Los años pasan muy rápido, pero en su veloz trayecto nos transforman, nos marcan. La obra de Cacho, así como su misma vida es un testimonio de ello. Cacho Falcón, decidió partir rumbo a Nueva York en 1997 con la intensión de estudiar administración de empresas. Pero, por las vueltas de la vida, hoy, más de diez años después, lo recibimos nuevamente en nuestro país convertido en un exitoso artista.
Sin lugar a dudas, la ciudad de Nueva York despertó e inquietó aquellos intereses artísticos que siempre tuvo en su interior. Esto daría lugar a que la carrera de administración sea suplantada por una en fotografía, seguida por una Licenciatura en Bellas Artes.
Tanto en el arte como en la vida cada evento está relacionado con otro anterior. El desarrollo de su tesis universitaria, lo llevaría a explorar una temática con la que se identificaría profundamente y que se involucraría intensamente con su obra. El proyecto final consistía en hacer un retrato de su vida. Cacho, convencido del hecho que la vestimenta es de por sí una forma de expresión personal, empezó a narrar su historia de vida, empezando por su remera, pasando por sus jeans hasta terminar en sus zapatos. Así Cacho comenzaría a desnudar su alma, irónicamente en aquellas prendas destinadas a cubrir su cuerpo.
Otros se prenderían a esta idea de vestir la vida de uno mismo. Esto llevó al desarrollo de una línea de artwear, que el artista caratularía como “Denim Terapéutico”. Gracias a esta línea en la que la indumentaria iba de mano con la expresión artística, Cacho empezó a escuchar las historias que otros querían compartir con él para que las plasmara en sus jeans. Este proceso lo acercaría enormemente a la interioridad de sus sujetos, haciéndole cómplice de sus secretos, intimidades, tristezas y alegrías, que luego serían reveladas y liberadas a través del arte.
Muy pronto se le acabaría el espacio donde escribir, mas no se le agotarían las cosas a expresar. Las narraciones de vida de Cacho fueron invadiendo otros soportes hasta llegar finalmente a aquel que lo enmarcaría como obra artística: el lienzo. Estos lienzos se poblaron no solo de sus propias narrativas, sino también de las historias de vida de amigos e incluso personas totalmente extrañas que se acercaban a él, movido por su obra, para encargarle el registro pictórico de sus vidas e historias personales.
¿Cómo catalogar a sus obras? Tal vez como retratos. Pero son mucho más que meros retratos. Son hojas de ruta que registran los trayectos de sus sujetos por los caminos de la vida. Será por esto que son tan impactantes, tan fuertes, que hasta nos mueven a sentir como si estuviésemos invadiendo el lienzo con nuestra mirada. Los relatos son tan personales, que generan en el espectador la sensación de que está trasgrediendo un espacio privado, compartiendo algo extremadamente íntimo.
Cacho Falcón, con sólo 33 años de edad, se ha ganado un bien merecido espacio en Nueva York, tras muchos años de trayectoria, participando de importantísimos eventos por todo Estados Unidos y exhibiendo en varias muestras colectivas e individuales en el competitivo ambiente artístico de Nueva York.
Con su original y profuso estilo, pasaría de narrar su propia vida y la de sus amigos más cercanos, a retratar y vestir desnudando a celebridades como Beyonce, Michelle Obama, Carrie Underwood, Zachary Quinto, Josh Harnett, Daniela Urzi y Milagros Scmoll.
Ahora Cacho Falcón, se presenta por primera vez en su país, exhibiendo en Living Room, gracias al apoyo de Skip y Clear, su serie “Black & Light”, en la que juega con colores vivos, luces y negro, narrando distintas experiencias de vida a través de su arte.
¿Qué te llevó al arte?
Mi necesidad de expresar el proceso por el que estaba pasando. A falta de terapeuta, utilicé al lienzo como terapia.
¿Fue difícil dar tus primeros pasos justamente en la meca de los artistas contemporáneos, Nueva York?
Si tenés ganas nada es tan difícil, porque disfrutas de lo que haces. El secreto está en crear algo para vos y nadie más. Crear vos tus propias reglas y SENTIR ese proceso de creación. La gente ya se prende porque se conecta. Hay gente que no, pero eso no te tiene que importar en tu proceso de creación. Toda vez que vos estés conectado con tu obra, ya está. Esa conexión con tu proceso creativo es lo que te diferencia del resto.
¿Cómo es tu proceso creativo?
Entrevisto a mis sujetos, voy viendo sus fotos y luego juntas esas historias con las fotos creando un reflejo de su vida.
¿Tras tantos años desarrollando tu carrera en el extranjero, que significa para vos esta primera muestra individual en Paraguay?
Es importantísimo para mí poder compartir esto con mi familia y amigos pero más que nada con artistas que están en las mismas que yo. No es fácil ser artista. Sí, uno disfruta de lo que hace; pero al mismo tiempo, la inestabilidad monetaria por la que solemos atravesar los artistas, nos lleva a dudar de nosotros mismos y de la calidad de nuestro trabajo. Las cosas pasan si nos movemos. Yo por años estuve encerrado creando sin mostrar mi trabajo, pero una vez que lo mostré, la aceptación fue increíble. ¿Por qué? Porque compartí lo que creaba y le di la importancia a mi profesión.
Tengo entendido que cada cuadro tuyo relata una historia de vida. ¿Cómo va surgiendo esta narrativa?
Nace de la terapia que hice yo empezando con los jeans con historia. De ahí paso al lienzo. Básicamente me contás tu historia y yo la trazo en lienzo.
¿Cómo se dio el salto de la indumentaria al lienzo como soporte?
Me gusta el lienzo porque me da libertad de jugar más con otros medios. Aparte, la idea de tener colgado un cuadro que sea tu reflejo hace que reflexiones y tomes decisiones que pueden cambiar tu vida.
También veo que hubo un salto del monocromo al color. ¿No es así?
El color representa todo lo que nos ofrece la vida, el blanco y negro representa el no aprovechar lo que nos ofrece la vida.
Cuando te toca narrar una historia ajena y la gente literalmente desnuda sus vidas para que la retrates, me imagino que se produce un momento muy especial entre el artista y el sujeto. ¿Cómo es esta experiencia?
Obviamente crea un lazo que muchas veces termina en amistad. Me convierto en un confidente durante el proceso.
¿Tenés alguna obra especialmente significativa para vos?
La verdad que no. Todas son significativas para mí porque son parte de mi vida, literalmente.
¿Qué proyectos tenés para el 2012?
Empecé hace un año con mis clases de actuación. Seguiré con eso y el 2012 se viene con una fusión entre la pintura y la actuación.
¿Qué es el arte para vos?
Mi oxigeno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario