viernes, 14 de enero de 2011

Rei Kawakubo: La filósofa de la Moda




Rei Kawakubo nació en Tokio en 1942. En 1964 se licenció en Filosofía y Literatura por la Universidad de Keio de Tokio. A pesar de carecer formación como diseñadora, sus estudios de arte y literatura le llevaron a empezar a trabajar en 1967 primero como estilista en la compañía textil y química Ashai Kasei y luego como estilista independiente. En 1969 creó la firma Comme des Garçons, presentando su primera colección de prendas femeninas en Tokio en 1975. En 1978 lanzó su línea masculina Homme, que promocionó con una serie de fotografías de diferentes artistas vistiendo sus diseños. Al igual que sus colegas japoneses Issey Miyake y Yohiji Yamamoto, ejerció una enorme influencia en el mundo de la moda, especialmente durante la década de 1980.

Como diseñadora de moda  siempre se ha caracterizado por huir de las tendencias convencionales, intentado crear una ropa atemporal a través de modelos de colores sencillos, tonos suaves y formas simples que desafían las ideas occidentales sobre la exhibición del cuerpo femenino. Es poseedora de un estilo casi destructor, que linda con la anti moda, que critica el concepto de glamour impuesto por la sociedad occidental y que pretende acabar con ciertos códigos sexistas y esquemas tradicionales de la forma del cuerpo a través del lenguaje del color, las formas y  los zapatos planos de mujer.

Al preguntársele cual es su filosofía, esta filósofa de la moda respondió con aplomo: “la libertad.” Y es justo eso lo que transmiten sus diseños: libertad, fluidez e irreverencia. Ella entiende la moda pero lucha contra el sistema masivo de la moda. A través de sus diseños anti-moda, desafía la estética con formas geométricas, austeridad, asimetrías, prendas reconstruidas que a veces, como al azar, parecen faltarles partes, como una manga o una solapa, o vestidos que son en parte vestidos y en parte pantalones. Pero en realidad, en sus diseños no deja nada librado al azar. Ellos son el epítome de la intelectualización de la moda; oscuros, reflexivos y absolutamente conceptuales.

La propia diseñadora afirma querer “diseñar ropas que nunca hayan existido”. Sus diseños vanguardistas y particulares métodos de fabricación rechazan las nociones aceptadas de la silueta y la figura. Muchos de sus modelos son confeccionados al revés dejando ver las costuras y las piezas en su interior, convirtiendo en accesorios las partes estructurales de las prendas. Un concepto recurrente en sus colecciones es la relación entre el hombre y la mujer. Suele proponer prendas andróginas, ambiguas que unen en sí mismas elementos masculinos y femeninos, como vestidos victorianos floreados cosidos sobre trajes masculinos o pantalones cuya parte trasera se convierte en una falda con volados. En su mundo, el hombre aparece vestido con infinidad de colores que le hacen volver al universo infantil, donde no hay distinciones entre feminidad y masculinidad. La mujer viste zapatos muy masculinos, pero sin perder por ello su esencia femenina.

En lo personal, es muy tímida, siempre va vestida de negro, nunca usa maquillaje, no hace ejercicio, le gusta el cine en blanco y negro y come lo mínimo imprescindible para sobrevivir. Rei mantiene un perfil muy bajo, rehuyendo de la prensa y prefiriendo que sus creaciones hablen por sí mismas. Como carece de formación en moda, tiene un método de trabajo bastante particular. Acostumbra exponer sus ideas verbalmente a sus asistentes. Jamás toca una tijera, tiene ocho patronistas encargadas de entender y captar cuál es su idea que expresa con pocas palabras y moviendo sus manos. Ella defiende su silencio declarando a la revista i-D: "No necesitas hablar conmigo. Sólo tienes que mirar la ropa. Lo que quiero decir está ahí." Y el mensaje de las colecciones de Comme des Garçons es muy claro: el disentimiento, la contra tendencia y la afirmación de que la mayoría siempre está equivocada.
Si bien es famosa por sus prendas, su visión artística engloba muchas áreas del diseño, desde las gráficas publicitarias hasta el packaging e incluso se encarga de la ambientación, amoblado y arquitectura de sus locales, colaborando habitualmente con el arquitecto japonés Takao Kawasaki. En sus tiendas, Kawakubo tiene muy presente su visión en la decoración, la cual es muy sutil, con claras influencias minimalistas.  Además de ser creativa, Kawakubo es una mujer fuerte y preparada y es la cabeza de su compañía, encargándose de dirigir las operaciones económicas de su empresa. Hoy en día el imperio de Kawakubo sobrepasa los 180 millones de dólares, con más de 300 franquicias alrededor del mundo.
A comienzos de la década de 1980 se hizo célebre por sus enormes sweaters tejidos. En 1981 presentó su primera colección en Paría, abriendo al año siguiente tiendas y franquicias en Francia y en Estados Unidos, causando un gran impacto en la moda occidental. Su irrupción en el mundo de la moda puede ser paragonada fácilmente a la muestra de Marcel Duchamp en Nueva York en 1913. Ambas significaron una contestación a sus medios de expression articulada a través de estos mismos medios. Así como Duchamp introdujo el concepto en el arte ante un público atónito, Kawakubo lo introdujo en la moda. Su primera colección parisina causó todo un revuelo, pues presentó prendas que desafiaban todas las convenciones de la moda. Esta colección fue apodada por la prensa “Hiroshima Chic” por su estilo andrógino, su alto conceptualismo y paleta oscura en la que predominaba el negro, que no era un color muy usado por entonces. Desde entonces se convirtió en uno de los principales referentes de la moda internacional, inspirando a diseñadores como Martin Margiela, Ann Demeulemeester, Helmut Lang y Marc Jacobs.

Su marca Comme des Garçons, se ha expandido en otras líneas como: Tricot, Noir, Homme, Homme Plus, Homme Plus Evergreen, Homme Deux, Shirt, Comme des Garçons Play y una amplia línea de productos de perfumería. En el 2008, incursionó en el mundo de las colaboraciones fashion, diseñando una colección otoño invierno a su más puro estilo intelectual y vanguardista para la firma sueca H&M que tuvo un éxito rotundo. En esta colección low cost, no escatimó en incluir los elementos habituales en sus diseños: sastrería reconstruida, prendas clásicas de corte impecable y tejidos únicos.

Al abrigo de Rei han crecido creadores como sus anteriores aprendices y protegidos Tao Kurihara, Ganryu y Junya Watanabe, a quienes la diseñadora ayudó a crear sus propias marcas bajo la protección de Comme des Garçons.

Kawakubo, que ha recibido premios de la moda como el Mainichi Newspaper Award, Tokio en 1983 y 1987, y ha sido honrada por el Instituto de Tecnología en 1987 como una de las principales mujeres en el diseño del siglo XX. Como diseñadora, también se le dedicaron numerosas muestras en todo el mundo, en las cuales se presentan sus diseños como verdaderas obras de arte. Kawakubo además es una reconocida artista, recibiendo también premios en el área del arte, incluyendo un doctorado honorario del Royal College of Art de Londres. En su atelier acostumbra colaborar con arquitectos y artistas como Steven Meisel, Gilbert y George, Francesco Clemente, Philip Johnson, Julian Schnabel, entre otros.

El trabajo de Rei Kawakubo representa un proceso continuo de renovación y contestación al mundo de la moda desde la moda misma. Es innegable que su formación en Filosofía le ha hecho ir más allá de la confección para implantar toda una visión del vestir, revestida de una nueva sensibilidad estética, menos frívola y mucho más innovadora. Sus diseños arquitectónicos, esculturales y únicos invitan a salir de la masa y ser diferentes. Claramente, éstos no son fáciles de llevar. Pero, como afirma la misma diseñadora, si bien éstos “implican un esfuerzo para llevarlos”;  si se lo consigue, quien los lleva “obtendrá una recompensa al final: sentirse más fuertes y libres”.

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