miércoles, 29 de junio de 2011

MARTIN CRESPO: Fotografía en Movimiento



Nacido en Buenos Aires en 1967, Martín Crespo reside en Paraguay desde 1995, donde se ha destacado en distintas áreas de las comunicaciones de marketing, convirtiéndose en un referente local por su actividad como fotógrafo y director. 

Su ecléctica trayectoria profesional y artística evidencia su espíritu innovador, siempre en búsqueda de cambios y nuevos desafíos. Empezó su actividad profesional dentro del área del marketing, trabajando como director de cuentas para importantes empresas locales. A partir del 2001 se dedicó exclusivamente a la fotografía publicitaria, moda y fotoperiodismo. En el 2005 empieza a experimentar ya en el plano audiovisual, con los cortometrajes experimentales “Yukata”, “Opaco”, Evasión”, entre otros. Sus videoclips en stop motion “Tango” y “Nostalgia” en 50mm fueron adquiridos y emitidos por MTV Italia. 

Luego de estas experiencias se lanzó a dirigir spots televisivos, trabajando para diversas marcas comerciales y obteniendo el premio “Campana de Oro 2007” al mejor spot de TV, por el spot “Suman” para Interbanco y el premio Tatakuá a la mejor Dirección Audiovisual por su “RGB” para Palermo. 

Como fotógrafo, participó en decenas de exposiciones colectivas en diversos países, ganando los concursos “Paraguay en Persona” (Paraguay, 2003) y “un MERCOSUR para los ciudadanos” (Montevideo, 2005). Además fue Finalista en la “III Edición de los Premios Iberoamericanos de Comunicación por los Derechos de la Niñez y la Adolescencia” (2003). Realizó también tres exposiciones individuales en Asunción, “Retrospectiva”, en la Manzana de la Rivera, 2001, “Autorretratos” en el CCPA, 2004 y “A Propósito de Asunción” en el Cabildo y Planta Alta, 2009. Ese mismo año lanzó el libro de fotografías “A propósito de Asunción”, un precioso homenaje fotográfico a la ciudad que le abrió sus puertas.

La dirección cinematográfica no se hizo esperar. Dirigió su parte del “Karaoke Exquisito” (2009), un largometraje colectivo que involucra a otros 5 directores, realizó la Dirección de Fotografía del cortometraje “El Ropero” (2010) y el largometraje “Yo, Mujer Sola” (2010). Este año tiene previsto el estreno de su último largometraje, la cinta “Migraña”, una adaptación  cinematográfica del cuento “La Enamorada” de Rafael Barrett. La misma fue producida por Karen Fraenkel y cuenta con la actuación de Nata Alvarenga, Selva Fox y Silvio Rodas.

En todos estos años dedicados a lo visual, se hace difícil encasillar a Martín Crespo ya sea  como fotógrafo o como director. Tal vez lo más apropiado sería decir, que tras del lente, hay ante todo un gran artista.

¿Cómo se produjo tu paso de la cámara a la filmadora?
Fue un paso gradual que me llevó un lustro. Primero comencé a hacer animaciones con fotos, trabajos de videoarte, videoclips y algunas ficciones con secuencias de fotos en tiempo real. A la par iba probando cámaras de video pero ninguna me satisfacía por la falta de control de la imagen y además por mi familiaridad con el formato de la cámara de fotos. Cuando en el año 2009 salió la primera cámara réflex que grababa video fui el primero en comprarla, a partir de allí la cosa cambió y comencé a filmar, a grabar la realidad a 24 cuadros por segundos. 

¿En qué papel te sentís más cómodo: en el de fotógrafo o en el director?
En el de fotógrafo, o Director de Fotografía. Ahí me siento pez en el agua; pero prefiero el desafío de dirigir.

Habiendo tenido experiencia tanto en la fotografía como en el cine, ¿Qué diferencias encontrás en sus procesos y posibilidades expresivas?
En primer lugar la gran diferencia, más allá de que sea fotografía o cine, es hacer lo que uno quiere, sin intermediaciones, jueces ni censores diversos. No es lo mismo dirigir un spot publicitario que encarar un trabajo personal. La segunda gran diferencia es la retribución monetaria, que es pobre o nula para los trabajos personales. De todos modos siempre hay una relación dialéctica entre los trabajos por encargo y los propios que hacen que uno pueda aprender con ambos y retroalimentarlos.

Las posibilidades expresivas son diferentes. Mientras en fotografía una sola foto debe defenderse por sí sola muchas veces sin mayor referencia que otro puñado de fotos, en cine todo debe ser armónico en función de la película, como diría Robert Bresson “un buen conjunto de imágenes puede ser detestable”, por ello, en el cine ningún plano debe lucirse por sí solo sino jugar en relación con los demás.

¿Cuáles son los temas que te preocupan y que te inspiran como director?
Me inspiran las grandes películas con pequeño presupuesto, porque son las que me dicen al oído: “se puede”. Los temas pueden ser variados, quizás más me interesa cómo son abordados los temas más que los temas en sí mismos. Truffaut podía hacer excelentes películas a partir de una pequeña noticia de la sección “policiales”, como es el caso de “La piel dulce”.

Tu pelicula "Migraña"es una adaptación del cuento "La Enamorada" de Rafael Barrett. ¿Qué te llevó a elegir a este autor y a este cuento en particular?
Cuando encaré el proyecto, en el 2010, se estaban cumpliendo 100 años de la muerte de Rafael Barrett, autor del que había leído algunos relatos. Me atrajo su escritura, su romanticismo y anarquía, su compromiso con la realidad y su lucidez. Intuía que debía haber un relato que funcionara como punta de ovillo para una película. Cuando leí La Enamorada fue como si estuviera viendo una película del neorrealismo italiano pero en Paraguay.

¿Cuál considerás es el mayor desafío de una adaptación cinematográfica de un cuento?
No caer en el teatro filmado, no pretender ser literal. Sumar. Destruirlo y volver a armarlo con el lenguaje propio del director y del nuevo soporte.

Tengo entendido que sos un apasionado de la literatura. ¿Qué influencias tiene ésta en tu narrativa cinematográfica?
Tiene influencia, en especial la poesía. Al menos esa es la intención. Una aproximación poética al cine.

¿Cómo surge Migraña y como fue tomando forma el proyecto hasta hacerse realidad?
Surge de mi libreta de anotaciones, tomó forma por la presión de Karen Fraenkel, la productora, para presentar un proyecto al Centro Juan de Salazar, hace más de un año. El proyecto comienza a hacerse realidad meses después cuando me llaman para decirme que el Salazar apoyaba el proyecto. A partir de allí fueron unos 6 meses para desarrollar el guión, definir el elenco y las locaciones.

El cine está compuesto de varios elementos, como la imagen, el sonido, el guión, etc. ¿Considerás que hay algún elemento cinematográfico de mayor importancia, aquel que traza el perfil de la película? ¿Prima algún elemento en tu lenguaje cinematográfico?
Dependiendo el autor, cada uno de esos aspectos puede tener mayor relevancia. En mi caso, como fotógrafo, soy esclavo de la imagen a la hora de realizar. Pero esto no implica que descuide otros aspectos, de hecho para Migraña la música estuvo compuesta y grabada con dos meses de antelación al rodaje.

No hay que ser taxativo. Un buen guión no garantiza una buena película como así también la ausencia del mismo no asegura un bodrio, todo depende del autor-director para resolverlo. Te puedo citar brillantes películas hechas sin guión, como “Shadows” de Cassavettes, “Pierrot le Fou” de Godard o “Moi, un Noir” de Jean Rouch. También hay excelentes películas con guiones sólidos, como la mayoría de las películas sonoras de Hitchcock por ejemplo. Pero repito, no hay que ser taxativo.

¿Cómo es tu proceso creativo?
Es difícil saberlo, hay muchas fuentes de inspiración, pero creo que es la música y los sonidos los que me va guiando hasta las imágenes y la historia (si es que la hay)

¿En el rodaje, te ceñís al guión o dejás lugar para la improvisación?
Ambos. Para Migraña, por ejemplo, trabajamos escena por escena tal como estaban en el guión. Por supuesto, fueron surgiendo ideas en el rodaje y se fue ampliando con muchas escenas, siempre abierto al aporte de todo el equipo. Hay que estar con las antenas paradas y estar abiertos a lo que surja, en especial cuando se trabaja en escenarios reales y con bajo presupuesto.

¿Cuáles son tus mayores referentes en cuanto a cine?
¡Ufff!, debería hacer una lista de más o menos 100 directores, desde Meliès hasta David Lynch. Digamos que para Migraña he tenido en mente, por aspectos puntuales de la técnica y la historia a Kaurismaki, Bresson, Pasolini, Rossellini, Tarkovski y otros. Al menos los tuve en mente, lo que no significa que haya cumplido el objetivo.

¿Qué tipo de cine te atrae como espectador?
El que no pasan en las salas, ya que soy un anacrónico incurable.

¿Cómo ves al cine nacional, crees que se está gestando un lenguaje propio?
Se está gestando una explosión importante, de cara al mundo. Hay una búsqueda de lenguaje, identidad y pertenencia. Hay grandes valores que están surgiendo en este contexto de democratización de la cultura, con la tecnología y los medios más accesibles. Personalmente pienso que sin apoyo estatal es imposible desarrollar una industria cinematográfica nacional, hace falta una ley de cine que regule la actividad.

¿Qué expectativas tenés con esta película?
Que la gente vaya al cine y la disfrute, que no se duerma ni arroje sus zapatos a la pantalla. Pasado ese test, probar suerte en el circuito de festivales internacionales.

¿Qué otros proyectos tenés previstos para este año?
En este momento estoy pensando uno que debo presentarle a mi productora antes de fin de mes. No tengo la más pálida idea de lo que se trata.

Amistades Peligrosas



La amistad es algo maravilloso, el único problema se presenta cuando por inocentes, nos pasamos de amistosas y terminamos empleando el rótulo de “amiga” indiscriminadamente. A las amigas hay que elegirlas muy bien, porque no todas las “amigas” son verdaderas amigas. Muchas de ellas son viboritas triperinas agazapadas, que al más puro estilo de zorras disfrazadas de ovejas, están siempre listas para emponzoñar nuestras vidas en la primera oportunidad que se les presente. Por este motivo, he hecho una lista de aquellas amistades peligrosas que todas debemos evitar.

La amiga serruchera: Ésta sin lugar a dudas ocupa el primer lugar en nuestro ranking de amigas indeseadas. La serruchera tiene un apetito voraz por los hombres y por insaciable esta nefasta jamás discrimina. En materia de hombres para ella todo vale y los novios y esposos constituyen uno de los platos preferidos de su menú. El sólo hecho de que tu novio tenga registro de dominio lo hace más apetecible para ella. La muy patética empezará a fantasear con él como si se tratara de un plato suculento y no descansará hasta que logre saborearlo. No peques por necia y no permitas que tu pareja pase a convertirse en su plato del día. ¡Nada tuyo debe figurar en su menú!

La amiga fotocopia: Estas “amigas” no pecan por malas sino por plagas. No existe nada más patético e irritable que tener una clon wannabe entre nuestras amigas. Todo lo que te ponés, todo lo que hacés y todos los sitios que frecuentas a ella le FASCINAN y lo manifiesta copiándote en todo. Si te teñís el pelo de naranjado ella aparecerá al día siguiente con senda cabeza de zanahoria; te copiará todo tu ropero y si lo que te ponés no lo encuentra en plaza, de fija te lo pedirá prestado para sacar el modelo con su modista… Al comienzo seguro te deleitará tener cerca a alguien que te admire tanto, pero de seguro a la larga te empezará a frikear su obsesión por ser como vos y te sacará de quicio su falta de personalidad.

La amiga doble cara: Siempre que estés cerca será la más “divina” y estará de acuerdo con todo lo que digas y todo lo que hagas; pero basta que te ausentes un segundo para retocar tu rouge y ya estará hablando pestes y culebras de tus “elecciones de vida” y “manera de pensar” acuchillándote al más puro estilo asesino serial con quien le preste el oído para escuchar todo lo que tiene que decir sobre vos. Como siempre es tan amorosa gua’ú contigo, te costará creer aquello que anda diciendo a tus espaldas, pero más te vale que te despabiles antes de que te incinere con su venenosa lengua triperina.

La amiga chismosa: Todas tenemos una amiga que peca por boca suelta ya sea por mete pata o porque no puede con su alma de conventillera. Se encargará de difundir con nombre y apellido todo lo que le rogaste encarecidamente que no repita. Si la usas de confidente ¡fuiiiste! ya que ni bien se le presente la oportunidad sacará a ventilar todos tus trapos sucios y todas tus intimidades pasarán a ser de vox populi. Tenes que detectarla antes de que te conviertas en la comidilla de la aldea.

La amiga tapita: Esta amiga de tan borracha vive tirada por el piso e irremediablemente siembra el caos en todos tus sábados de parranda. Sus incidentes e indiscreciones de borrachina te meterán en problemas con tus padres, tu novio y todas tus amistades y siempre terminará aguándote los fines de semana ya que tendrás que servirle de niñera, enfermera y chofer.

La amiga chicle: Este tipo de amiga, es muuuy común. Terminarás pasando casi todos los días, con ella. De tanto ir a tu casa se comporta como si fuera la suya, te vacía la heladera, se meterá en tus discusiones familiares y de tanto estar allí hasta seguro ya tenga su lugar fijo en la mesa familiar. Te seguirá a donde vayas como tu sombra. La única diferencia es que tu sombra no habla y no molesta. Los pocos minutos del día que no pase contigo seguirá omnipresente ya sea a través de interminables llamadas telefónicas y constantes mensajitos a tu cel o black berry. Cuando tengas novio parecerá tu Tomasita y tendrás que pedirle encarecidamente que te dé un respiro para que puedas tener algo de intimidad con tu otra media naranja.

La amiga rata: es la miserable del grupo. Nunca, pero nunca pone plata, y cuando pone, siempre pone menos que los demás. Ella es la reina del ahorro a cuestas de tercero y domina el arte de hacerse la tonta para evadir sacar la billetera. Además de rata, sabe sacar provecho. No sólo no pone guita, sino que trata de sacarle a las amigas y quedarse con el vueltito. Es la primera en proponer hacer una vaquita para pagar algo, y como ella es la que organiza, nadie se percata que la única que no aportó un peso fue ella. Las pocas veces que se digna a aportar algo, le saca el jugo al máximo: ¡si pone el auto, todos le tienen que pagar la nafta y si se exceden del kilometraje no duda en cobrarles un fee  por el cambio de aceite! Nunca invita, siempre es invitada y no es de extrañar que llegue con manos vacías a tu cumpleaños n° 18, ¡total todavía te debe hasta tu regalo de quince!

La amiga interesada: Si tu cuenta bancaria posee muchos ceros, tendrás una lista interminable de “amigas” de esta calaña. Ha perfeccionado el arte de chupar la media para sacar cuanta ventaja pueda de tu status y tus millones. Por más que no tenga un peso partido por la mitad, siempre se la ingeniará para marcar tarjeta en el VIP de la disco ordenando champagne a cuenta tuya. Te llorará miserias y hará brillar hasta tus medias opacas de tanto sobarlas para que la termines invitando de vacaciones contigo. Siempre y cuando tu billetera siga cargada la tendrás “incondicionalmente” a tu lado, pero ante el menor giro de fortuna o caída en desgracia será la primera en borrarse del mapa, no contestando ni tus llamadas por andar muy ocupada buscando una nueva sponsor oficial para sus ambiciones.

La amiga agujero negro: Su densidad genera un campo gravitacional que te chupa toda la energía. Ella vive deprimida y argelada. Todo le sale mal, nada le gusta y nada la consuela. Te usa de psicóloga ad honorem y paño de lágrimas y mocos. Como vive desdichada le tiene alergia a la felicidad ajena por lo que no duda en aguar todas tus alegrías contagiándote su mala onda. Para completar su cuadro, todo gira en torno a ella y a SUS problemas. Si bien te llama a cualquier hora para contarte entre lágrimas y sollozos que se peleó con su terapista o a plaguearse como si fueras radio Ñanduti, ni se te ocurra contar con ella cuando algo en TU vida no sale bien. Ni bien empieces a desahogarte cambiará el tema de conversación para avocarse nuevamente   a SUS problemas, que obviamente son muchísimo más serios que los tuyos.  Su enojo con la vida la hará tan pesada que terminarás evitándola como al dengue, aunque lastimosamente no existen repelentes contra las amigas densas.

sábado, 25 de junio de 2011

Modelos XXL: Medidas a prueba de cánones



Modelos de talla grande o plus size models son modelos con medidas reales que a pesar de los estrictos cánones estéticos que rigen las pasarelas, han logrado crear un nicho para sus medidas XL en el mundo de la moda. Estas mujeres en vez de acomplejarse por sus rollitos y kilitos de más, supieron sacar provecho de sus voluptuosas curvas para triunfar frente a las cámaras.

En un mundo donde la belleza natural se encuentra sometida por la cirugía estética, las ilusiones de photoshop y los rígidos estereotipos de belleza basados en la delgadez extrema, estas modelos demuestran con sus triunfos y medidas atípicas que las curvas también pueden ser sexy y bellas.

Los requisitos para ser una modelo de talla grande no son muy distintos a aquellos aplicables a las modelos convencionales. Al igual que éstas últimas, las modelos XL deben tener una altura superior a 1.75 cm, piel impecable, buena estructura ósea y un cuerpo proporcionado, aunque con curvas mucho más generosas. Muchas importantes agencias internacionales tienen divisiones especiales de modelos plus size. Karin Models de Nueva York tiene una división de “Curvas”, Wilhelmina tiene su división “W Curve” y Ford tiene una agencia especializada en tallas grandes la  “Ford 12+”.

Por lo general, las modelos plus size se dedican principalmente a modelar prendas de tallas grandes, un rubro cada vez más importante en la industria de la moda. También trabajan para bancos de imágenes y fotografía publicitaria para cosméticos y todo tipo de productos. Recientemente estas modelos han tenido una notable inserción en el establishment de la moda participando de desfiles y editoriales de revistas antes reservadas exclusivamente para modelos de piel y hueso.

De hecho, los principales diseñadores de la industria de la moda han empezado a usar modelos XL tanto en sus desfiles como en sus campañas publicitarias. Tal es el caso de Jean Paul Gaultier, Karl Lagerfeld, John Galliano y Marc Jacobs. Así también, marcas de tallas grandes como Elena Miró, Marina Rinaldi y William Tempest participan regularmente de los Fashion Weeks europeos usando exclusivamente modelos XL.

En 1997 nació la revista “MODE Magazine” en cooperación con las divisiones de modelos tallas grandes de las agencias Wilhelmina y Ford, la primera en apuntar específicamente al consumidor de las prendas de tallas grandes con una estética y filosofía similar a la de Vogue. Gracias a esta revista, que funcionó hasta fines de 2001, muchas modelos plus size salieron del anonimato, convirtiéndose en auténticas celebridades. En 2002 la anterior editora de MODE, Ceslie Armstrong lanzó la revista “Grace Magazine”, siguiendo la misma línea de MODE y funcionando hasta el 2003. Desde el 2008, la revista canadiense “LouLou Magazine” cuenta con dos ediciones anuales dedicadas específicamente a la moda de tallas grandes. En años recientes, renombradas revistas de moda han incluido a modelos XL en sus tapas e incluso dedicado ediciones enteras a ellas. La Vogue americana utiliza modelos y celebridades rellenitas para su edición anual del “Shape Issue” en Abril, V Magazine incluyó a famosas modelos XL en su edición N° 63, también la revista Elle francesa les dedicó su edición “Special Rondes” (Especial Redonditas), publicando incluso un desnudo protagonizado por las tops XL. Otras revistas como Harpers Bazaar, i-D, Vanity Fair y las Vogue italianas, francesas, alemanas y Teen han usado como modelos de tapa a famosas modelos de tallas grandes, dándole así un lugar muy destacado a estas mujeres que cada vez tienen mayor cabida en el fashion establishment. 


Un caso muy resonado fue el de Glamour, quien al publicar dentro de su contenido una fotografía de Lizzie Miller, una modelo de tallas grandes americana recibió tantos comentarios favorables de sus lectoras (muchas de las cuales aseguraron identificarse con la joven al ver su foto y por primera vez sin sentirse acomplejadas al ver una revista de modas) que decidió como política editorial incluir cada vez más modelos plus size en sus ediciones.

Incluso el reality show americano dedicado al mundo de modelaje “America’s Next Top Model” desde su primera temporada en el 2003 ha incluido entre sus participantes a modelos tallas grandes, reconociendo la relevancia de esta rama de la industria de la moda lanzando a la fama a modelos XL como Toccara Jones, Whitney Thompson y Alexandra Underwood.

Las modelos de tallas grandes, que hoy les presentamos, deslumbran con sus sensuales curvas y gran belleza, reafirman la idea de que desde el mundo de la moda se puede hacer mucho para poner fin a los desordenes alimentarios, cambiar los estereotipos estéticos a los cuales se ven sometidas las mujeres y demostrar que no es necesario ser extremadamente delgada para ser exitosa y hermosa y que la sensualidad también puede encontrarse en un cuerpo con medidas XL.

Crystal Renn: Es  una de las modelos más solicitadas del momento y no sólo para prendas XL. Crystal ha logrado mantenerse en el casting de los diseñadores más importantes a pesar de sus medidas (o mejor dicho, gracias a ellas), cautivando a diseñadores como Marc Jacobs y Karl Lagerfeld y por supuesto al público femenino, cautivado por ver finalmente caderas y curvas sobre las pasarelas. Lo más curioso de la historia de Crystal es que cuando empezó a modelar a los 14 años tuvo que bajar 1/3 de su peso para alcanzar la talla 32 y poder trabajar como modelo en Nueva York, lo que la llevó a la anorexia, llegando a pesar 43 kilos con 1.75 de estatura. A pesar de su delgadez no podía triunfar como modelo y sólo lo hizo cuando logró vencer sus problemas alimenticios y de autoestima subiendo 32 kilos, y pasando de la talla 32 a la 46. Al relanzarse como modelo de tallas grandes y gracias al éxito de su libro “Hambre” en el cual relata sus vivencias en las pasarelas, los desórdenes alimentarios y sobre como superó problema de la anorexia y la bulimia aceptándose y queriéndose tal como ella es, logró protagonizar importantísimas portadas, desfiles y campañas, trabajando con mejores marcas y diseñadores que cuando era delgada. Fue taa del Vogue americano, italiano, francés y alemán, de Elle, Harpers Bazaar y desfiló para Jean Paul Gaultier y Chanel y ha protagonizado las campañas publicitarias no solo de marcas de talles grandes como Lane Bryant, Evans y Torrid, sino también las de Jean Paul Gaultier, Chanel Resort, H&M, Dolce &Gabbana, Saks Fifth Avenue, Jimmy Choo, Dsquared, Nordstrom y Mango.

Natalie Laughlin: Nacida en Trinidad, esta modelo de talla 48 ha sido apodada “la Cindy Crawford de las tallas grandes”, un gran halago para una gran mujer. Natalie fue la primera modelo XL en aparecer en una gigantografía en el Times Square neoyorquino y encima lo hizo cuatro veces, protagonizando las campañas de Liz Clairborne. También fue la primera modelo XL en aparecer en la edición americana de la revista Glamour y fue imagen de la firma H&M.
  
Maggie Brown: Esta escultural hawaiana alcanzó la fama tras ganar en el 2006 el reality show “Thick and Sexy” dirigido por Tyra Banks. Ganó un contrato con la agencia Wilhelmina y al poco tiempo ya estaba trabajando para prestigiosas tiendas como Macy’s. Su look exótico con rasgos asiáticos y curvas generosas mantienen a esta modelo XL muy ocupada trabajando como modelo y presentadora de TV.


Barbara Brickner: Cuando un scouter le propuso entrar a una agencia de modelos de talles grandes, Barbara se sintió inicialmente ofendida por la propuesta. Afortunadamente pudo vencer sus perjuicios y decidió intentarlo. Desde entonces ha mantenido una activa carrera en el modelaje por más de diez años. Fue retratada en numerosas ocasiones para la revista MODE, y trabajó para muchos diseñadores de tallas grandes como el gigante de la industria de tallas grandes, la firma italiana Elena Miró. También fue la imagen de la tienda Target. En 1999 lanzó su propia línea de ropa para embarazadas plus size, llamada “BB Maternity”, que sigue vendiéndose con éxito en tiendas en todo EE.UU.
Kate Dillon: Al igual que Crystal Renn, Kate empezó su carrera como modelo delgada, pero su constante lucha por mantenerse delgada la llevó a padecer problemas alimenticios. A pesar de su talla 40 que mantenía a duras penas matándose de hambre y consumiendo toneladas de café y varios paquetes de cigarrillos, la rechazaban una y otra vez por “estar gorda”. Tras ser hospitalizada por una severa gastroenteritis logró bajar muchísimo de peso y estando enferma logró todos los trabajos que antes le negaban. Esto la llevó a analizar su vida y decidió recuperar su salud, manteniéndose en su talla 48 y relanzándose como modelo de talles grandes. Con su nueva figura logró protagonizar las campañas más importantes de tallas grandes e incluso ser retratada en diversas ocasiones para Vogue, por los lentes de Patrick Demarchelier, Helmut Newton, Francesco Scavullo, Albert Watson y Mario Testino. También protagonizó campañas publicitarias de marcas como Gucci, Chanel, Missoni, Christian Dior y Nine West, Isabella Rossellini y L’Oreal. En el año 2000 fue seleccionada por la revista People entre las “50 personas más bellas del mundo”.
 
Emme Aronson: Nacida en Nueva York y criada en Arabia Saudita a pesar de ser criticada por su peso durante toda su infancia y adolescencia logró mantener alta su autoestima gracias a los deportes, destacándose en el remo y ganando incluso una beca universitaria en la universidad de Syracuse gracias a este deporte. Es famosa por haber sido la primera modelo de tallas grandes en alcanzar popularidad en Estados Unidos, siendo conductora del Fashion Emergency de E! y de varios importantes programas televisivos. Fue incluida dos veces en la lista de las “50 Personas más bellas del mundo” de la revista People, en el año 1994 y 1999 y fue electa “Mujer del Año” por la revista Glamour en el año 1997. Es tan querida y conocida que hasta hay una muñeca con su nombre creada en honor suyo. Actualmente diseña una línea de ropa deportiva para mujeres con tallas grandes.

Mia Tyler: La hija del vocalista de Aerosmith, Steven Tyler y media hermana de la bella actriz Liv Tyler también ha alcanzado la fama dentro del rubro del modelaje de tallas grandes. Empezó modelando a los 20 años en la revista Seventeen y desde entonces ha sido retratada para Vogue, Marie Claire y fue también fue tapa de la revista Figure en el 2006. Asegura que la belleza viene en distintas formas y ha modelado para varios diseñadores y marcas, entre ellas, la escandinava H&M. También ha incursionado como diseñadora creando en el 2009 una línea de talles grandes “Revolution 1228”.

Toccara Jones: Esta imponente mujer afroamericana desde su incursión en el reality show “America’s Next Top Model” rompió todos los esquemas preconcebidos de belleza. Ha modelado para Avon, Evans, Torrid, Target y fue fotografiada por Steven Meisel para la edición “All Black” de la Vogue Italia, que retrataba a las modelos de color más importantes de la historia. También se ha destacado en la TV conduciendo diversos programas y especiales de moda.

Chloe Marshall: Esta vibrante británica a los 17 años decidió postularse al concurso de Miss Inglaterra. Habiendo ganado el certamen de Miss Surrey a pesar de sus 80 kilos, llegó a ser seleccionada entre las finalistas del certamen de Miss Inglaterra en marzo de 2008, siendo la primera mujer de talla 48 en quedar entre las finalistas. A pesar de no haberse quedado con la tiara, alcanzó el de vice reina y firmó un jugoso contrato con la agencia británica “Models Plus”. Ese mismo año ganó el premio de Miss Teen Inglaterra y desde entonces es imagen de Torrid, una importante marca de tallas grandes y ha protagonizado campañas de otros gigantes del sector como Lane Bryant.

Whitney Tompson: La ganadora de la décima temporada del reality show “America’s Next Top Model” venció a todas las demás concursantes de tallas perfectas con su 1.77 y 73 kilos, ganando un jugoso contrato con los cosméticos de Cover Girl por 100,000 USD y la tapa de la revista Seventeen, además de un contrato con la agencia Elite. Whitney se convirtió en la primera mujer de “cuerpo real” en ganar este certamen.

Tara Lynn: Empezó a modelar a los 25 años, y debido a su contextura tuvo que bajar 30 kilos con una rigurosa dieta para adecuarse a los rigurosos estándares de la industria, lo que la convirtió en una persona totalmente infeliz, así que decidió volver a su peso natural, alcanzando la talla 48 y convirtiéndose en una de las modelos XL más cotizadas del momento gracias a la famosa portada que hizo para la revista Elle Francia en su primera edición “Elle Rondes”, dedicada a las mujeres de medidas reales, en cuyo interior posó desnuda y sin retoques. También fue retratada en 20 páginas de la revista “V Magazine” y Glamour. Recientemente Tara fue imagen de Bloomingdales y protagonizó la campaña de trajes de baño de la firma sueca H&M, que bajo el slogan “Big is Beautiful” (Lo Grande es Bello) mostraba que sus líneas de ropa no discriminan a las mujeres por su peso. Una campaña revolucionaria por incluir a una mujer de talla 48 como imagen de la línea de trajes de baño.
 

Las modelos XL, antes relegadas a un pequeño sector de la industria de la moda están encontrando cada vez  más cerca de la primera fila, haciéndose notar con importantes portadas, campañas y editoriales de moda. El enorme éxito de estas mujeres es la prueba de cómo están cambiando los cánones de belleza, impulsado por la tendencia actual de erradicar a las modelos extremadamente delgadas y promoviendo en vez mujeres con tallas más reales.

lunes, 6 de junio de 2011

Actores Icónicos: La vieja guardia de Hollywood que dejó huellas


Es innegable la gran influencia que tuvo la gran pantalla en la moda. Los actores de la vieja guardia hollywoodiense se han mantenido vigentes durante décadas como auténticos íconos de la moda y la elegancia masculina. Estos actores de la era dorada de Hollywood, representan un estilo clásico y atemporal que, envuelto en la nostalgia, hasta hoy en día inspira a la moda por su refinamiento, sofisticación, clase y bon ton.

Los legendarios diseñadores de los estudios, como Edith Head y Adrian, no sólo vestían a las estrellas para sus distintos roles, también se encargaban de sus guardarropas fuera de la pantalla. Los directores de los estudios eran conscientes del poder de la imagen tanto dentro como fuera de la gran pantalla, por lo que prestaban suma atención a la imagen integral de sus actores, quienes eran asistidos por brigadas de maquilladores, estilistas y diseñadores contratados y dirigidos por los grandes estudios. Estos estudios cultivaron la elegancia de sus estrellas, y así galanes como Clark Gable, James Dean, Cary Grant, Fred Astaire y Humphrey Bogart, ganaron la admiración del público, inspirando a la moda hasta en nuestros tiempos.

En los años 40 existían tiendas dedicadas exclusivamente a comercializar réplicas de las prendas utilizadas por los actores y actrices en las películas de la época. Las tendencias de la moda estaban marcadas por lo que llevaban las grandes estrellas. En esta edición les presentamos a algunos de los actores más icónicos por su elegancia.
 Clark Gable: Este actor fue el principal galán durante la era dorada de Hollywood y nadie representa mejor que él al estilo de esta época. Su famosa sonrisa y su varonil elegancia son tan inolvidables como su interpretación de Rhett Butler en “Lo que el viento se llevó” (1939). Fue uno de los hombres que más influyó en la moda masculina en el siglo XX. Un ejemplo de ello es lo que ocurrió al estrenarse “Lo que sucedió aquella noche” (1934). En una de las escenas de esta cinta, el actor se quita la camisa revelando su torso desnudo. En la época para los hombres era de rigor llevar camisillas bajo la camisa. Tras esa escena, las ventas de estas prendas cayeron drásticamente y la costumbre de llevarlas fue cayendo cada vez más en desuso. A pesar de sus humildes orígenes, se veía impecable con todo lo que vistiera, ya sea un traje de época, una sencilla camisa o un smoking. Clark Gable es la prueba de que el porte es fundamental a la hora de ser elegante. Por más caro que sea el traje, no sirve de nada si uno no sabe llevarlo con comodidad y soltura como lo hacía Gable. 

Laurence Olivier: Pocos hombres pudieron combinar gracia, belleza y talento como este actor británico. Olivier lo tenía todo, y más importante aún, todos se daban cuenta de ello. Su interpretación de Hamlet es considerada hasta hoy en día una de las mejores de la historia y jamás podremos olvidarlo en “Cumbres Borrascosas” y “Rebecca”. Su elegancia al vestir complementaba su formidable aspecto, imponente presencia y gran carisma. Vestía impecables trajes adquiridos en la muy británica Savile Row. Se veía sofisticado hasta en las tenidas más casuales, pasando con gran naturalidad de un elegante frac a un trench sin perder un ápice de glamour. Uno de sus accesorios preferidos eran los pañuelos de seda anudados al cuello. Cuentan que su principal asesora de imagen era su esposa, la mítica y glamorosa actriz Vivien Leigh, famosa por su papel de Scarlett O’Hara.
Errol Flynn: Cuando se habla de este actor tan controvertido y complejo, algo en lo que todos se ponen de acuerdo es en su elegancia. En la pantalla era un auténtico camaleón, capaz de verse estupendo hasta en los más ridículos trajes de época. Ni siquiera las calzas verdes de Robin Hood pudieron perjudicar su estilo. En su día a día prestaba enorme atención a su apariencia y era todo un conocedor de la moda. Sus conocimientos de sastrería le habrían permitido debatir a la par sobre cortes y estilo con el más experimentado sastre. Su característico bigotito fue imitado por muchos hombres durante los años 30 y 40.
William Powell: La elegancia innata de este actor estadounidense era una de sus principales características. Junto con Myrna Loy conformaban una de las parejas más emblemáticas del cine de los años 30. Si bien no era especialmente atractivo, Powell conjugaba a la perfección encanto, carisma y porte. Lauren Bacall lo describió como: “un verdadero caballero.” Vestido siempre con trajes de buen corte, sombreros fedora y elegantísimos smokings forjó la imagen del caballero perfecto.

Rodolfo Valentino: El mítico jeque del cine mudo, con su aspecto exótico y carismática presencia, forjó la imagen del latin lover. Este actor italiano que exudaba sofisticación y sensualidad también cultivó, a la hora de vestir, gustos muy vanguardistas para su época. Su innovador guardarropa tuvo un impacto enorme en las masas americanas. Impuso los pantalones gauchos, los relojes de pulsera (que por ese entonces eran considerados femeninos), y el cabello engominado. De hecho, su peinado con raya de costado y el pelo completamente cubierto de vaselina fue tan imitado, que se lo apodó “Vaselino”. Su esposa, la actriz y diseñadora Natacha Rambova, jugó un papel clave en forjar su look, vistiéndolo tanto dentro como fuera de la gran pantalla. Por supuesto, su sangre italiana también debió haber jugado un papel importante para convertirlo en uno de los hombres más elegantes de su época. Tenía prácticamente un traje para cada ocasión, y al ser subastado su vestuario tras su muerte, fueron vendidos más de 50 trajes! Amaba los accesorios de lujo, tenía salidas de baño de seda ribeteadas en piel, pañuelos personalizados con sus iniciales, numerosos anillos, relojes y gemelos con piedras preciosas y cigarreras incrustadas con diamantes. Valentino fue un ejemplo en como incorporar elementos atípicos al guardarropa, ya sea un sombrero, un foulard o algún detalle en piel.
Douglas Fairbanks, Jr.: El heredero del rey del cine mudo, Douglas Fairbanks, era famoso por su elegancia. Acostumbraba llevar trajes con sacos cruzados de impecable moldería. ¡Su guardarropa podría poner verde de envidia al mismísimo Duque de Windsor! Este dandy de bigotes finos y gusto exquisito prestaba gran atención a su guardarropa. Considerado uno de los actores más elegantes de Hollywood en la década del 40, era un asiduo comprador de las sastrerías londinenses de Savile Row y una vez fue citado diciendo: “Savile Row ha recapturado la supremacía de la sastrería mundial.”
David Niven: Por más de cincuenta años, este actor británico fue el ejemplo perfecto de la elegancia masculina. Como todo británico elegante, frecuentaba las sastrerías de Savile Row e indiscutidamente es uno de los íconos del estilo británico. Como muchos de los actores aquí recordados, Niven sumaba a su talento y carisma una naturalidad enorme a la hora de llevar un traje o un frac. Lo hacía con gran soltura, como si fueran las prendas más cómodas y sencillas. Lo suyo eran los trajes en tweed, los fracs, los foulards y los sacos de corte impecable.
Fred Astaire: Nadie más icónico que Astaire a la hora de vestir un frac y un sombrero de copa. No sólo los llevaba con una elegancia arrebatadora, sino también bailaba con ellos, junto a su eterna pareja cinematográfica, Ginger Rogers. Bajo, muy flaco, con orejas saltonas y pronunciada entrada, no era precisamente un hombre atractivo. Pero tenía gracia, algo que suma miles de puntos a la elegancia. Vestido con sus trajes entallados y fracs exudaba confianza y garbo. Irónicamente odiaba estas prendas, prefiriendo las más casuales. Más en el mundo de Astaire, lo casual no significaba sacrificar la elegancia. En su día a día llevaba blazers y sacos de tweed con anchos pantalones pinzados, sustituyendo las corbatas por pañuelos de seda. Siempre le daba un toque personal a su vestuario. Era habitual en él sustituir un cinto por una corbata estampada con colores brillantes o llevar medias de colores, algo muy innovador para la época.
Cary Grant: Por décadas, Cary Grant fue el epítome del playboy. Es considerado por muchos como uno de los hombres más elegantes de la historia. Tras verlo en la pantalla, todos los hombres empezaron a emular su estilo absolutamente cool y elegantemente pulcro y masculino. En una ocasión exclamó: “Todos quieren ser Cary Grant. Lo mismo me pasa a mí.” Sus humildes orígenes no le estorbaron a la hora de convertirse en uno de los hombres con más clase de Hollywood. Ayudado por su encanto y su belleza física, supo reinventarse gracias a su guardarropa, transformándose de simple peón a apuesto príncipe. Consciente de su cuello ancho, y su cabeza algo grande, supo disimular estos defectos con cuellos vueltos para arriba y sacos hechos a medida con amplias hombreras, creando un estilo personal que pronto se volvió tendencia. Supo integrar a la perfección lo casual con lo formal, valiéndose de una estética monocromática y gran atención a las proporciones y cortes de sus trajes, comprados siempre en las mejores sastrerías del mundo. Uno de los rasgos distintivos de su estilo, era llevar siempre las mangas del largo justo para dejar ver 1.5 cm del puño.
Humphrey Bogart: Este actor apareció en algunos de los mejores clásicos del cine de Hollwyood, como: “Casablanca” (1942), “El Halcón Maltés” (1941) y “La reina africana” (1951). Inmensamente carismático y audaz, cultivó un estilo misterioso y mundano a la hora de vestir. Con “Casablanca” puso de moda el trench coat y los sombreros fedora, y quedó fijado en la memoria colectiva como aquel misterioso hombre sexy, solitario y algo rudo. Su masculinidad y elegancia atemporal lo convierten en todo un ícono de la moda.
Marlon Brando: El rebelde original de Hollywood supo jugar con sus propias reglas tanto en las películas como en su vida personal. Su interpretación en “Salvaje” (1953) consagró su imagen de chico malo y su imponente apariencia y penetrante mirada lo convirtió en todo un sex symbol de la época. Pronto, adolescentes de todo el mundo empezaron a imitar su estilo, poniendo de moda las camperas de cuero de motociclistas. Brando se caracterizó siempre por su audacia vistiendo a veces hasta de manera insolente. No tuvo el más mínimo reparo a la hora de llevar jeans a las premieres de sus películas, inspirando a toda una generación a vestir contra la corriente. Hasta hoy en día su nombre es sinónimo de actitud, y esto lo convierte en todo un ícono de la moda.
James Dean: El inmortal “Rebelde sin causa” puso de moda las remeras, los jeans, el peinado pompadour y las chaquetas rojas, inscribiéndolas para siempre en el diccionario de lo cool. Su look rebelde generó todo un vuelco en los anales de la historia de la moda. Todos lo deseaban o deseaban ser como él. Los jóvenes de los 50’s pronto empezaron a copiar su peinado, su vestimenta y hasta su actitud. A pesar de su temprana muerte, su legado permanece vivo hasta nuestros días, en su inmortal sentido del estilo desenfrenado y rebelde. James Dean personificará para siempre la más pura esencia de lo cool.
James Stewart: Este actor que encantó al público con sus interpretaciones en clásicos como “Vertigo” (1958) y “La Historia de Glenn Miller” (1954) es uno de los actores más adorados de la época dorada de Hollywood. En la pantalla siempre interpretó a personajes honestos, decentes y decorosos, e hizo lo mismo en su vida privada. Su manera de vestir también sigue esta misma veta. Cultivando un estilo clásico, pulido y refinado supo forjar su propio camino en los archivos históricos de la moda. Vestía como el caballero hecho y derecho que era, con las siluetas clásicas de la época: sacos cruzados, solapas anchas en pico y pantalones amplios y pinzados, capturando con su indumentaria toda la esencia de la masculinidad y el donaire.
Frank Sinatra: Como todo en su vida, Sinatra también supo vestir “A su manera”. Su manera de llevar sus sombreros fedora inclinados se convirtió en la firma registrada de su look. Siempre vestía acorde a la ocasión y a la par que Cary Grant era un conocedor de todas las características de un buen traje. Sabía que las mangas de las camisas deben permitir ver 1.5 cm del puño, que el largo de los pantalones debe caer ligeramente sobre los zapatos, que el negro es el color más apropiado para la noche y que los zapatos siempre tienen que estar bien lustrados. De hecho, su sentido del estilo a la hora de vestir es tan admirable como su voz. Lo casual no era lo suyo, pues cultivaba un extremo refinamiento a la hora de vestir. Prefería los chalecos frente a las fajas, acostumbraba llevar gemelos de oro, siempre llevaba pañuelos cuidadosamente doblados en sus trajes y elegía siempre corbatas de seda sin diseños demasiado llamativos.
Gregory Peck: Su estilo cautivó a una entera generación. Prefería los sacos con hombreras amplias, sin tajos y con solapas anchas acompañadas de pantalones pinzados. “El hombre del traje gris”, puso de moda este color en los trajes, una  moda que influyó a una entera era. Este color sobrio y algo anónimo era el reflejo perfecto de la cultura de post guerra, apoyada en la industria y en los negocios, y pronto se convirtió en el uniforme de los hombres del mundo corporativo. Con su interpretación de Atticus Finch en “Matar a un ruiseñor” (1962) los chalecos se volvieron a poner de moda y en “Vacaciones en Roma” (1953) demostró que es posible pasear en una Vespa vistiendo un traje sin verse ridículo, sino todo lo contrario. Paseando por Roma en una Vespa junto a Audrey Hepburn, ambos pasaron a los anales de la historia de la moda en una de las escenas más icónicamente chic de la gran pantalla.