martes, 28 de diciembre de 2010

Tuneo Virtual: Estrategias para resurgir, con poco presupuesto


Una vez tuve la desgracia de oír una bochornosa analogía, que solo podía ser el producto de una mente subdesarrollada (por supuesto, la de un energúmeno de sexo masculino). Estaba comparando a las mujeres con vehículos, con elocuentes metáforas del tipo: “Fulanita es un Subaru, pero tu novia es un Corolita”. Las otras “mentes brillantes” del equipo (léase, los perros), enseguida captaron el mensaje y continuaron acotando, siguiendo las pautas de este nuevo código masculino. Lo más patético de todo esto, es que muchas veces ellos nos ven así. En este caso ya no como un trozo de carne, sino como pedazos de chapería.

A partir de los 30 ya no somos autos 0 km, y créanme que el kilometraje pesa, y mucho. En la mayoría de los casos, también somos autos chocados. Los golpes e incidentes de la vida nos han dejado indelebles huellas tanto por dentro, como por fuera. Aquellas que alguna vez fuimos flamantes Ferraris Testarossa, nos encontramos convertidas en vulgares Fuscas, no solo ajaditas, sino también un poco pasadas de moda y, como no nos queda otra alternativa, tenemos que tunearnos para seguir vigentes y no perder con la reventa. (¡Qué analogía horrible!, pero tan horrible como el paso del tiempo). 

Como sabemos que NO somos pedazos de chatarra del siglo pasado, sino CLÁSICOS, empezamos a invertir en nuestra carrocería. Nos hacemos service completo en la peluquería, cambios de gomas en el cirujano, recapado de pinturita en el dentista y el solárium, e incorporamos todo tipo de accesorios a nuestro equipo. Así podemos upgrade nuestro Fusca. Y todas sabemos que no es lo mismo un fusquita reventado que anda por la vida porque Dios es grande que un Fusca tuneado a full. Nuestro modelito antiguo se vuelve atractivo y podemos entrar nuevamente al mercado, para competir en la carrera de la vida.

Hoy en día el tunning real ya no es suficiente. Las nuevas redes sociales nos empujan a complementarlo con un tuneo virtual o “cíbertuneo”. Y qué mejor manera de tunearse que reinventarse en el Facebook. ¡Es hora de tunear tu perfil, reinventar tu identidad e implementar la cirugía virtual y la dieta digital amigándote con el photoshop! 

Es mucho más fácil y económico, y encima no te va a doler ni en el orgullo, total es de común saber que TODAS las modelos son “photoshopeadas” en las revistas. Y si ellas, que ni siquiera lo necesitan, reciben el lifting digital, ¿por qué nosotras, las mujeres REALES, que SÍ lo necesitamos, no podemos recibir un trato parejo? 

A ley pareja nadie se queja, por lo que nada de hacerse las mosquitas muertas y tener vergüenza de hacerse un poquito de brush aquí y patch allá, y darle al mango con el liquify. Si no te da para pagar unas lolas nuevas ni financiando, implementá unas flamantes siliconas virtuales y si alguien osa cuestionar su veracidad con algún comentario necio bajo tu nueva foto de perfil, contestale con toda la caradurez del mundo que la foto te la sacaste “de un buen ángulo”.

El cíbertuneo no se acaba “photoshopeando” todas las fotos que subís a tus álbumes. También tenés que “destaguearte” de todas las fotos en las que salís borracha, gorda, con los ojos cerrados o con la cara torcida. Siempre hay una desgraciada que te “taguea” en esas fotos tan deplorables y si es reincidente, no dudes en incluirla a tu lista de personas bloqueadas.

Otra técnica es la de articular tus pensamientos más interesantes. Y no me refiero a citas de Albert Einstein o de Simone de Beauvoir, sino a aquellos que te van a hacer ligar. Hacete rubia con tus palabras. Nada de poner frases irónicas y sarcásticas sobre las lolas siliconadas de la modelito de turno. Recordá que los hombres que leen esos comentaros automáticamente te catalogan como “gorda amargada”. Si apoyás las siliconas, seguramente creerán que tenés un par por lo que te verán más atractiva en sus cerebritos de mandriles. Como vivimos en un mundo virtual, no te preocupes, que es muy improbable que conozcan la realidad de tu situación sospechosa.

Sé original y divertida, y armá grupos y fiestas virtuales y, sobre todo, flirteá como toda una pro. Para dar tus primeros pasos, te servirá cambiar tu estatus de soltera a “en una relación” para levantar un poco de polvo. Y por supuesto, no inventes un nombre para tu galán imaginario. Hacete la misteriosa, ignorando y evadiendo los 54 comentarios que recibas con tu cambio de estatus. A propósito, así como no sé por qué aún no pusieron el botón de NO ME GUSTA tampoco comprendo por qué no pusieron DISPONIBLE en el estatus sentimental del Facebook. Definitivamente, hay que sugerírselo a Mark Zuckerberg.

Tu estatus es FUN-DA-MEN-TAL. Todo en él debe ser positivo, controlate y no cañées a los hombres, no te quejes por la inflación, ni por el resultado de las elecciones ni por la corrupción de los políticos y menos aún pongas comentarios deprimentes tipo: “Todo está mal, afuera está nublado, se me acaba de romper una uña y el mundo se va a acabar RECIÉN en el 2012”. 

Recordá que todo en tu perfil debe ser perfecto, glamoroso, chic y alegre. Tu perfil es una burbuja inquebrantable de felicidad y éxtasis perpetuo de rubia oxigenada en perfecto estado de negación de la realidad y nada, repito NADA, debe alterar su paz. 

A vos te tiene que gustar todo… hasta los más estúpidos divagues de tus ciberamigos. Dale Like o Me gusta a TODO y a todos. Hacete querer. Sonreíle a la vida y, como nadie ama a las amargas, evitá los comentarios irónicos y bajos. ¡Ojo… esto NO quiere decir que no los hagas… solo hacelos discretamente desde una cuenta fantasma! Poné todo tu ingenio para armar frases que te generen la mayor cantidad de comentarios y visitas masculinas, tipo: “Tantos hombres y tan poco tiempo…”, “Buscando al hombre perfecto…” o “Se necesita Macho Alfa…”. Siempre con puntos suspensivos para crear suspenso de rubia… ¡obvio!

Por más de que estés tomando sol en tu pelopincho, solo te dé el presupuesto para las burbujas de sidra y tu celular no tenga ni pantalla a color, no te achiques y poné: “Escribiendo desde mi Blackberry, refugiándome del calor al borde de la pileta… con burbujitas…”, o “Haciendo las maletas…”. Aunque tu viaje más próximo sea a San Ber y solo estás preparando maletas para guardar la ropa de invierno. 

Recordá que en el Facebook lo más importante es hacer pinta y no perder nunca, pero JAMÁS el glamour. Que tu perfil del Facebook sea un oasis para tu reinvención personal y que nada frene tu cíbertuneo hasta que te conviertas en el Bentley descapotable de tus sueños.

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