jueves, 21 de julio de 2011

Historia de los gemelos



Los gemelos a los que nos referimos, no son aquellos hermanos idénticos, sino unos botones ornamentales usados para cerrar los puños de las camisas. Los gemelos se usan con camisas de doble puño o puño francés. Estos puños, en lugar de tener un botón en un lado y un ojal en el otro, tienen dos ojales a través de los cuales se introduce el gemelo que sirve de elemento de unión. Los gemelos no son de uso común. Estos botones glamorosos están reservados a las camisas de vestir más elegantes, de uso obligatorio para algunas prendas de ceremonia como el frac o el smoking.

Los gemelos, como indica su nombre, están compuestos de dos partes iguales, con una parte generalmente en forma de disco y un pasador posterior. La pieza frontal puede adoptar diversas formas y ser de los más variados materiales, incluso de oro o piedras preciosas que pueden convertir los gemelos en auténticas joyas. Los más elegantes, suelen hacer grabar su monograma en ellos.

Aunque les cueste creerlo, estos elegantes botones, en realidad preceden a la prenda a la que tradicionalmente ornamentan. Antiguos jeroglíficos hallados en la tumba de Tutankamón atestiguan su uso en pulseras de cuero. Sin embargo, los gemelos tal y como los conocemos hoy, hacen su aparición recién a mediados del siglo XVIII. Antes de que aparecieran, los botones eran meramente decorativos, pues las prendas se abrochaban con ganchos, cintas y tiras. En el siglo XIII los sastres empiezan a dar uso práctico a los botones, usándolos para abrochar las prendas.

El predecesor de los gemelos fueron las cintas de seda que a fines del siglo XVII se pusieron de moda en la forma de moños en los puños de las camisas. Para este fin las camisas se hacían con dos ojales a través de los cuales se hacía pasar la cinta para luego anudarla, ajustando con ella el puño de la camisa y ornamentando el pulso de su portador con un extravagante moño.

El uso de los gemelos se puso de moda en la corte del rey Louis XIV, quien ostentaba toda una colección de boutons de manchette o “botones de manga” como se los llamaba por ese entonces. Éstos consistían en dos botones unidos por una corta cadenilla que se hacían pasar por los ojales. Los gemelos de esta época eran bastante llamativos, hechos a mano con los más preciosos metales y ornamentados con piedras preciosas como diamantes y rubíes. Los joyeros empezaron a grabarlos con monogramas y darles las formas más rebuscadas, incluso se fabricaban gemelos hechos enteramente en cristales de roca. Como eran joyas, no cualquiera podía acceder a tenerlos y su uso estaba reservado para la aristocracia y las clases más pudientes. Los aristócratas conmemoraban sus bodas y otras ocasiones especiales con ellos, incluyendo en los gemelos retratos en miniatura esmaltados o grabados en cuarzo. Incluso cuando moría un ser querido, muchos llevaban un pequeñísimo mechón de su cabello dentro del vidrio de sus gemelos como señal de luto. 

Hasta bien entrado el siglo XIX, el uso de gemelos se convirtió en el sello de todo caballero. Fueron especialmente populares entre los abogados y juristas ingleses, pues los estrictos códigos de vestimenta a los que estaban sujetos no les permitían darse muchos gustos extravagantes a la hora de vestir y así encontraron en los pequeños gemelos de sus camisas, una manera discreta para expresar su buen gusto. Así los gemelos se convirtieron en el accesorio más sofisticado del placar masculino.

Con la revolución industrial el uso de los gemelos se popularizó y extendió a todas las clases sociales, ya que la producción en serie y el empleo de nuevos materiales en su fabricación, como las piedras de bisutería, esmaltes, aleaciones de metal y los baños en oro, los hizo más económicos y accesibles. En la época victoriana el uso de gemelos estaba tan difuso que eran esenciales en el vestuario de todo caballero. 

Los gemelos aún no habían alcanzado su forma moderna y se seguían fabricando de la misma manera desde hacía siglos: dos botones unidos por una cadenilla. Afortunadamente a inicios del siglo XX la creación de los gemelos unidos por vástagos los hizo más prácticos y fáciles de colocar, agilizando la vestimenta de muchos caballeros.

A inicios del siglo XX era de muy buen gusto regalar gemelos. La Emperatriz rusa Maria Feodorovna acostumbraba regalar gemelos esmaltados fabricados por su joyero de cabecera, Fabergé. Los gemelos regalados por Wallis Simpson a su esposo Eduardo VII se vendieron en 1987 en una subasta, alcanzando la sideral suma de 440,000 USD! 

En la década del 70 los gemelos cayeron en desuso, dando lugar a las más prácticas camisas con botones fijos. Pero esto no desalentó a las joyerías como Tiffany, Cartier y Montblanc, quienes siguen fabricando hasta hoy en día estos clásicos y elegantes accesorios masculinos que sin lugar a dudas, ¡nunca van a pasar de moda!

Hoy en día se pueden encontrar gemelos en todas las formas y materiales, desde plata, oro, seda, madre perla, platino y hasta madera.  Los gemelos son, sin lugar a dudas, un detalle de elegancia que nos habla de sofisticación e individualidad. Los gemelos constituyen el complemento ideal para lucir impecables en una noche de gala ya que agregan un toque de brillo y originalidad a las prendas más formales del vestuario masculino.

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