Amalia
Ruíz Díaz y Carlos Sosa Rabito forman una especie de dúo dinámico de la
investigación artística. Son como el Sherlock Holmes y el Dr. Watson del arte paraguayo.
Juntos, desde el departamento de investigaciones del Instituto Superior de Arte
(ISA), están emprendiendo, paso a paso, el rescate de la vida, obra y legado de
los grandes pintores de nuestro pasado. Gracias a sus investigaciones y
registros, se ha preservado del olvido material de vital importancia para
desentrañar el sentido del arte paraguayo.
El
producto de sus investigaciones conjuntas pudo verse en los libros “Jaime
Bestard: Arte y Dignidad” y “Modesto Delgado Rodas”. En breve publicarán también
un nuevo material que recaba la vida y obra de Roberto Holden Jara. Estos
textos no sólo representan los primeros frutos de su colaboración, son
principalmente los primeros pasos de lo que claramente es ya un rumbo bien
trazado: la investigación y el registro de los grandes exponentes del quehacer
artístico de nuestro país. Estos textos además de servir de fuente
bibliográfica fundamental para el estudio de estos artistas, podemos vaticinar
que servirán de combustible para alimentar el imaginario de nuevos artistas
además de servir de catalizador a otras investigaciones en la materia, que
tanta falta hacen.
¿Cómo
surge la idea de dedicar libros a pintores paraguayos?
Carlos:
Allá por el 2005, el ISA llega a una segunda etapa, en ese momento el consejo
decidió que sería importante abrir un espacio de investigación que se dedicara
en primer lugar al rescate. Al hablar de este rescate, quiero dejar en claro que
no aludimos de ninguna manera a que no se haya atendido a este rescate, sino
que se lo hacía de una manera diferente. Ahí es donde nace el compromiso con Amalia,
ella hace el trabajo de investigación y yo me encargo de lo que sería la
dirección de investigación. Empezamos con Bestard. Proponíamos una manera de
rescatar esa memoria, exponer esa documentación consistente en los
escritos, en la obra, los objetos, la
memoria intangible anclada en el testimonio de los familiares y amigos y abrir
un panorama que permita mirar de otra manera lo que pudo haber pasado realmente
con el arte paraguayo.
¿Amalia, cuando surgió en vos esa
faceta de investigadora que hizo posible todas estas publicaciones?
Nace
en el ISA. Allí encontré mi camino con el tema de los murales. En las clases se
hablaba tanto del tema del muralismo mejicano, y me interesé en estudiar
nuestros murales. Sentí que eso del registro me gustaba y fue muy grande la
sorpresa para mí cuando Olga Blinder me invita, siendo aún alumna, a formar
parte del departamento de investigación del ISA. Como docente, Olga Blinder
siempre fue mi norte y para mí fue demasiado importante que me invite a
trabajar con Carlos y formar parte del staff. Mi primera investigación la hice
durante los cuatro años de carrera. Durante estos años fui persiguiendo las
informaciones que me pasaban de murales y llegué a presentar en mi tesina 70
murales, un resultado que sorprendió hasta a la misma Olga, quien creía, como
todos, que en nuestro país había muy pocos murales. Mi trabajo me llevó a encontrar
muchos murales que estaban olvidados, descuidados y me preocupé de que se les
diera más destaque con una iluminación apropiada. Intentando encontrar apoyo
para que se los preservara y destacara apropiadamente, llegué al FONDEC y ellos
al ver mi tesina se interesaron en publicarla. Esta publicación me abrió un
camino al trabajo a los cuarenta y dos años y fue muy importante para mí.
La mayoría de las obras están en
manos de coleccionistas privados, tu trabajo es una forma de hacer públicas
estas obras. ¿Cómo lograron acceder a estas colecciones?
Amalia:
La clave para que se me abra el camino con los coleccionistas fueron Olga Blinder
y Meme Perasso. Con el trabajo que hicieron para “Arte Actual” ellas sabían
dónde estaban los grandes coleccionistas. Ellas me pusieron en contacto con el
coleccionista Jorge Gross Brown quien me permitió acceder a su magnífica
colección de Jaime Bestard.
Me imagino que muchos se han de
mostrar recelosos a la hora de permitirles el acceso a sus colecciones por
motivos de seguridad.
Amalia:
Hay gente que tiene miedo a que se sepa que tienen cuadros de valor en su
propiedad. Debemos recalcar que la publicación del nombre del propietario de la
obra es absolutamente opcional. Muchos no quieren que sus nombres figuren y les
respetamos totalmente. Necesitamos una autorización por escrito de los
propietarios para publicar las fotografías de las obras, en la cual se indica
si desean que aparezca el nombre del coleccionista o propietario o simplemente
que aparezca anónimamente como “colección privada”. Les agradecemos la
oportunidad que nos dan y el hecho de que ellos valoren el trabajo que nosotros
estamos haciendo, pero incluso para incluirlos en la sección de agradecimientos
tenemos que pedirles consentimiento. A mí me encantaría ponerlos a todos en agradecimientos
para que se sepa que ellos colaboraron en ese rescate, pero sólo si me
permiten. Hay que cuidar muchos detalles.
¿Qué cuidados tienen a la hora de
manipular la obra?
Carlos:
Hay gente que tiene mucho miedo de que se toquen los cuadros o se manipulen por
miedo a que se dañen. Esta inquietud es comprensible. Nosotros sabemos el valor
que tienen como patrimonio y las tratamos con muchísimo cuidado y además
sabemos cómo manipular la obra.
Amalia:
Yo para tratar a las pinturas hice dos años de restauración con Estela
Rodríguez Cubero. Ella me enseñó todo el manejo de las obras de arte, como hay
que subir bajar, como tratarlas tomando todos los cuidados para evitar
accidentes, también estudié registro y catalogación de obras de arte con el Padre Amato. Todos estos cuidados que
representan el respeto hacia el objeto, forman parte del oficio.
¿Ustedes qué garantías le dan a
quienes les abren sus casas?
Amalia: Con este trabajo hay que ser absolutamente
discretos ya que uno entra a una casa y los propietarios depositan muchísima
confianza en uno y esto nos ubica en una situación de mucha responsabilidad. Por principio no podemos decir fulanito de tal
tiene tal obra porque siempre hay cuestiones de confidencialidad y de seguridad
que nosotros debemos proteger. Sentimos mucho respeto hacia la confianza
depositada en nosotros por innumerables coleccionistas y propietarios de obras
de arte. Incluso cuando nos autorizan a
publicar el nombre del coleccionista, como fue el caso de la colección Gross
Brown, igual estamos obligados a guardar confidencialidad en otros aspectos. No
por el hecho de que nos permitieron publicar su nombre, podemos dar sus
contactos a otra gente, ni dar ninguna otra información más allá de los datos
publicados en el libro.
Cuando una persona o
coleccionista les abre las puertas de su casa, para permitirles fotografiar y
registrar las obras de su colección, ¿cuál es su aporte al trabajo de ustedes?
Amalia:
Mi trabajo, sin los coleccionistas no tiene sentido. Al permitir el registro
ellos colaboran con la investigación y brindan su aporte a la historia del arte
paraguaya.
¿La catalogación tiene algún beneficio
para el coleccionista?
Amalia:
Yo aprendí en mi post grado en España que las obras catalogadas tienen un valor
muy importante. Al estar catalogada la obra aumenta de valor, ya que se le da
legitimación a la obra. Por otro lado
mucha gente también adquiere la conciencia de que tienen un objeto artístico de
valor, ya que se han dado caso en que no lo sabían.
Carlos:
Al catalogarlo, al cuadro se le da su Cédula de Identidad.
¿A qué apuntan con este trabajo
de rescate?
Amalia:
Como alumna de arte me di cuenta de que contábamos con muy pocos materiales de
esta parte de la historia del arte paraguaya que nosotros estamos abordando.
Nosotros sabíamos mucho del movimiento “Arte nuevo” y de los pintores
anteriores sabíamos bastante aunque de forma más salpicada.
Carlos:
Llegó un momento en que yo , que hago la cátedra de Historia del Arte Contemporáneo
Paraguayo, en el cual me di cuenta de que era insostenible hacer la clase sin
sus referente inmediato. No se podía hablar del arte de ahora sin saber bien
que había pasado con el arte antes. Había historias silenciadas entre la época
de López y la post guerra, en el sentido de que se había perdido la memoria y
los documentos habían desaparecido. Para mí el sentido es que podamos mirar con
más claridad hacia atrás para comprender lo contemporáneo. El rescate también
consiste en dejar en claro de que hay un patrimonio muy importante, y que esa
colección, para bien, está en manos de coleccionistas que están velando de ese
patrimonio, porque lastimosamente carecemos de instituciones públicas, como
museos estaduales, que lo hagan. A pesar de todo lo que nos sucedió política y
económicamente, acá se desarrolló una sensibilidad muy rica Esta publicación permite, que los que están
interesados en el arte sepan que existe esa obra, que hay un patrimonio
importante y que podemos hablar de un arte que fue rehaciéndose lentamente
hasta el surgimiento del grupo arte nuevo en la década del cincuenta.
¿Qué nos pueden decir del arte
que se desarrolló en el periodo que están investigando?
Carlos:
Hay una cuestión fundamental: eran muy buenos pintores, excelentes pintores. Lastimosamente
no pudieron reunir su obra en un marco ideológico. Pero eso era también un
resultado directo de la situación del Paraguay. No hay que olvidarse de que
cuando nos recuperamos de la Guerra de la Triple Alianza vino otra vez la
guerra contra Bolivia y eso interrumpió un proceso. Queremos que la gente
acceda a los distintos momentos del arte paraguayo, que la gente común como se
dice - no solamente la gente vinculada con el arte- pueda comprar un libro y conocer
nuestra historia del arte.
En sus investigaciones, además de
las obras pictóricas de los artistas, también registran sus bocetos. ¿Qué papel
cumplen estos bocetos en la investigación?
Amalia:
Cuando se hace un zoom sobre un artista, surgen otros trabajos del artista, que
son los bocetos. Por lo general son guardados por los familiares, que los
tienen sin saber qué hacer con estos materiales y todo ese material conforma el
cuerpo de la producción. A través de ellos vemos los procesos. Por ejemplo
Bestard, que por su obra parecía tan academicista, cuando aparecieron sus
bocetos tan modernos, su obra adquirió otro sentido. Carlos siempre insiste en
que él realmente fue un aventajado con respecto a su tiempo. Y eso, si no se
hacían esas publicaciones, se hubiera perdido.
¿Qué papel juega el testimonio en
la investigación?
Amalia:
Es importantísimo contar con el testimonio del entorno inmediato, los
familiares, alumnos y amigos del artista que te pueden relatar sobre él. Los
familiares de Bestard y las hijas de Holden Jara aportaron muchísimo a las
investigaciones.
Carlos:
Hay una tendencia contemporánea muy importante: el testimonio. Si no se tiene
el documento, el testimonio se vuelve fundamental para armar la figura del
artista.
¿Qué papel juega esta
investigación en la historia del arte?
Carlos:
Con Amalia creemos que este trabajo va a provocar que entendamos que
necesitamos lo que se llama la historia del arte como carrera autónoma, como
disciplina científica autónoma. Esa historia del arte podrá permitir tener una
lectura del conjunto real de la obra. Nosotros apuntamos hacia eso: que en
algún momento la obra de Amalia, que es una documentación precisa, le sirva a
cualquier experto para saber dónde está la obra, sus medidas, sus
características, la fecha en la que fue hecha; y que esa persona pueda hacer la
figura del artista. El historiador va a tener una lectura más clara. Este es un
trabajo que va a permitir que alguien arme científicamente un relato. Ticio Escobar
lo hizo, magníficamente. Todos los que estamos en el tema del arte nos hicimos
con su libro. Ahora, se pretende tener una historiografía, y cuando hablo de
historiografía no estoy hablando de una cuestión rígida, ni un discurso
literal, sino de un discurso historiográfico contemporáneo que pueda dar cuenta
del sentido de este asunto. Porque tiene que tener un sentido. Tenemos que
construir ese sentido y detrás de eso
estamos. Yo creo que en 10 años podemos tener posiblemente ya una hermosa
sorpresa.
Al estudiar a los artistas
también estudian a quienes fueron sus alumnos. ¿Me pueden hablar sobre estos
vínculos?
Carlos:
Para mí Bestard a parte de un gran pintor, fue un gran maestro.Porque no debe
ser casual que toda la gente que asistió a su taller haya llegado a manejar tan
bien el color y la materia. Eso por ejemplo te habla de una capacidad didáctica
impresionante. Ese vínculo se puede encontrar entre Bestard y Edith Jiménez. Esa línea es muy importante
para construir el sentido del arte. Eso es lo que perseguimos. Yo creo que la
obra de Amalia es fundamental, está haciendo las bases de una historiografía
que todavía no tenemos.
Amalia:
Y en Delgado Rodas se ven los eslabones: Delgado Rodas, maestro de Ofelia
Echague Vera, y Ofelia maestra de Olga. Entonces es un placer, una emoción muy
grande cuando uno encuentra la relación entre los artistas, están muy, muy
vinculados. También Holden Jara crea la escuela de Bellas Artes. Yo tomé otra
vez tres artistas de esa generación de Bellas Artes para ver el legado de
Holden Jara: Pistilli, Pindú y Lucio Aquino, para que sean disparadores del
legado de este artista
En cuanto a estas relaciones
entre pintores y alumnos, ¿se trata de amaneramientos aprendido del profesor
pintor o una transmisión de una doctrina ideológica?
Carlos:
Yo creo que hay como un ADN. Cada artista tiene su característica. Bestard por
ejemplo fue un maestro del color, Modesto Delgado Rodas ya es un constructor de
la imagen. Y eso se potencia en Ofelia. Ella aporta lo que aprendió en Buenos
Aires y eso parece que pasa a Olga. Esas son las cosas que tenemos que
analizar. Como se dio eso. Existe o no existe la relación. Yo creo que ese adn
existe.
¿Cuál artista será el objeto de
su próxima investigación?
Amalia:
Yo acabo de entregar al ISA la investigación sobre Roberto Holden Jara.
Carlos:
Con esta investigación se hace patente que no bastan los retratos de indígenas para comprender la
obra de Holden Jara. No, es una obra mucho más densa y que puede tener
seguramente un impacto muy importante: reabrir el texto implícito de la
historia de arte paraguaya.
¿Qué otros artistas están en
lista de espera?
Carlos:
Los clásicos como: Samudio, Héctor Da Ponte, Pablo Alborno,Wolf Bandurek. Una
vez que terminemos el periodo clásico podremos pasar a otros. Otro proyecto que
tenemos también en el ISA es cubrir ese periodo de transición hacia lo moderno,
es decir hay que reflotar a Laura marquez. Hay que atender por ejemplo la obra
de los artistas que murieron jóvenes: Miguel Heyn, Mabel Arcondo, Leonor Cecotto
gente importantísima, gente a quien hay que ir trayendo lentamente a la memoria
con más sistematicidad.
Amalia:
Yo tengo un trabajo bastante adelantado de Laterza Parodi, quien es un artista
con quien siento una gran afinidad, pero que por el momento no está en nuestro
contexto. Nosotros ahora estamos apuntando a una época determinada. Pero ya
seguramente le tocará su momento.
¿Ustedes están volcando la mirada
en los artistas clásicos paraguayos?
Carlos:
Exactamente. Lo hacemos buscando un vínculo con lo contemporáneo. Aquel eslabón
perdido que no está tan perdido pero que se debe reflotar desde otro punto de
vista. Es ya hoy común que la gente
tenga otra mirada sobre el arte, el arte contemporáneo tiene ya la suerte de
ser atendido por varias instancias: el periodismo, la prensa especializada, los
críticos, los mismos artistas, estamos en otro momento con respecto a cómo el
país mira la producción simbólica.
¿Dónde podría ubicarles una
persona que tenga obras de estos artistas que ustedes están mencionando para
aportar su granito de arena a esta investigación?
Carlos:
La gente que tenga por ejemplo una colección, y también aquellas personas que
de repente no están muy en el circuito artístico, pero que tienen en su poder aunque
sea una obra de estos artistas puede contactarnos en el ISA, al número 453 -031/2
de lunes a viernes de 16:00 a 20:30 hs.
Amalia:
Serán bienvenidas todas las llamadas porque esto es un trabajo de equipo. No
funciona sin el aporte de quienes colaboran, ya sea contactándonos con gente
que posee obra, o la gente que se acerca a contarnos que poseen obra de un
artista determinado. Nosotros somos simples ordenadores de la buena voluntad
que tiene la gente. Dependemos de ellos ya que no hay mucho material
bibliográfico, ni muchos archivos para investigar.
¿Cuál consideran la mayor
importancia de estos libros?
Carlos:
Estos libros son investigaciones exploratorias para la Universidad Nacional de Asunción.
Si la gente toma consciencia de la importancia que estas investigaciones tienen
en la formación creo que todos juntos vamos a trabajar para que este proyecto
siga a delante. Su importancia también radica en el hecho de que todos pueden
consultarlos, desde el iniciado hasta el científico. Es la máxima información
que puede tener una persona. Son investigaciones muy completas ya que Amalia
agotó toda la documentación posible sobre cada artista. Obviamente hay gente,
que se siente recelosa por cuestiones de seguridad y otras que no sé por qué
motivo, silencia o calla documentación u obras que podría aportar al cuerpo de
la investigación. ¿Porqué condenar a l anonimato una obra que adquiere su mejor
sentido cuando se la ve y se hace pública?
Pero por suerte se trata sólo de un 5% y eso ya es mucho. Se trata de un
porcentaje tan bajo que ya no alteraría el sentido o importancia de lo que ya
se publicó. Cualquier persona tiene en sus manos un material que puede usarlo
con mucha seguridad. No hay ahí documentación falsa no hay irresponsabilidad,
ya que todo fue verificado.
Amalia:
Si. Incluso para verificar la muerte de Delgado Rodas fui hasta Villeta para ver su partida de nacimiento ya que la
documentación que encontré en los archivos era contradictoria. Josefína Pla
había escrito que había muerto un 15 de octubre y en el archivo de Olga
encontré una publicación de junio que decía” hace unos días nos dejó el artista
Delgado Rodas”. Gracias a su partida de defunción pude verificar que murió un
15 de mayo.
¿Cómo se diferencia esta
investigación de otras anteriores?
Carlos:
Esta investigación hace pública la memoria intangible. Por ejemplo, una
esquelita, un pequeño boceto que quedó en el álbum de la familia, el testimonio
del entorno. Se lo saca a la superficie, porque todas estas cosas pueden dispara
una cantidad de posibilidades para construir el sentido.
Los estudiantes de arte tienen
mucha dificultad para acceder a la obra en un país con pocos museos, en donde la
mayoría de las obras se encuentran en colecciones privadas, cerradas al
público. ¿Qué papel juegan estas publicaciones en esta situación?
Carlos:
Estamos en eso. El libro y el material digital puede suplir mínimamente el vacío
que tenemos Ahora hay mucha demanda de los libros y posiblemente va a hacerse
ya una reedición de ellos. La siguiente etapa sería crear un soporte digital, de
manera a que se pueda acceder a una extensa galería de imágenes de la
producción pictórica de nuestros artistas. Esto creo que está muy cerca de
concretarse.
Pero más allá de los alumnos de
arte, esta es una manera de abrir nuestro arte al mundo...
Carlos:
La gente no tiene idea de la producción pictórica paraguaya. La investigación
es fundamental para que no sólo la conozcamos nosotros, sino también para que se
sepa afuera que aquí hay obra de primera línea.
¿Cómo es el ritmo de estas investigaciones?
Amalia:
la investigación lleva mucho tiempo. Con Holden Jara, gracias a que la hija nos
proveyó de muchísima documentación, se nos facilitó mucho el trabajo, pero
igual procesar todos esos datos lleva su tiempo. Podría decir que estamos
entregando una investigación a la institución casi cada dos años. Para que no
quede solamente en la institución las presentamos al FONDEC y por suerte ellos
también ven la importancia de que se publiquen estas investigaciones. Eso
también lleva tiempo. Luego tenemos la tarea de hacer las presentaciones del
libro ya que queremos darlo a conocer en todo el país. Tenemos que darle
seguimiento para que se siga difundiendo y poder llegar a todos. Yo creo que
estamos cumpliendo los objetivos de difusión.
¿Cuál es la metodología
investigativa?
Amalia:
siempre comenzamos por el material bibliográfico. Qué han escrito sobre el
artista. Investigamos la biblioteca nacional, la de la UCA y la biblioteca y
hemeroteca de Olga Blinder en el ISA. Luego investigamos a los familiares y
recabamos el material testimonial de gente que conoció al artista, y luego
están las colecciones públicas y privadas.
¿Qué hacen con el material que no
llega a ser publicado?
Amalia:
Cuando se publica el trabajo, muchísima gente se acerca a nosotros a contarnos
que tienen documentos, u obras de los artistas.
Tenemos incluso archivos que se llaman: “Delgado Rodas no publicado”, “Bestard
no publicado”… Lastimosamente no podemos
publicar todo el material que recabamos pues debemos ajustarnos a los fondos
que nos dan las entidades para la publicación y a 150 páginas. Pero el material
queda registrado y archivado para uso futuro.
Las
investigaciones siempre quedan abiertas, vamos a seguir recabando documentación
para futuras ediciones. Incluso con el material ya publicado, seguimos recabando
información para poder incluirla en futuras reediciones.
¿Cuáles fueron las grandes
sorpresas que se llevaron haciendo sus investigaciones?
Amalia: En el caso de Holden Jara, es un
artista a quien se lo asocia solamente como pintor de indios a pesar de que tiene
otros trabajos muy interesantes. Al volver de España hace unos retratos
maravillosos. Pero luego el deja de hacer eso porque antropológicamente le
interesó la fisonomía de los indígenas. Además tiene una parte muy rica de un
registro de dibujos hechos durante la guerra del chaco. Él es como nuestro
Cándido López de la guerra del Chaco. A mí me parece que esa etapa que él hizo
en el chaco y la primera etapa como pintor son mucho más importantes que lo que
se conoce de su obra. Además se trata de una faceta desconocida. Ese es el
rescate. Investigando sus archivos personales, encontré una entrevista que le
hace Alfredo Seiferheld, en la que Holden Jara dice que el guarda eso porque
quiere que alguna vez fueran publicados. Esto me hizo dar cuenta de que con mi
trabajo también estaba cumpliendo el deseo del artista.
Carlos:
Es interesante esto que Amalia dice de destacar lo de Roberto Holden Jara. Eso
ya no puede quedar en un archivo. Eso tiene que ser público para que adquiera
un sentido, un significado posiblemente dispare otras cosas y como te digo, disipe
esos nubarrones- porque a mí lo que me preocupa es que hay muchos nubarrones en
la cátedra de historia.
¿Les ha tocado toparse con
cuadros de origen dudoso o sin firma pero atribuido a alguno de los pintores
que estaban investigando?
Amalia: Yo apuesto por publicar únicamente la
obra firmada. Incluso fui registrando todas las posibles firmas de los autores
a quienes iba investigando, creando un registro de cientos de firmas de los
artistas. En muchos casos los pintores no firman solamente de una manera
determinada. Incluso a veces cambian el lugar donde firman habitualmente. Por
ejemplo pueden firmar toda una producción abajo y luego en otra producción
firman en un lugar distinto. Bestard por ejemplo firmaba Bestard, J. Bestard,
Jaime Bestard, JB, y además tenía la costumbre de no firmar sus obras si no le
gustaban. Delgado Rodas tenía la costumbre de firmar en rojo, la mayoría de sus
obras están firmadas en este color. Holden Jara en algunas firma el apellido todo junto, en otras lo hace separado
y en otras lo hace con su seudónimo: “guenitá”.
Carlos:
Es muy importante seguirle la huella a la firma. Es también una herramienta
valiosa para los galeristas, coleccioncitas y marchands para la identificación
de la obra.
¿Qué expectativas tienen con
estas investigaciones?
Carlos:
Estas publicaciones son síntomas específicos de que las cosas van
cambiando. Ojalá que las condiciones del
país sigan siendo favorables y esto pueda adquirir otra dimensión. Para
nosotros esto es un compromiso, para que por primera vez en el Paraguay se
masifique un poco la cuestión en el sentido del acceso. Esperamos despertar el
interés o la pasión de mucha gente por conocer más a fondo a nuestros artistas,
gente que sin esta oferta tal vez nunca sienta ese interés.
Amalia:
Además los libros no están escritos como textos científicos. Están hechos de
manera a que cualquier persona interesada pueda leerlos con facilidad y no solo
la gente vinculada al arte. Son textos
de lectura fácil. Se los encuentran en todas las librerías y también en el ISA.
¿Qué es el arte para vos?
Amalia:
Yo creo que es la manifestación de un artista, que impotente antes ante su
realidad y su contexto, plasma su emoción en su trabajo, ya sea una poesía, una
música, o una pintura.
Carlos:
Yo creo que el arte es una salida. El arte te permite entrar en otra dimensión
de la realidad donde podes tener una administración directa de lo que te puede
hacer o más feliz o menos feliz. Olga siempre decía el arte es importante
porque ayuda a vivir. Coincido mucho con ella. Creo que es una posibilidad de
tener otra oportunidad, porque el arte puede sortear muchas cosas. El arte
también a su manera es trágico. Pero es una tragedia que le ayuda al individuo.
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