpresa cuando decidió dedicarse a esto. No me esperaba pasar por esto, en
realidad me la imaginaba en las artes, pero como bailarina o actriz, ya que de
chica se destacó en eso, y después cuando empezó a estudiar comunicación, me la
imaginaba como periodista y en programas de televisión.
¿Cuáles crees que fueron los factores que
desencadenaron que Fio decida dedicarse al diseño? ¿En
algún momento lo proyectaste para ella o fue una sorpresa?
Ella comenzó sola. Un día vino y nos
empezó a preguntar nuestra opinión sobre lo que estaba haciendo. A mí me gustó,
y le animé a seguir. Pienso que el haber tenido éxito en sus primeros diseños,
hizo que ella se animara a continuar junto con nuestro apoyo, el mío y el de su
papa, como parte de la joyería.
Me imagino que como toda madre estarás muy orgullosa
de tu hija. ¿Qué es lo que más te enorgullece de su trabajo como diseñadora de
joyas?
Su enorme creatividad e imaginación para hacer joyas,
y que haya elegido la filigrana como medio de expresión, porque creo que le
vino en la sangre por mi abuelo, y eso me emociona mucho. Ya a su abuela le
emocionaba porque decía que su abuelo hizo que ella se dedicara a la filigrana,
porque ninguno de nosotros le había contado la historia antes para que ella
pensara en eso, surgió de ella solita nomas. También me llena de orgullo el hecho de que haya hecho
evolucionar a esta técnica como lo hizo.
¿Qué te gustaría que diseñe Fio para homenajearte en
tu día?
Una linda pulsera que me recuerde a ella todos los
días, porque me encantan las pulseras.
FIORELLA GALLI
¿Qué se sintió crecer en el mundo de la joyería?
En realidad,
ahora de grande recién me doy cuenta del mundo en el cual crecí, para mí era el
trabajo de mi familia, y me gustaban las joyas, inconscientemente iba
asimilando todo lo que me rodeaba. Viajar a las ferias de joyas de Milán, eran
las vacaciones con la familia. Cuando visitábamos a mi abuela en Suiza, también
visitábamos la fábrica de relojes, lo que para mí era súper divertido. Yo
jugaba en un rincón y me perdía por la fábrica, mientras mis papas miraban la
colección de relojes. Soñaba ser parte de ese mundo algún día, pero no sabía
todavía cómo iba a ser parte, pero algo me decía que ahí iba a ser feliz.
¿Cuáles son las cosas que te inspiraron de tu
madre y de tu padre para decidir seguir sus pasos?
De ellos aprendo todos los días sobre cómo trabajar en
una empresa joyera, porque mi mama lo lleva en la sangre, y conoce de procesos,
piedras y tiene muy buen gusto, es mi auditora ultima, si a ella no le gusta,
no pasa el filtro el diseño. En cuanto a mi papa, él se enamoró de la joyería,
del quehacer joyero y se volvió experto. De él aprendo el trato con el cliente y su devoción al trabajo bien hecho como un
reloj suizo. Me inspiran a seguir aprendiendo de ellos todo el tiempo posible.
¿Alguna vez te sentiste presionada por seguir la
tradición familiar?
Digamos que al principio no, pero cuando empecé con la
marca Fió, es como que me comprometí mucho más, y ya no pude dar un paso al costado.
Es difícil sostener 58 años de trabajo de tres generaciones, pero hago el
intento y con mi toque, que era lo que más me preocupaba. Yo no quería seguir
la tradición por seguir nomas, sino que realmente quería que fuera el trabajo
que haría aunque no me pagaran, mi pasión realmente. Y lo siento así.
¿Cómo te alentaron tus padres al inicio de tu carrera?
Mis papas creyeron en mi proyecto y me alentaron con
todo lo que yo les presenté. Ese apoyo lo valoro muchísimo, porque se q a veces,
muchas personas no cuentan con eso para lanzarse, y también estuvieron
presentes en todo momento, no es que me dieron las herramientas y ya, sino que
me ayudaron a q todo suceda con el ejemplo.
¿Para vos que es lo más valioso de seguir la tradición
familiar?
¡Qué buena pregunta porque nunca me había planteado! Ahora
que pienso, creo que es el pertenecer a una historia familiar, que si lo pienso
bien, es como que espontáneamente se repite una historia, de tres mujeres, de
distintas generaciones, en tiempos distintos, y creo que cada una en su momento
le supo dar un toque particular a esta tradición. Es como que cada una
tuvo su misión, dentro de esta historia y espero estar cumpliendo con la mía.
¿Existe alguna característica de tu diseño o algún
conocimiento que estás segura que te vino por herencia materna?
Creo que el amor por las piedras y la idea de
combinarlas. A las dos nos encantan las piedras, y podemos estar horas
inventando combinaciones. Cuando vamos a las ferias, podemos estar todo un día
en un proveedor de piedras sin darnos cuenta, es fascinante ese mundo, y la
verdad que eso lo aprendí de ver a mi mamá trabajar con ellas.
¿Qué le diseñarías hoy a tu mamá para celebrar su día?
Y le voy a cumplir el deseo, una pulsera de filigrana
para ella exclusiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario