Cuando hablé le pregunté a Ati sobre sus inicios se remontó a su infancia. A una infancia en la que la moda y la costura eran un elemento más del hogar, donde a la hora del almuerzo se retiraban de la mesa del comedor todas las telas, alfileteros, tijeras y moldes para dar lugar a los platos. Ati Troche creció envuelta en telas, jugando con cintas y retazos, por lo que para ella, la moda fue siempre algo natural, un elemento más de su vida y de su cotidianeidad.
La infancia de Ati se vio marcada por mujeres que tejían, bordaban y mantenían con sus pies el ritmo constante de sus máquinas de coser. Estas mujeres generosas en su saber, mientras bordaban con fantasía los trajes que iban a llevar sus hijas a los casamientos y que eran elaborados como actividad familiar, iban transmitiéndoles sus técnicas, sus secretos y su amor por lo que hacían.
Ati Troche supo aprovechar todo esto y convertirse en una de las principales diseñadoras de Asunción. A su atelier acuden con asiduidad las mujeres más elegantes del país. Ati sigue con la misma pasión heredada de las mujeres de su familia, llenando de ilusión, belleza y fantasía la vida de las mujeres que eligen sus diseños.
¿Como empezaste a interesarte en la moda y cuando empezaste a dedicarte al diseño?
Nací en la moda. Estuve siempre rodeada de personas para quienes la moda fue tanto un trabajo como un placer. La costura y la moda estaban siempre presentes en casa. Mi abuela y mis tías se dedicaban a la alta costura. Mi mamá también cocía pero solo para nosotros. Entre ellas hablaban de moda todo el tiempo.
La infancia de Ati se vio marcada por mujeres que tejían, bordaban y mantenían con sus pies el ritmo constante de sus máquinas de coser. Estas mujeres generosas en su saber, mientras bordaban con fantasía los trajes que iban a llevar sus hijas a los casamientos y que eran elaborados como actividad familiar, iban transmitiéndoles sus técnicas, sus secretos y su amor por lo que hacían.
Ati Troche supo aprovechar todo esto y convertirse en una de las principales diseñadoras de Asunción. A su atelier acuden con asiduidad las mujeres más elegantes del país. Ati sigue con la misma pasión heredada de las mujeres de su familia, llenando de ilusión, belleza y fantasía la vida de las mujeres que eligen sus diseños.
¿Como empezaste a interesarte en la moda y cuando empezaste a dedicarte al diseño?
Nací en la moda. Estuve siempre rodeada de personas para quienes la moda fue tanto un trabajo como un placer. La costura y la moda estaban siempre presentes en casa. Mi abuela y mis tías se dedicaban a la alta costura. Mi mamá también cocía pero solo para nosotros. Entre ellas hablaban de moda todo el tiempo.
Contame más sobre estas mujeres.
La moda era para ellas como un complemento más de su creatividad. Ellas eran mujeres sensibles que llevaban al arte en el alma. Una de mis tías era concertista de guitarra y la otra era pintora. La moda era otra faceta más de esta veta artística que todas tenían.
Me imagino que su influencia habrá sido enorme.
Tuve la fortuna de crecer en este ambiente donde la moda tenía una presencia muy intensa por lo que la moda fue algo que aprendí naturalmente y desarrolle como una faceta más de mi vida.
¿Cuando empezaste a dedicarte comercialmente a la moda?
Prácticamente toda mi vida cosí cosas y las vendí (risas). A los 25, cuando quise independizarme empecé a ver verdaderamente el lado comercial. Empecé primero diseñando para empresas y luego continué trabajando por mi cuenta.
¿En todos estos años de trayectoria que cambios percibís en la moda local?
A mí me impresiona como creció la Alta Costura. Debo reconocer que en la época de mi abuela habían manos mágicas que tocaban la tela. Hoy en día cuesta más conseguir gente joven que mantenga el mismo nivel de antes. Mucha de la gente que me cose ya es mayor y viene de esa escuela de antes. Sin embargo, aquí seguimos teniendo artistas de la costura y del bordado que son un verdadero lujo.
¿Qué es lo más importante a la hora de hacer un vestido?
El tiempo que lleva hacerlo y cuanto va a costar! Un detalle también muy importante es el tiempo de confección. Yo considero que hay que empezar un mes antes del evento.
¿Cuales son los principales detalles que tenés en cuenta a la hora de diseñar?
Son muchos los aspectos a tener en cuenta y todos influyen en el diseño de un vestido de alta costura. Tal vez los principales sean: la mujer que lo va a lucir, los materiales que se van a usar y el acontecimiento donde se lo va a llevar.
¿Qué te inspira?
Es muy importante la suma de lo que ya te dije y lo que llevo adentro. Porque verdaderamente la moda es una pasión para mí.
¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
Poder ver la prenda más lograda de lo que me había imaginado antes de hacerla. Esto genera una satisfacción enorme. Por otro lado, la moda me permite desarrollar mi creatividad. Lo hago con gusto.
¿Cómo describirías a tus diseños?
Me parecen todos muy distintos, pero me suelen decir que mis trajes se identifican muy fácilmente.
¿Tenés algún diseño que hayas hecho al cual le tengas un cariño especial?
Si, el vestido de debút de Cecilia, mi sobrina. Fue el que me dio el impulso para afirmarme en donde hoy estoy.
¿Qué debe tener toda mujer elegante en el guardarropas?
¡Por supuesto que un vestido de alta costura!
¿Quienes son a tu criterio las mujeres más elegantes del Paraguay y porqué?
Cada una es elegante a su manera según su personalidad y su forma de ser. No hay competencia en este terreno. Las cosas tienen gusto o no lo tienen. Igual que los alimentos son insípidos o no.
¿Cómo definirías al estilo?
Como un proceso de creación que sin perder de vista que sea llevable y confortable, no debe tener ni frenos ni límites, sino más bien debe llevarse hasta el final.
¿Cómo definirías tu estilo personal?
Me cuesta mucho definirme. Muchas veces me catalogaron como vanguardista, pero yo nunca me vi como vanguardista. Yo fui aprendiendo y conociendo cada vez más sobre moda, y a medida que lo hacía, fui animándome a mezclar elementos, a utilizar ciertos materiales y esto me llevó a hacer cosas diferentes. Con el compromiso de diseñar para los demás uno se ve más limitado por lo que yo siempre fui el conejillo de indias de mis diseños ya que a mi nada me condicionaba.
Me cuesta mucho definirme. Muchas veces me catalogaron como vanguardista, pero yo nunca me vi como vanguardista. Yo fui aprendiendo y conociendo cada vez más sobre moda, y a medida que lo hacía, fui animándome a mezclar elementos, a utilizar ciertos materiales y esto me llevó a hacer cosas diferentes. Con el compromiso de diseñar para los demás uno se ve más limitado por lo que yo siempre fui el conejillo de indias de mis diseños ya que a mi nada me condicionaba.
¿Cuál es el secreto de tu éxito?
No puedo jactarme ni llevarme todos los laureles. No podría hacer alta costura si no contaba con la mano de obra única con la que cuento. Las modistas y las bordadoras con las que trabajo son verdaderas artistas de la aguja y no tienen nada que envidiar a las que cosen para los grandes modistos de París.
¿Cuál considerás tu mayor logro profesional?
Que mis hijas y mis amigas me pregunten que se van a poner.
Que mis hijas y mis amigas me pregunten que se van a poner.
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