Afuera Está Nevando
Febrero
2005
Óleo sobre tela
Hace un par de años me tocó entrevistar a Enrique Collar para una revista dominical. Conocía la obra pero no al artista. En aquel tiempo, Enrique acababa de terminar de rodar Miramenometokei, tenía una vasta experiencia pictórica y fotográfica y en su obra se percibía la llegada a un puerto tras un intenso viaje interior.
Por entonces, Collar aún no sabía que su viaje más importante estaba por comenzar. Ahora, 5 años después, se encuentra radicado en Holanda, pintando con muchísimo éxito, felizmente casado, con una nena de tres años y otra en camino.
Enrique Collar es un artista acostumbrado a viajar, a observar, a aprender y a transformar. Sabe plasmar en su obra todas sus búsquedas y sus encuentros internos. En sus primeras series se percibía una búsqueda de sus raíces guaraníes, un letargo de siesta que ahora adquiere tintes europeos y lo acompaña en cuadros cargados de introspección e intimismo. Su obra ha dado un giro dramático que atestigua que el viaje del artista continúa.
En tu vida siempre ha estado presente el desarraigo. Ahora estás formando una familia lejos de tu país, se podría decir que por primera vez estás echando nuevas raíces. ¿Te seguís sintiendo desarraigado?
Por entonces, Collar aún no sabía que su viaje más importante estaba por comenzar. Ahora, 5 años después, se encuentra radicado en Holanda, pintando con muchísimo éxito, felizmente casado, con una nena de tres años y otra en camino.
Enrique Collar es un artista acostumbrado a viajar, a observar, a aprender y a transformar. Sabe plasmar en su obra todas sus búsquedas y sus encuentros internos. En sus primeras series se percibía una búsqueda de sus raíces guaraníes, un letargo de siesta que ahora adquiere tintes europeos y lo acompaña en cuadros cargados de introspección e intimismo. Su obra ha dado un giro dramático que atestigua que el viaje del artista continúa.
En tu vida siempre ha estado presente el desarraigo. Ahora estás formando una familia lejos de tu país, se podría decir que por primera vez estás echando nuevas raíces. ¿Te seguís sintiendo desarraigado?
Los viajes siempre me modificaron el modo de comprender el mundo. Desde los seis años que ellos forman parte mis días. Primero Buenos Aires, donde crecí, estudié y descubrí el sentido del trabajo siendo un chico de diez años. Luego la vuelta al Paraguay, la reintegración, buscando aquello perdido, el universo en Guaraní, las siestas y los atardeceres de Itauguá Guazú, con sus luces estridentes y misteriosas. Ahora en Holanda -el tercer gran movimiento- pareciera que llegué a un punto cero, donde empezar todo de nuevo. Y esta sensación, más que desarraigo, es como un alivio, una manera de entender que lo recorrido hasta el momento fue una experiencia maravillosa, y mi presente es otra historia, pero con el mismo protagonista. Puedo decir que armar una familia a los 40 es lo mejor que pudo haberme pasado, antes hubiera sido imposible. En cuanto a los vínculos afectivos de Paraguay y Argentina están siempre muy presentes, tengo grandes amigos en ambos países.
Domingo
2005
Óleo Sobre Tela
Tu obra ha atravesado numerosos cambios cromáticos, temáticos y estilísticos. ¿Qué ha generado estos cambios?
Si bien toda mi obra paraguaya conserva una línea estética y argumental, existen varios momentos en el proceso que marcan leves cambios, esos que mencionás. Cuando me planteé comenzar esta obra, era consciente que me interesaba el Primitivismo, cercano a Gauguin. Pero también las ideas del espacio pictórico de Francis Bacon me eran interesantes. Y a medida que concretaba exposiciones y volvía a la soledad del taller, hurgaba en nuevas maneras de entender el espacio plástico y como consecuencia el narrativo, o viceversa. Mi paleta cromática tuvo un proceso que empezó con colores primarios y secundarios para pasar a los terciarios y cuaternarios. También el dibujo y la composición se volvieron complejos a lo largo de los quince años que conforman este período. Quizás esta necesidad se deba a esa intención experimental que permite el lenguaje de la pintura y esa sed de conocimiento que me motivó a continuar y seguir hallando el elemento “sorpresa”, porque si esto no sucediera más, estoy seguro que hubiera dejado de pintar definitivamente.
En tu obra reciente he notado una creciente preocupación por lo cotidiano, lo familiar, lo íntimo. Se perciben ambientes bien intimistas, donde la luz actúa como único testigo de lo cotidiano. ¿Cuan importante ha sido en tu producción la influencia de los grandes maestros Holandeses? Hablame sobre la Cámara Oscura, me habías contado que la estabas usando.
Antes de comenzar la Academia de Bellas Artes de Buenos Aires tenía conocimiento de la existencia de Jan Vermeer, Rembrandt entre otros maestros holandeses del siglo XVII, mediante fascículos de arte que compraba en una tienda de segunda mano. Era esa impresión pura, sin mucho raciocinio, como los aromas que conservamos de la infancia. Luego cuando comencé éstos estudios esperaba respuestas a mis interrogantes, pero solo obtuve ideas unilaterales, estribillos de la academia del arte moderno. Como por ejemplo que el arte moderno comienza con Paul Cézanne y que Picasso había destruido toda nueva posibilidad de percepción contemporánea, etc. Y fue una puja, porque si bien para mis profesores estas ideas eran como La Biblia, yo veía el arte desde otro punto de vista, pero no tenía los conocimientos para sustentar mi mirada. Terminaba todos los años rindiendo pintura en marzo porque abandonaba éstas clases. Sin embargo, en mi taller particular lidiaba con estos conflictos haciendo mis propias experiencias. Finalmente y a pesar de estas confusiones, la cotidianeidad de mi obra paraguaya fue motivada por la cotidianeidad de la pintura holandesa, trasladada al campo paraguayo, lógico. Y hoy, el destino me depositó a unos pocos Km. de Delft, la ciudad donde los principios de la cámara oscura fueron aplicados a un alto nivel de uso para reflejar lo cotidiano y sobre todo atrapar la particular luz de estas regiones.
Si bien toda mi obra paraguaya conserva una línea estética y argumental, existen varios momentos en el proceso que marcan leves cambios, esos que mencionás. Cuando me planteé comenzar esta obra, era consciente que me interesaba el Primitivismo, cercano a Gauguin. Pero también las ideas del espacio pictórico de Francis Bacon me eran interesantes. Y a medida que concretaba exposiciones y volvía a la soledad del taller, hurgaba en nuevas maneras de entender el espacio plástico y como consecuencia el narrativo, o viceversa. Mi paleta cromática tuvo un proceso que empezó con colores primarios y secundarios para pasar a los terciarios y cuaternarios. También el dibujo y la composición se volvieron complejos a lo largo de los quince años que conforman este período. Quizás esta necesidad se deba a esa intención experimental que permite el lenguaje de la pintura y esa sed de conocimiento que me motivó a continuar y seguir hallando el elemento “sorpresa”, porque si esto no sucediera más, estoy seguro que hubiera dejado de pintar definitivamente.
En tu obra reciente he notado una creciente preocupación por lo cotidiano, lo familiar, lo íntimo. Se perciben ambientes bien intimistas, donde la luz actúa como único testigo de lo cotidiano. ¿Cuan importante ha sido en tu producción la influencia de los grandes maestros Holandeses? Hablame sobre la Cámara Oscura, me habías contado que la estabas usando.
Antes de comenzar la Academia de Bellas Artes de Buenos Aires tenía conocimiento de la existencia de Jan Vermeer, Rembrandt entre otros maestros holandeses del siglo XVII, mediante fascículos de arte que compraba en una tienda de segunda mano. Era esa impresión pura, sin mucho raciocinio, como los aromas que conservamos de la infancia. Luego cuando comencé éstos estudios esperaba respuestas a mis interrogantes, pero solo obtuve ideas unilaterales, estribillos de la academia del arte moderno. Como por ejemplo que el arte moderno comienza con Paul Cézanne y que Picasso había destruido toda nueva posibilidad de percepción contemporánea, etc. Y fue una puja, porque si bien para mis profesores estas ideas eran como La Biblia, yo veía el arte desde otro punto de vista, pero no tenía los conocimientos para sustentar mi mirada. Terminaba todos los años rindiendo pintura en marzo porque abandonaba éstas clases. Sin embargo, en mi taller particular lidiaba con estos conflictos haciendo mis propias experiencias. Finalmente y a pesar de estas confusiones, la cotidianeidad de mi obra paraguaya fue motivada por la cotidianeidad de la pintura holandesa, trasladada al campo paraguayo, lógico. Y hoy, el destino me depositó a unos pocos Km. de Delft, la ciudad donde los principios de la cámara oscura fueron aplicados a un alto nivel de uso para reflejar lo cotidiano y sobre todo atrapar la particular luz de estas regiones.
Febrero
2004
Óleo sobre tela
Con respecto a la cámara oscura -que es el principio de la cámara fotográfica-, me interesa la “fascinación” de estos pintores por tan particular objeto el cual les proveía la imagen de la realidad reflejada en un vidrio traslúcido a través de una lente óptica. Esto hoy, prácticamente es algo natural para todo el mundo. Pero trasladando aquella fascinación a las cámaras y programas digitales, más el oficio de la pintura al óleo, es para mí una suma más que interesante para mi obra actual.
¿Qué influencia ha tenido la vida familiar en este giro estilístico y temático?
Terminé la última obra paraguaya durante los últimos meses de gestación de mi hija Roos Rosa y los primeros posterior a su nacimiento. Si bien en mi obra anterior pintaba a parientes y vecinos de Itauguá Guazú en escenas cotidianas, alegóricas o míticas, ellos pertenecían para mí a un universo más social, colectivo, que representa a una gran parte de la cultura paraguaya, la rural. Mantuve esta visión durante esos 15 años que te mencioné. Y con el nacimiento de mi hija, estar en otro país, aprender otro idioma, otro continente, etc. mi conclusión fue que había terminado esa misión que me mantuvo en vigilia tratando de recuperar esos primeros seis años de vida en guaraní, un tiempo perdido abruptamente con mi partida a Buenos Aires. Y pensé que así como un día había decidido emprender esta recuperación, había llegado el día para abandonarlo y decirme, “ahora tu universo es tu casa, tu mujer, tu hija, el hogar”, y eso fue todo, sintetizando.
En el 2006 tuviste el honor de ser seleccionado como finalista para el BP award de la National Portrait Gallery de Londres. Hablame sobre esta experiencia.
Fue como un postre agridulce! No tenía ni idea de la existencia del premio, hasta que un amigo en Londres me lo menciona. Consulto previamente al manager de inscripción diciéndole que había cumplido 41 un mes antes de la fecha límite. Según el reglamento era solo hasta los 40. Me pregunta sobre la obra y le digo que tiene 2 metros (el retrato de mi hija) y me dice que no hay problema, que un mes no era nada porque además la obra había sido pintada un año antes. A las dos semanas recibo una cantidad de mails de los distintos departamentos de la NPG diciéndome felicitaciones: “Usted es finalista entre los mejores cuatro que competirán por el gran premio”, mucho dinero, encargos, etc. Luego, la administración decide dejarme afuera por el tema de la edad, algo que ellos mismos habían dicho que no era un problema. Es decir, nunca reconocieron el error y les importó nada la decisión del jurado, mi obra etc. Finalmente mediante abogada de por medio logramos que la obra sea expuesta en la National Portrait Gallery junto a los 50 seleccionados, pero estuvo fuera de concurso. La semana pasada recibí la inscripción para el 2007 y dice lo siguiente: “Open to everyone over 18” (abierto a cualquiera mayor de 18)... en fin, mi caso por lo menos sirvió para que abran el juego. Conclusión, un gran amigo pintor me dijo que esto significaba que yo era un muy buen retratista y fuera del territorio británico, dado que se presentan alrededor del mil pintores por año, en su mayoría europeos y el nivel es altamente competitivo. Además el retrato sigue siendo uno de los géneros más difíciles y completos del arte.
¿Qué originó tu nueva faceta retratista?
A partir de que mi obra estuvo expuesta en la NPG empecé a tener encargos de retratos. Este hecho me cambió el concepto que tenemos del retrato en Sudamérica, donde generalmente se la considera un género menor. Y me da mucho placer hacerlos, lo asumo como parte de mi obra y como proyecto de una muestra futura. El rostro humano es fascinante, todo se concentra allí, como un mapa fiel de nuestras vidas, de nuestro interior, de lo mucho o poco que hemos transitado este mundo. Cuando pintaba el rostro de mi hija de seis meses de edad, en primer plano y en dos metros de tamaño, lo disfrutaba como si fuera Willen de Kooning, el pintor abstracto que más me interesa. Considero que cuando el realismo traspasa cierto punto, se trasforma en algo sumamente abstracto, extraño, que carece de explicaciones y aquí mi entusiasmo.
¿Qué influencia ha tenido la vida familiar en este giro estilístico y temático?
Terminé la última obra paraguaya durante los últimos meses de gestación de mi hija Roos Rosa y los primeros posterior a su nacimiento. Si bien en mi obra anterior pintaba a parientes y vecinos de Itauguá Guazú en escenas cotidianas, alegóricas o míticas, ellos pertenecían para mí a un universo más social, colectivo, que representa a una gran parte de la cultura paraguaya, la rural. Mantuve esta visión durante esos 15 años que te mencioné. Y con el nacimiento de mi hija, estar en otro país, aprender otro idioma, otro continente, etc. mi conclusión fue que había terminado esa misión que me mantuvo en vigilia tratando de recuperar esos primeros seis años de vida en guaraní, un tiempo perdido abruptamente con mi partida a Buenos Aires. Y pensé que así como un día había decidido emprender esta recuperación, había llegado el día para abandonarlo y decirme, “ahora tu universo es tu casa, tu mujer, tu hija, el hogar”, y eso fue todo, sintetizando.
En el 2006 tuviste el honor de ser seleccionado como finalista para el BP award de la National Portrait Gallery de Londres. Hablame sobre esta experiencia.
Fue como un postre agridulce! No tenía ni idea de la existencia del premio, hasta que un amigo en Londres me lo menciona. Consulto previamente al manager de inscripción diciéndole que había cumplido 41 un mes antes de la fecha límite. Según el reglamento era solo hasta los 40. Me pregunta sobre la obra y le digo que tiene 2 metros (el retrato de mi hija) y me dice que no hay problema, que un mes no era nada porque además la obra había sido pintada un año antes. A las dos semanas recibo una cantidad de mails de los distintos departamentos de la NPG diciéndome felicitaciones: “Usted es finalista entre los mejores cuatro que competirán por el gran premio”, mucho dinero, encargos, etc. Luego, la administración decide dejarme afuera por el tema de la edad, algo que ellos mismos habían dicho que no era un problema. Es decir, nunca reconocieron el error y les importó nada la decisión del jurado, mi obra etc. Finalmente mediante abogada de por medio logramos que la obra sea expuesta en la National Portrait Gallery junto a los 50 seleccionados, pero estuvo fuera de concurso. La semana pasada recibí la inscripción para el 2007 y dice lo siguiente: “Open to everyone over 18” (abierto a cualquiera mayor de 18)... en fin, mi caso por lo menos sirvió para que abran el juego. Conclusión, un gran amigo pintor me dijo que esto significaba que yo era un muy buen retratista y fuera del territorio británico, dado que se presentan alrededor del mil pintores por año, en su mayoría europeos y el nivel es altamente competitivo. Además el retrato sigue siendo uno de los géneros más difíciles y completos del arte.
¿Qué originó tu nueva faceta retratista?
A partir de que mi obra estuvo expuesta en la NPG empecé a tener encargos de retratos. Este hecho me cambió el concepto que tenemos del retrato en Sudamérica, donde generalmente se la considera un género menor. Y me da mucho placer hacerlos, lo asumo como parte de mi obra y como proyecto de una muestra futura. El rostro humano es fascinante, todo se concentra allí, como un mapa fiel de nuestras vidas, de nuestro interior, de lo mucho o poco que hemos transitado este mundo. Cuando pintaba el rostro de mi hija de seis meses de edad, en primer plano y en dos metros de tamaño, lo disfrutaba como si fuera Willen de Kooning, el pintor abstracto que más me interesa. Considero que cuando el realismo traspasa cierto punto, se trasforma en algo sumamente abstracto, extraño, que carece de explicaciones y aquí mi entusiasmo.
Milagro
2005
Óleo sobre tela
¿Cuáles son los temas que te preocupan y que te inspiran como artista?
La pintura para mí es una alquimia entre lo inconsciente y lo consciente. Las pinturas que más me interesan son aquellas que no tienen mucha explicación, aquellas que a pesar de los años, donde uno va adquiriendo más experiencia y conocimiento del oficio, siempre te vuelven a sorprender. Y para que esto ocurra el tema es lo menos importante. Antes me interesaban las historias, los mitos y leyendas que oí desde siempre en el pueblo, pero hoy si deseo pintar una pared vacía de casa o los peluches de la nena, lo hago. Había llegado a un punto extremo de narración con las últimas obras paraguayas y con la nueva etapa enfoqué más todo en primer plano, porque cambié la concepción de la luz, y el tratamiento pictórico. Quizá porque vivo más en silencio, y el vacío ahora me resulta inquietante.
¿Qué extrañás del Paraguay?
Los amigos, las charlas con ellos, de saber como se encuentran. A pesar que el internet me mantiene conectado con varios de ellos, pero nunca será lo mismo. También los domingos de Itauguá Guazú, de reírme con los parientes y vecinos. Pero no es extrañar, es más una cierta nostalgia, saudade o techagaú.
¿Qué beneficios tiene un artista en Europa?
Si es en comparación a nuestro país algunos... Quizás hay más subsidios para los proyectos, más espacios donde mostrar, etc. También los impuestos, son reducidos para el artista. El caso de Holanda, la reina visita los estudios y compra obras, también las municipalidades de cada ciudad tienen sus colecciones, en fin, quizás son varias las diferencias! Pero bueno, en mi ciudad hay más de mil artistas, activos. Pero tampoco no todos son dueños de museos o galerías, en su mayoría viven como cualquier otro ciudadano. Para mí lo interesante es poder moverme hacia Londres, Madrid o Paris cuando deseo participar o ver alguna exposición, ésta posibilidad creo que es la más importante, el nutrirse.
Hablame sobre tus logros. ¿Qué has estado haciendo últimamente? Me imagino que tenés muchísimas cosas en lo personal y profesional de las cuales estar orgulloso. Hablame sobre ellas.
El 2006 fue salir afuera. Ya que los dos primeros años estuve más tiempo en casa, dedicado a mi hija, reflexionando sobre lo hecho y buscando mi nuevo rumbo artístico. Mi proyecto “del mito oral al mito de la luz” fue elegido y obtuvo un subsidio de la asociación de artistas de Rotterdam, lo cual me posibilitó organizar mi primera individual en Amsterdam, en la galería Godá, con obras de gran formato. Luego la nominación en la BP Award de Londres donde expuse todo el verano europeo. También estuve entre los finalistas en el primer premio a la pintura figurativa, organizada por la fundación para Artes, en Barcelona. Y por último estuve finalista en el concurso internacional “inspired by Rembrandt”, organizado por Radio Nederland, y que actualmente está expuesta en el Stopera de Amsterdam. También me tomé el trabajo de aprender a diseñar una web, y construí una página como yo la quería, esto para mí es un gran logro. En cuanto a lo personal, me encuentro muy bien, en familia, aprendiendo todos los días. Ando flojo en el idioma holandés, esto sí debo revertir, porque mi hija de 3 años ya empezó a corregirme!
¿Cuáles son tus próximos proyectos.
Este año, pintar la obra que participará nuevamente en la National Portrait Gallery, una muestra de retratos quizás, y comenzar la pre-producción de mi segundo largometraje a rodar a fines de año en Paraguay.
¿Cuál es el estado actual de tu cámara y tu filmadora? ¿Las tenés archivadas temporalmente o tenés algún proyecto especial reservada para ellas?
El cine básicamente es conflicto. La historia que contás, conseguir financiación, producir y demás etapas. Y lo que trato es acomodar estos requisitos a mis tiempos, a mi pintura, a la cual no puedo descuidar más, ya que vivo de ella y con ella he financiado prácticamente mis proyectos audiovisuales. Lo que hago como ejercicio diario es escribir ideas, argumentos y guiones. Esto alimenta mi entusiasmo por el cine. En concreto, tengo que realizar mi segundo largometraje en Paraguay y espero poder rodarlo antes de fin de año. Sigo siendo el productor de mis ideas y esta posición al final es lo que va definiendo el cine en el que creo. No tengo la capacidad mental para estar detrás de los fondos de co-producciones tan de moda ahora, es más, no creo mucho en este sistema, y los ejemplos de películas que se hacen de esta manera poco me aportan porque terminan siendo productos sumamente formateadas al gusto y paladar de la crítica de los festivales. Hasta me parece como un atajo engañoso de los directores para luego terminar filmando en Los Ángeles. El panorama del cine mundial es para mí como una pareja de viejos divorciados: papá Hollywood y mamá Europa con sus hijos adoptivos del tercer mundo, una gran familia en definitiva. Pero están los hijos descarriados, aquellos “que andan por su cabeza” y yo me identifico por aquí... Tiene su costo, pero en definitiva hablamos de la libertad creativa y autoral, y esto no tiene precio.
La pintura para mí es una alquimia entre lo inconsciente y lo consciente. Las pinturas que más me interesan son aquellas que no tienen mucha explicación, aquellas que a pesar de los años, donde uno va adquiriendo más experiencia y conocimiento del oficio, siempre te vuelven a sorprender. Y para que esto ocurra el tema es lo menos importante. Antes me interesaban las historias, los mitos y leyendas que oí desde siempre en el pueblo, pero hoy si deseo pintar una pared vacía de casa o los peluches de la nena, lo hago. Había llegado a un punto extremo de narración con las últimas obras paraguayas y con la nueva etapa enfoqué más todo en primer plano, porque cambié la concepción de la luz, y el tratamiento pictórico. Quizá porque vivo más en silencio, y el vacío ahora me resulta inquietante.
¿Qué extrañás del Paraguay?
Los amigos, las charlas con ellos, de saber como se encuentran. A pesar que el internet me mantiene conectado con varios de ellos, pero nunca será lo mismo. También los domingos de Itauguá Guazú, de reírme con los parientes y vecinos. Pero no es extrañar, es más una cierta nostalgia, saudade o techagaú.
¿Qué beneficios tiene un artista en Europa?
Si es en comparación a nuestro país algunos... Quizás hay más subsidios para los proyectos, más espacios donde mostrar, etc. También los impuestos, son reducidos para el artista. El caso de Holanda, la reina visita los estudios y compra obras, también las municipalidades de cada ciudad tienen sus colecciones, en fin, quizás son varias las diferencias! Pero bueno, en mi ciudad hay más de mil artistas, activos. Pero tampoco no todos son dueños de museos o galerías, en su mayoría viven como cualquier otro ciudadano. Para mí lo interesante es poder moverme hacia Londres, Madrid o Paris cuando deseo participar o ver alguna exposición, ésta posibilidad creo que es la más importante, el nutrirse.
Hablame sobre tus logros. ¿Qué has estado haciendo últimamente? Me imagino que tenés muchísimas cosas en lo personal y profesional de las cuales estar orgulloso. Hablame sobre ellas.
El 2006 fue salir afuera. Ya que los dos primeros años estuve más tiempo en casa, dedicado a mi hija, reflexionando sobre lo hecho y buscando mi nuevo rumbo artístico. Mi proyecto “del mito oral al mito de la luz” fue elegido y obtuvo un subsidio de la asociación de artistas de Rotterdam, lo cual me posibilitó organizar mi primera individual en Amsterdam, en la galería Godá, con obras de gran formato. Luego la nominación en la BP Award de Londres donde expuse todo el verano europeo. También estuve entre los finalistas en el primer premio a la pintura figurativa, organizada por la fundación para Artes, en Barcelona. Y por último estuve finalista en el concurso internacional “inspired by Rembrandt”, organizado por Radio Nederland, y que actualmente está expuesta en el Stopera de Amsterdam. También me tomé el trabajo de aprender a diseñar una web, y construí una página como yo la quería, esto para mí es un gran logro. En cuanto a lo personal, me encuentro muy bien, en familia, aprendiendo todos los días. Ando flojo en el idioma holandés, esto sí debo revertir, porque mi hija de 3 años ya empezó a corregirme!
¿Cuáles son tus próximos proyectos.
Este año, pintar la obra que participará nuevamente en la National Portrait Gallery, una muestra de retratos quizás, y comenzar la pre-producción de mi segundo largometraje a rodar a fines de año en Paraguay.
¿Cuál es el estado actual de tu cámara y tu filmadora? ¿Las tenés archivadas temporalmente o tenés algún proyecto especial reservada para ellas?
El cine básicamente es conflicto. La historia que contás, conseguir financiación, producir y demás etapas. Y lo que trato es acomodar estos requisitos a mis tiempos, a mi pintura, a la cual no puedo descuidar más, ya que vivo de ella y con ella he financiado prácticamente mis proyectos audiovisuales. Lo que hago como ejercicio diario es escribir ideas, argumentos y guiones. Esto alimenta mi entusiasmo por el cine. En concreto, tengo que realizar mi segundo largometraje en Paraguay y espero poder rodarlo antes de fin de año. Sigo siendo el productor de mis ideas y esta posición al final es lo que va definiendo el cine en el que creo. No tengo la capacidad mental para estar detrás de los fondos de co-producciones tan de moda ahora, es más, no creo mucho en este sistema, y los ejemplos de películas que se hacen de esta manera poco me aportan porque terminan siendo productos sumamente formateadas al gusto y paladar de la crítica de los festivales. Hasta me parece como un atajo engañoso de los directores para luego terminar filmando en Los Ángeles. El panorama del cine mundial es para mí como una pareja de viejos divorciados: papá Hollywood y mamá Europa con sus hijos adoptivos del tercer mundo, una gran familia en definitiva. Pero están los hijos descarriados, aquellos “que andan por su cabeza” y yo me identifico por aquí... Tiene su costo, pero en definitiva hablamos de la libertad creativa y autoral, y esto no tiene precio.
Había una vez
Obra en progreso
Si quieren saber más sobre Enrique Collar, visiten su blog, que tiene imagenes increíbles y escritos sobre su proceso pictórico. Se los recomiendo: http://enriquecollar.blogspot.com/
Valeria,
ResponderEliminarMuchas gracias por incluir aquella entrevista en tu blog. Que bueno encontrarte. Felicitaciones por las notas. Gran abarzo, Enrique.