lunes, 17 de octubre de 2011




De setiembre a octubre el “CAV/ Museo del Barro” y la “Fundación Migliorisi”, instituciones muy afines al arte popular paraguayo, harán un lugar en su casa para recibir a la producción plástica popular de nuestro vecino país; abriendo su puertas a la colección de arte popular, indígena y contemporáneo brasilero del prestigioso Museo “Casa do Pontal”, de Río de Janeiro.

La muestra denominada “Caminos del Arte Popular Brasileño” reúne aproximadamente 200 piezas provenientes de distintas zonas del Brasil y es el resultado de un convenio firmado con el Ministerio de Cultura de Brasil con el objetivo de intensificar las relaciones bilaterales entre los países del Mercosur, fortaleciendo el intercambio y circulación de bienes culturales. La exposición cuenta con el apoyo de la Secretaria de Cultura, con el patrocinio  de  Petrobras, Vale Institucional y con apoyo financiero del BNDES.

Cabe destacar que la colección del Museo Casa do Pontal representa el principal acervo de arte popular de Brasil. “Caminos del Arte Popular Brasileño” presenta una selección de obras representativas de la colección de más de 8000 piezas que el diseñador y coleccionista francés Jacques Van de Beuque reunió durante cincuenta años en  los numerosos viajes que emprendía por el territorio brasileño.

Jacques Van de Beuque llegó a Brasil en 1946, radicándose allí hasta su muerte en el año 2000. En todo este tiempo que pasó en el país que eligió como suyo, fue organizando una importante colección  compuesta por obras de más de 200 artistas provenientes de 24 estados brasileros. Su fascinación por el arte popular brasileño no se tradujo únicamente en su pasión por coleccionarla, sino también en su labor por exhibirla, convirtiéndose además en un destacado profesional de montaje de exposiciones comerciales. Se dedicó al “arte popular” por placer y encanto. En 1976, el mismo año en que montó una gran muestra de Arte Popular Brasilero en el Museo de Arte Moderna de Río de Janeiro, creó también un espacio para abrigar su colección, manteniéndola abierta a los visitantes por más de 20 años, asumiendo personalmente todos los costos. Según Angela Mascelani, la actual curadora del Museo Casa do Pontal, “No solamente recolectó sistemáticamente estas obras, delimitando la contribución popular en el conjunto de artes plásticas brasileñas, sino que también se encargó de su difusión y las clasificó, creando una propuesta de exhibición que ha sido considerada irreprochable por miembros de importantes museos de diferentes partes del mundo.”

La colección reunida por Jacques Van de Beuque, es sin lugar a dudas imponente no sólo por el número de piezas reunidas, sino también por la calidad de las mismas, seleccionadas evidentemente por alguien que tenía un gran amor por la riqueza cultural y la fuerza simbólica que se encierra dentro del arte popular. Incluso el renombrado escritor y premio Nobel de Literatura, José Saramago, no dudó en admirar el espíritu de coleccionista de Van de Beuque, notando que Jacques: “no fue seguramente un turista, sino un viajante, aquel que viaja para querer saber, para querer ver; él fue capaz de, en un acto de amor, recoger y mantener todo aquello expuesto”.

Según aclara la antropóloga Ángela Mascelani, curadora y directora del Museo Casa do Pontal, “La propuesta conceptual y visual de la presente muestra fue llevada a cabo de forma que valorizara simultáneamente la singularidad de algunos autores y la grandeza del arte hecha por comunidades tradicionales. La intención es propiciar un desplazamiento en la manera de ver esta producción, al comprender la complejidad de ese campo en el que confluyen los autores más diversos: desde aquellos cuyas producciones son altamente originales e individualizadas, hasta aquellos cuya producción está de acuerdo con los valores, criterios estéticos y prácticas vigentes en comunidades tradicionales.”

Entre las piezas expuestas se encuentran obras de diversos artistas populares brasileños, como el renombrado Mestre Vitalino, considerado el más emblemático artista de Brasil, y muchos otros como Zé Caboclo, Luíz Antônio, Manuel Eudócio, Heleno Manuel, Antônio de Oliveira, Antônio Poteiro, Nhô Caboclo, João Alves, Dona Isabel, Ulisses Pereira, Noemisa y Mestre Didi, sólo por citar a algunos.

Además se da especial destaque a dos importantes comunidades de artesanos en cerámica, con características culturales propias: Alto do Moura, en Caruaru, Pernambuco y el Valle del Jequitinhonha, en Minas Gerais. La selección de las piezas, explica Ángela Mascelani, “se caracterizó por traer al Paraguay una colección que sintetizara la diversidad del arte popular brasilero”; añadiendo que se exhibirán “obras potentes, capaces de transmitir al público la fuerza de esta producción cultural en el que florece al arte popular brasileño”.

Los organizadores destacan que las obras expuestas representan las actividades cotidianas diarias, el imaginario popular festivo y religioso y otros temas que entremezclan la realidad y los sueños. Además, Osvaldo Salerno, Director del CAV/ Museo del Barro, señala que “Presentar esta exposición de arte popular en Asunción tiene muchos sentidos. Me referiré especialmente al que remite el hecho de que el museo Casa do Pontal sea mostrado en el Museo del Barro. Ambas instituciones comparten objetivos afines orientados a promover las diversas manifestaciones del arte popular como cifras de la cultura, el arte y la sociedad de sus respectivos países. Confrontados entre sí, los acervos de estos museos presentarán su coincidencias y encuentros, permitirán confrontaciones, revelarán formas compartidas, técnicas fundadas en orígenes comunes o, por lo menos cruzados, imágenes en las cuales se reconocen pueblos distintos y se abren a tiempos vinculados entre sí: la pura exaltación de la forma, el realce de la cotidianeidad, la alegría o la gravedad del ritual, el adorno de los cuerpos. Componentes todos éstos que, presentes en las diversas versiones del arte popular latinoamericano, permiten levantar otras visiones de comunidades, barrios y etnias difícilmente registrados por las historias oficiales.” Para finalizar añade que “ambos museos ayudan a comprender la artesanía como expresiones de arte: formas que permiten entrever universos, maneras particulares de reinventa la realidad y asumir el tiempo propio registrando sus momentos poéticos.Por eso, esta muestra no es sólo una confrontación de acervos, sino un diálogo entre instituciones museales, entre diagramas de colección y exhibición que permiten sugerir la diversidad cultural del Brasil y del Paraguay, como de la región en general, a través de la riqueza de sus expresiones. Más que mostrar objetos cargados de valor estético o etnológico, estos museos levantan mapas posibles sobre la base de la memoria, reactivada siempre, de los pueblos y de las maneras que ellos tienen de decir  mundos propios, aun en medio de las imágenes globales.”

Osvaldo Salerno deja en evidencia que transitar “Los Caminos del Arte Popular Brasileño” dentro del Centro de Artes Visuales/Museo del Barro, representa también una invitación para hacer un recorrido comparativo con nuestra producción artística popular. En esta travesía, no solo podremos apreciar la riqueza que subyace en el arte popular brasileño y paraguayo, sino también hacer dialogar a ambos y reflexionar sobre sus semejanzas, diferencias, y por supuesto también sobre sus profundos significados de este arte que condensa herencias mestizas, manifestándose de una manera única y distintiva.

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