martes, 25 de septiembre de 2012

Historia del Bordado





El bordado es por definición una labor de costura decorativa hecha sobre telas (o diversos materiales) tramados con agujas y utilizando distintos tipos de hilos o cuentas de variandas texturas, grosores y colores. 

El origen de los bordados puede trazarse a la época de los cromañones (30,000 a.C), pues fueron encontrados restos fosilizados que mostraban vestidos profusamente bordados a mano con cuentas y abalorios. En Siberia también se descubrieron prendas confeccionadas en pieles de animales que ya estaban bordadas con conchitas armando intricados diseños. Probablemente los primeros humanos se dieron cuenta muy temprano que con las puntadas que hacían para unir las pieles de los animales para cubrirse también podían crear detalles decorativos.

Los primeros bordados que se vieron en Roma estaban hechos en hilo. Los romanos los llamaban plumarium opus debido a la semejanza que tenían ciertos trabajos con las plumas de las aves. Fueron los frigios quienes introdujeron el bordado en Europa a través de las prendas bordadas que traían de oriente, donde los chinos ya dominaban el arte del bordado en hilo de seda y acostumbraban decorar sus prendas con gemas y perlas.

Los hilos utilizados a través del tiempo fueron de los más variados, en muchos casos eran los mismos que se usaban para tejidos como seda, lana, lino. Los colores de los mismos se lograban con pigmentos vegetales, además de hilos de oro, plata y cobre. Los romanos llamaban a los bordados en hilo de oro Auriphrygium. En la ciudad babilónica de Ur, hacia 1544 fue hallado un sudario enteramente bordado en oro puro en la tumba de una emperatriz del siglo 400 a.C. ¡Los hilos de oro fueron derretidos obteniendo 17 kilos de oro puro!

También se llevaban bordados en gemas variadas, rubíes, esmeraldas, perlas, topacios, cristales y todo tipo de abalorios que enriqueciera el bordado y por ende que demostrara la majestuosidad o poderío de quien lo luciera.

Desde la antigüedad los bordados fueron un símbolo de status, poder y riqueza en muchas culturas incluyendo las de la antigua Persia, India, China, Japón, Egipto, Bizancio, Roma y Grecia. En la Inglaterra de Enrique VIII los bordados eran una forma de expresar jerarquía social y el rey ordenó que se enforzara una Ley Suntuaria que indicaba incluso que grado de nobleza podía lucir prendas bordadas en hilos de oro y plata y quienes podían lucir bordados en gemas e incluso limitaba el lugar donde podían bordar sus prendas.

En el renacimiento los bordados se hicieron más elaborados y ostentosos. Tanto hombres como mujeres acostumbraban lucir vistosos bordados en sus prendas. La reina Isabel I de Inglaterra acostumbraba lucir vestidos bordados enteramente con enormes rubíes, perlas, diamantes y zafiros. Algunos trajes de corte estaban tan cargados que usarlos debería haber sido insoportablemente pesados (algunos superando los 20 kilos).

Hacia el siglo XVIII el bordado en hilo se hizo más popular. Las mujeres de la alta sociedad transcurrían todas sus horas de ocio (que por lo visto eran muchas) bordando literalmente todo lo que cayera en sus manos. Bordar llegó a convertirse en algo que toda niña debería dominar para ser una mujer hecha y derecha. Sus madres les enseñaban a dar sus primeras puntadas en sus bastidores, examinando sus labores y exigiéndoles dominar distintas técnicas.

El bordado casero, además de ser un testimonio de la buena crianza de una joven, también servía para embellecer los atuendos cuando una familia no podía permitirse prendas costosas. Las mujeres así, se valían de sus habilidades para hacer que sus ropas humildes parecieran más importantes.

En 1880 aparece la primera máquina de bordar, que sirvió para mecanizar al bordado y volverlo mucho más económico. Hoy en día, las máquinas de bordar pueden reproducir miles de patrones con sólo apretar un botón.

Hoy, esta milenaria artesanía se adapta a todo tipo de prendas y en una variedad infinita de estilos, materiales y técnicas. Incluso hay máquinas computarizadas que lo hacen accesible a todos aquellos consumidores que saben apreciar la magia lograda con fantasía, buen gusto, agujas e hilos de colores.

1 comentario:

Anónimo dijo...

803que bueno que hayan manualidades y paginas como estas que nos enseñan nuevas cosas para hacer en casa