jueves, 23 de agosto de 2012

LOS CHULENGOS: Un refugio en Los Andes


Fotografías de María Alejandra Gustavino

La Provincia de Mendoza, Argentina es hoy en día uno de los principales destinos turísticos argentinos. Desde la ruta del vino al Rally de Dakar, las excusas para visitarlas son de las más variadas. En esta edición les presentamos una nueva excusa para visitarla, “Los Chulengos”, un refugio que nos acerca a las tradiciones locales y nos permite dejarnos envolver por la paz que transmiten los paisajes mendocinos.

El refugio “Los Chulengos” se encuentra ubicado en La Carrera, Tupungato, Provincia de Mendoza, al centro oeste de la República Argentina. El mismo se construyó a inicios del siglo pasado en plena cordillera de Los Andes, muy cerca de un cristalino arroyo alimentado de agua de montaña. Originalmente el refugio funcionaba como humilde morada de un puestero que se dedicaba a cuidar vacas, ovejas y caballos.

El nombre “Los Chulengos” proviene de la denominación de la cría del guanaco, especie nativa de la zona. El antiguo dueño del refugio lo llamó así, inspirado en uno de sus recuerdos de infancia favoritos, cuando amamantaba con su biberón a los chulenguitos que habían perdido a su madre.

Este pintoresco pero cálido puesto de alta montaña, ubicado a sólo una hora y quince minutos en auto de la ciudad de Mendoza, se convirtió en el lugar de veraneo elegido por la familia Palma. Ellos vieron el potencial y la magia que tenía este refugio que decidieron hacer suyo. Con el tiempo lo fueron reformando y dotando de todo tipo de comodidades y hace unos años decidieron abrir al público las tranqueras del pedacito de cielo y paz que crearon en el medio de Los Andes.

La familia Palma adaptó el antiguo establecimiento, respetando la arquitectura original y las necesidades de la época. El resultado, un lugar que mantiene intacta la calidez de antaño, transmitiendo al visitante la sensación de que está cobijado de todo dentro de sus gruesos muros de piedra. Otro de los aciertos de la remodelación, fue la inclusión de grandes ventanales panorámicos que permiten apropiarse del arrebatador paisaje: las imponentes cumbres nevadas de Los Andes, el serpenteante arroyo y las colinas cubiertas de musgo de los verdes más intensos.

Hoy en día reciben a grupos de turistas que vienen a disfrutar por una jornada o un par de días de este mágico lugar que a pesar de estar tan cerca de la capital Mendocina da la impresión de estar alejado de todo el mundo. Los únicos vecinos del lugar parecen ser las águilas y el rumor del arroyo. El silencio, el gélido viento, el cielo límpido y tan cercano y las colinas despobladas trabajan magistralmente al unísono para devolver a uno la tan necesaria paz que se pierde en el ajetreo de la vida urbana.

Además de los paisajes y la paz, en “Los Chulengos” se destacan la buena mesa y la excelente atención. Los visitantes son recibidos por el mismo propietario, el Sr. Fernando Palma, un anfitrión insuperable que no deja ningún detalle al descuido, asegurándose de que los huéspedes estén a gusto en todo momento y que ni siquiera falten los chistes de sobremesa.

Al llegar al refugio ya se empieza a sentir el cobijo. El café humeante y vigorizante no tarda en llegar para hacer frente a las bajas temperaturas de la montaña. Ya nos está esperando también la chispeante chimenea, de la cual resulta muy difícil alejarse, sobre todo cuando se cuenta con un buen libro, exquisito vino mendocino y unas ricas empanadas criollas horneadas en un horno de barro.

Para quienes desean recorrer los hermosos parajes aledaños, hay distintas actividades disponibles. Se puede solicitar (de antemano) alguna excursión en 4x4, safaris fotográficos o video safaris por los alrededores o también una visita a las principales bodegas productoras de vino de la zona. En “Los Chulengos” se puede realizar una tranquila caminata para deleitarse con los paisajes mientras pasean por los sinuosos senderos de montaña o animarse a inolvidable cabalgata hasta los distintos miradores, fotografiando paisajes únicos y con un poco de suerte, hasta algún animal salvaje como zorros, pumas, cóndores y guanacos. Los amantes de la pesca de trucha tienen a su disposición los largos kilómetros del arroyo de deshielo para practicarla con mosca, con la posterior devolución de la pesca.

Para los más aventureros hay disponible una expedición al Glaciar del Cerro El Plata. Esta consiste en tres días de cabalgata, con dos noches de alojamiento en carpa en plena montaña. La comida y provisión de equipos está incluida en el paquete y se puede solicitar como actividad adicional para un mínimo de seis personas y un máximo de doce.

Un día de campo completo en “Los Chulengos” incluye un exquisito almuerzo criollo donde podrán disfrutar de los platos típicos y de un asado fuera de serie elaborado en horno de barro, similar a nuestro tatakuá, acompañado por los mejores vinos malbec mendocinos con caminata y cabalgata. La estadía con alojamiento incluyen las cuatro comidas diarias más todas las actividades realizadas dentro del predio.

“Los Chulengos” es un refugio privilegiado ubicado en una locación de una belleza natural incomparable, que permite  al visitante hacer suya toda la paz y la belleza que lo rodea. Es mucho más que un mero establecimiento turístico, es una experiencia, una de esas experiencias que permiten saborear los placeres más sencillos sabiéndolos de lujo: un mate calentito al amanecer, el sonido del viento entre los árboles, un sabroso almuerzo regado de sol y buena compañía, acompañar con la mirada al vuelo de un cóndor hasta que se pierda en el horizonte, un atardecer en las montañas, el sabor de un tinto frente a la chimenea, un juego de cartas con amigos, y al caer la noche sentirse chiquito ante la inmensidad de las estrellas. 

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