sábado, 25 de diciembre de 2010

29° Bienal de Arte de São Paulo



Desde 1951 viene celebrándose cada dos años en Sao Paulo, Brasil, la Bienal de Sao Paulo, una de las exposiciones internacionales de arte moderno más importantes del mundo. Para este gran evento, el Pabellón Cicillo Matarazzo, ubicado en el Parque do Ibirapuera y diseñado por Oscar Niemeyer, abre sus puertas a artistas provenientes del mundo entero.

Este año, bajo la dirección curatorial de Moacir dos Anjos y Arnaldo Farias, trabajando en conjunto con un equipo de curadores de diferentes países: Fernando Alvim, Rina Carvajal, Yuko Hasegawa, Sarat Mahraj y Chus Martínez, se exploró la temática política en el arte bajo el lema “Há sempre um copo de mar para um homem navegar” (Hay siempre un vaso de mar para un hombre navegar), verso extraído de “La Invención de Orfeo”, un poema de Jorge de Lima.

El concepto de la Bienal de San Pablo de este año está basado en la idea de que es imposible desvincular el arte de la política. En cuanto a su particular título, éste se refiere a la dimensión utópica del arte. Para los curadores, “Es en el vaso de agua – o en este casi infinito en el que los artistas insisten en producir sus obras – donde de hecho surge la fuerza para seguir, pese a todo.” Y, como sigue diciendo el autor del poema Jorge de Lima, se halla “la fuerza de seguir navegando incluso sin barcos / incluso sin olas ni arena”, encontrando o inventando espacios de actuación por muy diminutos que sean.

En esta edición los curadores decidieron dar un destaque al arte Latinoamericano, intensificando el diálogo con Argentina, Perú, Venezuela, Cuba, México, Chile, etc.  Lastimosamente entre los 159 artistas provenientes de todo el mundo, no fueron convocados artistas paraguayos.

La muestra, abierta hasta el 12 de Diciembre, se divide en seis Terreios, o áreas curatoriales que se desprenden del tema general. Estos ejes temáticos que están relacionados al pensamiento político y a la acción artística invitan a la reflexión y a la discusión. Cada uno de ellos ordenará núcleos conceptuales en el espacio, ambientados por un proyecto artístico desarrollado para la interacción con el público. En Brasil, se llama terreiros a los espacios donde la gente se reúne, como ser plazas, iglesias, etc. Los terreios simbólicos de la bienal son: La piel de lo invisible (obras que exploran lo que se muestra y lo que se esconde la imagen, lo invisible y lo visible en ella), Dicho, no dicho, interdicto (terreio de la palabra hablada y cantada que reúne obras que operan en el discurso de lo que puede o no puede ser dicho), Soy la calle (la ciudad contemporánea vista como una forma de expresión colectiva), Memoria y olvido (Obras que exploran lo que recuerda y omite una sociedad), Lejos..., justo aquí (un terreio dedicado a las utopías y destupías) y  El otro, el mismo (terreio dedicado a las performances basadas en la manera en que nos vemos y como nos ven).

Terreio realizado por el estudio de arquitectura UN Studio
 La intención de los curadores de poner en evidencia la imposibilidad de separar el arte de la política argumentando que el gesto artístico ya es en sí mismo político, logró su objetivo. Prueba de ello fue la polémica despertada por la obra del artista Roberto Jacoby que fue censurada por hacer propaganda a favor del Partido dos Trabalhadores y su candidata Dilma Roussef en un espacio público durante un proceso electoral. La obra titulada “El Alma Nunca Piensa Sin Imagen” consistía en unas ampliaciones fotográficas del rostro amistoso de Dilma Rousseff al lado del rostro amenazante de José Serra su opositor social demócrata en las elecciones presidenciales del Brasil. El artista argentino invitó a una delegación de artistas denominada “Brigada Internacional Argentina de Apoyo a Dilma Rousseff” que repartía en un kiosco de información propaganda a favor de la candidata. Por violar las leyes electorales, la obra permaneció cubierta hasta después de las elecciones presidenciales, despertando la indignación de varios artistas, así como una increíble repercusión mediática.

“El Alma Nunca Piensa Sin Imagen” de Roberto Jacoby
Otra obra que despertó una acalorada polémica fue la serie de dibujos “Inimigos” (Enemigos) del artista brasileño Gil Vicente. Ésta consistía en un conjunto de autorretratos en blanco y negro, en los cuales el artista se retrataba a si mismo asesinando a diferentes personajes del mundo político. Entre los “asesinados” se encontraban Lula da Silva, George W. Bush, el Papa Benedicto XVI, Mahmud Ahmadineyad, Ariel Sharon, la reina Isabel y Kofi Annan. La Orden de Abogados de Brasil pidió a la dirección de la Bienal que retirara la obra por apología del delito, pero en este caso, felizmente, la libertad de expresión pudo más que la censura.

El artista Gil Visente frente a su serie “Inimigos”
"Bandera Blanca” obra del artista brasileño Nuno Ramos también provocó controversia. La misma consistía en una instalación conformada por tres grandes bloques de hormigón rodeados por unas redes de alambre tejido que contenían a tres urubúes cautivos que hacían alusión a la rapacidad de los políticos y poderosos. A los pocos días de inaugurada la bienal ya se escucho el clamor de la sociedad protectora de animales que obligó a los organizadores a retirar a las aves del recinto.

"Bandera Blanca”de Nuno Ramos

La exhibición que se extiende en los cuatro pisos del Pabellón, contó con la participación de arquitectos, músicos, diseñadores, cineastas, incluyendo formatos como instalaciones, pinturas, videos, grabados, esculturas y fotografías. Hasta se invitó a participar a un grupo de grafiteros o pixadores que invadieron los espacios vacios de la edición anterior de la bienal.

Esta bienal también repasa la obra de algunos artistas latinoamericanos de fuerte tenor político, de los años setentas y ochentas. No cabe duda que aquella visión política aún tiene pertinencia en la actualidad con los cambios políticos que se están viviendo en nuestro continente. Se reivindica así las prácticas políticas en el arte latinoamericano con obras del proyecto Tucumán Arde (1968), las acciones NO+ del colectivo chileno Colectivo Acciones de Arte CADA (1979) contra la dictadura, las inserciones en circuitos ideológicos de Helio Oiticica (1970), las acciones de Artur Barrio en espacios públicos visibilizando la situación de represión durante la dictadura brasileña, la presentación de La familia obreraVivo-Ditos de principios de los sesenta. (1968) del argentino Oscar Bony y Alberto Greco y sus

También se incluyen numerosos proyectos artísticos contemporáneos como la reflexión del norteamericano Jimmy Durham, sobre las condiciones del colonialismo en Brasil, el trabajo del mejicano Antonio Vega con presos, con quienes intercambiaba favores en el exterior de la cárcel por obras de arte realizadas por ellos.

Entre las instalaciones vale la pena mencionar la obra “350 Puntos al Infinito” de la italiana Tatiana Trouvé, “Los Ojos de Gutete Emerita” del chileno Alfredo Jaar, “La Torre del Ruido” del cubano Yoel Díaz Vázquez, “Arroz e Feijao” de la brasileña Anna María Maiolino y “El Origen del Tercer Mundo” del también brasileño Henrique Oliveira.

"El Origen del Tercer Mundo”  Henrique Oliveira.
 Entre los videos también merecen una mención especial los presentados por Qiu Anxiong, María Thereza Alves, Miguel Rio Branco y David Claerbout.

Entre el vaso de mar para navegar y los Terreios de tierra firme, el arte reafirma su política. La 29° Bienal de Arte de Sao Paulo propone diferentes lecturas de la exposición, llamando a la reflexión y a la discusión y reafirmando la responsabilidad del arte de repensar el mundo de una manera crítica. 

No hay comentarios: