miércoles, 2 de abril de 2014

La moda Vintage




Mucho se habla hoy de moda vintage. Se trata de una palabra francesa empleada en las vendimias para referirse a los vinos producto de sus mejores cosechas. El término por lo tanto adquirió la acepción de calidad y antiguo o añejo, que más bien es algo que el tiempo ha mejorado. Resulta natural que este término se extendiera para aplicarse a las prendas y accesorios que han sobrevivido la prueba del tiempo, ganando encanto con el transcurrir de los años y en tan buenas condiciones como para ser empleada hoy en día por mujeres apasionadas por la moda y la historia.

Muchos se preguntarán ¿en qué momento se puso de moda usar prendas pasadas de moda? Pero como todos los apasionados por la moda sabemos, ésta tiende a repetirse, y las prendas vintage justamente tienen a su favor el hecho de que pueden mantenerse vigentes sin dar a quien las lleva el aspecto de alguien pasado de moda, sino todo lo contrario.

A la moda vintage a veces se la asocia con las ropas usadas, con las ropas antiguas y con las ropas retro. Por lo que antes de proseguir es necesario aclarar bien las diferencias entre cada uno de ellos. Las prendas vintage, sin bien en muchos casos fueron usadas con anterioridad, no necesariamente son usadas. A veces se encuentran en tiendas vintage, prendas que tienen aún las etiquetas puestas, ya sea porque su dueño nunca llegó a estrenarla o porque se tratan de muestras o stock antiguo de tiendas. El ser usada por lo tanto no es un prerrequisito para que la prenda sea considerada vintage. Tampoco todas las ropas usadas pueden considerarse vintage. Las ropas deben tener al menos 20 años para ser consideradas vintage (osea que deben ser al menos del 1993). Esta regla no se aplica a las prendas de diseñador, que pasan automáticamente a ser consideradas vintage al pasar la temporada. 

Ahora pasemos a la diferenciación entre vintage y antiguo. Si bien muchas veces uno puede encontrar vestidos muy viejos en las boutiques vintage, de los años 50 o 60, los expertos en la materia hacen una distinción entre lo vintage y lo antiguo. Todas las prendas producidas antes de 1920 son referidas como ropas antiguas por lo que no entran en la categoría del vintage. Esta diferenciación tiene una razón muy práctica. La ropa anterior a los años 20 es muy difícil de poder llevarse hoy en día debido al estado de conservación de las prendas, y como la idea de la moda vintage es vestir la prenda, las prendas muy antiguas y frágiles no pueden comercializarse como vintage. 

El último término con el que debemos hacer una distinción es el término “retro”. Las prendas retro están inspiradas en una determinada época de la moda, ya sea años 50 o años 40, pero no son de esa época, sino que fueron confeccionadas contemporáneamente por diseñadores que se inspiraron e imitaron estilos llevados en tiempos anteriores. Una prenda retro puede estar hecha hace solo unos meses, sin embargo para que una prenda sea vintage, es necesario que hayan pasado al menos 20 años.

Si bien las modas de tiempos anteriores siempre han generado un sentimiento de fascinación y de nostalgia en los fashionistas del mundo, la moda de llevar prendas vintage surgió en los años 90. Las prendas vintage tuvieron un auge de popularidad en años recientes. Esto se debió indiscutidamente al hecho de que muchas estrellas de Hollywood optaran por llevar prendas vintage a los eventos de alfombra roja. Uno de los momentos más memorables de la moda vintage ocurrió en el 2001 cuando Julia Roberts deslumbró a todos llevando un espectacular modelo vintage de Valentino a la entrega de los Oscars, y no sólo se llevó la estatuilla a mejor actriz sino también se ganó el primer puesto en todos los rankings de mejor vestida. Desde entonces empezó el ascenso de la popularidad de la moda vintage en el mundo.

Por lo general las prendas vintage no son muy costosas, pero obviamente hay excepciones. Cuando las prendas son de alta costura y sobre todo de diseñadores famosos, los precios pueden escalar vertiginosamente. Un vestido de Christian Dior de la época del New Look de Dior, es un preciado tesoro que puede valer varios miles de dólares, así como un vestido de gala diseñado por la Schiaparelli. Las prendas que están sin uso y que conservan aún las etiquetas originales también tienden a tener un precio considerablemente mayor a aquellas que fueron previamente usadas. Hoy en día muchas personas coleccionan prendas vintage, ya sea vestidos de alta costura, carteras de diseñador, sombreros o pañuelos de seda firmados. Las prendas coleccionables también tienden a tener un mayor valor. Los coleccionistas ven a las prendas vintage como verdaderas inversiones, ya que con el tiempo, lo más probable es que su valor aumente.

 Los rasgos más apreciables de la moda vintage son su historia, su hechura, su estilo, género y diseños. Son prendas que reflejan una era y vienen cargadas de una historia y una energía muy especial. También son prendas únicas, irrepetibles y es virtualmente imposible de encontrarse con otra persona con el mismo estampado o el mismo modelo. Generalmente traen ligada la historia de quien las llevó, del momento para el cual fueron creadas, del diseñador o la modista que la idearon y confeccionaron y de la estética de una época determinada en la moda.  Por este motivo, así como ocurre con las antigüedades, el origen de las prendas vintage suele ser muy importante para los coleccionistas y expertos en la materia.
Los fanáticos de la conservación del medio ambiente también aprueban el empleo de prendas vintage ya que sin lugar a dudas es una manera de reciclar, instalar en la mente de la gente el valor de lo usado y antiguo y la idea de reparar en vez de desechar. De hecho muchas veces las boutiques vintage reparan las prendas antes de ponerlas a la venta y también hacen pequeños cambios para darles un aire más contemporáneo o formas más favorecedoras. Si las prendas están en muy mal estado, los encargados de las tiendas muchas veces encuentran objetos para rescatar, ya sea un trozo de género, un cuello de encaje o los botones.

Los amantes de la moda vintage, muchas veces se enamoran de la historia de la prenda, tanto como de la prenda misma. Como que tienen un encanto especial que las hace distintas. La moda vintage nos narra una historia, muchas de las veces más ornamentada e interesante de la que nos narran los productos producidos en masa de hoy en día. Al verlas no se puede evitar imaginarse lo que sintió su dueña original al comprarla o al lucirla para algún acontecimiento especial. ¡De seguro sus dueñas las amaron tanto que no se quisieron desprender de ellas, y este es el motivo por el cual llegan a las boutiques vintage tantos décadas después!

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