jueves, 23 de agosto de 2012

Bottle Shock: La Histórica Cata de Vinos de París de 1976





Esta película del cine independiente estrenada en el 2008 es ideal para maridar con un buen chardonnay californiano pues justamente habla del momento crucial que puso a estos vinos en el mapa mundial.

La cinta dirigida por Randall Miller, retrata la famosa cata ciega de vinos de París de 1976, en la cual, muy a pesar de los expertos franceses, dos vinos Californianos, antes ignorados y menospreciados, quedaron en los dos primeros lugares. 

Alan Rickman da vida al vendedor de vinos británico radicado en Partís, Steven Spurrier, quien se interesó en los vinos californianos y organizó la famosa cata para demostrar su calidad. Bill Pullman encarna a Jim Barret el dueño de la bodega “Chateau Montelena” la cual resultó ganadora de la cata por su Chardonnay Alexander Valley de 1973. Chris Pine actúa como Bo Barret, el encantador hijo hippie de Jim.

Filmada en los valles de Napa y Sonoma, en varias locaciones que incluyen los viñedos y bodegas de “Chateau Montelena”, “Buena Vista” y “Kunde”  “Bottle Shock” nos embarca en un viaje a través del hermoso paisaje de los viñedos californianos y en un retrato romántico de la vinicultura en el cual se nos revelan la ilusión y los sueños que son encerrados en cada botella de vino por sus creadores. Pero principalmente la cinta nos acerca a un momento decisivo en la historia de los vinos californianos –y podríamos aventurarnos a afirmar- en la historia de todos los vinos producidos fuera del territorio europeo. Bottle Shock hace patente la significancia que un pequeño evento tuvo a la hora de dar valor a los vinos producidos fuera de Europa, un evento que logró romper el estigma de que los únicos vinos “buenos” eran aquellos producidos por el triunvirato de Francia, Italia y España.

Corría el año 1976 cuando un sommelier británico, propietario de una tienda especializada en vinos finos y de la primera escuela de vino privada de Francia, L’Accademie du vin”, decidió darse una vuelta por California para catar la producción local. Definitivamente su sorpresa fue grande cuando se dio cuenta de la calidad de sus vinos. Incentivado por su increíble hallazgo, decide organizar una cata París para demostrar a los pomposos franceses que los vinos californianos podían hacer frente a los más prestigiosos vinos franceses. Pero el resultado final de la cata parisina sorprendió hasta al mismo Spurrey, no sólo los vinos californianos se habían probado buenos, ¡sino que habían terminado ganando frente a vinos de añejo pedigree!

A los pocos días los vinos californianos eran la nota de tapa de la revista Time. Este artículo escrito por George M. Taber rezaba: “La semana pasada en París, en una cata formal de vinos organizada por Spurrier, pasó lo impensable: California derrotó a todos los Galos”.

Curiosamente sólo 6 meses antes de esta cata se había realizado una similar en suelo norteamericano, en la cual los chardonnays americanos resultaron victoriosos frente a sus rivales franceses. Sin embargo estos resultados no tuvieron significancia internacional debido al hecho de que la cata se realizó en Nueva York y con jueces americanos. Pero la cata de 1976 en París tuvo una enorme relevancia, pues se realizó en suelo francés y con un jurado compuesto principalmente por expertos galos, arrojando un resultado similar que ubicaba a los vinos americanos por encima de los franceses.

La decisión de Steven Spurrier de conocer los vinos producidos en Estados Unidos, por entonces desconocidos en el resto del mundo, con el sólo objeto de ampliar sus conocimientos vinícolas y aumentar el repertorio de su Academia de Vino, insospechadamente revolucionó la industria vinícola, abriendo todo una nueva gama de posibilidades y  nuevas variedades de vinos a los amantes de vino del mundo entero.

Irónicamente Jim Barret inicialmente no quiso participar de la cata a ciegas, temiendo que los jueces franceses se mostraran parciales por la producción local y que todo el evento se tratara de una treta para mofarse de la producción californiana. Afortunadamente fue convencido por Spurrier, y el 24 de mayo de 1976, su Chardonnay compitió junto a los mejores chardonnay franceses resultando vencedor. En el mismo evento también se realizó una cata a ciegas de vinos tintos en la que los Cabernet Sauvignon californianos compitieron con los Bordeaux franceses, ganando también un vino californiano el Stag’s Leap Wine Cellars de 1973. Los vinos californianos habían ganado en ambas categorías, dejando atónitos a los propios jueces y hasta al mismo Spurrier, quien no creía que los vinos Californianos tendrían chance frente a sus pares franceses.

Los 11 jueces eran personalidades de gran prestigio en la industria del vino. Ellos eran: el propio organizador el británico Steven Spurrier, la americana Patricia Gallagher  de “L’Academie du Vin” y los franceses: Pierre Brejoux del Instituto de Denominaciones de Origen, Claude Dubois Millot, Michael Dovaz del Instituto del Vino de Francia, Odette Kahn, editora de “La Revue du vin de France”, Raymond Oliver propietario del restaurante “Le Grand Vefour”, Pierre Tari de Chateau Giscours y secretario general de la Asociación de Grands Crus Classes, Christian Venneque sommelier de la “Tour d’Argent”, Aubert de Villaine del “Domaine de la Romanée-Conti” y Jean Claude Vrinat del restaurante “Taillevent”. Para evitar cualquier duda sólo se contabilizaron los votos de los 9 jueces franceses.

Como es de esperar, el resultado no sólo fue sorpresivo sino también controvertido. Los líderes de la industria vinícola francesa estaban horrorizados y excluyeron a Spurrier de las catas nacionales por un año como castigo aparente por el daño causado por su evento a la imagen de superioridad ostentada por los vinos franceses. La prensa francesa literalmente ignoró al evento. Sólo a los tres meses “Le Figaro” publicaría un artículo sobre la cata describiendo los resultados como “risibles” y diciendo que éstos no podían ser tomados seriamente. A los seis meses “Le Monde” escribiría un artículo con el mismo tono. La controversia llevó a que se replicara la cata a ciegas en San Francisco en 1978. Nuevamente los vinos californianos ocuparon los tres primeros puestos de ambas categorías. Esta vez 98 expertos sirvieron de evaluadores, usando la misma metodología empleada en la cata de París.

En el 24 de Mayo de 2006, al cumplirse el aniversario de 30 años de esta cata que revolucionaría el mundo del vino, Spurrier organizó otra cata. La revista Times cubrió el evento y reportaron que “A pesar de que los catadores Franceses, mucho de los cuales habían participado de la cata original, esperaban la caída de los viñedos americanos, tuvieron que admitir que la armonía de los cabernets californianos los habían vuelto a derrotar. Los jueces de ambos continentes dieron los mayores honores al cabernet Ridge Monte Bello de 1971. Cuatro tintos californianos ocuparon los siguientes lugares frente a los Bordeaux de más alto rango, un Chateau Mouton Rotschild de 1970 salió sexto.” Con esta cata se silenció a los críticos que habían argumentado en la primera cata que los vinos tintos franceses se añejarían mejor que sus contrapartes californianos.

En 1976, por un giro sorpresivo, los extraordinarios vinos del Valle de Napa fueron presentados oficialmente al mundo. Con este evento muchos vinicultores vieron realizados sus sueños, pues los vinos que con tanto esmero y dedicación habían estado desarrollando desde fines del siglo XIX finalmente habían ganado su bien merecido puesto entre los mejores. Sus vinos no sólo eran buenos, sino comparables a los mejores vinos de Francia. Además, el entero Valle de Napa adquirió la reputación de ser una de las mejores zonas vinícolas del mundo. Los asombrosos resultados de la Cata Ciega de París de 1976 significarían que la mirada del mundo de vino se centrara por primera vez en los vinos producidos en otras regiones. Esta cata abriría las puertas a que la producción vinícola de Argentina, Sudáfrica y Australia, fuera ganando un lugar antes negado ocupando hoy un sitio de importancia a nivel mundial. Gracias a este pequeño pero significativo evento, hoy en día los consumidores pueden disfrutar de excelentes vinos de todas partes del globo.

ADRIANA MORRO: DE LA PRENSA A LAS TABLAS



Adriana morro estudió Ciencias de la Comunicación en la UCA, recibiéndose 2005 de periodista. Desde entonces trabaja activamente en el periodismo escrito. Fue coordinadora durante cuatro años como coordinadora de la TAM Magazine en el Editorial Palo Santo y desde hace cinco años es editora de la revista Level, trabajando siempre paralelamente como periodista, correctora y editora freelance. Yo la conocí dentro de este contexto, como una editora muy seria y criteriosa, sumamente comprometida con su profesión. Pero, como suele pasar con muchos de los que indirectamente, nos vinculamos con artistas y nos interesamos en el arte, cubriendo eventos, colaborando, entrevistando, el bichito del arte tarde o temprano te pica y no nos liberamos del escozor hasta que damos vida a esos proyectos que empiezan a poblar nuestra mente.

Este año Adri decidió hacer justamente eso, dedicarle el tiempo necesario a muchos de los maravillosos proyectos que venía gestando en su mente. Así, muy a su estilo, decidida y organizadamente, decidió aventurarse al mundo de las tablas como autora de un texto infantil y produciendo sus propios proyectos teatrales. El resultado de ambas experiencias, no sólo la lleno de satisfacción a ella, sino también llenó de alegría al público que finalmente pudo ver lo que Adriana tenía para ofrecer.

Una de sus aventuras fue la obra infantil “¿Dónde está Gumer?”, un espectáculo brillante, ingenioso, divertido y refrescante en el cual participan grandes talentos locales de distintas disciplinas. La obra es representada en el escenario por la actriz Selva Fox, quien interactúa a la vez con el público y con las maravillosas ilustraciones realizadas en vivo por Lucas We y animadas por Constantino Kovacevich. Un espectáculo muy atractivo visualmente, que disfrutan tanto los adultos como los niños. Estos últimos se sienten especialmente atraídos por el novedoso formato de la obra. Los niños de esta generación tan inmersa en la tecnología, disfrutan enormemente de este espectáculo que les habla en un lenguaje que ellos manejan a la perfección desde chiquitos.

Otro de sus proyectos fue la serie de espectáculos de stand up comedy del Buena Risa Asunción Club, que incluyó la participación de conocidos actores como Calolo Rodríguez, Nata Alvarenga y Nico García, así como también la personas que nunca antes habían actuado en un escenario como el caso de los famosos locutores como Juan Ayala, Jorge Ratti y Raúl Vega y de la nutricionista Sofía Gómez Abreu. El resultado, justo lo que se propusieron, hacer reír al público con sus ocurrencias.

Ahora pasemos a conocer a Adri y todo el proceso que le llevó a darle un espacio en su vida a su lado más artístico. ¡Estamos seguros que seguiremos viendo mucho más de esta faceta suya!

- Llevás años trabajando en la edición de libros y revistas. ¿Cómo surge el salto de editora a dramaturga?
Soy periodista de profesión, me recibí en el 2005 y desde entonces trabajo en redacción y edición de textos de todo tipo. Siempre me gustó el periodismo escrito y me encanta mi trabajo porque me da la oportunidad aprender, descubrir y conocer a diferentes personas, sus proyectos, trabajos, etc. Nunca había incursionado en la escritura de textos que no sean periodísticos, hasta que fui al taller de escritura de Lía Colombino, Abrapalabra, que me abrió la mente y me impulsó a explorar otras posibilidades.

 - ¿Qué fue lo que te atrajo de las tablas?
Siempre me gustó ir al teatro y trato de ir a todas las obras que están en cartelera. En realidad, me gusta todo tipo de espectáculos, no sólo el teatro. Desde chica, mi mamá me llevó a todos los espectáculos que pudo; ella me enseñó a disfrutar de todas las manifestaciones artísticas como público.

- ¿Qué te inspiró para escribir el texto de "¿Dónde está Gumer?"?
Marcela, mi hija, y yo vamos juntas a todas las actividades culturales, deportivas y al aire libre para niños. Para saber qué opciones hay cada semana, busco en diarios, revistas, páginas web. Empecé a recopilar esa información y a enviar a una lista de correo de papás y mamás. Cada vez más gente me empezó a pedir que les incluya en esa lista y se me ocurrió crear una página web donde poner la información a disposición de todos. La página ya está activa en el Facebook: “La Agendita”. Cuando empecé a trabajar en eso, pensé que sería bueno que “La Agendita” además produzca actividades culturales, y que sería genial que la primera sea una obra de teatro.

Para la historia, me inspiré en Miguel, mi marido, que pasa muchas horas frente a su computadora trabajando, siempre acompañado de Gumer, nuestro caniche toy, y en Marce, que ama salir a jugar a la vereda con sus amigos del barrio. Pensé en cómo sería una persona que nunca sale de su casa, que no conoce a sus vecinos y en mostrar la importancia de conocerles y de disfrutar al aire libre. Además, para escribir la historia me concentré en algunas ideas que me parecieron importantes, como que no haya un personaje malo, porque en la vida real no siempre hay alguien malo; también quise mostrar que no todas las personas necesariamente deben ayudarnos cuando tenemos un problema y no que por eso son “malas” o egoístas; o que si no resolvemos el problema, no es el fin del mundo, ya que, a veces uno puede poner todo su esfuerzo y las cosas no salen como esperábamos. Por otro lado, quise integrar al público en la historia, por lo que hay interacción entre el público y el personaje principal. También busqué que los padres puedan disfrutar del espectáculo, porque los niños casi nunca van solos.

-¿Cómo surge la idea de crear una obra en este formato?
Lo primero siempre fue que todo sea en vivo, porque Marce suele quejarse cuando los espectáculos son con playback. Miguel Balsevich, mi marido, es informático y yo soy una fanática de la tecnología, pero muy pocas veces vemos la unión de la tecnología con el arte. En agosto del 2011, Marce y yo fuimos a Buenos Aires y buscando espectáculos diferentes, encontramos “Cuentos animados”. En esta obra, una clown narra cuentos de María Elena Walsh y una dibujante hace el dibujo en vivo, para acompañar los cuentos. Es una obra hermosa. En Asunción vi una puesta de danza contemporánea que trajo un francés, que también usaba proyecciones en vivo. Entonces, investigué sobre el dibujo animado en vivo y encontré que este tipo de espectáculos se hace en todo el mundo y se usa en diferentes manifestaciones artísticas: conciertos, danza, cuentacuentos, teatro, arte urbano, etc. Al mismo tiempo, le conocí a Lucas We, diseñador gráfico, ilustrador y artista urbano, le conté la idea de hacer este espectáculo y me habló del Tagtool, el software que usamos para la obra. Nuestro aporte a este tipo de shows es la interacción de la actriz con los dibujos, cosa que vimos no se usa en los demás países, así como la inserción dentro de la historia del músico, dibujante y de quien anima los dibujos.

- Contanos más sobre la obra "¿Dónde está Gumer".
Para la obra trabajamos casi un año, primero en la investigación y fabricación del Tagtool, que es la combinación de software y hardware abierto que permite dar color, diferentes tamaños y movimiento a los dibujos realizados y proyectados en vivo. El Tagtool fue creado por ingenieros informáticos en Austria, quienes quisieron que pueda usarse en todo el mundo de manera gratuita por lo que desde su página se pueden bajar los códigos del software y los manuales para armar el hardware. Esto lo puede hacer cualquier persona entrando a la página del Tagtool (www.tagtool.org). En este caso, Miguel trabajó en el software y como soporte informático y Marcelo Alonso fabricó la parte del hardware para tener nuestro Tagtool.

Al mismo tiempo trabajamos en el desarrollo del guion, en el que Selva Fox también aportó desde su experiencia en teatro. Después convocamos al equipo; si bien es una obra de teatro, en ella trabajamos profesionales de diferentes áreas que tal vez jamás hubiéramos trabajado juntas y creo que eso también es lo lindo de este proyecto. Además, el resultado final, lo que se ve en escena, fue una creación colectiva, en la que todos los involucrados aportaron con sus conocimientos: Selva Fox, como actriz, Jorge Báez, el director, Rolfi Gómez en voces, efectos de sonido y música original, Lucas We con los dibujos en vivo, Constantino Kovacevich en animación de los dibujos y Miguel Balsevich en el desarrollo informático.

- ¿Cómo ha sido la recepción de esta obra tan novedosa?
A la gente le gustó mucho, o al menos es lo que me dicen (risas). Al estreno fueron como 200 personas y después a la temporada que hicimos en el Shopping del Sol fueron más de mil personas, que fue una producción general de Maika Rasmussen. Y, a pesar de que la invitación es para niños, vi a muchos adultos que fueron solos, como para ver lo novedoso de la puesta.

- ¿Cuál crees es el motivo por el cual los niños de todas las edades se sienten tan atrapados por este espectáculo?
A los más chicos creo que les llama la atención los dibujos, los colores y la animación, a los más grandes me parece les atrae además la música, las voces y los efectos de sonido en vivo, así como la historia, ya que se pueden sentir identificados porque la mayoría tiene una mascota o conoce a alguien que tiene una.

- ¿Por qué la apuesta por el teatro infantil?
Porque creo que no muchos apuestan a espectáculos para niños en nuestro país y es algo que ellos disfrutan y aprecian. Estoy convencida de que el arte es una parte muy importante para el desarrollo integral de los niños, para abrir sus mentes y su creatividad. Además, creo que los espectáculos para niños ayudan a que ellos en el futuro se conviertan en un público más crítico. También me pareció muy interesante que se acerquen a la unión entre el arte y la tecnología, como para darle otro uso a la tecnología. Además, cada vez que voy con Marce al teatro, veo cómo todos disfrutan muchísimo y siempre quieren ver más. Por otro lado, los niños son muy exigentes, se dan cuenta de todo y no se callan, entonces, es un desafío crear algo acorde a sus expectativas y exigencias.

- El teatro tiene una especie de magia que hace que uno nunca olvide cual fue la primera obra de teatro que vio. ¿Recordás cuál fue la primera que viste vos?
Sí, todavía me acuerdo de la primera obra a la que me llevó mi mamá, me encantó, se llamaba “Se mira pero no se toca”, tenía como 8 años. Me acuerdo de los personajes, el vestuario, la historia y el mensaje… Creo que marcó un antes y un después. Hoy, me encantaría producir esa obra (risas).

- Paralelo a este proyecto,  estás trabajando como productora de "Buena Risa Asunción Club" creando distintos eventos con formato de Stand-Up Comedy. ¿Qué te llevó a vincularte a este proyecto?
En agosto del año pasado, fui a Buenos Aires y vi a Nico García en un show de stand up en el Paseo La Plaza. Como somos amigos hace mucho tiempo y me encantó el show, le dije que teníamos que hacer traer el show a Asunción. En diciembre vino Nico de vacaciones, les mostró la técnica a los demás integrantes de Buena Risa, ellos prepararon sus materiales y a la gente le gustó mucho. Tenía que ser una sola noche, pero como el Café del Municipal se llenó, decidimos hacer otro y otro… Hasta que llegamos al teatro Latino, con 15 funciones y 2500 personas que fueron a ver “Monólogos del fin del mundo”.

- La comedia Stand-Up es un formato relativamente nuevo en nuestro país. ¿Cómo ha sido la respuesta del público en estos shows?
Nos dimos cuenta de que era algo que la gente quería ver, porque los locales se llenan y porque el público es genial, se ríe fuerte, aplaude, silba... Es un género que estaba ya en Paraguay pero de otras formas; nosotros hacemos un show en el que cada monologuista está en escena durante 12 a 15 minutos y presenta al siguiente, son siete personas muy diferentes, lo que hace que cada persona del público tenga con quien identificarse.

- Tu hija te inspiró años atrás a crear un blog muy seguido. Contános más sobre este blog.
Marce nació en el 2004 y en el 2006 empecé a escribir un blog que se llama “Conversaciones con Marcela”, en el cada entrada es una cortísima conversación que tengo con ella, de ocurrencias suyas, como tienen todos los niños, que a la gente le encanta y le hace reír. Muchos papás, mamás, abuelas y tíos me empezaron a enviar las conversaciones que tienen con sus niños, siguiendo el formato del blog, por lo que me ocurrió recopilar eso en un libro, que por ahora está parado por falta de tiempo.

- ¿Tienen algún próximo proyecto en conjunto?
El libro es uno de los proyectos que me gustaría retomar. Y creo que ¿Dónde está Gumer? tiene todavía mucho que recorrer, porque me gustaría que más niños puedan ver la obra.

- ¿Cómo resumirías la experiencia de este último año, en el cual finalmente le diste un espacio a tus proyectos personales y al arte?
Este año trabajé más que nunca (risas), pero creo que es algo que ocurre cuando uno se dedica a sus proyectos personales. Cuando le llamé a Selva Fox para que sea la actriz de la obra me dijo: “Este es tu sueño y tiene que ser como vos te imaginaste”. El resultado fue así mismo y me está trayendo muchas satisfacciones. Pero obviamente esto no iba a ser posible sin la ayuda desinteresada de mucha gente que desde el comienzo confió en mí.

- ¿Qué nuevos proyectos nos tenés preparados para el próximo año?
Para el año que viene no tengo planes concretos, porque para este año todavía quedan muchas actividades. Entre ellas, los primeros días de setiembre vamos a hacer un taller sobre el Tagtool en el Centro Cultural Juan de Salazar, para que otros artistas puedan usar la herramienta en sus espectáculos, también más funciones de ¿Dónde está Gumer? y con Buena Risa Asunción Club queremos ir al interior.

- Llevás años trabajando en la edición de libros y revistas. ¿Cómo surge el salto de editora a dramaturga?
Soy periodista de profesión, me recibí en el 2005 y desde entonces trabajo en redacción y edición de textos de todo tipo. Siempre me gustó el periodismo escrito y me encanta mi trabajo porque me da la oportunidad aprender, descubrir y conocer a diferentes personas, sus proyectos, trabajos, etc. Nunca había incursionado en la escritura de textos que no sean periodísticos, hasta que fui al taller de escritura de Lía Colombino, Abrapalabra, que me abrió la mente y me impulsó a explorar otras posibilidades.

- ¿Qué fue lo que te atrajo de las tablas?
Siempre me gustó ir al teatro y trato de ir a todas las obras que están en cartelera. En realidad, me gusta todo tipo de espectáculos, no solo el teatro. Desde chica, mi mamá me llevó a todos los espectáculos que pudo; ella me enseñó a disfrutar de todas las manifestaciones artísticas como público.

- ¿Qué te inspiró para escribir el texto de "¿Dónde está Gumer?"?
Marcela, mi hija, y yo vamos juntas a todas las actividades culturales, deportivas y al aire libre para niños. Para saber qué opciones hay cada semana, busco en diarios, revistas, páginas web. Empecé a recopilar esa información y a enviar a una lista de correo de papás y mamás. Cada vez más gente me empezó a pedir que les incluya en esa lista y se me ocurrió crear una página web para poner la información a disposición de todos. La página ya está activa en el Facebook, La Agentida. Cuando empecé a trabajar en eso, pensé que sería bueno que La Agendita además produzca actividades culturales, y que sería genial que la primera sea una obra de teatro.
Para la historia, me inspiré en Miguel, mi marido, que pasa muchas horas frente a su computadora trabajando, siempre acompañado de Gumer, nuestro caniche toy, y en Marce, que ama salir a jugar a la vereda con sus amigos del barrio. Pensé en cómo sería una persona que nunca sale de su casa, que no conoce a sus vecinos y en mostrar la importancia de conocerles y de disfrutar al aire libre. Además, para escribir la historia me concentré en algunas ideas que me parecieron importantes, como que no haya un personaje malo, porque en vida real no siempre hay alguien malo; también quise mostrar que no todas las personas necesariamente deben ayudarnos cuando tenemos un problema y no que por eso son “malas” o egoístas; o que si no resolvemos el problema, no es el fin del mundo, ya que, a veces uno puede poner todo su esfuerzo y las cosas no salen como esperábamos. Por otro lado, quise integrar al público en la historia, por lo que hay interacción entre el público y el personaje principal. También busqué que los padres puedan disfrutar del espectáculo, porque los niños casi nunca van solos.

-¿Cómo surge la idea de crear una obra en este formato?
Lo primero siempre fue que todo sea en vivo, porque Marce suele quejarse cuando los espectáculos son con playback. Miguel Balsevich, mi marido, es informático y yo soy una fanática de la tecnología, pero muy pocas veces vemos la unión de la tecnología con el arte. En agosto del 2011, Marce y yo fuimos a Buenos Aires y buscando espectáculos diferentes, encontramos “Cuentos animados”. En esta obra, una clown narra cuentos de María Elena Walsh y una dibujante hace el dibujo en vivo, para acompañar los cuentos. Es una obra hermosa. En Asunción vi una puesta de danza contemporánea que trajo un francés, que también usaba proyecciones en vivo. Entonces, investigué sobre el dibujo animado en vivo y encontré que este tipo de espectáculos se hace en todo el mundo y se usa en diferentes manifestaciones artísticas: conciertos, danza, cuentacuentos, teatro, arte urbano, etc. Al mismo tiempo, le conocí a Lucas We, diseñador gráfico, ilustrador y artista urbano, le conté la idea de hacer este espectáculo y me habló del Tagtool, el software que usamos para la obra. Nuestro aporte a este tipo de shows es la interacción de la actriz con los dibujos, cosa que vimos no se usa en los demás países, así como la inserción dentro de la historia del músico, dibujante y de quien anima los dibujos.

- Contanos más sobre la obra "¿Dónde está Gumer".
Para la obra trabajamos casi un año, primero en la investigación y fabricación del Tagtool, que es la combinación de software y hardware abierto que permite dar color, diferentes tamaños y movimiento a los dibujos realizados y proyectados en vivo. El Tagtool fue creado por ingenieros informáticos en Austria, quienes quisieron que pueda usarse en todo el mundo de manera gratuita por lo que desde su página se pueden bajar los códigos del software y los manuales para armar el hardware. Esto lo puede hacer cualquier persona entrando a la página del Tagtool (www.tagtool.org). En este caso, Miguel trabajó en el software y como soporte informático y Marcelo Alonso fabricó la parte del hardware para tener nuestro Tagtool.
Al mismo tiempo trabajamos en el desarrollo del guion, en el que Selva Fox también aportó desde su experiencia en teatro. Después convocamos al equipo; si bien es una obra de teatro, en ella trabajamos profesionales de diferentes áreas que tal vez jamás hubiéramos trabajado juntas y creo que eso también es lo lindo de este proyecto. Además, el resultado final, lo que se ve en escena, fue una creación colectiva, en la que todos los involucrados aportaron con sus conocimientos: Selva Fox, como actriz, Jorge Báez, el director, Rolfi Gómez en voces, efectos de sonido y música original, Lucas We con los dibujos en vivo, Constantino Kovacevich en animación de los dibujos y Miguel Balsevich en el desarrollo informático.

- ¿Cómo ha sido la recepción de esta obra tan novedosa?
A la gente le gustó mucho, o al menos es lo que me dicen (risas). Al estreno fueron como 200 personas y después a la temporada que hicimos en el Shopping del Sol fueron más de mil personas, que fue una producción general de Maika Rasmussen. Y, a pesar de que la invitación es para niños, vi a muchos adultos que fueron solos, como para ver lo novedoso de la puesta.

- ¿Cuál crees es el motivo por el cual los niños de todas las edades se sienten tan atrapados por este espectáculo?
A los más chicos creo que les llama la atención los dibujos, los colores y la animación, a los más grandes me parece les atrae además la música, las voces y los efectos de sonido en vivo, así como la historia, ya que se pueden sentir identificados porque la mayoría tiene una mascota o conoce a alguien que tiene una.

- ¿Por qué la apuesta por el teatro infantil?
Porque creo que no muchos apuestan a espectáculos para niños en nuestro país y es algo que ellos disfrutan y aprecian. Estoy convencida de que el arte es una parte muy importante para el desarrollo integral de los niños, para abrir sus mentes y su creatividad. Además, creo que los espectáculos para niños ayudan a que ellos en el futuro se conviertan en un público más crítico. También me pareció muy interesante que se acerquen a la unión entre el arte y la tecnología, como para darle otro uso a la tecnología. Además, cada vez que voy con Marce al teatro, veo cómo todos disfrutan muchísimo y siempre quieren ver más. Por otro lado, los niños son muy exigentes, se dan cuenta de todo y no se callan, entonces, es un desafío crear algo acorde a sus expectativas y exigencias.

- El teatro tiene una especie de magia que hace que uno nunca olvide cual fue la primera obra de teatro que vio. ¿Recordás cuál fue la primera que viste vos?
Sí, todavía me acuerdo de la primera obra a la que me llevó mi mamá, me encantó, se llamaba “Se mira pero no se toca”, tenía como 8 años. Me acuerdo de los personajes, el vestuario, la historia y el mensaje… Creo que marcó un antes y un después. Hoy, me encantaría producir esa obra (risas).

- Paralelo a este proyecto,  estás trabajando como productora de "Buena Risa Asunción Club" creando distintos eventos con formato de Stand-Up Comedy. ¿Qué te llevó a vincularte a este proyecto?
En agosto del año pasado, fui a Buenos Aires y vi a Nico García en un show de stand up en el Paseo La Plaza. Como somos amigos hace mucho tiempo y me encantó el show, le dije que teníamos que hacer traer el show a Asunción. En diciembre vino Nico de vacaciones, les mostró la técnica a los demás integrantes de Buena Risa, ellos prepararon sus materiales y a la gente le gustó mucho. Tenía que ser una sola noche, pero como el Café del Municipal se llenó, decidimos hacer otro y otro… Hasta que llegamos al teatro Latino, con 15 funciones y 2500 personas que fueron a ver Monólogos del fin del mundo.

- La comedia Stand-Up es un formato relativamente nuevo en nuestro país. ¿Cómo ha sido la respuesta del público en estos shows?
Nos dimos cuenta de que era algo que la gente quería ver, porque los locales se llenan y porque el público es genial, se ríe fuerte, aplaude, silva... Es un género que estaba ya en Paraguay pero de otras formas; nosotros hacemos un show en el que cada monologuista está en escena durante 12 a 15 minutos y presenta al siguiente, son siete personas muy diferentes, lo que hace que cada persona del público tenga con quien identificarse.

- Tu hija te inspiró años atrás a crear un blog muy seguido. Contános más sobre este blog.
Marce nació en el 2004 y en el 2006 empecé a escribir un blog que se llama “Conversaciones con Marcela”, en el cada entrada es una cortísima conversación que tengo con ella, de ocurrencias suyas, como tienen todos los niños, que a la gente le encanta y le hace reír. Muchos papás, mamás, abuelas y tíos me empezaron a enviar las conversaciones que tienen con sus niños, siguiendo el formato del blog, por lo que me ocurrió recopilar eso en un libro, que por ahora está parado por falta de tiempo.

- ¿Tienen algún próximo proyecto en conjunto?
El libro es uno de los proyectos que me gustaría retomar. Y creo que ¿Dónde está Gumer? tiene todavía mucho que recorrer, porque me gustaría que más niños puedan ver la obra.

- ¿Cómo resumirías la experiencia de este último año, en el cual finalmente le diste un espacio a tus proyectos personales y al arte?
Este año trabajé más que nunca (risas), pero creo que es algo que ocurre cuando uno se dedica a sus proyectos personales. Cuando le llamé a Selva Fox para que sea la actriz de la obra me dijo: “Este es tu sueño y tiene que ser como vos te imaginaste”. El resultado fue así mismo y me está trayendo muchas satisfacciones. Pero obviamente esto no iba a ser posible sin la ayuda desinteresada de mucha gente que desde el comienzo confió en mí.

- ¿Qué nuevos proyectos nos tenés preparados para el próximo año?
Para el año que viene no tengo planes concretos, porque para este año todavía quedan muchas actividades. Entre ellas, los primeros días de setiembre vamos a hacer un taller sobre el Tagtool en el Centro Cultural Juan de Salazar, para que otros artistas puedan usar la herramienta en sus espectáculos, también más funciones de ¿Dónde está Gumer? y con Buena Risa Asunción Club queremos ir al interior.