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miércoles, 11 de febrero de 2015

GUIA DE NO-REGALOS DE SAN VALENTIN



Lastimosamente en materia de regalos de San Valentín no hay medias tintas. O tu novio la tiene clarísima, o es directamente un mentecato. Aquellos que la tienen clarísima por lo general son unos soles divinos y esplendidos, pero lastimosamente son difíciles de encontrar. Lo que abunda a cacharrata son las estrellitas que brillan apenas y a lo lejos y a la hora de comprarnos un regalo por el día de los enamorados, la pifian de aquí a Saturno.

Beatas quienes tienen un sol que se ingenia cada año para sorprenderle con un regalo espectacular, que le roba el aliento, la lleva al éxtasis romántico, hace que todas sus amigas suspiren por lo divino que es y obliga a todas las envidiosas a internarse a una cura de sueño para reponerse de la rabia. Estos chicos hacen su tarea. Prestan atención, investigan, se esmeran, se toman el tiempo, no dejan ni un detalle sin atender y por supuesto no dejan nada  para última hora.   Su regalo siempre es magnífico, no lo que necesitabas, ni lo que deseabas, sino aquello que no te imaginabas que necesitabas y que no hubieras luego podido desear algo mejor. A parte el regalo nunca viene solo, lo acompaña un gesto grandioso, una ceremonia de entrega…. Hasta la entrega es tan mágica como la escena de una película de amor. 

Pero lastimosamente, a la mayoría nos toca lidiar con la otra clase de novio, quienes a la hora de elegir su regalo pecan por miserable, distraídos, brutos o meramente descerebrados. Sea cual fuere su regalo, están destinado a pifiarla en grande año tras año.

Pero, así como Alicia en el País de las Maravillas celebraba su no-cumpleaños, nosotras también  tenemos derecho a crearle a nuestras medias naranjas una lista de no-regalos para evitarnos el dolor de cabeza de tener que lidiar con sus malas elecciones.

CURSILERIAS: si tenes mas de 16 años y ya no podes alegar como defensa a tu mal gusto el hecho de que las hormonas de la pubertad te obnubilan el cerebro, abstenete de comprar el oso de peluche gigante con el corazón de encaje que dice TE AMO, extiéndase a todos los demás chiches, tarjetas, muñecos, tazas y demás enseres cotidianos que vengan con un corazón rojo inmenso y alguna frase trillada. Para versitos cursi nos bastan y sobran los piropos callejeros, que hasta tienen a su favor el hecho de que suelen ser un poquito más originales y mucho más picantes. 

IMPROVISACIONES DE ULTIMO MINUTO Díganme chicas, ¿ustedes aceptarían una argolla de latita de cerveza como anillo de compromiso? ¡Obviamente ni aunque te prometan que después te la cambian por el diamante koh-i-noor! Entonces porque aceptarían una rosa callejera comprada al paso, un regalo cualquiera que no tiene nada que ver con tus gustos, tu estilo o tus deseos y que clama a gritos “IM-PRO-VI-SA-CION”. Obviamente tu novio le pidió a su madre o a su secretaria que elija cualquier cosa para salirse del apuro de llegar al día D con las manos vacías. Ninguna mujer se emociona con la tarjeta escrita a mano de puño y letra de la florista reproduciendo las rimas de Gustavo Adolfo Bécquer, ni llora de alegría ante una remera de leopardo con apliques en lentejuela dorada que lleva el sello de tu suegra. ¡Por favor! ¡Pónganse las pilas y dejen la improvisación para sus cuentos chinos!

ELECTRODOMESTICOS: Si tu idea del romance implica una licuadora, una multiprocesadora, una plancha o una nueva heladera…… definitivamente no tenes idea de nada. Estos regalos no son válidos para San Valentín,  ni aunque tu esposa o novia esté inscripta en el IGA. Y de paso te informamos que ni siquiera son válidos para regalar a la esposa por el día de la madre. 

LA ROSA UNICA: Una imagen vale más que mil palabras. La imagen de un novio que llega a la casa de su novia con una rosa roja única envuelta en celofán y con una tarjetita que dice en Times New Roman versión cursiva “Feliz dia de la primavera” (porque el florista callejero reciclo las tarjetitas que le sobraron) es la viva imagen de la miserabilidad. Tu novio no es ni desatento, ni bruto, es pura y llanamente UN MISERABLE. Ni dudes en poner su lamentable rosa en remojo…. En el inodoro.

ACCESORIOS PARA RODADOS: Cubiertas nuevas para el auto, renovar el limpia parabrisas, un busca huellas, transformar su motor a flex, nuevas tazas, un cambio de aceite. ¿En serio?  ¡Ellas NI SE VAN A DAR CUENTA! Le pueden retapizar el auto en cuero y ella se va a dar cuenta 10 días después, y aun luego de darse cuenta va a seguir sin entender que china les pico para gastar en algo tan poco relevante, si lo que ella quería era un zapato nuevo, algo obviamente mucho más útil que unas llantas nuevas.  ¡Lo único que vas a lograr con esto es que se piche porque en vez de cambiarle tantas cosas no le cambiaste bien nomas ya el auto por un nuevo!

PASACALLES: Los mensajes de amor publico callejero tienden a rebasar la raya de lo cursi y caer en lo tremendamente valle. No sé qué es peor, topetarse con un pasacalle de acción poética callejera, o que te dediquen un tema de Arjona en la radio. Si tu idea de romanticismo tiene algo que ver con una canción de Ricardo Arjona, te informamos que muchas preferimos que nos atropellen 40 señoras de las cuatro décadas antes de tener que lidiar con sus versos. Esto es extensible al reguetón lento, la cachaca quejumbrosa y todos los engendros musicales donde el” te quieroooo” acompañado de un son tropical o un lamento boliviano corre cierro riesgo de ser clasificado como polución sonora según la ordenanza Municipal 750/97.

BOMBONES, CUPCAKES, GALLETITAS: Les voy a traducir esto en lenguaje del plagueo interior mental de una mujer al recibirlos: “Encima que el HDP se pone visco cada vez que pasa la banda de la vecina que se puso implantes hasta en el cerebro y que la semana pasada cuando le pregunte como me quedaba mi jeans nuevo me dijo que el otro me quedaba mejor, porque seguro luego piensa que estoy más gorda, ¡ahora se le ocurre regalarme una caja de bombones! El idiota me quiere hacer engordar para chutarme por gorda y poder especularle finalmente a la blonda farmacéutica esa que lo tiene tan visco.” ¡ASI NO!

SUS BUENOS DESEOS: ¡Pero más vale que somos materialistas! No sé de dónde sacaron la creencia altruista esa de que para nosotras las mujeres, un “te quiero” es suficiente.  Eso lo decimos de la boca para afuera, pero no hay ninguna mujer en el planeta tierra que verdaderamente lo sienta así. A la hora de la verdad, toooodas las mujeres queremos ser princesas. Todas queremos ser agasajadas, mimadas, y hasta malcriadas por nuestras medias naranjas. Es que el día de los enamorados para toda novia es el equivalente a la Navidad para un niño. Como esas criaturas esperamos ansiosas nuestros regalitos de San Valentín, por lo que jamás de los jamases y nunca de los nuncases se les ocurra llegar con las manos vacías a este día, ni todos los “Te amo” del mundo podrán recomponer nuestra ilusión rota. Osea que chicos, a seguir esta guía y a cargarse las pilas, que una novia o esposa feliz, es mucho mejor que la aspirina para curar el dolor de cabeza.



viernes, 4 de abril de 2014

ETAPAS DE LA PASIÓN







Como ustedes bien saben, soy una todóloga recalcitrante, y como tal me siento obligada a compartir mis conocimientos. Una de mis áreas de experiencia favorita son las relaciones de pareja. Me encanta observar el comportamiento de los australopithecus (monos del sur) y las potrancas que se dignan a acompañarlos. ¡Qué universo lleno de enigmas y maravillas son las relaciones de pareja! Nunca dejan de maravillarme.

Con los años he aprendido que en el amor no hay reglas y por ende cada pareja presenta su propio reglamento institucional. Pero salvando las diferencias, existen ciertas disfuncionalidades que siempre se asoman en mis observaciones de mis prójimos. (Yo no soy de las que miro para criticar honeys, lo mío se trata puramente de estudios antropológicos empíricos).

Mi observación es taaan aguda que bastándome solamente los gestos y las expresiones faciales ya puedo decir cuánto años de pareja llevan juntos. Mi pertinaz observación diaria me ha llevado a desarrollar la teoría de que la vida en pareja sigue las etapas naturales de la vida misma. 

La etapa del cortejo es como la infancia. Corretean como niños y se ríen como pavos de las sandeces más absurdas. La seducción se desempeña como un juego infantil, en el cual hay reglas, pero también ciertas libertades de interpretación. Ambos viven con cara de velocidad, la sonrisa se les estira en el rostro como si estuvieran andando en moto con la boca abierta. De tan felices no pueden dejar de sonreír y de estar sobreexcitados en todo momento. Son las criaturas del amor.

Al año llega la adolescencia. Empiezan los conflictos cuando abren los ojos infantiles y descubren la cruda realidad. El entusiasmo inicial va disminuyendo con el tiempo y la monotonía y las mariposas en el estómago van dejando de batir sus delicadas alitas. Había sido que no era todo tan perfecto como se imaginaban. ¡Hello, por algo existe una especialización en la psicología llamada “problemas de pareja” y no “problemas de empleada”! Los antes perdidamente enamorados pasan a estar perdidamente conflictuados. El amor les duele, les atormenta y les quebranta.

Luego de la crisis existencial del primer año viene la juventud. La pareja se consolida y empieza a disfrutar de la vida y celebra el haber salido de su primera crisis. ¡Todo es una fiesta! Se empieza a proyectar el futuro con alegría ya que se está convencido de que el futuro será más rosa que la mansión de la Barbie. 

Tras un par de años de alegre juventud, se cree erróneamente que ya se está preparado para la segunda etapa. Es hora de madurar y sentar cabeza. Como nuestra relación es estable sentimos una imperiosa necesidad de desestabilizarla y por eso optamos por la convivencia (que con o sin anillo es una prueba de fuego para toda pareja). En esta etapa comienza la adultez con todas sus responsabilidades y quebrantos. Tras el entusiasmo inicial empiezan a surgir los roces que luego se van transformando en las peleas más absurdas imaginables. Por lo general en esta segunda crisis hay dos opciones: 
A) abandonar el barco, o 
B) mantenernos a bordo del barco en aguas turbulentas con la esperanza de llegar a un puerto más manso.

Si deciden abandonar el viaje pasan a tener una regresión forzosa a la juventud, como si estuvieran teniendo una crisis de mediana edad obligada ya que volver a formar pareja implica antes ENCONTRARLA. Volver a la arena de las citas y curtir la noche ya maduritos no es nada fácil. (pero esta es oootra historia).

Si deciden quedarse a bordo empieza la etapa de la madurez. Había sido que si hay un puerto más manso en el horizonte…. Pero lastimosamente nadie nos avisó de que sería un BODRIO. Los años pesan y la llama de la pasión parece haber sido apagada con un matafuego.  Esto no tiene nada de anormal. Muchos factores inciden en que la pasión vaya disminuyendo con el tiempo. Es de esperar que la monotonía del día a día y los problemas cotidianos de la convivencia vayan mermando la pasión que antes tenían hacia su pareja. Cuando se llega a esta etapa de la edad madura de la vida en pareja, tenemos tres opciones:


  •  Demencia Senil. Fingimos demencia senil y vivimos tapando el sol con un dedo como si todo estuviera perfecto. El fuego hace raaaato ya se apagó pero nosotras seguimos sentadas frente a la chimenea helada jurando a todos que nos da muchísimo calor.

  •  Añorar “los viejos tiempos”. Tiramos la toalla y dejamos que la llama se vaya apagando y nos quedamos observando con añoranza las cenizas de lo que fue. Nuestra pareja ya es un cadáver. Nos resignamos a la muerte de la finada pasión y vivimos del pasado mientras que en el presente nada nos puede borrar la cara de cementerio que tenemos cada vez que estamos juntos.

  •  Resurrección. No nos resignamos a la muerte de la pasión y nos ponemos las pilas para revivirla. Enfrentamos el problema cara a cara y nos cargamos las pilas para que nuestra vida en pareja sea plena y feliz. ¡Si hay que hacer respiración boca a boca para resucitar a la finada pasión lo hacemos a todo pulmón!

Francamente yo celebro la opción número tres. Mantener viva la llama no es cosa fácil. Esto requiere intención, acción y esfuerzo. Pero si lo logramos, si somos de los afortunados que logran mantener viva la llama tras años juntos, a veces tan intensa que quema y otras tan tenue que hasta parece no estar encendida, entonces sí podemos decir que tenemos una vida de pareja plena y feliz. 

¡Mis queridas lectoras maduras (y también mis queridas lectoras inmaduras) este día de los enamorados les deseo que celebren su vida en pareja, que se enamoren un poquito todos los días y sobretodo que disfruten de su llama!

lunes, 11 de marzo de 2013

LA DIGNIDAD FEMENINA






Las mujeres tenemos que tener en claro tres cosas: que somos mujeres, que somos dignas y que somos valiosas. Nadie tiene derecho a empañar nuestro lustre porque sencilla y llanamente nacimos para BRILLAR.


Hace mucho tiempo leí un cuento cortito y hermoso. Se llamaba “La Fábula del Sapo y La Luciérnaga” y
prácticamente hablaba de dos sapos gordos y horrendos, de esos que orinan en los ojos, irritan la piel al tacto y son más feos que el Ecce Homo de Cecilia Giménez Zueco. De pronto una hermosa y radiante luciérnaga voló sobre ellos deslumbrándolos con su luminosa belleza. La luciérnaga se acercó a ellos y uno de los sapos (el más feo y horrendo de los dos) se la tragó. El otro sapo asombrado le preguntó: “Pero porqué la mataste si los sapos no comemos luciérnagas?” Y este muy orondo contestó: “Porque brillaba”.


En la vida, muchas mujeres brillantes nos acercamos peligrosamente a personas de este tipo. A nefastos
sapos humanos que intentan apagarnos. Por eso las mujeres debemos tener mucho cuidado con los sapos y ser conscientes de que nuestra luz, puede encandilar a ciertos bichos.


El tener cuidado obviamente no significa que tenemos que brillar menos, ni mucho menos escondernos para que no nos persigan. Sino ser conscientes de nuestro valor y volar aún más alto para que nos miren… pero de lejos.


No hay nada más triste que ver a una luciérnaga caída. Aquella mujer que ha sido víctima de uno de los tantos sapos y reptiles que rondan la tierra. Ellas se han olvidado que tienen luz y que llevan una invencible fuente de poder en su alma femenina. Ellas le temen a la libertad, le temen a decidir su camino, le temen a la soledad de la noche y terminan apagadas y escondidas o aplastadas por los crueles sapos.

La mejor manera de mantenernos luminosas como mujeres es aprendiendo a tener dignidad. La dignidad es el respeto que una persona tiene de sí misma. El respeto hacia una misma nos provee de una poderosa espada contra quienes intentan lastimarnos y un escudo, que asegura que quien la tenga no puede hacer nada que la vuelva despreciable a sus propios ojos. ¡Luciérnagas ármense de coraje y protéjanse con su dignidad, que no hay nada más poderoso en la tierra que una mujer digna!


Muchas veces se confunde dignidad con la pasividad y la sumisión. Que seas digna no quiere decir que tengas que dar la otra mejilla y sufrir estoicamente frente a los ataques enemigos. La dignidad implica saber hacerse respetar y si para hacerse respetar es necesario que  vuelen unos cuantos mechones, no duden en poner un poco de “orden divino” con sus propias manos. Como dice mi tía Kikina: “¡Que nadie te baje el penacho!” ¡Esto es ser digna caramba y no quedarse de brazos cruzados frente a la vida!


Pero que seamos dignas no implica que no suframos. Claro que dignas y todo sufrimos. Pero lo bueno es que una mujer digna sabe encontrar consuelo en su propia dignidad. Sabe que a pesar de las penurias, nuestra dignidad nos mantendrá a flote sobre el lodo y sobre todo los sapos que allí habitan.

Aquí les paso un decálogo para mantenerse a flote: los 10 mandamientos de la dignidad femenina:
  1. ¡No te pongas linda para un hombre ciego honey! Ponéte regia para vos misma. Se como la abuela de mi amiga Carla, que de tan digna, a sus 80 años duerme maquillada para que la muerte no la encuentre desarreglada. ¡Eso es ser digna! 

  2. No manches tu pelaje. Si sabés que algo te va a ensuciar, rebajar, vejar ¡no lo hagas! Es así de fácil. Decir no es reeee digno. Cada vez que te sientas débil, pensá en el armiño de invierno, que prefiere que lo atrapen los cazadores antes de manchar su alba piel con lodo.

  3. No dependas de nadie más que de vos misma. La mujer que vive dependiente de otra persona, se vuelve inválida y se anula. Por más de que tu marido sea un regio que te mantenga, buscate a menos un hobby o estudiá por gusto para que el día de mañana tengas una profesión, talento u oficio que te permita decirle Adious con acento gringo al desgraciado.

  4. Jamás permitas a nadie ponerte un dedo encima. Los únicos hombres que puede llenarte de moretones son Carlos Bacchetta y Fer Barriocanal. O sea, tus cirujanos de confianza. Si tu rostro
    amoretonado no es el producto de una rinoplastia, querida no tengas miedo. Buscá ayuda que lo más seguro es que la vas a encontrar. No inventes excusas. No creas que es tu culpa. Corré, olvidalo y denuncialo para que no vuelva a lastimar a nadie más.

  5. Jamás permitas que pronuncien tu nombre en vano. Vos sos una diosa y como tal tenés que ser respetada. Que nadie te acuse falsamente, ni jure en tu nombre, ni te maltrate verbalmente. Defendete, contestá y mandalos a cantar el himno americano a Irán.

  6. ¡Amate a ti misma! En todos los sentidos de la palabra. Literal y metafóricamente y en todas las dimensiones posible. Recuerda siempre que vos vales todo lo que deseas. Nada es imposible ni inmerecido para tí. Vos podés alcanzar todos tus sueños y tenés la fuerza adentro tuyo hasta para exigir aquello que considerás tu derecho. Con la boca se pide lo que se quiere y toda mujer digna sabe que tarde o temprano conseguirá lo que busca y jamás nadie le hará desistir ni creer que es
    imposible o ridículo.

  7. Recuerda que ser feliz es un ejercicio. Hay que perseguir constante e insistentemetne a la felicidad. Encuentra algo que amas hacer y que puedas hacer cada día de tu vida por puro gusto.
    Sonríe a la vida y muéstrate alegre y agradecida cada día. Por más feo que se te pinte el panorama, siempre vas a encontrar alguna nota de color que te de motivos para ser feliz. Ser positiva cada día te hará cada día más feliz.

  8. Rebelate al machismo. Ninguna mujer puede ser digna manteniéndose sometida al yugo machista. Educá a tus hijos para que respeten y valoren a las mujeres, educá a tus hijas para que se respeten y se valoren a sí mismas. No vayamos a engañarnos. Que nuestro país aún está repleto de australopitecos involucionados que siguen convencidos deque las mujeres tenemos orgasmos repasando el piso de la cocina, que nacimos para servirles y que no tenemos derecho a protestar y menos aún de sentirnos iguales. Y bueno, en realidad no seremos nunca iguales. Bien lo dijo la dama de hielo: “En cuanto se concede a la mujer la igualdad con el hombre, se vuelve superior a él.

  9. No mendigues amor. El amor no se ruega, se inspira y si no logras inspirarlo de balde vas a suplicarlo. Cuando un hombre te quiere nada puede hacer que se aleje. Cuando no lo hace, nada podrá hacer que se quede. ¡Dejalo ir, y hacelo con gusto, porque como diosa que sos, te merecés ser amada por sobre todas las cosas!

  10. Hacete respetar querida. Que nadie nunca te baje el penacho ni apague tu brillo. ¡Shine bright like a
    diamond!

miércoles, 19 de diciembre de 2012

LA OTRA


Quien no se ha visto alguna vez portando los stilettos de la regia enfrentada por una chiruza. Nosotras que constituimos el magnífico combo de entrada, el plato principal y el postre y que jamás de los jamases podríamos ocupar el lugar de guarnición, de súbito nos vemos arrojadas a segundo plato por otra que aparece con una presentación más “novedosa”.

Estas crueles usurpadoras no tienen ningún valor moral en su haber, no discriminan hombre alguno y son legionarias del “todo vale”. Para ellas es indistinto que el galán en cuestión sea soltero o casado. Lo único importante para ellas es atraparlo en sus redes cueste lo que cueste. Si cuesta un matrimonio o una familia…. bah, OBVIO que no les importa. Maquiavelo debería haber escrito un segundo tomo de “El Príncipe” inspirado en estas Princesas inescrupulosas y mañosas que aquejan la existencia de tantas TANTAS mujeres.

Es que no hay ser más maquiavélico, calculador y artero que estas maléficas princesas del adulterio. Por eso las odiamos con todas nuestras entrañas y las escrachamos hasta cuando se fugan con el marido de nuestra peor enemiga. Y por más de que en el fondo sabemos que nuestros playboys rústicos tienen MÁS culpa…. Nosotras SIEMPRE preferimos culparlas a ELLAS.

Nuestras abuelitas las llamaban “las queridas” y este término no podría ser más acertado. Es que la triste y horrible verdad es que ellos están locos por ellas. Locos de amor, ciegos de amor, embrutecidos de amor por estas chiruzas virulentas. Claaro, ellas nunca están de mal humor, si los ven sólo un par de horas al día. Ellas no tienen que lidiar con el día a día, con la economía doméstica, con el pirevaí  del susodicho. No, ellas NUNCA se plaguean y siempre están disponibles para el chiqui chiqui por el cheque cheque. ¡Obviamente que las adoran! Lo que los giles de los galanes nunca se dan cuenta es que ni bien formalicen con la otra, la verán convertirse paulatinamente en el clon de su ex novia o esposa. Si queridos, ni bien “la querida” pasa a ser la oficial se convierte automáticamente en la “MAL QUERIDA”.

Otra de las horribles verdades de las otras es que al ser “la querida” siempre son agasajadas por sus galanes. Si mis darlings, todo lo mejor va para la “querida”. Una amiga joyera una vez me contó que en las fechas especiales, cuando estos galanes malnacidos compran joshitas para sus patronas y para sus yiyis, siempre PERO SIEMPRE, la joya más fantabulosa va para la yiyi. Para la querida el diamante de 7 quilates y para la MAL querida el circón. Si mis darlings, esa es la triste verdad. Espero que lo recuerden la próxima vez que duden en reventar la tarjeta adicional de sus maridos. ¡Háganlo sin culpas mis divinas regias!

Además a las queridas ellos no les cuestionan los gastos NUNCA. Si es más que obvio que ellas están involucradas sólo para sacar provecho. Mientras la esposa se preocupa en disimular lo que gastó en el Agosto OFF poniendo en el talonario de su chequera que los 800.000 Gs que gastó en un par de zapatos fantastiquérrimos fueron librados para “comprar flores y plantas para el jardín”, la chonga no tiene que justificar sus gastos. Todo lo soluciona con un “Dalena papi, masiaaado quiero para mi Samsung Galaxy último modelo” o un “Ay papitooo quiero para mi autoooo descapotable, masiado lindo me va a quedar”. A las oficiales que les parta un rayo. Conozco casos de galanes de los yuyales que han comprado el mismo modelo de auto para la esposa y para la chonga y que a la hora que les empezó a forzar el pago de las cuotitas… ¿adivinen el auto de quién devolvió? El de la esposa. ¡OBVIO! Si ella es la única  a quien le importa verdaderamente la economía doméstica.

Ahora pasemos a otras de las verdades innegables en asuntos de cuernos y cornetes. La otra SIEMPRE es la chiruza. Por algo nuestras abuelitas llamaban a los mete cuernos “chineros”. Es que por lo general la otra no cuenta ni con el pedigrí, ni la crianza, ni la educación, ni el entorno, ni la clase, ni el roce social y menos aún los valores de la legítima esposa o novia oficial. No mis Darling, Lo más probable es que la otra sea una vairota con el pelo mal teñido, labios de comedora de guiso y aliento a cocido con galleta kururú que ni siquiera ha terminado la primaria y cuya única meta en la vida en conseguir un sponsor que le financie unas nuevas lolas. Si mis queridas princesas de la aristocracia guaraní, nuestros galanes NO discriminan. Al contrario de lo que pregonaba la Nanis, a ellos les encaaanta la mortadela. A ellos les es indiferente que vos hayas debutado regiamente en el Cente con un vestido de Saiach y la otra envuelta en 100% poliéster con caireles de plástico en el “Clut de Leones de San Feliciano de Ycuamandiyumí”.

Por lo general las otras tienen sólo dos atributos a su favor: su look erotizado de promotoras cachaqueras y sus 15 añitos bieeen vividos, atributos que ya son suficientes para llamar la atención de todo cuarentón en crisis o veinteañero tavyrón.

Otra de las lamentables verdades es que la oficial SIEMPRE es la última en enterarse. Tal como reza la canción “la vida te da sorpresas, soooorpresas te da la vida” la esposa o la novia oficial son siempre las más sorprendidas. Ellas nunca ven llegar a las otras. Para cuando se les aclara la vista las otras ya están firmemente instaladas en su propiedad privada y ni con juicio de desalojo podrán sacar de sus vidas a estas atrevidas invasoras. ¡Y créanme mis queridas, que no hay macho que valga el dolor de cabeza! Pero por el sólo placer de aplastar a estas mosquitas muertas avispadas no hay que desistir hasta salir victoriosas. Ya verán ustedes qué hacer con sus galanes, si mandar echar, regalar con moño y todo o amonestar de por vida. Pero a la otra, siempre pero siempre, hay que hacerle aprender la lección. ¡No te metas con el caviar honey!

  

jueves, 23 de febrero de 2012

LAS EDADES DEL AMOR



El mes de los enamorados ya está aquí. El mes en que el rechoncho odioso y travieso de Cupido causa estragos en la población, dejando a todos idiotizados con sus traicioneras flechitas emponzoñadas de amor.

Tengan con quien celebrarlo o no, se verán envueltos en marejadas de peluches, bombones en cajas con forma de corazón, rosas rojas e infantes regordetes y alados armados de caprichosas flechas. Serán bombardeados por imágenes de jóvenes enamorados tomados de la mano caminando bajo un atardecer encantado, adolescentes con sonrisas ruborizadas, parejas que no pueden disimular su alegría y miradas melosas.

Si, ya sé que mis queridas lectoras de las legiones de la SSS (Sínicas Solitarias y Sensatas)  estarán tan asqueadas en esta fecha que tendrán unas ganas irrefrenables de arrancarse los ojos con sus propias manos con tal de no ver más cursilerías. Pero al margen de las náuseas que genera toda la parafernalia valentinezca, es innegable que el día de los enamorados despierta también profundas emociones. Es un hecho, el 14 de febrero, el amor brotará, se multiplicará como conejito Duracel con Viagra y retozará en todos los rincones del planeta en una epidemia viral que contagiará a TODOS. Sin importar en que etapa de su vida se encuentren, el 14 de febrero se hará sentir en sus  calendarios.

Estar tan rodeada de amor y sus múltiples manifestaciones y simulaciones me ha hecho pensar en cómo lo vivimos en el transcurso de nuestras vidas.

El amor en el Kínder: El primer amor en algunos casos suele ser alarmantemente precoz. Muchos hemos tenido grandes historias de amor que tuvieron como telón de fondo areneros, recreos y pizarrones escritos con tizas de colores y donde una galletita compartida en la merienda ya constituía toda una declaración de amor. Pero ojo, estas historias de amor no están exentas de drama. En los preescolares ya abundan los Don Juancitos’í que con tal de congraciarse con todas y evitar que nadie se enoje se declaran “novios” de dos o más compañeras a la vez. También las niñas empezamos a mostrar nuestra inclinación hacia el melodrama desde la más tierna edad, largándonos a llorar como divas bonsái al enterarnos de que en el recreo nuestro galán infante prefirió jugar a la familia con la compañerita nueva.

El amor en el cole: Como en la mayor parte de la primaria triunfa el lema “las nenas con las nenas y los nenes con los nenes”, el concepto de amor en sí es algo tan asqueroso como los besos y los miembros del sexo opuesto. Ante la sola mención de la palabra novio o novia tanto los nenes como las nenas exclaman:”Guaaacaaalaaaa!!!”

El amor teen: A medida que nos transformamos en pavos, nuestras cabecitas adolescentes se van poblando de pajaritos. Si nuestra vida fuera un periodo literario, la adolescencia constituiría el romanticismo. A los adolescentes les duele todo, y por ende al amor no lo viven, lo sufren. El amor teen está poblado de amores secretos y no correspondidos, de grandes metejones y grandes estrellones. Somos capaces de enamorarnos de alguien a los 10 minutos de verlo. El amor a primera vista es un hecho innegable. Es que a esta edad todo pasa por los ojos. Nos enamoramos del mismo churro, pintón, facha, carilindo y chusquito del cual están enamoradas el 60% de nuestras compañeras y como lo más probable es que el churrito en cuestión esté tan solicitado que no nos dé ni la hora pasamos a declararnos perdidamente enamoradas del galán del momento. Así tendremos que consolarnos con abrir un club de fans de Robert Pattinson o Justin Bieber para desahogar a todas nuestras hormonas ardientes y alborotadas.

El amor a los veinte: A los veinte dejamos de ser incomprendidas y nos incorporamos entusiasmadas al mundo del “amor adulto”. Pero en el fondo, seguimos igual de insensatas que a los quince, cuando soñábamos con ser la madre de los hijos de Ricky Martin. La pequeña gran diferencia es que de adolescentes estábamos totalmente conscientes de nuestra confusión, mientras que a los veinte creemos tener todo resuelto, comprendido, asimilado y catalogado, pero la triste realidad es que seguimos igual de confundidas y no tenemos NI IDEA. Nos creemos Doctoras en Ciencias del Amor y Másteres en Filosofía Sentimental, mas seguimos idealizando a los hombres de los que nos enamoramos. Pero, ahora que somos universitarias y letradas, buscamos a alguien intelectualmente más refinado que nos dé orgasmos mentales y físicos y un futuro prometedor. Como nos volvemos más exigentes se nos complica bastante el panorama. Por lo general en esta etapa es cuando empiezan a desfilar por nuestras vidas los peores especímenes de nuestra historia sentimental. Lo más probable es que tras tantos mamarrachos, lleguemos a los treinta con el corazón más perforado que un colador de pastas, solteras, hartas de los hombres y totalmente dispuestas a abrazar el lesbianismo con tal de no tener que salir con otro winner en una cita a ciegas organizada por tus amigas.

El amor a los treinta: A los treinta tenemos la vida resuelta. ¡Jajajajaja! ¡Déjenme reírme! ¡AAAy me hago pis! ¡Mentiiiira! No tenemos nada resuelto y el amor sigue siendo tan misterioso como en el kínder y tan doloroso como en la secundaria. Por lo general ya encontramos una pareja estable, tal vez incluso ya nos casamos con el susodicho, pero el hecho de estar en pareja no hace que el amor sea más fácil. En esta etapa de nuestras vidas generalmente se agregan ingredientes extra como convivencia, cuentas, hijos y suegras que hacen del amor todo un acto de malabarismo sobre la cuerda floja. Pero al terminar el día podemos hacernos un ojito a nosotras mismas, porque sin importar cuán duro estuvo el día, sabemos que el amor es más fuerte. Finalmente estamos madurando.

El amor maduro: Irónicamente cuando finalmente el hombre alcanza su siempre postergada madurez, le sobreviene la infamemente patética crisis de la mediana edad. Cabe destacar que el amor en tiempos de la crisis de la mediana edad no es cosa fácil. No es nada agradable encontrarse compartiendo la existencia con un motoqueiro cuarentón con ínfulas de playboy tercermundista. Nos encontramos mirando a nuestro medio pomelo motorizado preguntándonos qué le vimos y deseando no haber roto con el novio hippie que tuvimos a los veinte y que nos hacía gruyas de origami. Hasta la alternativa de estar vendiendo atrapa sueños en una plaza céntrica resulta más atractiva que seguir aguantando una noche más los ronquidos infernales de nuestro peor es nada. 

El amor después del amor: ¡Oh gran ironía de la vida! Cuando finalmente dejamos de perseguir el amor tan insistentemente, lo encontramos. La madurez nos enseña que si bien el amor merece la lucha, no nos merecemos sufrir, por lo que generalmente esta etapa de nuestra vida, al amor lo vivimos ya sea como una gran victoria o una estrepitosa catástrofe, consolidándolo o purgándolo. Pero en todos los casos, el amor que viene después del amor, aquel que encontramos después de haber estrellado y roto nuestro corazón mil veces, aquel que perseguimos conscientemente, aquel que construimos día a día, es el amor más fuerte.  Tan fuerte que probablemente  ya ni necesite ser celebrado solamente un día.

El amor en la tercera edad: ¡Díganme si no hay nada más tierno que dos viejitos enamorados! Ambos llevan la piel más curtida que papiro egipcio y  más de 50 años de casados a sus espaldas y se aman y se aguantan todavía. Verlos juntitos en su día a día (siempre y cuando no nos los imaginemos en la cama) es como estar observando una de las siete maravillas del mundo antiguo. Aunque pensándolo bien…. ¡Verlos en acción entre la sábana también sería igual de admirable!

lunes, 17 de octubre de 2011

PAREJAS CLICHÉ


Dios los crea y ellos se juntan. Hay parejas que parecen destinadas a unirse como irrefrenablemente impulsadas por misteriosas fuerzas cósmicas. Cada vez que se produce alguna de estas alianzas estratégicas predestinadas, nace otra odiosa pareja cliché, de esas que nos hacen asumir que a la hora de formar pareja, hay personas menos originales que un Rolex de calle Palma.
BARBIE Y KEN: No podemos hablar de parejas cliché sin nombrar a esta pareja de muñecos tan odiosamente perfectos. Desde que Mattel creó a esta mítica pareja, han estado poblando las fantasías de generaciones de niñas. Pero ellos no sólo habitan las jugueterías, también hay versiones en carne y hueso rondando por el mundo; parejas más que perfectas de pies a cabeza ya sea gracias a Dios o al bisturí. Al igual que sus mellizos plásticos, sólo tienen aire en la cabeza y sus más grandes preocupaciones se reducen a ir de shopping, ejercitarse para mantenerse esbeltos y disfrutar de la vida siendo simplemente regios.
LA MODELO Y EL FUTBOLISTA: Esta pareja es tan habitual que hasta se ha acuñado un término para designar a la fémina de la relación: botinera. Ellas mueren por las pelotas…. de fútbol obvio, y acompañan a sus cracks del balón pié hasta que éstos cuelgan sus botines, momento en el cual entran nuevamente a la cancha en búsqueda de un nuevo miembro de la selección. Comparten con sus amorcitos su propensión a lesionarse; aunque ellas no se lesionan en la cancha, sino en bailando. Ellas son las que visten micro albirroja y shoran por cada penal errado por su futbolero, sobretodo porque cada gol errado significa una bonificación menos para disfrutar.
EL SANJO Y LA TERESIANA: Ellos combinan el marrón y el celeste a la perfección. Se ponen de novios antes de que se le empiecen a caer los dientes de leche y se comprometen antes de que les vuelvan a crecer los definitivos. La consigna de su vida es simple: los nenes con los nenes y las nenas con las nenas. Podrán graduarse en Oxford o Harvard, pero para ellos el eje de sus currículos será siempre su cole, ya que llevan al “soy celeste” y al “chiquitere” forever en el corazón.
LA COCINERA Y EL GORDITO: Esta pareja es un verdadero homenaje a la frase: “pancita llena, corazón contento.” Toda digna chef sabe que el estómago es el camino más corto al corazón de un hombre, y tratándose de un gordito, el camino corto se convierte en un atajo express. Por otro lado, para muchas mujeres, tener bien nutrida a su pareja es toda una garantía de “amor eterno”, no sólo por que el jamás podrá prescindir de la autora de todos sus platos favoritos, sino también sus rollitos mantendrán alejadas a todas las chiruzas indeseables.
LA MISS Y EL EMPRESARIO: Más que una pareja, esta es una alianza estratégica. Toda miss necesita un sponsor para alcanzar el cetro, y si es auspiciante del evento, mejor aún. Él la luce como un trofeo, ella lo usa como amuleto de buena suerte. Ella sueña con la “paz mundial”  y si bien no logró terminar ni el primer capítulo de “Yo el Supremo”, lo cita como su libro de cabecera, junto con la biblia, OBVIO.  Ella asegura que ver la sonrisa en los rostros de los niños desamparados no tiene precio, para todo lo demás, existe MASTERCARD (la de su papichulo por supuesto).
EL JEFE Y LA SECRE: El amor puede surgir en todas partes, y la oficina no es una excepción. Por la profusión de estas parejas, parece ser que Cupido adora rondar por el ámbito laboral. Por lo general estas parejas tan frecuentes surgen en la clandestinidad, y sólo muy pocas logran salir de ella. La mayoría tendrá que conformarse con encontrar un refugio a su amor únicamente entre cubículos y sillas giratorias.
LA DIVORCIADA Y EL PERSONAL TRAINER: El ser cambiada por un modelo más nuevo, lleva a muchas mujeres a encontrar refugio en los abdominales de su personal. ¡Uyyy esos abdominales y aquellos músculos tan tonificados!¡Tras tantos años de conformarse con la pancita cervecera de su ex, ella se los tiene más que merecido! En esta unión se conjugan el sudor de él y las lágrimas de ella, que tras muchas horas de ejercicio pasarán de ser lágrimas de tristeza a ser lágrimas de dicha pura.
EL PAÍ Y LA PECADORA: Esta pareja es absolutamente presidencial, aunque más polémica que la Alfano. Algunas de ellas están envueltas en el romanticismo de “El Pájaro Canta Hasta Morir”; mientras otras, en la chabacanería de Lugo y sus mujeres. En su juventud ellas aspiraron a la redención entre sus brazos, y él no se hizo rogar para tirar la sotana junto con sus votos de celibato y castidad. Fernando Armindo les podrá asegurar que pasar de paí a padre natural no es tarea fácil.

miércoles, 19 de enero de 2011

PAREJAS DISPAREJAS: ¡CUPIDO DEBE ESTAR CIEGO!


  Su Amor No Era Sencillo
“Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.”
Mario Benedetti

Todos buscamos nuestra pareja ideal, aquella persona que se encuentra en perfecta sincronía y armonía con nosotros y con la que compartimos una infinidad de cosas en común. Lastimosamente es más fácil encontrar una dieta que incluya pan blanco y chocolate que encontrar a la pareja ideal.

Le ponemos boca para abajo a nuestro San Antonio, rogándole que ponga en nuestro camino al hombre de nuestros sueños. Cuando nos damos cuenta de que este santo es tan inútil como el rechoncho de Cupido en sus labores de celestino,  nos percatamos de que ninguna fuerza celestial ni esotérica responde a nuestras súplicas y cansadas de buscar a la media naranja, nos terminamos conformando con un medio pomelo, que si bien no se adapta a uno ni con poxipol, al menos sirve de compañía. Así, mis queridas lectoras, surge el fenómeno comúnmente denominado: “las parejas disparejas”.

Estas son las parejas destinadas a romper con la armonía que uno espera encontrar en una relación. Estas son las parejas que hacen de Barbie y Ken una utopía y que ponen en evidencia el hecho de que el patético infante gordinflón  de Cupido, debe estar ciego o debe tener un sentido del humor muy retorcido.

La naturaleza es sabia. En el mundo animal estas uniones no se dan. Por motivos más que obvios, los leones no se aparean con las gaviotas, ni los chihuahuas con los gran daneses; mas la raza humana tiene sus peculiaridades…

El lindo y la fea: Ella ya está acostumbrada a que le pregunten con cara de asombro: “¿EESE es TUUU novio?” ya que no pueden creer que semejante semental pueda fijarse en un bicho tan feo. Cada vez que salen juntos las tipas se le lanzan encima como si ella formara parte del decorado, asumiendo que se trata de su hermano o amigo. Hasta los gays se le tiran en lance convencidos de que deber ser gay por salir con una pantalla tan fea. Los amigos de él lo cargan hasta el cansancio, mientras que sus amigas se ponen el babero aguardando el momento oportuno para pasarle discretamente sus números de celular. Esta relación de seguirá para siempre ya que de seguro se trata de amor real, pues como todos sabemos el verdadero amor es ciego.


La regia  y el pila: El llama a todas sus amigas “Señorita”, todavía no entiende con qué tenedor se come la entrada y sigue diciendo: “nos fuimos en Punta del Este en un cuatro por cuatros”. Ella habla francés FLUÍDO, él habla un jopará tan cerrado que sus amigas tienen que descifrar lo que dice por sus gestos. Cuando ella le contó que debutó en el Cente y él le contó que debutó con su vecina en la fiesta de la seccional del barrio. Como vienen de dos mundos distintos, en el único lugar que tienen algo en común es en la cama y mientras los encuentros bajo las sábanas sigan siendo ardientes, ella seguirá a su lado sin sentir vergüenza por sus eses atravesadas, su pasión por la cachaca pirú y su pinta de provinciano en ropa de domingo.

La señora de las cuatro décadas y su accesorio: Ella acuñó el término "boy toy" cuando Madonna aún estaba en pañales. Su segunda piel es el leopardo y el sonido que la precede es el click clack de unos altísimos estiletos que desafían a su reuma. Le teme a la iluminación directa como Drácula al Crucifijo y acecha y caza a su presa con la habilidad de una leona del Serengueti. Ella sigue espléndida gracias a que le vendió su alma al bisturí de Bacchetta. No conoce el término cara lavada y su edad es un secreto de estado tan celosamente guardado que ni James Bond con todo el MI6 lo podría descubrir.  En esta relación ambos tienen claro que lo único que importa es lo que ella desea., por lo que su accesorio se desvive en agradarla piropeándola y manteniendo bien en alto su líbido reencontrado. Ella se divierte vistiendo a su juguetito para combine con su look y siempre y cuando ella se mantenga constante apoyando y financiando los emprendimientos comerciales que le ayudan a dejar atrás sus inicios como personal trainer.

El viejo verde y la jovenzuela: Ella lo llama “Papi” y “tío” a todos sus amigos ante el espanto de sus respectivas esposas. Se conocieron en el típico boliche frecuentado por jovatos en plena crisis de la tercerea edad y chicas de generosos escotes en busca de sponsor. La mejor y única amiga de ella es su mamá, quien la acompaña a todos lados para cuidar sus intereses y negociar su caché. Gracias a sus cariñosas gestiones logró ubicar a toda su parentela en la empresa de su “papi”. Ella trata en vano de amigarse con las hijas de él, que obviamente son de su misma edad y la aborrecen por oxigenada, vaira y trepadora. Él la exhibe orgulloso en cuanta reunión encuentra y ella siempre se luce vistiendo “a tono” con la ocasión (léase escotes, minis y mucha licra). Desde que se conocieron el perdió liquidez y ella ganó un auto, una casa, joyas, una nueva cara, nuevas lolas para “sentirse más mujer” y un guardarropas que pondría verde de envidia a la mismísima Susana Giménez.  El Viagra los mantendrá unidos hasta que ella llegue a los 30, siempre y cuando él siga generoso con sus regalitos y ella no engorde.

La alta y el petiso: Cuando se conocieron ella le dijo adiós a los tacos y él le dijo hello a las botas tejanas. Él tiene complejo napoleónico como buen enano de cepa, y la única forma de mantener cautiva a semejante valkiria es bajándole el autoestima hasta que quede a su altura. Cada vez que posan juntos para sociales tienen que hacerlo desde un desnivel donde él pueda verse más alto o en su defecto ella disimuladamente debe flexionar las rodillas para no aumentar su complejo. La única posición en la que él se encuentra cómodo con ella es en la horizontal. Él odia bailar con ella y por obvios motivos prefieren las reuniones donde puedan estar sentados para que nadie se percate de los centímetros que los separan. 

La ejecutiva y el golfista: Ella vive calculando el balance de su cuenta y él su hándicap. El día típico de ella está rigurosamente agendado:
7:00 Correr 20 km en la caminadora, optimizando el tiempo manteniendo en paralelo una teleconferencia a Tokio.
8:00 Desayuno de negocios en el Sheraton con los inversionistas
9:00 Llegada a la oficina, controlar correo, dictar directivas y actualizar las planillas
10:00-11:30 Reunión de directorio seguida por la reunión con el departamento jurídico
12:00 Almuerzo ejecutivo en el Crown
13:00 Paso veloz por la manicurista mientras repasa el nuevo contrato
14:00-16:00 Regreso a la oficina para reunirse con los clientes
16:00-18:00 Análisis exhaustivo de sus inversiones en bolsas internacionales
18:00-21:00 Reuniones con el staff y planificación de las actividades del día siguiente
22:00 Cena con el director del Directorio
23:00 Regreso a casa, toma de calmantes y sedantes para conciliar el sueño

Él no tiene agenda, pero sigue un patrón regular de actividades:
10:00 Suena el despertador, según su nivel de resaca se despierta o sigue durmiendo. Solo se levanta temprano los domingos para seguir el gran prix de turno
11:00 Desayuno con el grupo de Tennis del cente
12:00 -15:00 Sauna, almuerzo, solcito, masaje  y sesión de chismes con los socios del sauna
15:00-17:00 Golf y charla sobre millonarios negocios que nunca se concretan
17:00 Personal Trainner y flirteo intensivo con todas las cuerachonas del gym.
18:00 Tereré después del gym para hidratarse y volver hablar sobre sus millonarios proyectos
19:00 Cafecito con los amigos
20:00 Del café se pasa a la cerveza y se le llama a la yiyi clandestina
21:00 Break para ver “Mal Parida”
22:00- hasta que se acabe la cerveza o llame la yiyi Asado con los perros

… Como ya se habrán percatado solo se ven los fines de semana y la unión prosperará siempre y cuando ella siga pagando su tarjeta de crédito.

El rey del ganado y la reina del brushing: Él ama el campo con todo el fervor que ella odia el barro y los mosquitos. Él ama encontrarse consigo mismo en la quietud del monte, ella ama encontrarse con sus amigas en Serena Spa. Él sueña con que ella aprenda a cocinar vorí vorí, ella sueña con el cheque del frigorífico para salir de shopping. Cuando van juntos a la estancia, él viste bombacha de montar, bota de media caña y sombrero panamá, ella luce babucha, botas de Sarkany y lentes Gucci dorados. A la estancia él lleva la provista, alambre, repuestos para el tractor y balanceado. Ella no cruza Madame Lynch sin su planchita, secador, beauty case, bronceador, 5 maletas, bikini y todo su stock de cremas de Victoria Secret con purpurina. Su condición para ir a la estancia es que tenga señal su Black Berry, ¡o sino con quién va a hablar, si allí para ella todos hablan “guara algo”!

Susanita y Casanova: Ella está planeando su boda desde los 15 años, él viene planeando su estrategia de fuga desde entonces. Desde que se conocieron ella empezó a bordar todo su ajuar con las iniciales de ambos, mientras él planeaba como seducir a todas sus primas y amigas. La frase de cabecera de ella es: “Si quiero”, la de él es “Yo no fui”. El lema de ella es: “el amor todo lo puede” el de él: “negá hasta morir”. En sus contactos del celular ella tiene los números de su modista, su decoradora y su wedding planner, él tiene agendado los teléfonos de todas las modelos del último calendario del popu, bajo seudónimos como: mecánico o electricista;  o siglas como ANDE (Andrea Noemí Duarte Esteche), COPECO (Chica Old Parr Expo Conceción), BNF (Banda Ninfa de Faces), MEC (Mina Escultural de Chechos) o IPS (Ilse Promotora Seneté). Esta relación prosperará siempre y cuando ella siga tan concentrada en su boda como para darse cuenta de las andanzas de su prometido.

La dama de hierro y el títere: Ella dice NO y él responde: “Sí mi amor”. Antes de que ella termine de decir: “vamos”, él ya le abrió la puerta y arrancó el auto. Los amigos de él lo ven como un flojo, las amigas de ella la ven como una ídola. Ella ha perfeccionado el arte de manejarlo con una mirada, el ha hecho de la sumisión su estilo de vida. Ella nunca levanta la voz, pero ante cada susurro él está al borde del ataque de pánico. Estas parejas tienden a funcionar de maravilla, siempre y cuando él nunca se revele ni empiece a verse a sí mismo como lo ven sus amigos: como un flojo.

El bohemio y la chuchi: Ella es la poster girl del capitalismo, él estudió en Cuba “Políticas de reforma agraria”. Él es tan bolche que los padres de ella tienen miedo de que la secuestre. El no pisa Bambuddha por convicción y ella no pisa los antros que él frecuenta por asco. Las amigas de ella a él le parecen frívolas y materialistas. Ellas consideran estos adjetivos un piropo. Ella piensa que todos sus amigos son conflictuados y drogadictos. Ellos están totalmente de acuerdo. Sus noches las pasan dando vueltas en el auto, al no ponerse de acuerdo a donde ir. Cuando finalmente  encuentran un lugar neutro para pasar el rato ella es el alma de la fiesta y él el trago amargo, razón por la cual sus amigas lo apodaron “el Amaretto” y ni bien lo ven llegar huyen despavoridas como si estuviera llegando el EPP. La única manera de que esta relación funcione se encuentra en conciliar una alianza de izquierda-derecha, esperando que tenga más éxito que la de Lugo y Franco.

La reina y la reina: Las parejas gay también tienen sus uniones atípicas. Una regla en las relaciones gay es que dos divas no pueden compartir el camarín y mucho menos el escenario. Si bien ellos aman las mismas cosas y juntos pueden pasar horas describiendo en detalle la última colección de John Galliano, o cantar a dúo y con lágrimas en los ojos “I will survive”, siempre terminan compitiendo en todo.  Rivalizando siempre por el aplauso del público y por acaparar toda la atención en sus personas, juntos se embarcan en una relación más bélica que amorosa.  La única forma de que esta relación tenga algún dejo de armonía es que, mediante duelo de plumas, se defina quien es la diva y quien es su vestuarista.