domingo, 13 de marzo de 2016

COLECCIONES DE ALTA COSTURA OTOÑO INVIERNO 2015 Parte II



En el pasado mes de Julio, Paris (y como excepción Roma para Valentino) fue el escenarios donde las  grandes firmas de Alta Costura presentaron sus colecciones de Otoño Invierno 2015-2016. Glamour, magia, delicadeza, fantasía, lujo y encanto, todos sumados para montajes fastuosos, puestas en escenas impactantes y prendas sacadas del lugar mismo donde nacen los cuentos de hada más hermosos.

En la segunda parte de este reporte especial de Alta Costura, les invitamos a realizar con nosotros un recorrido por todo lo mejor de las colecciones de Alta Costura.

Giorgio Armani Privé: Giorgio Armani decidió hacernos ver a través de lentes de color de rosa, más específicamente lentes de color rosa shocking contrastado con un profundo azúl marino (color favorito del diseñador). Con plumas, bordados y combinaciones de géneros, logró una colección muy texturada y en degradé que convirtieron a las prendas en un festín táctil y visual. La colección puso en escena el corte impecable tradicional de esta casa de moda y todos los elementos icónicos de Armani: sastrería, joyas audaces, vestidos de paillettes y una dosis saludable de terciopelo. La colección parecía capturar el ambiente de una calle nocturna iluminada por brillantes y coloridas luces de neón que se veían reflejadas en charcos de lluvia sobre el asfalto.

Stephane Rolland: Las tradicionales siluetas fluidas del diseñador estaban sostenidas por cuero dorado. Muy inspirado en la estética de los años 30, en el art decó, y con muchos detalles geométricos, asimetrías, transparencias y veladuras. También se vio mucho degrade de colores. La paleta muy tenue, con blancos y tostados y el verde como el único elemento de color. Una vez más el diseñador hizo gala de sus volúmenes arquitectónicos, con prendas que hacían gala de detalles fuertes y llamativos en el torso. En la pasarela no faltaron los habituales elementos de la iconografía Rolland: los monopantalones, los vestidos con capa y los vestidos corte sirena.

Chanel: Este año el diseñador Karl Lagerfeld decidió poner sus apuestas en un Casino como telón de fondo para el espectacular show de alta costura que regala Chanel cada temporada al público. Esta casa de moda ya se ha hecho famosa por llevar sus puestas en escena a la esfera teatral, ofreciendo auténticos shows visuales que  acompañan a toda una narrativa. El káiser sentó a todas las celebridades asistentes en mesas de ruleta o black jack. Entre las invitadas a apostar se encontraban: Vanessa Paradis, Kristen Stewart, Lara Stone, Stella Tennant, Lily Collins, Geraldine Chaplin, Lily Rose Depp, Rita Ora y Julianne Moore. Toda la colección seguía una silueta y temática de los años 20, que era acompañada por un estilismo que reforzaba la estética de los años locos del charleston, con mejillas repletas de rubor y pelucas que recordaban al corte de Louise Brooks. En la colección muchos brillos, plumas y siluetas relajadas salvo por las hombreras muy rígidas de sus sacos, que en realidad proporcionaban una silueta muy poco favorecedora, haciendo parecer roperitos a las modelos. En los vestidos mucha asimetría, bordados, superposición de géneros livianos y cinturas altas. La novia, Kendall Jenner,  lucía pantalones de satén, reforzando la temática emblemática de la maison Chanel: el casual chic. En esta partida, nuevamente ganó la casa.

Giambattista Valli: Este desfile fue muy especial ya que conmemoró los 10 años de carrera del diseñador italiano. El desfile concluyó con un extravagante baile en la opulenta Opéra Garnier llamado “Flower Obsession Ball” (Baile de la Obsesión Floral) para el cual la tenida obligada era floral. En homenaje al diseñador MAC lanzó una línea de coloretes en tonalidades inspiradas en los rosas de su colección de alta costura. El diseñador lanzó una colección muy joven que abrió con pasadas en blanco y negro para dar lugar a estampados de op art y gradualmente a tonos más intensos primero incorporándose a estampados y luego ya en prendas en colores plenos. La textura, la paleta, la textura y la silueta de las prendas recordaban a esporas de flores, las últimas pasadas, mucho más voluminosas y exuberantes recordaban a flores florecidas en su máximo esplendor. Mucha combinación de vestidos llevados sobre pantalones, recordaban a la estética de los años 70, la cual era reforzada con los estampados de los géneros. Los bordados agregaron mucha textura a las prendas generando un efecto 3D en muchas de ellas.

Schiaparelli: La famosa casa de moda reabierta hace 3 años, tras casi 50 años, estaba estrenando diseñador. El italiano Marco Zanini fue reemplazado por Bertrand Guyon quien hizo un excelente trabajo revisando archivos y fusionando la iconografía de Schiaparelli a nuestros tiempos. Muchos detalles oníricos y surrealistas pusieron en evidencia que Guyon estuvo haciendo su tarea en la casa Schiaparelli. El diseñador llamó a esta colección “El teatro de Elsa” en homenaje al amor de la diseñador por las artes escénicas. Aires muy vintage y glamorosos en las siluetas inspiradas en los años 30 y 40, décadas doradas para la diseñadora. Guyon logró a la perfección hacer relevante a lo retro, con piezas muy fuertes y muy ponibles. La pasada final fue un auténtico broche de oro para el homenaje a la creadora del color rosa shocking: un vestido de organza en este color que verdaderamente quitaba el aliento.


Dior:  Raf Simons jugó con la idea de Tentación, deseo y lo prohibido para crear esta colección inspirada en el jardín de los placeres terrenales. La colección sin lugar a dudas fue muy femenina y mucho más ornada, texturada y floral de lo que uno espera de este diseñador. Simons jugó mucho con las siluetas, proponiendo elementos muy variados, desde mangas holgadas, hasta abrigos XL y vestidos más entallados. La colección fue presentada en un invernadero que fue un gran aporte visual, pero un sofocón para los presentes, quienes aseguraron que el calor allí adentro fue infernal. El diseñador jugó con la idea de la pureza e inocencia, contrapuesta a aquella del lujo y la decadencia. En cada pasada se iban alternando vestidos muy ornados y suntuosos, con otros sencillos y sin adorno alguno, vestidos texturados o estampados, y túnicas lisas y sueltas. En este juego de opuestos el diseñador hizo gala de solidez conceptual de sus colecciones.


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