viernes, 23 de marzo de 2012

AMALIA RUIZ DIAZ Y CARLOS SOSA RABITO: Investigadores de Arte-

  
Amalia Ruíz Díaz y Carlos Sosa Rabito forman una especie de dúo dinámico de la investigación artística. Son como el Sherlock Holmes y el Dr. Watson del arte paraguayo. Juntos, desde el departamento de investigaciones del Instituto Superior de Arte (ISA), están emprendiendo, paso a paso, el rescate de la vida, obra y legado de los grandes pintores de nuestro pasado. Gracias a sus investigaciones y registros, se ha preservado del olvido material de vital importancia para desentrañar el sentido del arte paraguayo.

El producto de sus investigaciones conjuntas pudo verse en los libros “Jaime Bestard: Arte y Dignidad” y “Modesto Delgado Rodas”. En breve publicarán también un nuevo material que recaba la vida y obra de Roberto Holden Jara. Estos textos no sólo representan los primeros frutos de su colaboración, son principalmente los primeros pasos de lo que claramente es ya un rumbo bien trazado: la investigación y el registro de los grandes exponentes del quehacer artístico de nuestro país. Estos textos además de servir de fuente bibliográfica fundamental para el estudio de estos artistas, podemos vaticinar que servirán de combustible para alimentar el imaginario de nuevos artistas además de servir de catalizador a otras investigaciones en la materia, que tanta falta hacen.

¿Cómo surge la idea de dedicar libros a pintores paraguayos?
Carlos: Allá por el 2005, el ISA llega a una segunda etapa, en ese momento el consejo decidió que sería importante abrir un espacio de investigación que se dedicara en primer lugar al rescate. Al hablar de este rescate, quiero dejar en claro que no aludimos de ninguna manera a que no se haya atendido a este rescate, sino que se lo hacía de una manera diferente.  Ahí es donde nace el compromiso con Amalia, ella hace el trabajo de investigación y yo me encargo de lo que sería la dirección de investigación. Empezamos con Bestard. Proponíamos una manera de rescatar esa memoria, exponer esa documentación consistente en los escritos,  en la obra, los objetos, la memoria intangible anclada en el testimonio de los familiares y amigos y abrir un panorama que permita mirar de otra manera lo que pudo haber pasado realmente con el arte paraguayo.

¿Amalia, cuando surgió en vos esa faceta de investigadora que hizo posible todas estas publicaciones?
Nace en el ISA. Allí encontré mi camino con el tema de los murales. En las clases se hablaba tanto del tema del muralismo mejicano, y me interesé en estudiar nuestros murales. Sentí que eso del registro me gustaba y fue muy grande la sorpresa para mí cuando Olga Blinder me invita, siendo aún alumna, a formar parte del departamento de investigación del ISA. Como docente, Olga Blinder siempre fue mi norte y para mí fue demasiado importante que me invite a trabajar con Carlos y formar parte del staff. Mi primera investigación la hice durante los cuatro años de carrera. Durante estos años fui persiguiendo las informaciones que me pasaban de murales y llegué a presentar en mi tesina 70 murales, un resultado que sorprendió hasta a la misma Olga, quien creía, como todos, que en nuestro país había muy pocos murales. Mi trabajo me llevó a encontrar muchos murales que estaban olvidados, descuidados y me preocupé de que se les diera más destaque con una iluminación apropiada. Intentando encontrar apoyo para que se los preservara y destacara apropiadamente, llegué al FONDEC y ellos al ver mi tesina se interesaron en publicarla. Esta publicación me abrió un camino al trabajo a los cuarenta y dos años y fue muy importante para mí.

La mayoría de las obras están en manos de coleccionistas privados, tu trabajo es una forma de hacer públicas estas obras. ¿Cómo lograron acceder a estas colecciones?
Amalia: La clave para que se me abra el camino con los coleccionistas fueron Olga Blinder y Meme Perasso. Con el trabajo que hicieron para “Arte Actual” ellas sabían dónde estaban los grandes coleccionistas. Ellas me pusieron en contacto con el coleccionista Jorge Gross Brown quien me permitió acceder a su magnífica colección de Jaime Bestard.

Me imagino que muchos se han de mostrar recelosos a la hora de permitirles el acceso a sus colecciones por motivos de seguridad.
Amalia: Hay gente que tiene miedo a que se sepa que tienen cuadros de valor en su propiedad. Debemos recalcar que la publicación del nombre del propietario de la obra es absolutamente opcional. Muchos no quieren que sus nombres figuren y les respetamos totalmente. Necesitamos una autorización por escrito de los propietarios para publicar las fotografías de las obras, en la cual se indica si desean que aparezca el nombre del coleccionista o propietario o simplemente que aparezca anónimamente como “colección privada”. Les agradecemos la oportunidad que nos dan y el hecho de que ellos valoren el trabajo que nosotros estamos haciendo, pero incluso para incluirlos en la sección de agradecimientos tenemos que pedirles consentimiento. A mí me encantaría ponerlos a todos en agradecimientos para que se sepa que ellos colaboraron en ese rescate, pero sólo si me permiten. Hay que cuidar muchos detalles.

¿Qué cuidados tienen a la hora de manipular la obra?
Carlos: Hay gente que tiene mucho miedo de que se toquen los cuadros o se manipulen por miedo a que se dañen. Esta inquietud es comprensible. Nosotros sabemos el valor que tienen como patrimonio y las tratamos con muchísimo cuidado y además sabemos cómo manipular la obra.
Amalia: Yo para tratar a las pinturas hice dos años de restauración con Estela Rodríguez Cubero. Ella me enseñó todo el manejo de las obras de arte, como hay que subir bajar, como tratarlas tomando todos los cuidados para evitar accidentes, también estudié registro y catalogación de obras de arte  con el Padre Amato. Todos estos cuidados que representan el respeto hacia el objeto, forman parte del oficio.

¿Ustedes qué garantías le dan a quienes les abren sus casas?
Amalia: Con este trabajo hay que ser absolutamente discretos ya que uno entra a una casa y los propietarios depositan muchísima confianza en uno y esto nos ubica en una situación de mucha responsabilidad.  Por principio no podemos decir fulanito de tal tiene tal obra porque siempre hay cuestiones de confidencialidad y de seguridad que nosotros debemos proteger. Sentimos mucho respeto hacia la confianza depositada en nosotros por innumerables coleccionistas y propietarios de obras de arte.  Incluso cuando nos autorizan a publicar el nombre del coleccionista, como fue el caso de la colección Gross Brown, igual estamos obligados a guardar confidencialidad en otros aspectos. No por el hecho de que nos permitieron publicar su nombre, podemos dar sus contactos a otra gente, ni dar ninguna otra información más allá de los datos publicados en el libro.

Cuando una persona o coleccionista les abre las puertas de su casa, para permitirles fotografiar y registrar las obras de su colección, ¿cuál es su aporte al trabajo de ustedes?
Amalia: Mi trabajo, sin los coleccionistas no tiene sentido. Al permitir el registro ellos colaboran con la investigación y brindan su aporte a la historia del arte paraguaya.

¿La catalogación tiene algún beneficio para el coleccionista?
Amalia: Yo aprendí en mi post grado en España que las obras catalogadas tienen un valor muy importante. Al estar catalogada la obra aumenta de valor, ya que se le da legitimación a la obra.  Por otro lado mucha gente también adquiere la conciencia de que tienen un objeto artístico de valor, ya que se han dado caso en que no lo sabían.
Carlos: Al catalogarlo, al cuadro se le da su Cédula de Identidad.

¿A qué apuntan con este trabajo de rescate?
Amalia: Como alumna de arte me di cuenta de que contábamos con muy pocos materiales de esta parte de la historia del arte paraguaya que nosotros estamos abordando. Nosotros sabíamos mucho del movimiento “Arte nuevo” y de los pintores anteriores sabíamos bastante aunque de forma más salpicada.
Carlos: Llegó un momento en que yo , que hago la cátedra de Historia del Arte Contemporáneo Paraguayo, en el cual me di cuenta de que era insostenible hacer la clase sin sus referente inmediato. No se podía hablar del arte de ahora sin saber bien que había pasado con el arte antes. Había historias silenciadas entre la época de López y la post guerra, en el sentido de que se había perdido la memoria y los documentos habían desaparecido. Para mí el sentido es que podamos mirar con más claridad hacia atrás para comprender lo contemporáneo. El rescate también consiste en dejar en claro de que hay un patrimonio muy importante, y que esa colección, para bien, está en manos de coleccionistas que están velando de ese patrimonio, porque lastimosamente carecemos de instituciones públicas, como museos estaduales, que lo hagan. A pesar de todo lo que nos sucedió política y económicamente, acá se desarrolló una sensibilidad muy rica  Esta publicación permite, que los que están interesados en el arte sepan que existe esa obra, que hay un patrimonio importante y que podemos hablar de un arte que fue rehaciéndose lentamente hasta el surgimiento del grupo arte nuevo en la década del cincuenta.

¿Qué nos pueden decir del arte que se desarrolló en el periodo que están investigando?
Carlos: Hay una cuestión fundamental: eran muy buenos pintores, excelentes pintores. Lastimosamente no pudieron reunir su obra en un marco ideológico. Pero eso era también un resultado directo de la situación del Paraguay. No hay que olvidarse de que cuando nos recuperamos de la Guerra de la Triple Alianza vino otra vez la guerra contra Bolivia y eso interrumpió un proceso. Queremos que la gente acceda a los distintos momentos del arte paraguayo, que la gente común como se dice - no solamente la gente vinculada con el arte- pueda comprar un libro y conocer nuestra historia del arte.

En sus investigaciones, además de las obras pictóricas de los artistas, también registran sus bocetos. ¿Qué papel cumplen estos bocetos en la investigación?
Amalia: Cuando se hace un zoom sobre un artista, surgen otros trabajos del artista, que son los bocetos. Por lo general son guardados por los familiares, que los tienen sin saber qué hacer con estos materiales y todo ese material conforma el cuerpo de la producción. A través de ellos vemos los procesos. Por ejemplo Bestard, que por su obra parecía tan academicista, cuando aparecieron sus bocetos tan modernos, su obra adquirió otro sentido. Carlos siempre insiste en que él realmente fue un aventajado con respecto a su tiempo. Y eso, si no se hacían esas publicaciones, se hubiera perdido.

¿Qué papel juega el testimonio en la investigación?
Amalia: Es importantísimo contar con el testimonio del entorno inmediato, los familiares, alumnos y amigos del artista que te pueden relatar sobre él. Los familiares de Bestard y las hijas de Holden Jara aportaron muchísimo a las investigaciones.
Carlos: Hay una tendencia contemporánea muy importante: el testimonio. Si no se tiene el documento, el testimonio se vuelve fundamental para armar la figura del artista.

¿Qué papel juega esta investigación en la historia del arte?
Carlos: Con Amalia creemos que este trabajo va a provocar que entendamos que necesitamos lo que se llama la historia del arte como carrera autónoma, como disciplina científica autónoma. Esa historia del arte podrá permitir tener una lectura del conjunto real de la obra. Nosotros apuntamos hacia eso: que en algún momento la obra de Amalia, que es una documentación precisa, le sirva a cualquier experto para saber dónde está la obra, sus medidas, sus características, la fecha en la que fue hecha; y que esa persona pueda hacer la figura del artista. El historiador va a tener una lectura más clara. Este es un trabajo que va a permitir que alguien arme científicamente un relato. Ticio Escobar lo hizo, magníficamente. Todos los que estamos en el tema del arte nos hicimos con su libro. Ahora, se pretende tener una historiografía, y cuando hablo de historiografía no estoy hablando de una cuestión rígida, ni un discurso literal, sino de un discurso historiográfico contemporáneo que pueda dar cuenta del sentido de este asunto. Porque tiene que tener un sentido. Tenemos que construir ese sentido  y detrás de eso estamos. Yo creo que en 10 años podemos tener posiblemente ya una hermosa sorpresa. 

Al estudiar a los artistas también estudian a quienes fueron sus alumnos. ¿Me pueden hablar sobre estos vínculos?
Carlos: Para mí Bestard a parte de un gran pintor, fue un gran maestro.Porque no debe ser casual que toda la gente que asistió a su taller haya llegado a manejar tan bien el color y la materia. Eso por ejemplo te habla de una capacidad didáctica impresionante. Ese vínculo se puede encontrar entre Bestard y  Edith Jiménez. Esa línea es muy importante para construir el sentido del arte. Eso es lo que perseguimos. Yo creo que la obra de Amalia es fundamental, está haciendo las bases de una historiografía que todavía no tenemos.
Amalia: Y en Delgado Rodas se ven los eslabones: Delgado Rodas, maestro de Ofelia Echague Vera, y Ofelia maestra de Olga. Entonces es un placer, una emoción muy grande cuando uno encuentra la relación entre los artistas, están muy, muy vinculados. También Holden Jara crea la escuela de Bellas Artes. Yo tomé otra vez tres artistas de esa generación de Bellas Artes para ver el legado de Holden Jara: Pistilli, Pindú y Lucio Aquino, para que sean disparadores del legado de este artista

En cuanto a estas relaciones entre pintores y alumnos, ¿se trata de amaneramientos aprendido del profesor pintor o una transmisión de una doctrina ideológica?
Carlos: Yo creo que hay como un ADN. Cada artista tiene su característica. Bestard por ejemplo fue un maestro del color, Modesto Delgado Rodas ya es un constructor de la imagen. Y eso se potencia en Ofelia. Ella aporta lo que aprendió en Buenos Aires y eso parece que pasa a Olga. Esas son las cosas que tenemos que analizar. Como se dio eso. Existe o no existe la relación. Yo creo que ese adn existe.  

¿Cuál artista será el objeto de su próxima investigación?
Amalia: Yo acabo de entregar al ISA la investigación sobre Roberto Holden Jara.
Carlos: Con esta investigación se hace patente que no bastan  los retratos de indígenas para comprender la obra de Holden Jara. No, es una obra mucho más densa y que puede tener seguramente un impacto muy importante: reabrir el texto implícito de la historia de arte paraguaya.

¿Qué otros artistas están en lista de espera?
Carlos: Los clásicos como: Samudio, Héctor Da Ponte, Pablo Alborno,Wolf Bandurek. Una vez que terminemos el periodo clásico podremos pasar a otros. Otro proyecto que tenemos también en el ISA es cubrir ese periodo de transición hacia lo moderno, es decir hay que reflotar a Laura marquez. Hay que atender por ejemplo la obra de los artistas que murieron jóvenes: Miguel Heyn, Mabel Arcondo, Leonor Cecotto gente importantísima, gente a quien hay que ir trayendo lentamente a la memoria con más sistematicidad.
Amalia: Yo tengo un trabajo bastante adelantado de Laterza Parodi, quien es un artista con quien siento una gran afinidad, pero que por el momento no está en nuestro contexto. Nosotros ahora estamos apuntando a una época determinada. Pero ya seguramente le tocará su momento.

¿Ustedes están volcando la mirada en los artistas clásicos paraguayos?
Carlos: Exactamente. Lo hacemos buscando un vínculo con lo contemporáneo. Aquel eslabón perdido que no está tan perdido pero que se debe reflotar desde otro punto de vista.  Es ya hoy común que la gente tenga otra mirada sobre el arte, el arte contemporáneo tiene ya la suerte de ser atendido por varias instancias: el periodismo, la prensa especializada, los críticos, los mismos artistas, estamos en otro momento con respecto a cómo el país mira la producción simbólica.

¿Dónde podría ubicarles una persona que tenga obras de estos artistas que ustedes están mencionando para aportar su granito de arena a esta investigación?
Carlos: La gente que tenga por ejemplo una colección, y también aquellas personas que de repente no están muy en el circuito artístico, pero que tienen en su poder aunque sea una obra de estos artistas puede contactarnos en el ISA, al número 453 -031/2 de lunes a viernes de 16:00 a 20:30 hs.
Amalia: Serán bienvenidas todas las llamadas porque esto es un trabajo de equipo. No funciona sin el aporte de quienes colaboran, ya sea contactándonos con gente que posee obra, o la gente que se acerca a contarnos que poseen obra de un artista determinado. Nosotros somos simples ordenadores de la buena voluntad que tiene la gente. Dependemos de ellos ya que no hay mucho material bibliográfico, ni muchos archivos para investigar.

¿Cuál consideran la mayor importancia de estos libros?
Carlos: Estos libros son investigaciones exploratorias para la Universidad Nacional de Asunción. Si la gente toma consciencia de la importancia que estas investigaciones tienen en la formación creo que todos juntos vamos a trabajar para que este proyecto siga a delante. Su importancia también radica en el hecho de que todos pueden consultarlos, desde el iniciado hasta el científico. Es la máxima información que puede tener una persona. Son investigaciones muy completas ya que Amalia agotó toda la documentación posible sobre cada artista. Obviamente hay gente, que se siente recelosa por cuestiones de seguridad y otras que no sé por qué motivo, silencia o calla documentación u obras que podría aportar al cuerpo de la investigación. ¿Porqué condenar a l anonimato una obra que adquiere su mejor sentido cuando se la ve y se hace pública?  Pero por suerte se trata sólo de un 5% y eso ya es mucho. Se trata de un porcentaje tan bajo que ya no alteraría el sentido o importancia de lo que ya se publicó. Cualquier persona tiene en sus manos un material que puede usarlo con mucha seguridad. No hay ahí documentación falsa no hay irresponsabilidad, ya que todo fue verificado.
Amalia: Si. Incluso para verificar la muerte de Delgado Rodas fui hasta Villeta  para ver su partida de nacimiento ya que la documentación que encontré en los archivos era contradictoria. Josefína Pla había escrito que había muerto un 15 de octubre y en el archivo de Olga encontré una publicación de junio que decía” hace unos días nos dejó el artista Delgado Rodas”. Gracias a su partida de defunción pude verificar que murió un 15 de mayo.

¿Cómo se diferencia esta investigación de otras anteriores?
Carlos: Esta investigación hace pública la memoria intangible. Por ejemplo, una esquelita, un pequeño boceto que quedó en el álbum de la familia, el testimonio del entorno. Se lo saca a la superficie, porque todas estas cosas pueden dispara una cantidad de posibilidades para construir el sentido.

Los estudiantes de arte tienen mucha dificultad para acceder a la obra en un país con pocos museos, en donde la mayoría de las obras se encuentran en colecciones privadas, cerradas al público. ¿Qué papel juegan estas publicaciones en esta situación?
Carlos: Estamos en eso. El libro y el material digital puede suplir mínimamente el vacío que tenemos Ahora hay mucha demanda de los libros y posiblemente va a hacerse ya una reedición de ellos. La siguiente etapa sería crear un soporte digital, de manera a que se pueda acceder a una extensa galería de imágenes de la producción pictórica de nuestros artistas. Esto creo que está muy cerca de concretarse.

Pero más allá de los alumnos de arte, esta es una manera de abrir nuestro arte al mundo...
Carlos: La gente no tiene idea de la producción pictórica paraguaya. La investigación es fundamental para que no sólo la conozcamos nosotros, sino también para que se sepa afuera que aquí hay obra de primera línea.

¿Cómo es el ritmo  de estas investigaciones?
Amalia: la investigación lleva mucho tiempo. Con Holden Jara, gracias a que la hija nos proveyó de muchísima documentación, se nos facilitó mucho el trabajo, pero igual procesar todos esos datos lleva su tiempo. Podría decir que estamos entregando una investigación a la institución casi cada dos años. Para que no quede solamente en la institución las presentamos al FONDEC y por suerte ellos también ven la importancia de que se publiquen estas investigaciones. Eso también lleva tiempo. Luego tenemos la tarea de hacer las presentaciones del libro ya que queremos darlo a conocer en todo el país. Tenemos que darle seguimiento para que se siga difundiendo y poder llegar a todos. Yo creo que estamos cumpliendo los objetivos de difusión.

¿Cuál es la metodología investigativa?
Amalia: siempre comenzamos por el material bibliográfico. Qué han escrito sobre el artista. Investigamos la biblioteca nacional, la de la UCA y la biblioteca y hemeroteca de Olga Blinder en el ISA. Luego investigamos a los familiares y recabamos el material testimonial de gente que conoció al artista, y luego están las colecciones públicas y privadas.

¿Qué hacen con el material que no llega a ser publicado?
Amalia: Cuando se publica el trabajo, muchísima gente se acerca a nosotros a contarnos que tienen documentos, u obras de los artistas.  Tenemos incluso archivos que se llaman: “Delgado Rodas no publicado”, “Bestard no publicado”…  Lastimosamente no podemos publicar todo el material que recabamos pues debemos ajustarnos a los fondos que nos dan las entidades para la publicación y a 150 páginas. Pero el material queda registrado y archivado para uso futuro.
Las investigaciones siempre quedan abiertas, vamos a seguir recabando documentación para futuras ediciones. Incluso con el material ya publicado, seguimos recabando información para poder incluirla en futuras reediciones. 

¿Cuáles fueron las grandes sorpresas que se llevaron haciendo sus investigaciones?
Amalia: En el caso de Holden Jara, es un artista a quien se lo asocia solamente como pintor de indios a pesar de que tiene otros trabajos muy interesantes. Al volver de España hace unos retratos maravillosos. Pero luego el deja de hacer eso porque antropológicamente le interesó la fisonomía de los indígenas. Además tiene una parte muy rica de un registro de dibujos hechos durante la guerra del chaco. Él es como nuestro Cándido López de la guerra del Chaco. A mí me parece que esa etapa que él hizo en el chaco y la primera etapa como pintor son mucho más importantes que lo que se conoce de su obra. Además se trata de una faceta desconocida. Ese es el rescate. Investigando sus archivos personales, encontré una entrevista que le hace Alfredo Seiferheld, en la que Holden Jara dice que el guarda eso porque quiere que alguna vez fueran publicados. Esto me hizo dar cuenta de que con mi trabajo también estaba cumpliendo el deseo del artista.
Carlos: Es interesante esto que Amalia dice de destacar lo de Roberto Holden Jara. Eso ya no puede quedar en un archivo. Eso tiene que ser público para que adquiera un sentido, un significado posiblemente dispare otras cosas y como te digo, disipe esos nubarrones- porque a mí lo que me preocupa es que hay muchos nubarrones en la cátedra de historia.

¿Les ha tocado toparse con cuadros de origen dudoso o sin firma pero atribuido a alguno de los pintores que estaban investigando?
Amalia: Yo apuesto por publicar únicamente la obra firmada. Incluso fui registrando todas las posibles firmas de los autores a quienes iba investigando, creando un registro de cientos de firmas de los artistas. En muchos casos los pintores no firman solamente de una manera determinada. Incluso a veces cambian el lugar donde firman habitualmente. Por ejemplo pueden firmar toda una producción abajo y luego en otra producción firman en un lugar distinto. Bestard por ejemplo firmaba Bestard, J. Bestard, Jaime Bestard, JB, y además tenía la costumbre de no firmar sus obras si no le gustaban. Delgado Rodas tenía la costumbre de firmar en rojo, la mayoría de sus obras están firmadas en este color. Holden Jara en algunas firma  el apellido todo junto, en otras lo hace separado y en otras lo hace con su seudónimo: “guenitá”.
Carlos: Es muy importante seguirle la huella a la firma. Es también una herramienta valiosa para los galeristas, coleccioncitas y marchands para la identificación de la obra.

¿Qué expectativas tienen con estas investigaciones?
Carlos: Estas publicaciones son síntomas específicos de que las cosas van cambiando.  Ojalá que las condiciones del país sigan siendo favorables y esto pueda adquirir otra dimensión. Para nosotros esto es un compromiso, para que por primera vez en el Paraguay se masifique un poco la cuestión en el sentido del acceso. Esperamos despertar el interés o la pasión de mucha gente por conocer más a fondo a nuestros artistas, gente que sin esta oferta tal vez nunca sienta ese interés.
Amalia: Además los libros no están escritos como textos científicos. Están hechos de manera a que cualquier persona interesada pueda leerlos con facilidad y no solo la gente vinculada al arte.  Son textos de lectura fácil. Se los encuentran en todas las librerías y también en el ISA.

¿Qué es el arte para vos?
Amalia: Yo creo que es la manifestación de un artista, que impotente antes ante su realidad y su contexto, plasma su emoción en su trabajo, ya sea una poesía, una música, o una pintura.
Carlos: Yo creo que el arte es una salida. El arte te permite entrar en otra dimensión de la realidad donde podes tener una administración directa de lo que te puede hacer o más feliz o menos feliz. Olga siempre decía el arte es importante porque ayuda a vivir. Coincido mucho con ella. Creo que es una posibilidad de tener otra oportunidad, porque el arte puede sortear muchas cosas. El arte también a su manera es trágico. Pero es una tragedia que le ayuda al individuo. 



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