miércoles, 23 de febrero de 2011

María Teresa López Moreira de Pérez: Modelando Ideas



María Teresa López Moreira es una artista paraguaya, nacida en Asunción. Se formó como artista en la Escuela de Bellas Artes de Asunción, que por aquel entonces era dirigida por el profesor Roberto Holden Jara. Luego vinieron las investigaciones en varias ciudades de Europa y Asia, sobre técnicas en cerámica, tallado en madera y batik.

Participó en varias exposiciones colectivas e individuales. En el 2008 presento su muestra individual “La Pasionaria” en el Centro Cultural de la Ciudad “Manzana de la Rivera”. En el año 2009 intervino una de las salas del Centro Cultural de la República “El Cabildo”, bajo la curaduría de María Eugenia Ruiz, presentando la muestra “Intervenciones Temporales Puntuales”. En octubre del 2010 presentó su muestra “Signos”, en el Centro Cultural de la República “El Cabildo”, bajo la curaduría de María Eugenia Ruiz. En diciembre del 2010 intervino en el Centro Cultural del Citibank, nuevamente bajo la curaduría de María Eugenia Ruiz, en la muestra llamada “Tupasy Caacupé” con la instalación “La Ofrenda”. Con esta muestra el Centro Cultural del Citibank dio inicio a su calendario para los festejos del Bicentenario.

Desde que sus manos empezaron a dar forma a la arcilla, se fue dando cuenta de las múltiples posibilidades expresivas que este medio le ofrecía. Si este noble material, que tan dúctilmente se sometía a la voluntad de sus yemas, podía dar espacio a las más variadas formas, ¿por qué no también a ideas? Así María Teresa se embarca en el desafío de dar nuevos contenidos a sus piezas en cerámica, un medio expresivo muchas veces menospreciado y relegado a una finalidad meramente utilitaria o decorativa.

Esta evolución de lo decorativo-funcional a lo expresivo-conceptual, aleja a la obra de María Teresa de la cerámica tradicional, convirtiendo a las mismas en auténticas piezas escultóricas. En ellas la cerámica nos habla con una voz renovada; que si bien mantiene su tono profundamente arraigado en nuestra tradición popular, adquiere una serie de sutilezas expresivas propias del arte de este siglo.

¿Cómo te iniciaste en el mundo del arte?
Desde muy joven me gusto el dibujo y la pintura y debido a mi pasión por el arte, decidí especializar mis estudios en la “Escuela de Bellas Artes”. Fue ahí donde comencé con mis primeros trabajos con arcilla. Hoy practico la cerámica contemporánea con método propio de formas y objetos.

¿De qué te nutres como artista?
Me nutro investigando a través de la lectura de libros sobre arte, visitando museos y seminarios, y las veces que viajo al exterior aprovecho para estudiar técnicas relacionadas con los materiales que son de mi interés.

¿Qué cosas te inspiran como artista?
Mi inspiración proviene de hechos relacionados con la naturaleza y de situaciones que se refieren a la historia de nuestro país y el mundo, que me inducen a expresar lo que siento. 

¿Cómo es tu proceso creativo?
Cuando tengo en mente desarrollar un tema determinado, seguidamente empiezo a hacer mis bocetos, para luego plasmar mi idea en la arcilla. La arcilla tiene muchos pasos a seguir. Desde que se empieza a amasar, se deja descansar unos días esperando el punto exacto para ser moldeada, se moldea, se dan los detalles y se deja secar. Lo más delicado de todo el proceso, es que en la obra no hayan quedado burbujas de aire por haber trabajado la arcilla por no haber trabajado la arcilla de la manera correcta. Éstas, generalmente se manifiestan en el momento de la cochura (cocción de la arcilla) a 900 grados. Ese aire atrapado debe salir por algún lado y produce la explosión del trabajo. Por otro lado, para lograr una terminación diferente y única, utilizo herramientas caseras (hasta se podrían decir inventadas), que me son de suma utilidad. Por último, al trabajar con obras de mucho espesor siempre se debe hacer un vaciado (calar por dentro del trabajo), ya que de lo contrario causa también una explosión en la cochura. Sin embargo, yo he desarrollado un método mediante el cual logro realizar obras de mucho cuerpo sin hacer el vaciado y que aun así se mantienen intactas en el proceso de cocción.

¿Qué lugar ocupa el concepto en tu obra?
El concepto está íntimamente ligado al tema y al fusionar los dos, comienzo a darle forma. Como te dije, mi obra se inicia con el interés de trabajar la arcilla, el barro, y explorar sus posibilidades. De allí, este noble material, me llevó, por un sendero de experiencias e investigación que permitió  acercarme, sin querer, al arte conceptual y su poética forma de expresión. Eso es lo que me gusta del arte, que constantemente uno está embarcado en un viaje de aprendizaje sin fin, pero con un sinnúmero de caminos que nos permiten llegar a insospechados destinos para expresar el sentido propio.

¿Con que medios preferís trabajar?
Lo que más prefiero para plasmar mis obras es la arcilla de Areguá, de una alfarería específica, que es de buenísima calidad ya que está compuesta con ciertos productos químicos los cuales hacen que sea una masa realmente excepcional para ser trabajada.

¿Tienes alguna obra favorita o de especial significado para vos?
De todas las obras que realice hasta hoy, con la que más me identifico es “La Pasionaria”, que es la flor que refleja la Pasión de Cristo. Es mi obra favorita sencillamente porque como soy una persona muy espiritual, creo que en esta obra logré plasmar ambas pasiones, mi espiritualidad y mi arte.

¿Cómo se dio tu acercamiento a la cerámica?
Comenzó mi interés siendo muy joven, cuando empecé a usar la arcilla en los cursos con el Profesor Pollarolo, con quien estuve trabajando en sus talleres. Con el pasar de los años fui acrecentando muchísimo mi pasión, tanto que me siento realizada solo con observar mis trabajos terminados.

A tu criterio ¿Cuáles son las ventajas a nivel expresivo que ofrece la cerámica?
La arcilla es un material muy dúctil, muy noble, y esta lista siempre para que le des tu toque de expresión.

¿Qué intentas transmitir o expresar con tu obra?
A través de mis obras querría transmitir las emociones que me causa la inspiración de ese momento.

¿Cómo surgieron tus primeros laberintos en cerámica?
Una vez concluidos mis trabajos, para la muestra “Signos”, parte de mis obras despertaron en mi el confuso sentimiento que me llevo a dar el nombre de “Laberintos”.

¿Qué proyectos tenes para el 2011? 
Preparar minuciosamente, según mi inspiración, la obra que tengo planeado exponer posiblemente en el 2012, si Dios lo permite. Digo posiblemente porque quiero tomarme el tiempo necesario para elaborarla, ya que no es nada fácil trabajando en forma individual como lo hago yo. Además, aunque la arcilla es muy dúctil y noble, tiene su largo proceso para lograr la terminación adecuada. Con respecto al tema que tengo elegido para mi siguiente proyecto, no lo revelo hasta el día de la muestra, es algo que guardo hasta el final para mantener la expectativa del público. Para mí la mayor satisfacción es que mis obras sean valoradas y adquiridas por la gente. 

¿Alguna vez te sentiste limitada?
No, siempre que tuve mis temas en mente lo hice sin ninguna limitación por lo que nunca me sentí limitada a nivel creativo.

¿Qué te llevo a dar el salto de la cerámica a la instalación?
Realmente no la consideraría como un salto, más bien una continuidad de mis obras donde utilizo el espacio creando una instalación.

Contame más sobre tu obra.
“Signos”… Metáforas Plásticas, esta obra fue formada por una interacción de dos instalaciones de suelo y tres murales en gran formato, bajo la curaduría de Maria Eugenia Ruiz, que fue presentada el 25 de Octubre del 2010 en el Centro Cultural de la República “El Cabildo”. Fue una muestra de carácter poético donde se usaron materiales muy etéreos que realzaban la excepcional presentación.

La primera parte poética fue una intervención de espacio en la sala de muestras temporales. Esta instalación la presenté visualmente sobre un espacio cubierto de un blanco tenue, comenzando con la obra que representaba  los conflictos bélicos que tuvo el Paraguay, seguido de los objetos de excavación y terminaba subiendo a la pared. Por debajo una columna con restos de yeso en polvo indicando las excavaciones. Este conjunto, al ser observado, formaba una cruz, para significar el sufrimiento del pueblo Paraguayo, un país que quedó devastado. Todas las piezas usadas como objetos de excavación, son esculturas.

Seguidamente venían la instalación de los “Laberintos”, acompañado de espejos, velas y juegos de luces, que creaban la búsqueda de la identidad perdida. Y para concluir, los “Murales”, que velados con voiles que daban un halo de misterio a la muestra.

Para finalizar, me gustaría hacer una pregunta que siempre hago a los artistas: ¿Qué es el arte para vos?
El arte es algo innato en la persona, es tener habilidad para expresar sus sentimientos a través de su obra. Lo veo como un don que Dios nos da, al cual hay que descubrirlo y explorarlo.

No hay comentarios: