Soy un perfeccionista. Este trabajo es una cosa de ego total. Ser diseñado es poder decir: “esta es la forma en la que la gente debe vestir, esta es la manera como se deben ver las casas y esta es la forma en la que el mundo debe ser.” Pero ese es justamente el objetivo: la dominación mundial a través del estilo.
-Tom Ford
Este diseñador de moda de origen tejano y novel director de cine es considerado como uno de los más famosos e influyentes diseñadores de la historia. Este título lo tiene bien merecido, pues en su momento fue el responsable de devolver el esplendor a las icónicas casas de Gucci e Yves Saint Laurent y hoy ha creado un emporio de lujo que lleva su propio nombre.
Nacido en Austin, Texas en 1962, creció en Santa Fe, Nuevo México junto a su madre, una excéntrica sureña que tenía en su haber 6 maridos y un placar lleno de diseños de Courrèges. Según Ford, su madre le enseñó que estar mal vestido era una falta de respeto hacia los demás. Mientras cursaba sus estudios de Historia del Arte en NYU, conoció las noches del Studio 54 e incluso llegó a conocer al artista Andy Warhol. Al poco tiempo abandonó sus estudios, dedicándose con éxito al modelaje. Posteriormente se transfirió a Parsons, donde estudió Arquitectura de interiores, para transferirse luego a la sede parisina de esta prestigiosa universidad de diseño, para perseguir su verdadera vocación: la moda.
Al graduarse en 1986, regresó a Nueva York donde trabajaría para la prestigiosa marca Perry Ellis junto a Marc Jacobs. En 1990 Ford llegó a Gucci, marca que por entonces se encontraba en pleno ocaso, reflotándola de golpe al incorporar hábilmente sexualidad, provocación y glamur setentoso tanto a sus diseños como a la imagen y campañas de la firma. En poco tiempo la casa Gucci se convirtió en la más copiada de los noventa, gracias a colecciones que apostaban a un look sexy y glamoroso. En 1995 trabajó con la estilista Carine Roitfeld y el fotógrafo Mario Testino para crear una serie de campañas gráficas modernas, estilosas y absolutamente hedonistas. Las campañas y los diseños sexy, modernos y atrevidos causaron furor y al poco tiempo artistas como Madonna y Sharon Stone estaban llevando sus diseños. El suceso fue instantáneo. La casa pasó de perder 30 millones de dólares al año a ganar más de 160 en menos de dos años. Gracias a su intervención como director de diseño, la empresa hoy vale más de 4.3 billones e dólares.
En el 2000, tras su rotundo éxito en resucitar la empresa italiana Gucci, Tom Ford fue asignado otro gran desafío: dirigir Yves Saint Laurent y devolverle a esta firma el esplendor y la fuerza que siempre la había caracterizado. Este reto también acarreaba una tarea doble, ya que debía encargarse al mismo tiempo de ambas marcas. En los años que trabajó como director creativo de YSL, mientras seguía diseñando para Gucci, supo mantener la independencia de ambas marcas. En una entrevista que hizo en febrero del 2001 para el Vogue Británico explicó como lo hizo: “Lo que hice como diseñador tanto para Gucci como para Yves Saint Laurent, fue crear un personaje y luego vestirla. Históricamente Gucci es Sophia Loren e Yves Saint Laurent es Catherine Deneuve. Ambas son sexy, nada más que Gucci es un poco más obvio que YSL.”
El papel fundamental que jugó Tom Ford en volver a ubicar a ambas marcas en la cima, no se basó únicamente en su talento como diseñador, también tuvo mucho que ver su actitud visionaria y un talento para interpretar el deseo de la época. Ford no solo diseñó las prendas y accesorios de las colecciones, también desarrolló un concepto de diseño integral que se extendía a todas las áreas de estas casas. Rediseñó completamente las tiendas, la imagen y las campañas para que todo armonizara con su concepto de buen gusto y sensualidad.
Su trabajo en YSL y su mirada visionaria de la industria de la moda le siguió cosechando éxito y reconocimiento mundial. Su primera colección para la marca francesa lo llevó a ser nombrado Mejor Diseñador Internacional en el primer Premio VH1/Vogue en Nueva York. En el 2001, ganó el premio al diseñador del año del CFDA, la revista Time lo nombró Mejor Diseñador Americano.
Sin embargo, en el 2004, debido a problemas con la nueva dirección del Grupo Gucci Tom Ford se retiró de ambas firmas, acompañado por Domenico de Sole, presidente y jefe ejecutivo del mismo grupo quien lo acompañaría en crear la marca Tom Ford, lanzada en abril del 2005. Una de las primeras iniciativas de este dúo fue la lanzar una línea de anteojos de sol y otra de fragancias y maquillajes en colaboración con el gigante cosmético Estée Lauder.
En abril del 2007 abrió su primera tienda en Nueva York, en la que exhibía su primera línea masculina, producida por la prestigiosa casa de sastrería Ermenegildo Zegna. Tanto la colección, como los accesorios y cosméticos tuvieron un éxito inmediato. Hoy en día, a solo 5 años del lanzamiento de la marca, ya cuentan con 21 tiendas esparcidas en ciudades como Milán, Londres, Tokio, Los Ángeles, Dubái, Zúrich, Las Vegas y Moscú.
Sus recientes diseños, concebidos exclusivamente para hombres, se caracterizan por cortes clásicos e impecables acompañados de detalles extravagantes como gemelos de diamantes, batas de terciopelo y anteojos con montura de ébano. El diseñador que asegura ser su propia musa, conoce muy bien todos los secretos de la elegancia masculina. No en vano es considerado como uno de los hombres más elegantes del mundo.
Por el momento, a pesar de que sus fans como Madonna y Gwyneth Paltrow esperan con ansias que vuelva a la moda femenina, Ford asegura que por el momento, su colección masculina es como un nuevo matrimonio para él y quiere disfrutarlo.
Actualmente se está dedicando a su nueva pasión: el cine. El diseñador ya había coqueteado con el cine, cuando se encargó de vestir al agente 007 en Quantum of Solace, interpretado por Daniel Craig. En el 2005 abrió su productora “Fade to Black”, a través de la cual escribió, produjo y dirigió su primera película titulada “A single man”. Un drama ambientado en Los Ángeles en los años 60 y protagonizada por Colin Firth y Julianne Moore, que fue estrenado en Diciembre de 2009 en el último Festival de Cine de Venecia. La película recibió ya múltiples premios y nominaciones, entre las cuales destacan la nominación al Oscar como actor principal de Colin Firth y a los Golden Globes Awards para ambos protagonistas.
Ford asegura que su suceso no es fruto de su talento, sino de su energía. Admite que duerme solo dos a tres horas por noche y que acostumbra tener siempre post-its en su mesita de luz por si se despierta en el medio de la noche con alguna idea. Según sus propias palabras, “los verdaderos artistas – como creo que son algunos diseñadores de moda- crean porque no pueden hacer otra cosa más que crear.” Definitivamente su vida es una gran creación, ejerce el diseño como un arte y su tenacidad y visión lo han llevado a convertir su nombre en sinónimo de elegancia.
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